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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

DIARIO DE LEON 14-OCTUBRE-1964

DIARIO  DE  LEON  14-OCTUBRE-1964

Ved una página del Diario de León de 1964 y leed la noticia que ofrecía referida a la grabación de los Salmos que iba a hacer la Escolanía Virgen del Camino (dirigida sin batuta). El P. Torrellas tenía unas manos preciosas.

Dejadme que destaque el siguiente párrafo con el que concluye la noticia:

"Hasta ahora ha sido solista de la Escolanía el alumno Máximo Olóriz, de Navarra, que estudia cuarto curso. Pero va a producirse un relevo. La voz de Olóriz está cambiando. Y va a suplirle un chico de León, un alumno que tiene doce años, con estupenda voz de tiple. Se llama el futuro solista Felipe Tascón."

Queridos Maxi y Felipe, ¿ fué duro e el relevo? ¿Hubo sangre? ¿León ganó a Navarra? ¿Huevo o Fuero?. Contádnoslo. 

Podéis leerlo en el álbum P R E N S A. De nada.

Aviso.- He colgado en el álbum REVISTA CAMINO la "joya" nº 3 de 1959. En algún lugar de la revista leeréis "LO MALO" del Campamento a juicio de nuestro querido amigo Nachín: "Fué la clase de morse, porque las letras se aprendían bien, pero con las banderas aquellas para transmitir me ponía nervioso y no sabía qué hacer". Ante su dificultad con las comunicaciones, Nachín dedicó su vida laboral a Telefónica. ¡Quién lo diría!. Manolo, un abrazo.

3 comentarios

Mariano Estrada -

Bueno, pues ya que ha hablado Olóriz con su proverbial voz limpia, es el momento de colgar el artículo. No sé, Olóriz, José Luís parece estar ilocalizable, ya se lo dije a Chema. De todos modos, no va a quedar por insistir, ya sabes que “cuando un tonto coge la linde / la linde se acaba pero el tonto sigue”. Un abrazo.

Queridos amigos: éste es mi pequeño homenaje a Umbral. Lo pondré en la próxima actualización del blog de Paisajes Literarios.

Umbral: varios escritores en uno.

Iba a escribir algo sobre Umbral, pero pronto me di cuanta de que llevaba algunos años sin leerle, salvo algunas columnas esporádicas en el medio donde escribía; columnas que son, en realidad, las que le han dado una buena parte de su merecido prestigio, salvando algunos libros que le han aportado premios relevantes como el Cervantes o el Príncipe de Asturias. Hablo de Mortal y Rosa, por ejemplo, en el que exterioriza el dolor por el fallecimiento de un hijo de cinco años.

Yo empecé a leerle en los inicios de la Transición, creo recordar, tal vez antes. Y entonces, sí, entonces leía todos sus libros, no me atrevo a decir tanto de sus columnas, pero también fueron muchas. Sé que en sus comienzos se dejó caer por el famoso Café Gijón, suceso del que él mismo hizo luego la crónica. Sé que fue inventor de palabras, o al menos propalador de las mismas. Palabras como jais, molón, derechona, tardofranquismo, Socialfelipismo (este último, título de un ensayo)… Sé que, muy al principio de su actividad literaria, y según confesión propia, quiso ser Henry Miller, a lo español, naturalmente. Pero entendió rápidamente, por suerte para todos, que le faltaba aquel vitalismo sexual arrollador que el americano desarrollaba en sus “Trópicos” (de Cáncer y de Capricornio) y en sus “Sexus”, “Plexus” y “Nexus”. Luego quiso ser Cela, y a mí me da la impresión de que lo quiso ser toda la vida, incluso en la etapa en la que le criticó duramente, tal vez bajo sospecha de publicidad. Y consiguió serlo en parte. O, por lo menos, hasta poder asegurar que nadie se ha acercado tanto a él en España. En el fondo, nunca dejó de admirarle y no me hubiera extrañado nada oír de sus propios labios, y en uno de sus ya famosos arranques, que cambiaría todos sus libros, que son muchos, por haber escrito uno sólo: La Colmena. Por el medio, se declaró admirador de Vallé-Inclán, de Delibes, de César González Ruano, de Ramón Gómez de la Serna, de Mariano José de Larra y de un tipo de periodismo literarios de autor que ha quedado sepultado en los tiempos. Tal vez él fuera, hasta ayer, el último de sus representantes, porque lo de Sánchez-Dragó es completamente otra cosa.

En cuanto a sus libros, tiene tantos que es difícil elegir cuatro o cinco títulos. Dicen que al menos veinte o treinta son buenos. Éstos son algunos de los que destacan: “La noche que llegué al Café Gijón”, por las enemistades que le creó. “Los helechos arborescentes”, porque relata un mundillo en el que parecía moverse muy bien. Y, luego, de los ensayos, yo destacaría “Ramón y las vanguardias” (Gómez de la Serna),”Anatomía de un dandy” (Larra), o “Poeta maldito” (Lorca). Pero sólo es, ya digo, por citar algunos de los muchos que tiene.

Por último, sé que fue un luchador, que tuvo unos comienzos difíciles y que a base de sufrimiento, pundonor y, sobre todo, de aquel enorme empuje que procedía de su corazón puramente literario, consiguió hacerse un hueco en la cumbre de las letras españolas, a las que ha dado un vigor por el que debemos estarle agradecidos. Yo lo estoy, al menos. Y así lo expreso, llana y públicamente. Y, además, le despido con un poema, ya que él era un poeta, aunque esencialmente urbano, de lo que se cocinaba diariamente en el mundo. Descanse en paz.

Un abrazo

¿Qué somos?

¿Qué somos, sino viento
indomeñable, transitorio
barro o efímera memoria?
¿O somos, además,
mareas invisibles
que no registra el tiempo ni el espacio?
¿Vivimos al morir, perdemos
en la muerte la causa de la muerte?
¿Qué seremos, entonces,
en ese almario inane
o luna exceptuada de la
gravitación universal?

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios
Blog http://paisajes.blogcindario.com
Del libro “Hojas lentas de otoño”


Máximo Olóriz -

Mariano, no te preocupes por los conflictos del furrielísimo. No hacen daño y son inocentes y divertidos. A mí lo que me gustaría es que el asunto llegara a Antena-3; nos haríamos famosos y millonarios.
Todavía se la tengo guardada a ese Felipe.
No. No es verdad. Le perdono la afrenta que me hisho y no le guardo ningún rencó. Ademáh ese shico era mu artichta y se mereshía triunfá como lo hisho.
Lo que es la psicología infantil… No se cómo se verían las cosas desde fuera. La procesión por dentro era de este cariz: "todos mis compañeros están cambiando de voz y yo aún tengo voz de niña. ¿Cuándo podré por fin tener voz de hombre?". A tal extremo llegó mi complejo que pedí varias a veces a Torrellas que me relevara de mi puesto de solista. Así que, cuando por fin llegó el momento, no lo lamenté; más bien lo celebré. Y seguramente me paseé muy ufano por los campos presumiendo de mi voz de hombre y mirando a Felipe con aires de mayor.
Mi furriel, rebus sic stantibus (como decía aquella fulana de Eduardo Mendoza), no se si ganó Navarra o León, o si fueron tablas.
Por cierto, Mariano, tú que mantienes el contacto con José Luis, a ver si le convences a para que se asome por aquí y para que, por supuesto, vaya en octubre a León.
Cambiando de tema. El ro-ro es, efectivamente una melodía popular armonizada por Jesús Hernández, quien, visto cuarenta años después con ojo crítico, no desmerece ni un ápice de la fama de buen músico que por allí tenía. Chema, conservo la partitura. Prometo escanearla y enviártela.
Y, volviendo a cambiar de tema, esta mañana me he reencontrado con Oscar Fernández, a quien supongo que no veía desde Las Caldas. Hemos charlado un rato, hemos recordado cosas de la época y me ha regalado unas partituras de la rondalla que hacía unos cuarenta años que yo no veía. Es una pena que no estuviera el furriel para hacer unas fotos del encuentro.
Manolón bienvenido al blogg.

Mariano Estrada -

Amigos escolánicos de La Virgen y otros cantores de Viena:

¿Otra vez vamos a entrar en competiciones, ahora entre Olóriz y Tascón? Pero si Olóriz ya ha despachado con autoridad y con elegancia este tema. Ha dicho que ahora canta muy mal (imagínate yo, Olóriz, o pregúntaselo a Trapiello AM o a Julio Correas, a quienes les he cantado una nana por teléfono) y le ha preguntado a José Luís si él padece de males parecidos. Yo creo, Olóriz, que José Luís aún canta en Reinosa, al tiempo que dirige. Ya me gustaría que estuviera él aquí, para contarlo.

Olóriz, Felipe: decidle a Josemari que entre los dos formasteis un dúo perfecto. Y Olóriz lo había formado antes con José Luís, de manera que ya tenemos la Divina Trinidad Escolánica. Y es que, en aquellos tiempos, todos los caminos conducían inevitablemente a Roma.

En fin, Josemari, que el Blog va muy bien, no hace falta que provoques conflictos sobrenaturales, que la gente está más bien por la pacífica recuperación de su memoria en la tierra. Fíjate en Pablo Huarte, que ha resucitado de sus cenizas y lleva camino de darnos a todos sopas con honda. Fue nuestro superior y nuestro maestro. Y, como queda demostrado, lo hizo tan bien que ahora le queremos todos como bloguero y como amigo.

Y ya que en el Colegio tuvo bastante predicamento el Periodismo, tanto a través de Jaime Rodríguez Lebrato, en Más allá de la Noticia, como del propio Pablo Huarte, en aquellos fabulosos programas radiofónicos por los que se ha interesado Chemasarmiento, quiero exponer aquí mi pequeño homenaje al escritor y periodista Francisco Umbral, fallecido recientemente. Estoy seguro de que tanto a Jaime como a Pablo les encandilaba, especialmente en su aspecto de periodista, que desarrollaba de forma muy personal. Tanto es así que alguien ha dicho que no es que fuera culumnista, es que era él mismo columna.

No obstante lo dicho, el homenaje a Umbral, como es independiente, lo pondré un rato después, en este mismo portillo. Para dejaros respirar, para que la sábana no cuelgue hasta el desánimo. Así, pues, hasta un poco más tarde.

Un abrazo
Marianchik