Blogia
Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

GIRA AFTERPLAY

GIRA  AFTERPLAY

Queridos amigos; además de desearos feliz tarde fría de este domingo de otoño, os transcribo el correo que me envía nuestro querido compañero Helio Pedregal en el que contesta a los comentarios registrados en el blog y nos facilita información con relación a su gira "Afterplay". Amigo Helio, gracias por la información. Os envío un abrazo a todos. 

Coloco la programación en Ver Fotos/documentos, álbum VARIOS.

Querido Josemari:
A petición del público te enví­o la gira de "Afterplay". Cualquier  otra información sobre la obra  se  puede  encontrar en www.afterplay.es
He querido entender en alguno de los comentarios del blog que podría servir este para promocionar la función.  No es esa mi intención en absoluto. La gira está vendida desde hace meses y en cualquier caso ya hay gente que cobra por hacer ese trabajo.
Mi invitación era para quien tenga curiosidad por saber lo que le ocurre a alguien a quien le han borrado los últimos veinte años de su vida. Todo, porque yo la tengo por los muchos de nosotros de los que no sabemos nada.
También para aquellos que piensen como yo que el mercado nos endilga sólo lo que le produce abundantes rendimientos. En un pequeño formato como es "Afterplay" cabe todo lo grande y hermoso del teatro.
Y también para los que consideran la ternura como un gran valor de interpretación  y catalizador de nuestra realidad, tan agresiva. Yo he tenido que defenderme de espectadores que querían llevarme a su casa para siempre. Sin duda es algo que Javierdelvigopalencia me va a proponer pero habrá de ponerse a la cola: Mi tía Pepa aún llora desconsolada desde que me vio en Avilés hace casi un año y no digo ahora que el torero se murió de una patada.
Andrei y Sonia invitan a -como dijo el insigne Premio Prí­ncipe de Asturias- un poco de reflexión y otro poco de silencio.
Seguramente es lo que más necesitamos... o no...
Un abrazo a todos.

33 comentarios

Pedro Sánchez Menéndez -

Hola, Luis: Haciendo una revisión de la lista de las fichas de antiguos alumnos, veo que falta la tuya. ¿Por qué no te incluyes? Un abrazo. Pedro

Luis Barbería -

No te mates la cabeza, Pedro. Nosotros éramos muchos y algunos muy revoltosos. Pero tú tenías buena pasta y aguantabas hasta cierto límite. Curso 4º y 5º, de 1960 a 1962. Compañero de Fuertes, Loitegui, Menéndez, Elgorriaga, Salus Mateo...
Hay una foto del curso, pero no me reconozco ni yo, que aquéllas eran unas guerras ya muy viejas.
Ya veo, por alguna foto del blog, que tú sigues igual, incluso mejorando con los años, como los buenos vinos.
Cuídate y algún día nos vemos.
Un abrazo

Pedro Sánchez Menéndez -

Querido Luis: Tu apellido lo recuerdo perfectamente, pero, como siempre, no te pongo la cara. Dime si estás en alguna de las fotos del blog. Es cierto que siempre hice el esfuerzo para que los que venían de Villaba se sintieran a gusto. Pero era normal que los que venían de Villaba tuvieran dificultad en adaptarse. Siempre hemos tenido claro que el Colegio de Villaba era más pequeño y con más facilidades para una convivencia más cercana y amistosa. Por tanto tuvisteis que pagar el precio de encontraros más anónimos. Me alegro de que hayas aparecido por el blog. Y estoy seguro de que no tardaremos en encontrarnos de nuevo. Un abrazo. Pedro

Luis Barbería -

Gracias Vibot por tu comentario.

Lo agradezco doblemente después de haber leído tu magnífica crónica del Teatro. Mi reconocimiento es sincero, pues si no me hubiera gustado tanto podría haberme callado y punto. Además no nos conocemos y es ahora cuando empiezo a saber algo de vosotros ( de Javier del Vigo, Trapiello, Helio, Mariano…) y sé que, aunque ahora hayamos seguido caminos tan diversos y lejanos, en un principio anduvimos por territorios próximos y quedan desde entonces algunas inquietudes no satisfechas del todo. Será que nos vamos haciendo un poco viejos y ya los antiguos rencores duermen y miramos la vida con más sosiego.

No sé si te acordarás de mí, Pedro. Yo te recuerdo con buenos ojos. Recién llegado, era de los que sentía nostalgias de Villava y sé que eso te sublevaba un poco. Por si te ayuda, te recuerdo que hubo un acontecimiento importante en mi vida que tú me comunicaste una mañana: la muerte de mi hermano mayor. Y lo hiciste con mucha delicadeza y tacto.
Un abrazo.

Vibot -

¡Andrés, necesito tus sopas de ajo!

Pero ¿dónde encuentro yo ahora pan de hogaza de León del de un día pa otro?

Mi abuelo Teófilo -por parte de padre-, que también era de León, después de las sopicas que le hacía mi abuela Onésima -allá en aquél Arenillas de Valderaduey, cerca de Sahagún, en la trébede, con lumbre de paja y en puchero de barro, echaba en lo último del plato un buen chorro de vino. De la bodega (¡Diós, aquel jarro color de hueso, viejecito, decorado con dos rayas de un azul desvaído por debajo del pico, todo alrededor, sobre las que cantaban coplas de vendimia cuatro rosas silvestres. De esas de pocos pétalos, pero ingenuos y alados.

He tenido que ir a la cocina para poder contaros los detalles. Y al abrir el armario, éste se ha convertido en alhacena. Tal es la emanación de este jarro de vino, recuerdo de mi infancia.

Lo estoy acariciando emocionado. Siento aún su latido alegre y refranero en las rugosas manos de mi abuela. Y esos últimos sorbos recocijados de mi abuelo apurando como si fuera un elixir "el sopanvino".

Y estoy observando algo que nunca había advertido: el alfarero que lo decoró pintó las cuatro rosas sin volver a mojar el pincel, al menos en los pétalos. La primera tiene un corinto intenso, con los trazos levemente encharcados. La segunda, apenas encharcada, es de un burdeos joven, oloroso. La tercera, con preciosa textura de acuarela, rosa palo. Y la cuarta, apurando la humedad del pincel, rosa de las colmenas de "Las Contanillas", casi marchita ya.

Para los sépalos -sólo tres cada una, de un azur ultramar pero tan vivos en su tosco trazado-...

Cuanto más mayor me hago, más cristalinos vuelven los recuerdos de aquel pueblo de olores imborrables que aún era adobe y lirios.

Y humeros palpitando entre el cielo de Otoño, y "enrojar" en "la gloria" bajo aquellas baldosas floreadas, como de salón árabe, caleidoscópicas.

Y aquellas cajitas redondas de mazapán con forma de anguila con exultantes ojos de cristal -cuyas esencias confiteras olían a los cuentos del Ladrón de Bagdad donde también había una rosa azul, y de Aladino- junto a aquellos juguetes de hojalata de la Navidad.

Y aquel rosario en casa con la abuela junto a la capillita ambulante de la Sagrada Familia bajo su palmera, con el Niño cogido de la mano, y la lamparita de aceite flotando en su vaso de agua.
Mi abuelo siempre se dormía entre el rumor de las avemarías.

¡Y el agua del caño (artesiano, con olor y sabor a estalactitas).

Y la escarcha, que casi se sentía crepitar en aquellas friísimas noches de Diciembre, con todas las estrellas fulgurando en la boca de lobo de la noche.

Y aquel agua de rosas que se echaba mi abuela por el pelo antes de hacerse el moño, vertiéndolo en el cuenco de su mano de una botella fina y alargada, de un embrujado azul.

Y las lilas del huerto después de la lluvia, cogiendo caracoles. Su fragancia sin nombre imaginable (inefable, se dice).

Y las agranatadas peonías como de jardín chino, junto al mastuerzo y las ciruelas claudias...

Y el dulce de tomate...

Y las orzas de barro con costillas en adobo de aceite.

Y los torreznos.

Y...

¡Sí, Trapi, ay, las sopas de ajo!

¡Cuánto las necesito ahora, que estoy resfriado, y como pájaro sin pareja en el tejado, que decía el salmo, papi-Pedro, tito-Joseluis!

Santos Martínez Vibot -

¡Muy bueno, Estrada, no hay quien se ponga serio con vosotros!

Mariano Estrada -

Hola, Javivi:

Antes eras mi pareja de hecho, ahora eres mi “javivi”, o, como dice Vibot, mi “querida” ¿Cuándo te has cambiado de sexo? ¿Y lo has hecho sin consultarme? ¿Te has hecho tránsfuga? ¿Vas a dejarme por Vibot? ¿Por quién, por Trapiello? Andrés Cortés no me ha perdonado que me fuera contigo ¿Y ahora me abandonas, me dejas, me desestimas, me postergas, sueñas con Iturriaga Madariaga? Dichoso tú, que tienes tantas proposiciones (pro, no pre) y te tiran tantos tejos, los últimos los de mi hermana ¿Cómo puede tirarte los tejos una monja? “Es tan divertido” Yo voy a tirarte las tejas, cuando pases por el lugar donde a mí se me derraman las goteras.

Y tú, Andrés, no pinches, A quién se le ocurre meterse con las “salidas profesionales” Con lo difícil que es encontrar un trabajo. No te apuntes, Pijotín, que no es lo que tú crees. Vibot da clases en la universidad, no en un tugurio arrabalero.

Vibot, tendrás que tener paciencia con este hombre, que no es tan inocente como parece. Es un picón, un pillín, y tiene madera de don Juan.

Un abrazo

Andrés Martínez Trapiello -

Gracias por la aclaraciónde lo del tren, Vibot: nunca de acostarás...

Pero me aclaras unas cosas, y me enturbias otras: ¿Quienes son "las salidas profesionales", y a qué hora son tus clases? Si me cuadra, me acerco para enterarme yo también.

¡Ay las sopas de ajo!, tienen que hacerse con pan de hogaza de León, del "de un día pa otro"; además de acompañarlas -las sopas- eso sí, entran muy bien, con un Prieto Picudo.

Voy a concentrarme, a releeros a Javirdelvi-nopongomás y a tí: Tengo que buscar la "onda", en la que dice Javivi que estoy; tengo que encontrarla.
Y si me resultais incomprensibles, le consultaré a Cícero.

Vibot -

Trapi, ese mismo tren, ¡miá qu'eres gamberro!

Hoy mis estudiantes de la Facultad tienen una charla sobre sus salidas profesionales justo a la hora de una de mis clases, y menos mal, porque estoy zombi y me pica la garganta. ¿Crees que un traguico de Prieto Picudo detrás de unas sopas de ajo de las tuyas me aliviaría?

¡Y no tengo asturianina que me cuide, auxilio!

Andrés Martínez Trapiello -

Vibot:
¿El metro, dónde leías a Baltasar, es ese tren que va por bajo la carretera?. ¡Joer con los de Madrid!.

Entre Javierdelvigo-nopongomás- y Vibot han metido mucha letra, y mucho pensamiento. Tengo que reposarlo.

Santos Martínez Vibot -

Curiosamente en la foto 29 estás tú, y bien guapo burgalés. Me acuerdo de esa carita tuya y de ese aire.

Ya puesto a ver fotos me gustaría que vieras un par de fotos mías. En el mismo álbum por los campos, cerca, en la nº 32 soy el del pantalón blanco, en Lastres.

Y en el álbum "Los alumnos", en la nº 7, soy el que está señalando a la lejanía, muy mío ya entonces, parece.

Y, aunque son casi las tres de la madrugada y mañana tengo clase, no me resisto a copiarte otro párrafo precioso de mi querido Gracián, que también te va mucho.

Es cierto que hay que leerlo varias veces para comprenderlo bien, pero fíjate qué joya ese

"Hay zahoríes del corazón"

25. "Buen entendedor. Arte es de artes saber discurrir: ya no basta, menester es adevinar, y más en desengaños. No puede ser entendido el que no fuere buen entendedor. Ai zaoríes del coraçón y lynces de las intenciones. Las verdades que más nos importan vienen siempre a medio dezir; recíbanse del atento a todo entender: en lo favorable, tirante la rienda a la credulidad; en lo odioso, picarla" (espolearla)

Buenas noches, y que sueñes con todos los matices de los grises, Javi.

Santos Martínez Vibot -

Havibti, querido y nocturno Javier, hoy te he sentido más cerca que nunca, en tu efervescenteescritura que se arremolina y deshilvana de pasión.

Dices que no recuerdas la imagen de Iturriaga. Mira en el Album "Por los campos" la foto nº 30. Allí, mirando a Correas, está él, con sus características gafas, y yo, un chavalín esmirriau en pantalón corto, con corbata de las que se prendían con una goma.

Javier del Vigo -

Santos, cabrito!:

Sepas que hay noches en las que sueño con Juan Antonio.

No es broma; te lo juro! Y no porque le tema o le ame. No! Simplemente, porque no soy yo quien como para sentar doctrina. Ninguna doctrina! Si hubiera de decantarme, amo y amaré a un antiguo compañero de filas y “modelo educativo”. Me encantaría abrazar a aquel “rebelde” conmilitón. Me encantaría hablar con pasión con aquel Juan Antonio, cuya imagen no tengo ni en mi disco duro de la memoria.

Alguna vez le leí luego, disfrutando de la música y del recuerdo de Ángel Torrellas, -de lo que me alegré un montón!- referente “amado” de un gran porcentaje de vosotros, mis antiguos compañeros dominicanos de la Virgen, en el Camino. Y me hubiera gustado decirle “hola, chaval, ¿cómo te va?”; pero mi edad y “aquella educación” me pesan como para no transgredir ciertas normas; callé, contra lo que me pedía el cuerpo!.

No fui sólo yo quien le dijo que no fuese tan “subjetivo” (Joder, qué palabra tan tramposa!). Que no escribiese sólo lo que le pedía el cuerpo; que diferenciase “estructura” de “compañeros”... Mariano Estrada, Oscar Fernández Hidalgo, Andrés M. Trapiello, entre otros que me vienen a la memoria... estaban en la misma onda.

Tu sabes, Santos, que "lo bre si bue, dos ve bue". Te “siento” en el Metro de “Madriz” con Baltasar, aquel saltimbanqui de las letras pasadas... Y no me importaría “sentarme” a vuestro lado, -Santos y Baltasar-, en este inicio del siglo XXI... Para conversar “telegráficamente”, -como a Baltasar le gustaría relatar sus vivencias-... Como haces tu, Santos- cuando lees en el “metro” a aquel “maestro” de las letritas pasadas... Por seguir, Santos, alguna vez, el “sabio” consejo de Baltasar de Manolo Diez... No enrollarse más que lojusto!!

Mira, musicado y amado amigo, Santos querido:

En el tiempo de aquella polémica a la que haces referencia en tu texto anterior, era yo un "principiante" en el recuerdo del tiempo pasado, el tiempo que compartimos en La Virgen del Camino. Yo me fui por la puerta de atrás, como otros muchos miles –puse miles, sí!-, cuando entendimos que lo nuestro no eran las faldas/hábitos blancos, con su tremenda simbología por detrás. Y por delante, oiga, no haya duda malintencionada! Me acojonó demasiado tener que llevar una corona de “almas salvadas” al Padre.

Pero ¿sabes, Santos, qué me indujo a “enfrentarme –pobre de yo- a Juan Antonio, abogado y donostiarra? La sensación de que éste mi antiguo compañero sólo recordaba “malas historias de la estructura”. (Seguro que él ni comparte conmigo esta premisa.) Nada le gustaba. Solo hablaba de “injusticias”. Y las hubo a montones, claro!

Si Juan Antonio me dejara poner en una “balanza romana” mis sensaciones de injusticia contra las suyas, le gano. Con seguridad! El asunto no era ver quien “puede más”; no; me ganaría él, aunque no fuera más que por mi abulia por competir en algunos terrenos. El asunto –allá por mayo- era sacar a secar al sol un tiempo que nos unió y que –ha quedado claro en este blog y en octubre- ha vuelto a abrazarnos, a recordar un pasado común; con unas vivencias muy fuertes, que sólo dormían; con la pasión de aquellos adolescentes que fuimos. Ahora, que vamos entrando en los tiempos de la “memoria recordada”.

Yo le escribí –y te lo ratifico aquí, pasado este tiempo largo de reencuentros- que si me he de decantar por el blanco o el negro, estaría con él; de corazón. Pero el asunto no es ya –a mi edad- si blanco o negro. Hay un millar de grises!

En fin, compañero Santos Vibot. Que es un placer profundo leerte. Que sin ser asiduo de Baltasar, el sincrético, he leído el párrafo que dices te recordó a mí. Esta mañana, al amanecer, lo hice. Te lo confieso. Lo hice cuando se van las brujas a dormir, al alba. Y lo hice en el lugar donde trabajo hace ya casi 30 años. Un instituto del antiguo bachillerato. De la zona minera vizcaína. Tanta gracia me hizo que se lo leí a dos compañeras; una era de lengua “castellana” –yo trabajo en “Euskadi”- y la otra de Filosofía, muy indígena. Ambas -al unísono conmigo- coincidimos en que es “duro de roer” Baltasar. Que quizá tu voluntad fue piropearme. Pero que es tan difícil aducar aquello de lo breve y lo bueno...!

P.D.: Manolo Díaz, hace siglos que te tengo en la memoria cuando escribo, pero el mundo es “ansí”. O mis limitaciones me impiden decirle pan al pan. De todas formas, sepas que te tengo como “maestro”. Algún día te haré mi “realidad literaria”

Santos Martínez Vibot -

Trapiello, me gusta sentirte -y sentirme- provinciano contigo.

Papi-Pedro, es una alegría verte tan encantado con nosotros. Fue una pena que no pudiérais venir el viernes Joseluis y tú a la representación de Ingartze y Germán Torrellas. Ya os contaré.

Javierdelvigopalencia, amor, que nos vas a matar todos de gusto dialéctico, retórico y sentimental. El otro día le citaba a Estrada unas líneas de un librito que admiro mucho y que suelo llevar en el metro y en el autobús y que a veces leo incluso caminando por la calle, pisando ahora las hojas muertas de Madrid: el "Oráculo manual y arte de prudencia" de Baltasar Gracián. Había allí unas frases que me recordaban a él. Hoy encuentro éstas que me recuerdan a ti:

"Hombre de plausibles noticias. Es munición de discretos la cortesana gustosa erudición: un plático saber de todo lo corriente, más a lo noticioso, menos a lo vulgar. Tener una sazonada copia de sales en dichos, de galantería en hechos, y saberlos emplear en su ocasión, que salió a veces mejor el aviso en un chiste, que en el más grave magisterio. Sabiduría conversable valióles más a algunos que todas las siete (artes), con ser liberales."

¿No te ves un poco retratado?

Ya me contarás. Echo de menos esa buen yantar y conversar contigo cara a cara que no he tenido.

Leyendo archivos antiguos que no conocía me ha encantado tu mano a mano con Iturriaga, un chico con el que siempre me llevé muy bien. (Juan Antonio, cualquier día te escribo, recuerdo con qué seguridad, brío, y musicalidad tocabas la guitarra, aquel vibrante repertorio de la Rondalla, y tus ya entonces incisivos, inteligentes y divertidos comentarios sobre lo que fuera. Te gustaba hacernos reir con tus ocurrencias.)

Lo dicho, Javier, que a ver cuándo nos vemos, en Cantabria o aquí. Un abrazo muy fuerte.

clemente sanchez pelaez -

Hola Javierdelvigopalencia:
Gracias por tus consejos sobre mi padrinazgo. Y sí frecuento a mi niña Manuela pero no tanto como me hubiera gustado a lo largo de los últimos 20 años ya que hace exactamente 20 años me trasladé definitivamente de Madrid a Valladolid y, la realidad se impone, no pude gozar de la niñez de mi ahijada por la distancia, no por el cariño.
Me veo con relativa frecuencia con Helio, Begoña, Manuela, Javierserrano, Charo y Mariana serrano (la otra "casi ahijada") y compartimos un cariño y unos recuerdos comunes que se mantienen desde nuestra estancia en la Virgen y que se han ido enriqueciéndose por el camino de la vida.
y, efectivamente yo también te recuerdo del bar en la Virgen la noche del primer día y creo, como tú, que tenemos algo bonito pendiente de realizar. Estoy en Valladolid, tengo habitaciones para ti y tus acompañantes, buen vino Ribera de Duero y se me da bien ser anfitrión. ¡Cuando quieras!
Gracias por tu amistad y cariño. Te los devuelvo.
CLIM

Andres Martínez Trapiello -

Querido Javierdelvigo:
Me provocas: ¡Claro que soy provinciano!.
Si Beatriz no me encontró, es culpa suya. Creo que le dí bien las señas, pero como aquello es tan grande, igual ella se confundió. Yo la esperé en el Ciber con el bocata y el refresco de limón. Y no apareció. ¿Sería por la foto?

Me tienes mala leche, Javierdelvigo. ¿Cómo no voy a mirar detrás de los cristales? Qué, ¿me pongo delante?; joer, con el frio que hacía. ¿Querías que me salieran sabañones también en la nariz?. Hay que ser cabrón; perdón: GRAN CABRÓN, que teneis grados y los habéis discutido.

Pero mira, Javierdelvigo: Si pretendes amedentrarme, que me vuelva "patrás" con los 19 €, vas dado. Me da la impresión que el Furriel está jodido con el tema. Pero yo, sigo.

Verás, Javi: Ando de prestado con teclas y ordenador. No tengo mucho tiempo, pero te tengo que contar lo de la foto de reportero Justino, la de ¡¡¡OSTRAS!!!, ¿sabes?. A mí me parece que no es real; y ¿a tí?.

Bueno, vale, Javierdelvigopalencia. Que como te digo, paga mi hijo la corriente eléctrica, la del ordenador, y no quiero abusar, porque la pantalla no se vé con velas ¿verdad?

Javier del Vigo -

Mariano: Ya te he mandado el cheque acordado por los halagos que me dedicas más arriba. Negocio finiquito, pues. Aún así, gracias, hermano, por lo que dices de mi.

Sabes que los amores suelen recíprocos! Aunque tu categoría hilando palabritas es casi infinita, claro! (espero que también me mandes lo prometido -en forma de cheque, claro!- por la afirmación anterior!).

No sabía, Clemente, -ahora ya sí, claro- que Manuela fue a las aguas del Jordán bajo tu "protección eclesial". El tiempo no cunde suficiente cuando en un par de horas quieres ahondar en una realidad –de la que no has sabido nada- que ha durado mucho más de media vida. Vamos re-conociéndonos, sin embargo, unos a otros, día a día; poco a poco. Fíjate, CLIM, que contigo en octubre hablé unos cinco minutos, allá, cuando se iniciaba la "alta noche" del viernes. En el ruido de un bar.

Dice Oscarín que la eternidad se pasa en un silbido, cuando uno está a gusto. Como le pasó al abad de Leire, recordad! Pero yo prefiero la calma chicha de este tiempo nuestro, en el que se pueda hablar distendido; casi sin peguntar. Que ello solo vaya fluyendo. Contigo, Clemente, yo tengo aún pendiente esa asignatura.

Fluir, Clemente, -finalmente- es recuperar las viejas obligaciones del "padrino" -las de Marlon Brando, no; no jodas!- y relacionarte más con Manuela, si a ella también le apetece! Amos, hombre...

Por cierto, Pedro. Cuéntame: ¿es verdad que Mariano es formal pagando cuando le agasajamos la vista con nuestros piropos? Te veo alabándole arriba y supongo que –como conmigo- habéis llegado a un pacto económico. “Cada vez que tu, Pedro, me des coba en el blog, yo, Mariano, te envío 19 € en cheque conformado”. Dime, Pedro: ¿Ha sido este el contrato que has firmado con Mariano?. El mío, también, dice lo mismo. La pregunta me surge porque el contrato es nuevo. Y si no es formal Mariano, vaya gaita; alabarle y alabarle, para no sacar nada en limpio...

Vamos, que estaré en la misma situación que Andrés M. Trapiello, el pobre. ¿Le has visto, Pedro? No cobra, va a Madrid y se cita con Beatriz “ahí, según tuerce una calle ancha y cuesta arriba, por la que suelen andar coches, donde hay una farola...” Y luego se duele Beatriz de no haberle visto.

Beatriz, que Andrés es muy provinciano. Como de León capital. ¿Le has leído su “Diario de cuando entonces”? ...Que miraba desde detrás de los cristales del colegio el resplandor de su “pueblo” en la noche, con nostalgias de las sopas, los huevos y las patatas fritas que le hacía su madre, al calor de la cocina económica... Ni que no le hubiera bastado aquella sopa que le ponían en el refectorio, con aquellos pescaitos bien enharinados...

Por cerrar. No he visto rectificación alguna del interesado aún sobre la veracidad de la instantánea con la princesa.

Ni el mismísimo Julio Correas dice nada al respecto. Vagas referencias a Pimpi, que dice haberle visto a Andrés por la Casa de Campo, como en meditación procesional de Semana Santa... Julio Correas! Habla claro, hombre!! Pimpi vio algo o no?

Pedro Sánchez Menéndez -

Esta tarde me siento un rato ante el ordenador para ver qué me falta por leer de lo último del blog, y me quedo admirado y encantado. Disfruté del relato de Vibot sobre Fernando Fernán, descubro que Javidelvigo se encuentra con Helio en el teatro y nos ilustra con el contenido de afterplay (lo habré escrito bien), me entero de que a pesar de su trabajo, Helio sigue leyendo el blog, deleitándose con el relato de Vibot, mientras yo sigo viéndole en Herederos a pesar de que "ya se ha muerto", precisamente ahora que los hijos de Santos Barrigón lo habían descubierto los martes por la noche. Es fenomenal encontrarse con tantas cosas a la vez, al tiempo que los poetas, en especial Mariano te dicen que es fácil escribir poesía para después terminar diciendo que es muy difícil. ¡Si te lo digo yo! ¡Pero qué belleza y que profundidad en los versos de alguien que sabe expresar lo que ha captado su espíritu! Os envidio. Pero también os disfruto. Por ejemplo el día del encuentro con Vibot. El breve concierto de clavecín con dedicatoria incluida, que él ya ha descrito en este blog, fue una verdadera delicia. Siento una gran admiración por todos vosotros y me siento halagado por vuestra amistad. Pedro

clemente sanchez pelaez -

Querido Javier del Vigo: leerte es también para mi un enorme placer. Tus comentarios al encuentro con nuestro muy querido Helio (soy el padrino de su hija Manuela, aunque, y lo siento mi niña, no he ejercido mucho de tal)después de asistir y aplaudirle en su representación con Blanca, Portillo, también me ha emocionado. Al igual que con Santos Vibot, he sentido algo muy especial dentro de mi: sois magníficos describiendo sentimientos y haciendo que quien os lee, se siente amigablemente acompañado, tanto en el dolor como en la alegría
Gracias Javier.
Clim

Mariano Estrada -

Querido Javier:

No sabes cómo me alegro de que tu empeine haya encontrado reposo. Y que tú puedas andar, casi una contradicción en los términos.
Pero sobre todo, me alegro de las musas que te han inspirado en el comentario precedente. Es realmente magnífico. Me has llevado al silencio del teatro, a escuchar la atrayente voz de Blanca Portillo, a la entrañable conversación con Helio Pedregal, a las abejas de Muelas, a las hojas lentas de otoño… Pero también al velatorio de Fernando Fernán Gómez, tan bien descrito por Vibot, al amor, a la solead, al tango, a las tremendas y últimas verdades de la vida…
Querido Javier: te he leído con fruición, como si hubiera devorado una tostada de miel. Y, claro, se me ha hecho corto. Tendrás que escribir más, ya sabes, para seguirnos deleitando.

Un abrazo

Javier del Vigo -

Sois agradables de leer, dulces incluso..., “camineros” de las nostalgias, de los recuerdos, del presente!

Hoy, por fin, tuve tiempo en la noche. He leído a unos y otros. A algunas también... Laus deo!

Frailes que mantenéis en alto la llama de aquel tiempo que se va hundiendo en la historia, amarilleante...Pablo Huarte, Pedro Sánchez, José Antonio Rodríguez, Vicente Suárez, José Luis Alcalde... ¿Me faltáis alguno? Por favor, protestad! No leo últimamente a Félix del Cura. ¿Dónde andas, hombre de Dios? ¿Te hemos aburrido?

Esporádicas mujeres que asomáis sentimiento y visión en este rincón “infectado” de varones de primera instancia, hoy dulcificados por siglos de convivencia en este mundo de sexos, marcados por las diferencias y las síntesis...

Compañeros, otoñales, -amarillentos también-, que vais surgiendo nuevos desde lo profundo del pasado, de la noche, recuperando detalles, rostros, acentos y nostalgias de otros compañeros, sus sentimientos...

(por cierto, he visto en “Documentos” teléfonos y dirección de un Julio que no es Correas y era de mi curso, la yeguada 61 / 67. ¿Cómo es posible? ¿Y quien es él? ¿Estarás, Julio, -mi Julito- en un proceso de “reconversión”, igual que Saulo, el de Tarso? ¿Quién “filtró” tus datos? Gratificaré las noticias, -por particular-, sobre tamaña “anomalía”: ¿quién será este nuevo Julio 61/67 y por qué se habrá inscrito en “Documentos”?...)

Anoche, asistí en Santurce -por acá, ahora, decimos oficialmente “Santurtzi”- a la representación de “Afterplay”, la obra que interpretan en dúo fantástico Blanca Portillo (Sonia) y nuestro Helio Pedregal (Andrei). Fantásticos ambos, en el papel de dos rusos heridos casi de muerte por la soledad. Blanca tiene un vozarrón de mujer seductora –la usa a su puto antojo, la puñetera!- que se te cuela hasta los mismísimos. Yo te declaro “nuestra”, también, querida, si te apetece “sernos”!

Helio borda el papel de hombre tímido. Ambos son dos mentirosos compulsivos por la única razón de que necesitan ser amados. Oh, el amor, esa droga inalcanzable, ni cuando las hojas caen...! ¿O sí?

Helio, interpretación fantástica!. Os propongo para el premio “Hojas lentas de otoño” -¿plagio a alguien? Uy!- del planeta de los Antiguosalumnosdominicos!!

Tras la interpretación, hubo "mesa" y sobremesa. Palique largo, distendido y analítico sobre cultura, teatro, Fernando Fernán Núñez... Algo también sobre nuestras vivencias de antiguos compañeros de fila, -Helio y yo- en el León de los sabañones y las abejas llevadas al Colegio desde Muelas. Fui un "agregado" de mesa, junto a otras dos personas de la escena.

En momentos distintos, Helio Pedregal me recomendó encarecidamente leer la crónica que había hecho Santos Vibot del homenaje a Fernando Fernán Gómez, el anarquista, ya uno de los referentes importantes del “actor español”...

Santos Vibot: me apunté con gusto la sugerencia de Helio.

Así que hoy, -sacando tiempo al tiempo, cuando la noche avanza-, busqué por varios “portillos” la crónica anunciada. Cuando la hallé, la leí ávido. Y quedé pasmado; mudo; maravillado. ¡Qué dominio del verbo, de las gentes de la escena, de los nombres y el lenguaje de las flores...!

"Verás que todo es mentira, verás que nada es amor..." ¿Verdad? ¿Mentira? Clemente aplaude a Santos Vibot! La vida es un tango que se ha de bailar “agarrao”; muy juntitos dos... Mariano Estrada aplaude a Santos Vibot! “...que al mundo nada le importa...”
Andrés Trapiello aplaude a Vibot... “y yira... y yira...”

Relatas, Santos Vibot, -relataba anoche en la cena Blanca Portillo- que en aquella penumbra del Teatro Español, con reminiscencias tan teatrales, tan teo-heróicas, sonaba suave, como fondo de celofán y flores, “el tango” preferido por uno de los actores más “cuajado” de la escena española.

“Aunque te quiebre la vida,
aunque te muerda un dolor,
no esperes nunca una ayuda,
ni una mano, ni un favor..”

¡Tremendo tango que lleva casi 100 años rodando por las meninges y las cuerdas bucales de millones de seres necesitados de cariño, desde el Buenos Aires más folk al espíritu más ensimismado... Descanse en paz el anarquista de voz tonante maravillosa! Hasta siempre, Fernando, abuelo eterno; “rabo de lagartija” maravilloso que te has hecho con unas preciosas “alas de mariposa”!

Sobre las bambalinas quedan solos Andrei y Sonia; Blanca y Helio. Se quisieron por unos instantes. Quisieron darse una ayuda, la mano, un favor...

En la crónica de sociedad, Portillo y Pedregal fueron aplaudidos en el “28 festival internacional de teatro - nazioarteko antzerki jaialdia” de un pueblo cantábrico costero, donde un dios creó la sardina “desde Santurce a Bilbao”; aplaudidos a rabiar! Hasta hacer mutis por el foro!

Es una delicia leeros, saberos, gentes sencillas; gentes inteligentes; viejos compañeros.

Por acá llueve, el ambiente se hace escarcha y las hojas vuelan desde los árboles, cada vez más deprisa; cada vez menos cantidad... Es el otoño, compadres!

P.D.: Lo leí en algún portillo. Es verdad. Mariano me llamó la otra tarde. Andaba preocupado por mis silencios. Pare la preocupación: hasta los pies me andan bien ya, Mariano! Arropado, querido, protegido... Jesús! A ver si me quedo “en el acto”!

Andres Martínez Trapiello -

Gracias, Vibot.
He leido y releido tu crónica tan detallada sobre mi, también, admirado Fernando.

En la distancia provinciana de León, con el relato, me he visto a tu lado en el teatro, en Madrid, dándole un adios a Fernán Gómez.

Santos Martínez Vibot -

Gracias, Clemente y Estrada por vuestras palabras.

Al releer lo escrito me doy cuenta de que he confundido a Fernando Trueba (que sí que tiene la mirada poliédrica) con Fernando Colomo.

Como por suerte no saldré en los periódicos, me sabreis disculpar.

Un abrazo a los dos, y a Fernando Alonso y Santos S. Santamarta que también me han escrito.

Mariano Estrada -

Querido Santos:

Has escrito unas crónicas del velatorio de Fernando Fernán Gómez que no tendrán la suerte de poder leer los lectores de periódicos. Pero son estas crónicas las que tenían que salir en los periódicos. Podías mandarlas a El País, por ejemplo.

Y escribe también al Ayuntamiento de Madrid para que te nombren cronista. Cronista de teatro, de concierto, de arte. Podías serlo de muchas cosas. Y las harías bien todas. Seguro.

Huelga decir que mí me han gustado.

Un abrazo

clemente sanchez pelaez -

Santos Vibot: te admiro, admiro tus textos y he llorado, desde Valladsolid, contigo, al leer tu descripción ddel velatorio del Fernando nFernán Gómez.
¡Eres , tú también, un maestro.
Gracias y un abrazo

Clim

Santos Martínez Vibot -

E irrumpió el Tango en los gentiles cuerpos de dos preciosos jóvenes.

Sonó al piano un rizado preludio sentimental y se centraron en posición de baile
frente al ataúd.

Eran de ver los rostros a punto de llorar de Emma Cohen, la Bardem, la Espert...el público, siguiendo los dibujos de la mítica danza.

La muchacha llevaba unas sandalias de tacón de un azul plateado, como de envoltorio de bombones, metalizadas y mágicas, con las que describía tantas nostalgias en nuestros corazones...que no es posible más, mejor liturgia. El muchacho, de "empavonados bucles" cubriéndole los hombros, llevaba un suelto traje negro juvenil con deportivos listados de corinto y blanco. Y la llevaba y mecía sabiamente. Ella, en algunos quiebros, enarcaba su frutal silueta, envuelta en negro encaje bien ceñido y dejaba asomar por el escote impecable, en la tensión del baile enamorado, un corpiño violeta.

Sus sandalias de un azul de libélulas, eran alas de vida, junto a la dura muerte de Fernando.

Estallaron aplausos como rosas de fuego.

Salió Enrique Morente, serio y jondo. Y un Bandoneonista cuyo nombre no sé, pero cuya interpretación recordaré por siempre, estoy seguro. Cantaron "Caminito". Ya desde el preludio, la acongojada voz del bandoneón nos dejó sin aliento -volví a escuchar el oxidado ronroneo de nuestro viejo harmonium de Las Caldas- con esas disonancias venenosas en las que la melancolía se decanta como un vino nocturno...esos finales desmayados, con un leve vibrato de la mano, esos golpes de fuelle como golpes de glotis estrangulando de sentimiento la acariciante voz de las lengüetas.

(Entre cajas, "junto a la primera "pata" de la izquierda, lloraba Emma abrazada a un joven)

Morente desgranaba "Caminito", íntimo y sollozante.

Y en el postludio del bandoneón, al abrir hasta el límite el floreado fuelle en la nota final, apareció como el papel pintado de esas villas costeras, muy pulidas, justamente de la Belle Époque.

Aplausos entre lágrimas.

Y bajaron el féretro, tan mecido de música querida y de bailes soñados, y la gente gritaba. "Bravo, bravo". Sin dejar de aplaudir mientras salía. A mi lado varias señoras y una abuela -del pueblo de Madrid- lloraban. Yo también.

Vi a los bailarines sobre el escenario y subí a darles un beso y unas palabras de agradecimiento. Ella se llama Carolina Román (la chica de la película "Pudor" y él, Nelson Silva. Delicados y llorosos.

Ví llorar a Victor Manuel, asturianines, a mi lado.


Al pasar otra vez por la esquina del Hotel Victoria, de vuelta hacia mi casa, seguían allí apiñadas las muchachas. No me resistí a preguntarle a una que a quién esperaban ver salir: "Rebelde Way", me dijo con los ojos encendidos, también casi llorosos.

Estuve por quedarme yo también.


La vida continúa

Santos Martínez Vibot -

No alcancé a leer las bandas de la segunda balconada -tenía que haber subido- ni me atreví a subir de nuevo al escenario para anotar las bandas de las coronas preferentes, también ovaladas. Estaba lleno de caras conocidas que imponían respeto.

Me senté en las primeras filas a escuchar nuevos tangos y a observar.

Y en esto llegó Massiel, en un conjunto negro con pantalón galonado y ribeteado de lentejuelas de plata que lo mismo podría venir de un mariachi que entrar de domadora de un circo. No paró de hablar hasta el final, moviendo la melena leonina, asperjando las manos, corriendo a levantar del suelo a Analía Gadé que había tropezado, la pobre, hablando por el móvil, mirando de reojo constantemente al público. Ella a lo suyo. De todas formas es muy simpática y desde luego le va muy bien el apelativo de La Carbayona, a ella sí.

Después apareció Marisa Paredes, en alto cuello negro y chaquetilla de punto rojo carmín con un chaquetón del mismo color de inmensas solapas que le rodeaban el cuello y que ella movía con suma elegancia.

Tina Sáinz, toda de negro, también llevaba hoy una chaquetilla roja.

Coloreadas con la bandera del "anarquismo burgués".

Santos Martínez Vibot -

anoche, cuando dejaba el blog, recordé que el teatro lo cerraban a las 12 y me acosté.
Intranquilo.

Esta mañana volví, no sé bien por qué. Al embocar la Plaza de Santa Ana desde la Plaza del Angel, en la esquina del antiguo Hotel Victoria, había un nutrido grupo de colegialas con aspecto de haber pasado allí la noche -algunas estaban envueltas en mantas- o de haber madrugado mucho ...me extrañó.

El teatro estaba casi lleno pero silencioso y arrullado por la voz de Gardel.

Me entretuve copiando en mi cuadernito algunos detalles que anoche no os conté:

La Academia de Cine había ofrendado un óvalo deslumbrante de flores blancas, como una cascada de orquídeas que tuviera luz propia desde el interior, solo un tipo de flor de una blancura cremosa y translúcida, con una leve guarnición verde de tuya plicata. Hipnótico.

Otro óvalo monocromo tenía sólo rosas rojo intenso con algunas hojas verdes: "De Pedro y El Deseo".

Una composición baroca trenzada de grandes lilium blancos olorosos, preciosos capullos de rosas asalmonadas, orquídeas magenta, torturadas dalias, inmaculados crisantemos de pompón, ramilletes de flores diminutas de color marfil...decía: "Adios compañero-Melanie y Antonio"

Y todo un friso de ellos, a cuál más hermoso: de la Fundación Colegio del Rey, de Espasa Calpe, del Instituto de Cultura del Ministerio, de la Asociación de Autores de Teatro, del Centro Dramático de Aragón, del equipo de "Cuéntame cómo pasó", del Café Gijón, del Centro Cultural de la Villa de Madrid, del Centro Dramático Nacional, del Ayuntamiento de Alcalá de Henares...y hasta de la Alcaldesa de Algete.

Y había uno especial: una explosión de rojos impactante: claveles tintos, liliums rosa viejo, anthuriums con su espádice cilindrico teñido como en sangre y su espata como una concha marina de un rojo encendido y cerúleo. Todo coronado por una deslumbrante floración de rosas púrpura. Y en el lazo -también de rojo intenso- en los dos brazos de la banda escrito: "Siempre en nuestro corazón-Los Bardem".

Santos Martínez Vibot -

Vengo del Teatro Español, de pasar una hora allí sentado, observando y meditando.

Mientras cenaba vi por televisión que habían puesto sobre el escenario el cuerpo de Fernando Fernán Gomez y que la gente pasaba a despedirse.

Vivo cerca, y éste es uno de los encantos del centro de Madrid que te sientes viviendo la historia casi cada día. No sólo me vino a la memoria aquel Capitán Veneno que vimos en el Colegio, de tan claros y expresivos ojos en blanco y negro, sino tantas películas y obras de TV y Teatro. Aquella deliciosa "Belle Époque"...

Las cámaras de todas las televisiones abarrotaban la puerta pero la afluencia de gente a esta hora es lenta y espaciada.

Al entrar en la sala sorprende n las magníficas coronas florales ovaladas que alineadas cubren completamente las dos plateas y los palcos escénicos, incluso alguna en la segunda balconada. También impresiona ver el patio de butacas casi lleno de gente silenciosa y relajada. Sonaba muy bajito el tango "Caminito que el tiempo ha borrado..." en una media luz muy acogedora -también la preciosa araña de cristal del techo a media luz- y miré el escenario: Sobre un soporte de cuatro columnitas de madera salomónicas, el ataúd de formas redondeadas y color de miel, cubierto por la llamativa diagonal de la bandera anarquista, roja y negra. Me acerqué y lo toqué instintivamente. Sobre la bandera, su medalla de la Real Academia y cuatro rosas blancas.

Todo el fondo del escenario cubierto de más coronas, ovaladas, espléndidas, con sus bandas de adioses.

Me senté en una silla de terciopelo rojo de teatro junto a una de las "patas" por donde salen y entran los actores. Y la acaricié: también de terciopelo, pero mágicamente negro (yo acabo de comprar la tela para las tres paredes de la cámara negra de mi nuevo teatro y me he tenido que conformar con loneta).

Pensé: no creo que tenga otra oportunidad de sentarme en este escenario y aspirar sus fantasmas.

Miré la sala desde allí. Imaginé monólogos de Shakespeare...tantos actores como habrán palpitado en este espacio -Helio Pedregal, por ejemplo-. Escudriñé los altos laberintos del torreón de tramoya que yo nunca tendré...

Y comencé a notar que las caras de quienes estaban sentados en los veladores como de café cantante que había en el escenario a ambos lados del féretro me sonaban muchísimo.

Allí estaba Pilar Bardem con su precioso pelo gris, y Aurora Bautista, con un pavoneo impropio de su edad y de su aspecto, y Mónica Randall, discreta pero controlando de reojo si era reconocida. Y una carita de los años sesenta que acompañó mi infancia de teatro "estudio uno" y que casi está intacta: Tina Sáinz -me gustó mucho verla tan sencilla-. Y luego llegó María Barranco, a quien se le alagunaron los ojos de tristeza, acompañada de Fernando Colomo, quien después de dar una vuelta por el escenario me miro con sus ojos poliédricos un buen rato como si yo le sonara de algo. Y en ese momento se paró a mi lado Emma Cohen, descuidada y elegante, y dijo señalando a la diapositiva que preside el "velatorio": "esa foto fue en Roma". En la foto se ve a Fernando sentado en un velador de terraza de cafe, con un periódico en las manos pero mirando tiernamente a una paloma que se ha posado sobre el aperitivo y lo picotea.

Hay tantas caras conocidas que decido bajar a sentarme en el patio de butacas. Leo algunas bandas en las coronas de las plateas. "Los Bardem", "Melanie y Antonio"...

Se está bien allí. Suenan suaves y envolventes los tangos, con voz de hombre: "Verás que todo es mentira, verás que nada es amor..."

Se levanta la Bautista, se pavonea por el escenario -no como un pavo real, sino como una pava de Navidad- en busca de la Cohen para leer un poema. Bajan la música y medio declama un poemita, pero tan buscando el apluso y el beso falso, tan poco sincero...

Entretanto, pasan gentes anónimas que suben un momento al escenario y ejecutan una coreografía única que les retrata: El joven actor novel que sueña glorias, la joven actriz que besa la bandera, un cateto que pasaba por allí y mira descaradamente a los famosos, una mujer mayor y solitaria que tal vez le amó...

Emma, que va vestida con una levita negra desabrochada y torcida, un fino jersey negro y un fulard rojo con flecos negros a juego con la bandera anarquista y un precioso pantalón como de seda de rayas de un centímetro en plata y negro, a través de cuya fina trama deja adivinar muy eróticamente que calza botos casi hasta la rodilla, lleva de la mano hasta el atril a quien quiere leer algo y luego le besa agradecida: Dos actores relativamente jóvenes leen con preciosas voces e inflexiones y enfáticas pausas, terribles poemas y también una chica casi pelirroja con el pelo flotante y una voz que no puedo olvidar de esas voces que uno atribuye a las sirenas...

Todos muy sinceros.

Y -lo mejor- un muchacho con algún sindrome que le dificulta el habla y le hace a veces tartamudear y al que mientras recita Emma Cohen le coge por los hombros desde atrás y apoya su mejilla en sus espaldas -tan maternal y amante-. Lágrimas, tío.

Me he vuelto del teatro, emocionado. Os he escrito esto y tal vez vuelva ahora a declamar también algún poema ateo de inquebrantable fe en la inmortalidad.

Andres Martínez Trapiello -

Helio, que no te ví por Madrid; es tan grande aquello.
Gracias por la "agenda de actuaciones".
Tengo que buscar lugar, tiempo y butaca para ir a verte.
Decía Virginia, mi hija, viendo "Herederos" el día de tu fallecimiento, con todos los enredos de "tu familia de toreros", que, "quiá, eso no es propio de un antiguo alumno de los dominicos". Es más lista que yo, pero me parece que le voy a tener que explicar lo tuyo y los toros. Aunque Justino te saque de "luces".
Un abrazo,

Helio Pedregal -

Querido Serranomallada, Asturias ya pasó. En Gijón y en Aviles hace algunos meses. Los mismos meses que faltaban para nuestro reencuentro. De nuevo comprobamos lo importante que ha sido. Te prometo nuevo estreno en Avilés en mayo de "De Ratones y Hombres" de Steinbeck. Un fuerte abrazo.

José Ignacio Serrano Mallada -

Jo, Helio, y Asturias cuando?

Un fuerte abrazo,

Javier del Vigo -

Este Helio...

Genio y figura eres, como gran experto en candilejas!

Pese a que dices negarte, voy a ponerme en la cola, -tras tu tía Pepa, claro!-, para llevarte a mi casa, hecha de ternuras, silencios y reflexión... Yo creo que no has de ser tan duro como para negarme tal oasis de lujo, placer y excitación. ¡Por piedad, hermano-amigo!

¿Qué? ¿Te mola? ¿O tienes en el guión, también, decir que “nanay”? Sé que todo es posible, si el guión lo requiere, pero algunos podeis ya estar por sobre las necesidades del guión...

Begoña entenderá que lo mío por ti es “amor platónico” hacia un muchachito que estuvo a mi lado en filas interminables, en “camarillas” contiguas, en comedores de silencios, en noches de meditación antes de dormir a pierna suelta... la friolera de 5 años! No quiero acapararte, Helio; quiero tomar unas copas, si te apetece; tomarte el pulso, si nos interesa; que me tomes de nuevo las medidas de la vida, si no me las tienes ya bien tomadas...

Y mientras hacemos esto, -dependiendo de nuestros tiempos libres-, “tómame o déjame”.

Vamos; que si te quedan unas horas y quieres exprimirme como “cicerone”, ahí va un farol: estoy entre los mejores en el conocimiento de Bilbao, la Margen Izquierda de Vizcaya (Santurce queda ahí, como sabes) y –aunque algo menos- de hermosos rincones del resto de la región. Hablar de los interiores de uno mientras el exterior nos envuelve es un placer que voy descubriendo con el tiempo. ¿Tu, no?

Este maldito tiempo que nos va calando hasta los tuétanos, haciéndonos ricos –muy ricos- en sentimientos y estéticas .

Pues no me pongo arisco, no, sino facilón, como lees...

Esta noche he estado un rato largo husmeando la página oficial del Ayuntamiento de Santurce/Santurtzi donde está la programación del “28 festival internacional de teatro - nazioarteko antzerki jaialdia” y en la que tu sugerías para conocer algo más “Afterplay”, la obra que estás representando ahora. Me ha parecido muy sugerente. Mucho!

No se entiendan mis exclamaciones de más arriba como campaña publicitaria “desleal” para la empresa que os publicita a ti y a Blanca Portillo; no! Ellos lo hacen muy bien, supongo. Y no es ese mi oficio. Es simplemente gana de aplaudir a quien se lo merece, “córcholis”!.

Antiguos alumnos amantes del teatro que vivís por la zona oriental de la Cantabria infinita, por la Vizcaya/Bizkaia de los infinitos contrastes... el próximo viernes, 23, Helio andará en el escenario del Teatro Serantes Antzokia.

Con permiso: Mucha mierda, hermano!