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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

EL PRINCIPIO DEL FIN

EL  PRINCIPIO  DEL  FIN

Hoy, a las 8 y media de la mañana,  llevaba a mi hijo Alberto al autobús para ir a su Colegio: está haciendo un módulo de Manipulados de la Industria subvencionado por la ONCE. Pero no es este el tema.

El termómetro del Jardín de San Francisco marcaba un escuálido CERO grados centígrados; los coloretes en los mofletes de mi chaval, no sé todavía por qué, me hicieron recordar los frios del Colegio y los sabañones de Roces Concheso.

Al llegar a casa he buscado una fotografía inédita a tono con mis sensaciones y ¡¡mira por donde!! he encontrado esta de la piscina, refrescante, veraniega....¡qué gusto!, ¡qué contraste!.

Pero, pero, pero....en ella he descubierto el primer síntoma del cáncer que obligó a cerrar el Colegio: si os fijais en la parte izquierda de la fotografía, observaréis a alguno de nuestros compañeros de entonces ¡¡TUMBADOS  Y  TOMANDO  EL  SOL!!, y si ampliáis la fotografía veréis en el suelo una caja azul de Nivea. ¿Os lo podéis creer? ¿Es imaginable? ¡¡LOS APOSTÓLICOS TUMBADOS DORÁNDOSE AL SOL!!. Pero, ¿es posible?, ¿es real lo que veo?, ¿estaré todavía dormido?.

Este fué el principio del fin, o lo que es lo mismo, beguin de biguin.......

Feliz día de frío. El Furriel.

13 comentarios

Santos Martínez Vibot -

Trapi, veo que has cogido el blog con ganas, contestando en todos los portillos imaginables.
Siempre con tu buen humor.

A Pedro, que era entonces muy angélico, aquellos aromas como de establo que debían desprender nuestros cuerpos en flor, le daban ganas de ponerse a abrir ventanas -como de hecho hacía- (¡joer, qué frío tanta pureza de aires, y de la otra!). Pero si se lo pregunto ahora, que es un abuelo mucho más moderno que entonces, seguro que se echa a reir, como el otro día en casa continuamente. ¡Qué bien lo pasé con vosotros, canallas! Este verano repetimos en Boadilla, si no la armamos antes en Noche Vieja en León.

Nunca he cargado fotos en el ordenador. Pediré ayuda y os las mándaré. Paciencia.

Andres Martínez Trapiello -

Vibot y tus aromas.
¿Has preguntado a Pedro Sánchez, qué recordaba cuando entraba en el estudio, después de "ligas", o normalmente por la tarde, y nos decía aquello de "aquí huele a humanidad"?

Santos Martínez Vibots -

Santos S. Santamarta..."una añoranza en los límites de lo patológico". A veces pienso si no estaré yo mismo padeciendo los síntomas de alguna variedad del Síndrome de Estocolmo, añorando tan hondo los lugares donde estuve "cautivo".

Y a mis tiernos "verdugos".

He mirado la foto que me dices: Sandalias con calcetines blancos, aromas de mi infancia en blanco y negro -pero tan irisada de prodigios-, niki entreabriendo el pecho inmaculado, rostro puro, sereno y transparente, los labios encendidos... ¿ya escribías entonces bellas prosas, o versos?

No reconozco a nadie en esas fotos. Yo fui en el 63 a 2º curso con diez años. Tal vez entonces tú ya estabas en la escuela mayor. ¿Tienes alguna foto a partir del 63? ¿Eras de la Escolanía o de la Rondalla?
Creo que tu apellido me suena de entonces. ¿Me puedes decir otros apellidos de tu mismo curso para ubicarte, pues no te veo en el registro?

Me gustaría profundizar en nuestra afinidad.

santosvibot@gmail.com

s.s.santamarta -

Querido Vibot: compensaré tu halago calmando tu impaciencia. La foto que tú buscas es la número 20 del álbum “Por los campos”. En un grupo de cuatro que ocupa el primer plano, el que está a la izquierda, según miras de frente, con calcetines blancos, es ese que tú buscas.
Muchas gracias por todos esos relatos con los que nos estás obsequiando. Los he leído y releído con una añoranza en los límites de lo patológico. Para quienes, como yo, no hemos estado en las fechas de la celebración en ese escenario tan querido, no habríamos podido tener otro cauce mejor para la evocación y el recuerdo que tus finísimos y expresivos relatos.
Un abrazo

s.s.santamarta -

Querido Mariano: Me siento como el alumno a quien su profesor elogia su trabajo, pero teniendo claro quién es cada cual. Creo que el mayor valor que tiene intentar hacer algo -un soneto, por ejemplo- no es el resultado mismo, sino aprender a apreciar el valor de los que de verdad lo tienen. Puedo decirte que me has hecho pasar momentos sumamente gratos y emotivos leyéndote en “La sementera”, “La hornada”, “El sueño”… Quienes escribís así, aparte de reconocimiento público, deberían al menos reduciros los impuestos. Un abrazo.

Santos Martínez Vibot -

Santamarta, ese soneto tuyo me ha dado unas ganas incontenibles de ver tus fotos de entonces. ¡Qúe curiosidad ver la carita de un poeta de quince años!

Sabes que todas las fotos están numeradas. Dime esos números mágicos. Me ha dolido en el alma tu soneto. No te tardes que te espero.

Un beso.

Mariano Estrada -

Querido S.S.Santamarta:

Eso es algo más que arrimar palabras, eso es un soneto en toda regla. Sólo te falta ponerle un título. Y firmarlo, claro. Cosa que puedes hacer con orgullo.

Deducción a buena vista: no es el primero que escribes.
Conclusión obligada: escribe más.

Y enhorabuena.

Un abrazo

s.s.santamarta -

Pues a mí, esta foto me llevó a todas aquellas otras, en blanco y negro, también de “cuando entonces” en los campos de deporte, al tiempo que no podía evitar el enfrentarlas a las que se mostraron últimamente en los distintos álbumes del Encuentro. Y no sé si es porque llegó el frío, está nublado, estamos en otoño y los empleados municipales de la limpieza de mi calle no dan abasto a recoger las hojas de las aceras, el caso es que se me ha escapado exclamar “Estos, Fabio, -¡ay dolor!- que ves agora…” y me he sorprendido a mí mismo como un tedioso “jeremías” melancogénico.

Podía intentar estimularme con un “pri-pi” (¿…? no, apócope de “prieto picudo”) pero no tengo. Y si lo hiciese con un sucedáneo probablemente acentuaría el efecto llorón y jeremíaco. Así es que me pareció mejor y más terapéutico arrimar palabras (que no es lo mismo que hacer poemas) con lo que a veces me divierto, o al menos me distraigo, a la espera de que escampe.

A salvo de la herrumbre y del olvido,
os guardaba en mi alma uno a uno
-inmarcesibles cuerpos- en ayuno
de favores y goces de Cupido.

Filigrana y vigor, bronce bruñido
con el temple ajustado y oportuno.
Erais -aquel ayer- sin pero alguno
fluir de manantial inadvertido.

Hoy os he vuelto a ver –fatal descuido-
en el álbum de fotos de un festejo
y erais cristales rotos de mi espejo.

Quise por una vez estar dormido,
pues viendo cada trozo he comprendido
que irremediablemente ya estoy viejo.

Abrazos, chavalería.

manuel junco -

santos s.sánchez, antes de nada te agradezco que me incluyas entre las plumas de lujo, yo te lo agradezco, pero ¿te lo perdonarán ellos?, sabes que yo escribo con bolígrafo y de propaganda...


Rafael: ¿quieres que deje de ir a la piscina como me manda la cazurra? pues no lo voy a hacer, sigo los consejos de mí último jefe (y amigo) que decía: ¡portaros mal que lo pasareis bien!
nachín

Rafael Menéndez -

Esto me recuerda a un parroco de cuando la boda de Margarita Torrellas, que en el sermón dominical (Madrid, calle de Embajadores) nos advertía: "Hijitos, hijitos, no vayais a las piscinas, que son fuente de perdición" Jajaja!!

Beatriz -

Al sol y untándose Nivea de la cajita azul!!!??? Eso es una locura!! Quemaduras de 3 grado por lo menos. Niños, nunca hagáis esto, es peligroso!

Pablo Huarte -

¡Bravo, chaval! Lo has contado todo muy bien, aunque algunos tal vez tratemos de matizar alguna cosilla. Pero que conste, Santos Suárez Sánchez, que has lanzado al aire un montón de preguntas y con tantas posibles respuestas, que tu comentario puede que dé mucho de sí.

Yo ya te había nombrado, hoy mismo, en el lugar donde se habla de los ya famosos 19 euros.

Sigue, sigue escribiendo así de bien.

Un abrazo.

Pablo Huarte

Santos Suárez Sanchez -

EL EFECTO MARIPOSA

Acabo de ver, estoy viendo, la foto que ha colocado Jose Mari y, en efecto, esa es una de las claves. Que observador, agudo, perspicaz, intuitivo, LISTO (con mayúsculas) y Cortés, eres
“El efecto mariposa”. Lo dicen los físicos. Sabeis que eso consiste en que una mariposa bate sus alas en los campos de fútbol (en este caso en la piscina) de La Virgen del Camino (León) y se desatan unas consecuencias que tienen como resultado un terremoto de 8.72 grados en la escala Righter, en Okinawa (Japón)
Pues eso. Todo comenzó con el sol, la piscina y la Nivea. ¡Que relajo!
¿Que pasó de aquella educación espartana? Que pasó con las vueltas a la finca? ¿Y de las camisetas de tirantes? ¿Qué pasó con las duchas de los dormitorios, de breve agua caliente al principio y largamente fría después, que se transformaron en Wáteres sin asiento, como pudimos comprobar en la visita al colegio? ¿Y de los sabañones, signo inequívoco de sufrimiento controlado y ascético? ¿Por qué dejaron derruirse los urinarios de los campos de fútbol? ¿Y dónde está la fuente de tubos que dividía los campos? ¿Y que pasó con el arroz perdigonero de algunos domingos? ¿Y con los macarrones que llevaban algo parecido a la gelatina? ¿Y con el chocolate que dejó de tener tiburones?
¿Y que pasó con las “reconvenciones” (y algunas veces algo más) que nos hacía cada día, cada día, cada día, el P. Cura en la capilla, justo antes de irnos a dormir? ¿Y porqué dejaron de acotar la parte de dormitorio de “los meones”?
¿Y porqué no había baloneras? ¿Y porqué quitaron el estrado del estudio?
¿ Y porqué comenzaron a dejar tocar a Vibot en el Santuario? Un chico tan joven (el más joven de su/nuestro curso) con la responsabilidad de un órgano tan grande entre sus manos ¡Por Dios!. Al contarlo ahora me suena hasta pornográfico.
¿Y porqué Chema Sarmiento no ha hecho la segunda parte de “Lo que el viento se llevó”, para ilustrarnos toda esa decadencia?
Creo, como Jose Mari, que todo comenzó en la piscina…Quizás por eso, avergonzados, la han tapado con tierra, como que allí no había pasado nada. Claro que había pasado… El principio del fin. Allí se incubó la terrible crisálida de mariposa que batió las alas y lo removió todo; con Nivea y sol, y cuerpos libidinosos tumbados al idem.
Y más tarde llegó “La vida sale al encuentro” de Martin Vigil, y luego la película de “El Cardenal” con Romy Sheneider, y las Misas de juventud con guitarras, y Los Canalones, y Sandy Shaw, y el quitarse los hábitos para jugar al fútbol. Y las notas que te ponía Iparraguirre en tu expediente académico… Y encima te enseñaban Filosofía… y Lógica y Etica. ¿Qué se podía esperar? Se había puesto en marcha, irremediablemente, el efecto mariposa.
El que nos ha llevado ahora al 50º Aniversario. Al Reencuentro.
¿Que dónde estamos…? Después de las sonrisas y lágrimas y los abrazos de los días 12 y 13, pues en este blog escribiendo y leyendo a Vibot, a Jose Mari, a Andres M. Trapiello, a Javidel, a Mariano, a Julio Correas, a Luis Heredia, a Pablo Huarte ,a Alcalde, a Pedro, a S.S.Santamarta, a Froi, a Manuel Junco, a Oscarín, a Baldo, y a tantas plumas de lujo, que no sé si algunos nos merecemos leer. ¿Cuál será el siguiente terremoto al que nos llevará después este maravilloso efecto mariposa?
Será bueno. Seguro. Y alguien que sepa juntar las letras mejor que yo lo contará.
s.s.s.