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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

DESDE EL CASTILLO DE LA FANTASÍA, FELIZ NAVIDAD

DESDE EL CASTILLO DE LA FANTASÍA, FELIZ NAVIDAD

Queridos compañeros y amigos: tengo la ventaja, alguna tendrá que tener ser el Furriel, como la de las Canarias Afortunadas donde Franco murió una hora antes, de haber leído antes que vosotros, y releído un par de veces, ahora lo leeré otra vez, de repaso por la tarde y antes de irme a la cama de nuevo, dejaré una copia en la mesita, la felicitación de Navidad que nos envía nuestro querido Santos Vibot.

Realmente, leyéndote, me he dado cuenta de que ignorábamos nuestra propia belleza, ¡qué descubrimiento!. Me ha inquietado.

Amigo Santos, desde esta madrugada dichosa del frio Diciembre leonés, mi admiración.

DESDE EL CASTILLO DE LA FANTASÍA, FELIZ NAVIDAD (Santos Vibot) 

Encontré este dibujo en un Playboy - ¡qué andaría yo buscando en esa acera!- en aquel curso del 75, en el que murió Franco y yo fuí tan feliz.

Desde entonces lo ví como un icono que resumía en rasgos alegóricos lo que había sido y sigue siendo aquel Colegio de Arte para mí:

 Esas estribaciones en que acaba la melena geológica del león son como la montaña sobre la que vivimos esos años vibrantes, felices y dolientes Tan aislados y férvidos de amores imposibles -¡quién no los tuvo!-

 Por supuesto el león también es la ciudad -Legio Septima Gemina-, apenas accesible tras la firme muralla. En ese ojo de miel, de ámbar, de enardecido hielo, todas sus tentaciones tan prohibidas, el zarpazo de la fiera letal, la irresistible seducción del mundo.

Su boscosa cabeza -que me evoca el lujuriante Valle: sus ramajes al viento, su enervante perfume genesíaco, la evanescente y asfixiante estela de su paso, ensoñado y temido, las tardes de paseo junto a las zarzamoras...aquellos días de campo en La Vecilla, junto a aquel precipicio y su cascada donde por poco casi me despeño y aún tengo pesadillas hasta hoy, las nieves de Boñar, el embriagante aroma de los pinos bajo el ardiente sol de Villaobispo, aquellas navajitas con que grabamos nuestros nombres de amor en los chopos del río de Quintana...aquel tren de La Robla, de madera gastada, la risa de Morales junto a la ventanilla del atardecer, feliz y melancólico, las acacias de junio entre aquellos pendones medievales en verde y carmesí llevados por tres hombres cada uno para las rogativas por la lluvia del cielo... pero también el dulce Tomillar, sus punzantes aromas de niñez y misterio, los lindos saltamontes, los ofidios al sol, las uvas de Septiembre...la cabeza boscosa de tantos campamentos por Asturias, aquel aire de campo que aún nos mece la vida...

Y el Castillo:

ese castillo de la Fantasía que fue en mí aquel Colegio de verdes laberintos embriaganates: el furor de los bronces, la vidriera del coro cuyas esquirlas arrancadas a golpes aun inspiran mis noches de fulgentes poemas y cadencias de músicas perdidas...O vos omnes...Aleph...Beth...Gymmel...Vere languores nostros... sí, los bronces, los hielos, las distancias...y aquel cuerpo -exacto de rubor- de mis trece años, en el que toda la alegría se quebró...

Y aún así fuí feliz. Tocaba serlo.

Nadie tuvo la culpa. En Palencia aún habría sido peor. Sin Palestrina, Tomás Luis de Victoria, Lasso, Mitterer, Sepkens...Valdivielso, Calderón de la Barca, Lope de Vega, Tirso, Iparraguirre, la irisada Rondalla, Angel Torrellas... Los guiones radiofónicos que me hacían volar en aquella  emisora de dulce pana verde, Padre Huarte... Aquellos libros cuadrados de tapas duras de los Cuentos del Mundo. Las lecturas de Agustín de Foxá que nos hizo Lanz Yoldi educando este estilo que hoy lucimos flamante. Aquel deslumbramiento en el sol del estudio una fría mañana del invierno ante "El humo dormido" de Gabriel Miró, que fascinó mi vida desde entonces. Las aterciopeladas disonancias del preludio y postludio de la estrofa del Himno "Dame madre tu mano", ese armiño del alma. El rumor del preludio de "La cinta del pelo" con la boca cerrada, que D. Joaquín decía que era como escuchar de lejos a los vendimiadores sin entender la letra, y cuando te acercabas ya todo lo entendías  -y empezaba el solista-. Aquellas olimpiadas que eran otro cielo, en el que los atletas volaban en el aire feliz de las mitologías, espléndidos sus cuerpos en plena adolescencia arrebatada, ignorantes de su propia belleza. Pero mirad las fotos: aún refulgen.


Son las 3:33, una hora propicia y silenciosa para escuchar el eco del castillo: Aquella reverberación del Santuario en el "Noche de Paz", o en el solo de "Vamos a Belén" cuando canta el muchacho: "Niños callad", con esa voz que rasga la tinieblas y que nos ilumina desde entonces... "Como un fulgor de estrella muestra el amanecer"..."Mañanicas floridas del frío invierno...mañanas dichosas del frío diciembre...r e c o r d a d"..."Al zagal que develan amores, arrulladle y mecedle pastores...AL SOL DE LA NOCHE..." 


¡FELIZ NAVIDAD, CHAVALERÍA, como dice Javivi!

52 comentarios

Vibot -

Oscarín, lo de la votación para la entrada en la Academia de Santos Suárez, buenísimo. No sólo Mariano, yo también certifico que todos levantamos los dos brazos un buen rato sin cansarnos, como aquel frailecico del Higrómetro en la mitad de Agosto- hasta que concluíste el escrutinio, y nadie protestó del resultado, sonriendo la trastada como niños.

Y es que el chaval lo vale. En seguida se acuerda de algún cuento y nos hace llorar.

¡Y a ti te ve de Gandalf, que te sienta de bien!

Lo de la vista de águila de Javivi es muy acertado y la alegría de Julito Correas de verdad es contagiosa.

"Con esa nitidez que te da el tener claro lo que es vivir...", Javidelvigo, hablando iluminamos nuestras vidas, siempre titubeantes.

¡Dadme, dadme palabras!

Vibot -

Sultán Shariff, Visir de la ternura y de la sintáxis más sutil, la del bien querer y la espontaneidad de un generoso corazón que tanto ha velado por nosotros.

Gracias por esos besos que me mandas. Mucho me alegra que sean "ya casi felices".
Y por la admiración de tus silencios -¡qué bien lo ha dicho, Alteza!-

Mi estilo aprende vida palpitante en cada uno de tus cálidos ecos, Emir de los aciertos denominativos y el conmovido hipérbaton, Enrique de Bagdad, ladrón del alma.

(Tú si quieres más mimos, me lo cuentas)

Que te quiero sentir esa sonrisa.

Enrique Muñiz-Alique Iglesias -

Queridísmios AMIGOS:
Aún no sé cómo agradecer la respuesta de todos, y de cada uno, a mi desahogo publicado (de lo que casi me arrepiento, pero no) en mi respuesta a los piropos y abrazos de JavidelVigo y Julio.
Yo sólo quería explicarles un poco mi silencio y se me fue la mano, cerrada en puño, y el corazón muy adentro.
Os pido disculpas por que os preocupé innecesariamente. Y ahora sé que las tristezas se sienten y se escriben hasta con algún brillo tenue y somnoliento, pero quien te quiere, te entiende mucho más allá. Y os he preocupado; sin querer: Yo, que me estoy cruzando la vida aún aprendiendo a querer...
Santos M Vibot: besos, ya casi felices, a tu cariñosísimo reflejo en el portillo que por tu mérito y sensibilidad, te correspondía con toda la música y con la admiración de nuestros silencios y ecos más cálidos; este Sultan Shariff, de pacotilla, interrumpe y se equivoca tanto... que sólo tu impecable estilo sabrá disculpar.
Pero no es aquí, ni hoy, cuando podré responder dedicadamente a Fernando -que me abrazó con su sonrisa el otro día, cruzando la calle-; a Pablo Huarte (que sé que me quiere por más cosas que las que le dió tiempo a decirme); a Pedro Sánchez (días antes de cumplir 83, supo decir exactamente lo que le hacía falta a este novicio que nunca tuvo, pero que aún actúa como "novicio" en tantas cosas y en tantos grises; a Froi, que me recuerda mis más añoradas canciones, y las bailo con él siempre que nos abrazamos; a Mariano, que al teléfono, aún sabe al bálsamo de su poesía que llega cerca y te acomoda; a José Ignacio Serrano que también llama y ¡tan bien acierta!...
Y a Oscar (¿cómo puedo corresponder, Oscarín, al último de tus siemprevivos sentimientos dirigido hacia este torpe "quisequeriendo"?
Contigo acertaré algún día...

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Feliz Nochebuena a todos. Procuraré no utilizaros más para mis mimos (aunque conociendo cómo respondéis...¿quién se priva?).
Besos de noche y de paz.

Andrés Martínez Trapiello -

Por lo que insinúa Vibot, creo que la próxima vez que vaya a Madrid no iré con Julito Correas.

Oscarín...

Besos a todos.

Santos S. Sanchez -

Oscar
Gracias por tu reconocimiento, por tus palabras, por
tu candor.
Me pasa como a Javier del Vigo. Te veo como él.
Con una diferencia: Que yo vuelo poco y muy bajito. Y me canso enseguida.
Yo no sé como se ve de lejos ni a grandes alturas.
A ti si que te veo y te intuyo grande. Y bueno, amoroso, y barbas blancas. Como a Gandalf.
Curando cuerpos y almas quebradas.
Un beso y un abrazo. Mago.
s.s.s


Javier del Vigo -

Gracias, Oscar, por tus palabras.

Sólo un pero. ¿Sabes cuál?

Lo que dices de mí es como yo te veo a tí. ¿Curioso, no?

Esto de ver "más allá", tus sutilezas filosófico-vitales, esa espuma de cariños y nostalgias con que rematas tus escritos...

Oscar, soy miope. De lejos y a grandes alturas, sólo veo borrones. En el pasado, en el presente...

Sin embargo tu no usas gafas. Lo ves todo diáfano, con esa nitidez que te da el tener claro qué es vivir...

Tu sí que eres un amor, Oscar! Impregnas -¿"empreñas", se dice por el Principado?- tus apariciones en el blog de calor humano, de cariños... Auténtico águila real, vuelas certero y golpeas directamente al corazón.

Blancas Navidades, amigo! Revolotéanos con igual amor siempre!

Oscar Fernández -

Vibot, me gustan tus acordes de aromas, árboles, paisajes y armonía, la magia de tu poesía, tu contemplación y fascinación por la belleza, que nos acercan al reino de la luz y del Amor. Y donde hay Amor allí está Dios.

Enrique, tu luz multicolor se ha difundido entre todos nosotros y hasta en los días más nublados has penetrado en nuestro interior haciéndolo más luminoso y alegre. Tú tienes lo que todos buscamos en Navidad. Sigue siendo así, prácticamente perfecto. Te queremos.

Santos S. Santos, como la belleza se impone sin argumentos, se te ha concedido el sillón “S” de la academia de la belleza, a mano alzada, por unanimidad, “cum laude” y curiosamente había más manos que votantes. Los sillones “V”, “E”, “J”, “P” y “M” levantaron las dos manos. Mariano lo puede certificar.

Javier del Vigo Palencia, entre tus múltiples cualidades es ser águila real que planea en el tiempo, dándonos una hermosa visión del cielo y detalles del blog, que los demás, cortos de vista, no podemos percibir o lo hacemos a destiempo

Julio, tu ingenio, alegría y apoyo nos ha llegado a todos, a mí a raudales.

Sois, sois…, sois Amor. ¡Feliz Navidad!
Oscarín

Vibot -

Sí, Julito, me temo lo peor tal como le veo.

Felices días. No soples demasiado.

Un abrazo muy fuerte.

Julio Correas -

Querido Vibot,

tiene razón mi amigo Andrés MT. Para ir al Parque ( de las Avenidas) hay que coger el 45 en el Sol. Otro para ir de Perú a la República Argentina, pasando por Colombia. Y el tren que pasa por debajo de la calle está todo oscuro y no se ve más que carteles al final del túnel!!
Con un poco de suerte acaba en Algete para probar un Formula 1 en el Circuito del Jarama!!
Dále un abrazo de mi parte a la familia Torrellas... y que no esperen a Andrés, que estará preguntando en Quintana de Raneros!!

Un abrazo y Feliz Navidad!!!

Julio Correas

Vibot -

¡Ay, Trapi, qué paletico eres, en cuantismo te se saca de tu pueblo, te me pierdes!

Andrés Martínez Trapiello -

Querido Vibot:

Gracias por el aviso del concierto de Germán.

Pero, vamos a ver Vibot: eso de Colmenarejo… ¿tengo que ir por donde hay un cartel azul que pone M30, y hay más carteles que lo repiten, y que es una carretera más ancha que las calles de Villacil y Caleruega; en la EMT, en algún autobús que coincidan los tres últimos números con el premio gordo de la lotería, o cojo el tren ese que va por bajo de la calle?
O ¿esperaré en el ciber por si pasa Beatriz y me lleva?
Es que, la otra vez que fui a Madrid, Pedro Sánchez me dijo, que para ir a verle, que el autobús 152 lo cogiera en ciudad de Barcelona. Y cuando llegué a casa y dije a Merce: “Creo que tenemos que ir a Barcelona para ver a Pedro”, ella, que es Asturiana -con parte Castellana- me aseguró que eso tenía que ser una calle, ahí, en Madrid. Y, así era.
Entonces, por si acaso, dile a Ingartze y a Germán, que si no he llegado a la hora del comienzo del concierto, que empiecen sin mí.

Y como no llegaré, dales un beso de mi parte. Y También, apláudeles.

Besitos para los melómanos; y para los demás, también.

Vibot -

MELOMANOS DE MADRID:

ME ENCARGA GERMAN TORRELLAS, QUE ESTA INCOMUNICADO EN GIRA POR PUEBLOS DE LA RIOJA, QUE OS DIGA QUE EL DOMINGO 23, A LAS 20 H. DARAN UN CONCIERTO DE NAVIDAD PARA LOS AMIGOS EN LA PARROQUIA DE COLMENAREJO.

Y OS MANDAN UN FUERTE ABRAZO.

Rufino González Garcia -

Chitón y punto en boca. Buen consejo. Quien puede desde la prosa "numerica" que vive mi dia a dia, ni siquiera soñar con entender tanta belleza como los "Santos Vibot/Suarez" son capaces de condensar y transmitir juntando palabras?.
Andaba perdido y mi amigo SSS me invitó a leer este ???? no se como se llama, del blog.
Gracias Santi, gracias Vibot, Heredia, Enrique, Chema, Mariano...
Es un honor y ser vuestro amigo y un privilegio leeros.
Un abrazo

Vibot -

Para Luis Barbería, que me lo pidió.

Para todos.


PAN DIVINO Y GRACIOSO,
SACROSANTO,
MANJAR QUE DA SUSTENTO
AL ALMA MÍA.

DICHOSO FUE AQUEL DÍA,
PUNTO Y HORA,
QUE EN TALES DOS ESPECIES
CRISTO MORA.

QUE SI EL ALMA ESTÁ DURA,
AQUÍ SE ABLANDARÁ
CON TAL DULZURA.

Imaginad, amigos, los muchachos que fuimos, un domingo cualquiera, sentados en el coro. En esos bancos en los que tan a gusto nos hemos sentido en el Reencuentro. Volved la vista atrás:

El sol inunda teatralmente la parte alta del retablo a través del lucernario cenital, exaltando la gloria barroca del retablo y las ásperas rocas que lo acogen, como en una gruta.

Surgen nubes de incienso de aquel estilizado incensario -estilo años 50, tan moderno- que mecía Morales tan graciosamente, con la delicadeza y el brío de un arcángel terrestre, revestido de su impoluta túnica de una tupida trama en un tono cremoso de marfil, con los pliegues perfectos y simétricos desde el pecho y la espalda hasta los pies -legendaria belleza la de los monaguillos, elegidos por ella los pajes de la misa: Manso, todo el azul de Burgos en sus ojos tan puros, tan bellos y tan tristes de huérfano de madre demasiado temprano, y el bisel de sus labios infantiles con un rictus rebelde y devalido, que debió renunciar al ser solista -¡con lo que le gustaba prender el incensario y voltearlo antes de salir!. Cimas, el leonés de satinado rostro, con un lunar en la mejilla y otro junto a la boca. Baeza, graciosos remolinos en el pelo y naricilla de ilustración de cuento con la punta elevada, y aquel aire de cérvido asustado. Sastre y su airoso flequillo volador, negro como la noche. El cadencioso caminar felino de mi amigo Morales, su pícara sonrisa inmaculada, inocente y feliz...- (¿quién ensayaba aquellas ceremonias, qué perfecto coreógrafo marcaba la salida, el ritmo de los pasos, que casi parecían seguir la música, la posición del rostro, de las manos, el giro exacto -hasta tres y hasta cinco bailarines en las solemnidades- en un giro perfecto, simúltáneo, hipnótico- la reverencia de cabeza, la inclinación de tórax, la genuflexión, los cruces, las figuras...todo acordado, excelso, como en una liturgia celestial?, ¿quién concibió esa esbelta geometría que era en sí misma toda una oración?

Una fascinación de los sentidos. Y del alma también, arrastrada a lo alto en tan cifrada música para los ojos y para el olfato. Para el sutil oído alucinado de alas bajando del empíreo.)

El incienso subía adormecido, tenuemente teñido por el sol tamizado de rojo y de naranja por aquellos translúcidos cristales -como de panal de cera, tibios, mates, durmientes- de los excavados ventanales laterales en forma de trapecio, cuyos matices iban de los colores fríos a los cálidos ya cerca del altar, en alto simbolismo. Allí el sol los besaba en las mañanas y el incienso ascendía ruborizado, enrojecido, núbil.

Y mientras comulgaba el resto del Colegio, allí en el mismo coro, de copones dorados y patenas que ponían un destello fugaz en las mejillas reflejando los vivos pero sombríos colores matinales de La Gran Vidriera, Torrellas dirigía embelesado la primera frase de "Pan divino y gracioso", cantada por los tiples y tenores en un diseño simple y transparente.

Después la repetía todo el coro en dulce homofonía a cuatro voces.

La palabra "sacrosanto" la subrayaba nuestro director con un místico gesto reverencial y una expresión de verdadera fe que no puedo olvidar.

"Manjar que da sustento al alma mía": la melodía se eleva arrastrando a las voces a lo alto con la misma textura, desmbocando arriba en una cadencia lángida, entregada.


"Dichoso fue aquel día, punto y hora": Y Angel nos demandaba un intenso sforzando con decrescendo súbito en la sílaba "dí", levantando sus cejas y tensando hacia fuera los pulgares. (Nos encantaban esos sforzando, esos acentos con tanta intensidad que solía premiarnos cuando lo hacíamos bien con un gesto de asentimiento rápido, o incluso una breve sonrisa -o hasta una cara de ogro muy graciosa pero temible que sabía poner si nos habíamos pasado y hecho el bruto.

En "punto y hora" nos inducía aquel clímax dramático especial, como saboreando de antemano la maravilla teológica de la Eucaristía: "Que en tales dos especies": y aquí la homofonía cede paso a una polifonía dialogada, imitativa, que culmina de nuevo en otro expresivo sforzando sobre la sílaba "Cri", de "Cristo mora".

"Que si el alma está dura": en estilo imitativo iniciado por los tenores, creando un clima de ansiedad y contrito desasosiego.

"Aquí se ablandará con tal dulzura": para la palabra "aquí" la música se eleva a las más íntimas esferas de profunda belleza en un delicioso intervalo ascendente, de nuevo profundamente simbólico, en una imitación de surtidores sucesivos, de anhelos consumados.

Y se repite, después de sosegarse, en suave homofonía extasiada: "con tal dulzura", en una cadencia primorosamente bordada sobre las convenciones de la época.

Música cristalina -y tan densa de mieles y sutiles conceptos-
compuesta por Guerrero, el sevillano tierno y sensitivo, para el emperador Maximiliano, con quien tanto viajó por Portugal y España.

Transparencia y fulgor renacentista. Místico y cortesano.

Hay un texto profano de la época para la misma música, que he escuchado después, aquí en Madrid. Es bellísimo también:

"Prado verde y florido,
fuente clara,
alegres arboledas y sombrías.

Pues veis las penas mías cada hora,
contaldas blandamente a mi pastora.

Que si conmigo es dura
quizá la ablandará
vuestra frescura.


El fresco y manso viento
que os alegra
está de mis suspiros inflamado.

Y pues os ha dañado
hasta agora
pedid vuestro remedio
a mi pastora.

Que si conmigo es dura
quizá la ablandará
vuestra frescura.


Y, sin embargo..., siempre que lo escucho así, echo de menos el texto "a lo divino".

Y aquel coro de arcángeles que fuimos, defendido por la feroz vidriera frente a la que Torellas nos extasiaba en vuelo, y que debió quedar grabada en sus pupilas.

Sobre todo en las tardes de resol, en sus ojos veíamos los colores, las redes diminutas pero inmensas...en sus ojos de mago.

Aquellos ojos suyos deslumbrados, que tanto hecho de menos.

¿Volveremos a verlos?
Esos cuerpos gloriosos prometidos, de verdad volverán?

Tal vez llevó en sus ojos para siempre el secreto de todas nuestras vidas transido en sus cristales.

Hoy me siento más huérfano.

Y más agradecido todavía


Como si aún me cantara.

Vibot -

Para Julio Correas

Gracias por tus traumáticos recuerdos con la supermelódica.

Me imagino la cara de Tejo y la de Torrellas al oír tus graznidos. Y el mal rato que pasarías con toda tu familia mirándote. Aquella ingrata se tiene bien merecido que la hayas olvidado. Guapa pero mala mujer.

Lo que no recuerdo es dónde estaba el taller del Ministro. Dices que "alguien" os ayudó allí. Ahí está la clave.
Si el Ministro en persona se hubiera puesto en Luthier -cosa de la que le creemos muy capaz- te hubiera ahorrado el bochorno y tal vez hoy fueras un virtuoso.

Siento haberte hecho recordar tan mal momento, Julito.

De todas formas no dejes de soplar. Te sienta muy bien.
Un abrazo.

José Ignacio Serrano Mallada -

Para tí, Enrique Muñiz-
Alique.

Concluyo unas líneas ya comenzadas con el mayor cariño...

Oh, dulce Navidad, Oh, dulce sueño,que me llevas suavemente hasta mi dueño,
con EL no tengo soledad, no tengo frío,
olvida tu dolor y ven cariño mío.

Abrazalo con amor, que viene herido,
sánalo con un beso de jara y pino,
Oh, dulce Navidad, Oh, dulce sueño,
mi amigo ya duerme como un pequeño.

Gracias, mi dueño.


Enrique, EL te cuida...

Un fuerte abrazo,



Pedro Sánchez Menéndez -

Ánimo, Enrique, estamos contigo. Felicidades y un abrazo. Pedro

Froilán Cortés -

MI QUERIDO QUIQUE:

Para verte reir.....haré brotar una flor.....que no iba a nacer...

Te quiero. Froi.

Pablo Huarte -

A ENRIQUE MUÑIZ-ALIQUE IGLESIAS

Con todo mi afecto -más fuerte que nunca-, te dedico este breve comentario.

Hay no pensaba haberme paseado por el blog, ya que en este convento de Pamplona estamos de luto. Ayer falleció un compañero y hoy lo vamos a enterrar a la una del mediodía. Por la tarde, a las seis y media, y en nuestra iglesia de Santo Domingo, tendremos un solemne funeral. Lo va a presidir Javier Carballo, nuestro Provincial y antiguo alumno dominico de la Virgen del Camino. Asistirán, también, otros muchos dominicos de distintos conventos. El fallecido, era un Hermano Cooperador que llevaba en nuestra casa 20 años y que, además de estar atendiendo durante casi dos años la sacristía del santuario de La Virgen del Camino, estuvo en las misiones del Perú durante una larga temporada en plena selva amazónica.

Y tal como lo he indicado más arriba, hoy no pensaba entrar aquí. Pero he sentido un impulso especial y no lo he podido resistir.

Y me he encontrado, Enrique, con tu comentario que me ha dejado muy preocupado. ¿A que te podremos ayudar, Enrique? Piensa en nuestro afecto y en nuestra gratitud enorme hacia tu persona. Nunca, en toda mi vida, olvidaré la visita que me hiciste cuando me encontraba pasando unos días en el pasado mes de Julio en un pueblecito de Galicia. Te vi lleno de ilusión que contagió a la mía, ya de por sí exuberante. Y en el reencuentro, tras conocer a tu mujer y a tu hija, todo me pareció gozoso.

Te dejo por hoy, Enrique, pero volveré a pasar algún rato contigo.

Estaba muy extrañado de tu silencio. Ya lo he entendido. Pero, tal como lo has manifestado, no nos dejes sin tus palabras que con tanta maestría sueles regalarnos.

Un fuerte abrazo, y ¡Feliz Navidad!

Pablo Huarte

Vibot -

PARA ENRIQUE MUÑIZ-ALIQUE IGLESIAS

No ha sido un sueño, Enrique, este blog que te lleva en su estandarte con orgullo y amor, amor del bueno, como el que vierte siempre tu preciosa mirada de Omar Shariff, este blog arde más cada semana, nos vemos, nos llamamos, quedamos en León en navidades, en Asturias planean un reencuentro inminente, el Furriel me ha borrado el Centenario porque queda muy lejos y nos cita muy pronto -Septiembre 2011-, la velada de Clim, el arroz de Mariano, los jovencitos de los setenta que se están contagiando y agrupando y amenazan con superarnos a los de los sesenta...

No ha sido un sueño, muchacho, aquí estamos contigo para devolverte con nuestro calor, apoyo, ensueños de esos míos que te gustan -todos los que tú quieras, ponme los deberes, propónme un tema tuyo favorito, verás cómo me sientes a tu lado- para devolverte todo los que has luchado por nosotros cuando sí que era un sueño todavía.

No te entristezcas tú, Enrique, que nos has dado fuerza tantas veces con preciosos encuentros.

Sigue siendo el Sultán sentimental y dandy de nuestro GL. Con tu gentil estampa califal no lamentes tu edad -estás precioso, erguido y elegante- ni te ni te dejes ganar estas batallas grises de la vida. Tú que vives tan cerca de la Madre, habla con ella. Más.

No te va dejar solo. Ni nosotros tampoco.

Entre algunas palabras de tus mensajes -únicos- yo he descubierto vías hacia lo más recóndito de la felicidad.

Vuelve al cariño nuestro, bello Enrique del alma.

FERNANDO FERRERAS LLAMAZARES -

Querido Enrique:

Sabes que te queremos, que nos has hecho felices y por eso te estamos agradecidos. Has sido el “buscador” más famoso, culminaste una obra FANTASTICA.

Quiero aprovechar la ocasión para manifestarte que te tenemos en el corazón, que te añoramos, y que aunque seas breve, esperamos seguir sabiendo de ti. Todos nos acordamos de ti.

Gracias amigo. ¡Ánimo!

Un abrazo.

Enrique Muñiz-Alique Iglesias -

A mi querido Javierdelvigoamigoagridulce...
Y a Julito, mi peruco puntual, que siempre está cerca y acierta cuando llama...

Javivi...Andrés MT me advierte hoy, a mediodía, de tu aldaba. Y de que Julio me pide que os diga que os quiero...
Aún no sé si soy prudente respondiendo en el mismo lugar desde el que me llamáis, o convendría contaros sólo a vosotros que...

llevaba ya algún tiempo con el ala caída: vértigos emocionales; insomnios; melancolía fuera de edad, pero con monotonía de soledad; presión laboral -en ocasiones, irresistible- y ramas vitales de mi tronco familiar que se quiebran despacio y con este sordo dolor que no quisiera contagiar...

Me ayudé con el esfuerzo que supuso la organización del reencuentro. Y me sirvió para ilusionarme más que un niño; para alcanzar los abrazos más vibrantes de mi vida y mezclar mis lágrimas incontenibles con las de tantas otras almas a las que no recordaba querer tanto.
Y, casi todo, cerca del pasillo central del Santuario: por donde mira siempre la “Madre de mi vida”; la del adiós que aún no he conseguido superar.

Resultaron nítidos e inolvidables, los sonidos, las sonrisas, los olores, los globos, las palabras... mecidas siempre por la música que repartía luz y color desde el coro, durante esos dos felices días de otoño.

Pero, casi con vuestro adiós, me he caído desde la nube en que estaba con Pablo Huarte y con todos; me pareció, incluso, que cerca de Torrellas, el de la memoria más dulce, el de la entrega total...

Desde el suelo ahora, tengo la sensación de haberme roto algo importante; y de que, con esta edad, me está resultando lenta y no fácil la recuperación. Miro ahora -a contraluz de este otoño ya durmiente, que hoy cambia aquí atardeceres bellísimos por nieve, y me trae navidad- esa alegría que os desborda; pero apenas oigo, desde aquí, nuestra música (si acaso, al fondo, me parece oír “el sol no brillará”...); y tus desmesurados piropos con smoking de cariño desbordante; y tu proximidad, Julio, en tu abrazo frecuente y siempre oportuno; y la valoración de un Vibot de ternura y expresión envidiables; y mi GL, que me lleva en mantillas y me consiente y aplaude todo, ... me inundan, una tras otra, de lágrimas que desdibujan vuestras sonrisas y me esconden las miradas brillantes con que os he reencontrado en el regazo de octubre.
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Pero, bueno: de momento, ya habéis conseguido que vuelva a leer. Y me acerco a vosotros para tomar aire; aunque aún con la sensación de que todo lo he soñado. Estas vuestras, deben de ser las manos de nuestro logotipo corporativo: que están velando, para que la Virgen vea si “este otro niño” sigue soñando...

Me he perdido felicitaciones que ahora leo, comparto y celebro. Estuve ausente en dolores de Huarte y Mar, que hago míos. No viví con puntualidad necesaria las “palabras tras palabras” de insultante proximidad y sentimiento, que ya llegan desde todas las sensibilidades despertadas con el re-encuentro.

Prometo corregirme. Y volver -breve, pero frecuentemente- a estar cerca y escribir. A seguir intentando expresar cuánto os quiero, aunque jamás encuentre las palabras con las que me gustaría alcanzaros.

Gracias. De verdad. Ya vuelvo. Entre besos y memoria.

Vibot -

Santines, Santines..."carta preciosa y alta" también la tuya, entre el humo dormido.

Santos S. Sanchez -

A Vibot
Gracias amigo,...
Truhán
Alquimista de melodías y palabras.
Toda tu carta escrita en dedicatoria es, por supuesto, más íntima que mis silencios.
Y menos sonora que mis desvaríos callados.
Y tan húmeda, en mis ojos, como uno de los puntos que señala el Higrómetro de tus abuelos, del que sugieres que goce.
Carta preciosa y alta. Tan alta como las horas de la madrugada en las que tu escribes.
Y claro que he visto la capucha del fraile al llover (Hoy está nevando en León).
En tus líneas he encontrado mucho más de lo que buscaba. Que era eso, precisamente, lo que buscaba.
Picar, estimular la musa de alguien que es especialista en regalarnos mundos y bellezas con propina. En docenas de trece…
Oye ¿Existe la Academia de la Belleza?
Si fuera así tu deberías tener allí sillón con letra propia.
Míramelo también, que yo haré la petición.
Mientras lo encuentras, amigo, recibe otro abrazo. Uno más.
Y escribe más. Eres muy bueno.
s.s.s.

Vibot -

Sí, Javier Urbano, ya veo que te hice sonreir.

Como tú a mí.

Te seguiré escribiendo. Tú también me alimentas.

Sigue volando en sueños diagonales.

Vibot -

PARA SANTOS SUAREZ

"Marcos, Marquitos; Claro que me acuerdo" le dices al muchacho de entonces y de ahora. Y parece que te estoy escuchando con ese dulce acento leonés, el mismo de mi tío Luis, el labrador, que cuando llegaba de la faena y me encontraba en casa de los abuelos recién venido de Palencia, me decía como cantando: "Santi, Santines, hijo, da un beso a tu tío ¡jeringar cómo ha crecido este chiguito".

Y otro día le oí decir, mientras entraba con la cara empapada de lluvia por el zaguán, amplificado por el eco de la escalera, con esa pena de los labradores y esos ojos de apóstol de retablo: "Escarnó los caminos la tormenta".

No he olvidado esa frase en una vida.

Muchos años después leí esa misma frase en Valle Inclán. O casi igual. Y he disfrutado siempre de su música, de su perfecto ritmo endecasílabo, los truenos y relámpagos de su aliteración.

Presidía aquel zaguán el objeto más mágico de cuantos yo recuerdo en aquel pueblo de infinitas estrellas y agua de artesiano: Un frailecico de cartón no más grande que la mano gigante y áspera -pero tan tierna en mi cara- de mi tío Luis. Era un frailecillo calvo con una barba blanca hasta la mitad del pecho, vestido con un sayal marrón y ceñido de un cordón blanco del que colgaban los dos cabos a distintas alturas, con tres nudos cada uno y un rosarito negro.

Tenía en la mano derecha alzado un libro abierto en el que consultaba y en la izquierda una vara muy recta con la que señalaba -y predecía- el tiempo que iba a hacer sobre una como especie de picota verdiazul con sombras amarillas poco más alta que él. Fijados a esta picota, había ocho rótulos escritos con tinta roja: en la plataforma circular escalonada, los dos primeros decían: LUVIA, HUMEDO. En la rotunda basa, se leía en otro: VENTOSO. Sobre el fuste estriado, otros cuatro decían: INSEGURO, BUENO, VIENTO, REVUELTO. Y el último, sobre el capitel, proclamaba, SECO.

Cada día de cambio nos arremolinábamos mis hermanitos y yo a sus pies, felices y embaucados, completamente crédulos. La delicia mayor era cuando llovía. Entonces, aquel Mago, que tal era mejor que frailecico a nuestros ojos niños, descendía su vara hasta el primer peldaño, junto al suelo y subía su capucha, tanto que a veces le tapaba la cara impidiéndole consultar el libro, con lo que nos maravillaba aún más que pudiera adivinar la lluvia.

¡Y en verano, ese ardiente verano de León, allí se estaba nuestro admirado Mago semana tras semana con los dos brazos en alto -el izquierdo no lo bajaba nunca, siempre mirando el libro, y el derecho señalando incluso por encima del rótulo de SECO, hacia la cruz y el techo del zaguán, alto, encalado, fresco hasta en la canícula y helador en invierno.

Calzaba nuestro querido Mago unas pobres sandalias de cuero hechas de cuatro tiras, dos gruesas y dos finas, dejándole los pies casi al desnudo sobre aquel trozo de pradito verde, sombreado también en amarillo.

Por debajo del prado había una franja negra irregular, como enmarcando la encantadora escena, con un rótulo en celeste sombreado de gris en el que se podía leer, en unas preciosas mayúsculas inclinadas, como de cuento, con la inicial adornada: HIGRÓMETRO. Esta palabra desconocida tenía para mí toda la magia y el prestigio de aquella adivinación inexplicable.

Y puedo darte todos estos detalles porque lo tengo aquí, junto a las teclas con las que te escribo. Lo estoy acariciando con mis ojos. Y ahora también con mis manos. Por ti.

Y se me olvidaba decirte que tiene por base una tablita de pino que no llega ni a un centímetro de grosor, que en su día debió estar teñida
de rojo intenso, como el de aquellos jugetes de madera que tanto nos mecieron. Ahora tiene ese rosa de pétalo marchito que a mí me gusta tanto y ese tacto gastado de la vida. ¡Ah y la pátina de pequitas que dejaron las moscas, las que ronronearon nuestra infancia, tan de pueblo y de campo, las que al tierno y tan sabio Don Antonio Machado le evocaban también todas las cosas.

...Y estoy viendo unas letras que nunca había visto, aquí, en el límite del pradito verde con la franja oscura. Son unas diminutas mayúsculas que dicen: "LIT. LAFONT Y MIRALLES BARBARA 17. y 19. B."

¿Qué vida haría, en la Barcelona de principios de siglo, cuando mis abuelos eran jóvenes, ese oscuro litógrafo -o tal vez fueron dos- que creó este delicado objeto, este encantador adivino que irradia tanta vida y fantasía, este fiel talismán?


Santines, me has pedido que te encontrara una palabra más íntima y menos sonora que silencio.


Pero he descubierto que las palabras sueltas, salvo en casos límite, son insuficientes. Por eso he juntado todas estas para ti, que ya bebiste y te embriagaste de placer con el jarro de vino de mi abuelo, aquel que que estaba siempre en el tiznado alféizar del horno, aquel horno de barro y paja, como el de los nacimientos.

Goza ahora de mi Higrómetro. Tal vez tu abuela tuvo uno igual. Ya sabes: LAFONT Y MIRALLES. Cuando vayas a Olleros de Sabero estas navidades, tal vez lo encuentres en algún desván.

Espero que entre tantas de mis líneas encuentres la palabra que buscabas.

Un beso, corazón.


















































Andrés Martínez Trapiello -

Mira, Julito Correas: Que te agradezco el que me veas más serio, porque la de tu pueblo, la Carbayona, o como dice Vibot, mi Asturianina, insiste en que cuándo voy a formalizar. Posiblemente, mi carácter se haya vuelto más grave, más adusto, más decoroso desde que me picó la puta garrapata.

Pero no me comprometas con avisos telefónicos, por si te contesta por escrito Javier del Vigo Palencia. Y deja también tranquilo a Mariano Estrada.
Bastante trabajó Javier, el de la tiza, como tú, localizándote a Pimpi en Castro Urdiales, y ni siquiera le diste las gracias.

Julio: Hay unas cosas que se mandan por Correos –no la peli-, que se les adjunta “Acuse de Recibo”. Es decir: que pones a parir a Javier del Vigo, que le llamas Conejo y que pertenece a la cofradía del “Gran Cabrón”, y después te arrepientes…pues recibes la confirmación firmada, de que tu compadre de tiza se da por enterado; de esta manera, evitas meter por medio a Mariano –que bastante tiene con los partidos de futbol, que dice que juega-, y a mí.

Y por si fuera poco lo anterior, parece que le auscultas a Javier del Vigo Palencia -tu amigo, el nuestro- desde la distancia y le diagnosticas una posible próstata. ¡Hombre, por la edad…! Pero quieres confirmación y le recomiendas mi médico -que yo también lo haría-, pero adjetivas como “mimosín”, y me ha quedado la duda si es un halago para el médico a para mí.

Termino: Con tanto conejo, me estoy haciendo un lío.
Citas, querido Julio, muchas formas de cocinar conejo. Pero ¿no puede ser coneja?; y conejo ¿de corral o monte?

Besitos.

Javier Urbano -

A Don Santos Vibot, el señor con clase:

Estoy de acuerdo con Chema Sarmiento: "Después de leerte, toca boca cerrada".

Pero tú sigue escribiendo para seguir gozando todos. Nos alimentas.

N/B: A Javier del Vigo: No echo en caso roto tus sabios consejos.

Javier del Vigo -

Julio, amor:

los voceros del gobierno no indicaron los humedales con que debemos cubrir al conejo.Y he mirado en el libro de recetas de Arguiñano, quien tampoco lo especifica con claridad.

No seré yo, pues, quien les enmiende la plana.

Así que tu, -mariposa que vas de flor en flor, picoteando cual oso hormiguero hasta dar con sabor a perucos-, has de ser obediente:

En Navidad deberás comer conejo! Coño!

No me vengas, Julio, luego con la próstata! Que no, chiquillo, que no! La incontinencia de la que yo hablaba estaba en las papilas gustativas. Oséase, era verbal, mayormente! Nace en la lengua y puede acabar vaya Vd. a saber dónde!

De otras incontinencias, no se habla aquí, porque dices bien:el blog está lleno de niños. Y con las cosas de comer no se debe jugar delante de este tipo de niños, con la cabeza brillante por la esperanza de que algún día nos crezcan los pelos.

Así que ya ves, hermano: esta "bicha de lengua bífida" estará encantado de unirse a ti, "oso hormiguero" catador de los fríos perucos, para llamar al unísono a Quique Muñiz y corrernos -en triagular, eh!- alguna juerga por esos mundos de dios... O es en tiempos de vacaciones "colegiales", o sin dejar pasar mucho más tiempo; que el año próximo vas a estar más vigilado por la patronal que un banco en terruño de cacos! Y ver a un profesional cantando "Asturies, patria querida..." agarrado a una farola puede ser motivo de despido. Por el mal ejemplo, sobre todo!

Bueno, había quedado antes con una amiga golfa. La he hecho esperar un ratín para contestarte brevemente! Voy a ver si me enseña algo nuevo esta maravilla de amiga golfa, golfa...

Te contaré, Conejo! Y vete pensando la receta del conejo navideño...

Será por pelas...!

Julio Correas -

Javier del Vigo y Palencia

Ganas tenía yo de encontrarme con el cuerpo jacarandoso y tocarte un poco la vihuela, que últimamente te leo en “permanente sesión de evaluación” y con el meollo descargando “sutilezas” de doble sentido. ¿Ahora nos vas a engañar pasando de ser el “Gran Cabrón” a ser la “Bicha de lengua Bífida”? No lo creo!!

Explica : ¿Qué e eso de la incontinencia que tanto te atormenta? No me dirás que la próstata te está jugando malas pasadas!! Es que estás en una edad!! Pídele hora al médico de Andrés MT, que es más suave que el “mimosín”.

Bien me parece que le metas los dedos en la boca a Enrique Muñiz-Alique. Necesita mimos y ánimos. Al loro, hermanos! A ver si conseguimos que nos diga que nos quiere para demostrarle lo que le queremos!. Le faltan unos “perucos” para desinhibirse de una “puta garrapata” que le está sorbiendo la sangre a tres bandas. ¿Quién se apunta?

Javi, lo del sexo es que te trae por el camino de la amargura. Mira : es lo único en la vida que se hace con gusto y además no paga a Hacienda!! No le busque tres pies al gato. Que si pluma, que si pelo, que si Mariano es Supermán y te mira el culo a través de las paredes, que si parte “femenina”… Mira Javi, el ombligo no es viable!!! Deberías haber tenido un amigo golfo que te abriera los ojos.

Y ahora el colmo : ¿cómo es eso de que soy una mariposa? Joder!, como diría el Trapiello, no me puedes llamar otra cosa? La mariposa es un gusano… mal que le pese. Se mete en un capullo cuando le parece que le van mal dadas. Y sale en primavera a libar en las flores sin otro cometido que revolotear de flor en flor.
Y más aún, si quieres insultar a alguien llámale “mariposón”. ¿Yo Mari-posa?
Anda ya!!!!

Y encima preguntas al personal : “¿Yo estilete, daga, punzón, cuchillo… Creéis que hago sangre?”
A ver, Javi, que la garrapata de Andrés ya está criando malvas. Que tú no haces sangre ni cortando la carne para freír!

Y ya lo último, la guinda del pastel que guardas para el final antes de retirarte por el foro : amigos, ánimo y a comer conejo!!!
Pero JavierdelVigoyPalencia, qué te enseñaron en el Colegio! No ves que este blog está lleno de niños? Especifica : ¿Conejo en pepitoria, Conejo al ajillo, Conejo a la chilindrón, Conejo con patatas guisadas • Conejo con patatas y níscalos • Conejo con peras • Conejo con pimiento rojo • Conejo con pimientos (piperrada) ...?????

Bueno, pues ya me quedo más tranquilo porque estoy seguro de que vas a contestar.

Ya sabes que te quiero. Conejo!!!

Un abrazo

Julio Correas
P.D. Mariano, Andrés, avisadme por teléfono si debo evitar leer el blog en los próximos 15 días!!! Please!!!



Julio Correas -

Mi querido Santos Vibot,
No es que haya sido escueto, palabra que siempre me ha sonado a “escote” y por tanto a señora de buen ver y mejor mirar, es que uno anda metido en el sindicato de la tiza y ya sabes que donde das la mano… te cogen el codo y a veces hasta los rigodones. O sea, que no hay tiempo ni “pa mear”. Pero hoy, día gélido y tiritón, desde el calor del hogar donde hasta hace poco me quejaba del ruido continuo de cascabeles de mis hijas y sus teléfonos y hoy me quejo de la soledad de un hogar que me queda grande porque todos han saltado del nido, hoy, día invernal donde los haya, me he decidido a explayarme un poco y contestar algunas diatribas. Pero que conste que no pienso dejar de hacer el gamberro!
Me preguntas por mi melódica. Aquella maravilla nacarada en negro que contrastaba con el blanco inmaculado de las teclas salteadas por el negro de los sostenidos!! Cuando mis padres me llevaron aquel instrumento, debo reconocer que estuve un tiempo indefinido sentado en mi camarilla, mirándolo con embelesamiento y con un cierto miedo… hasta que me atreví a soplar por aquella boquilla alargada. Pues te cuento, íbamos la escolanía y la rondalla a Madrid a dar un concierto y el día antes, aquella maldita empezó a hacer sus “soliloquios” por su cuenta. Yo ni corto ni perezoso hablé con Muñiz, el Ministro, y nos fuimos al “taller” (borroso recuerdo de aquel departamento donde lo mismo se hacía un alfiler dorado de filigrana que una viga de hormigón armado, una tramoya de teatro y una carpintería de bolillos) y en aquel lugar alguien nos ayudó : desmontó la melódica y con suavidad y esmero levantó con un destornillador las lengüetas interiores. Aquel día descubrí para qué sirve un LUTHIER. El resultado fue que al día siguiente, yo tocaba con José Ramón Tejo el sólo de la Barcarola de los cuentos de Hoffman en la iglesia de las madres dominicas de Claudio Coello y por supuesto allí estaba TODA mi familia, tíos y primos incluidos. La iglesia a tope. Pues cuando empecé a soplar, me di cuenta de que cada tecla emitía seis o siete sonidos diferentes.
Final : Tejo tocó solo, recuerdo sus miradas con el rabillo del ojo después de tantos ensayos y no entendiendo mi silencio, Torrellas sonreía, yo me puse colorado como un pimiento de Calahorra y me tuve que mirar al ombligo para no ver al “respetable”. Y desde aquel momento odié tanto a la maldita melódica… que no tengo ni idea de a dónde fue a parar a partir de ese momento. Nunca volví a soplar otra cosa que no fueran los globos de mis hijos el día de la fiesta de su cumpleaños.( Bueno, miento; soplar, soplar, la verdad es que he soplado lo mío!!!)
Me pase a la cuerda. Mi guitarra se abraza como a una mujer, te duelen los dedos cuando aprietas, sobre todo si llevas un tiempo sin tocarla, y si se rompe una cuerda es tan obvio que todo el mundo lo percibe. A la mierda las lengüetas!!
Y ahí acabó mi vocación de intérprete.
Y acabo, que esto se ha convertido en un ladrillo. Voy a seguir en otro portillo que tengo que tocarle la “vihuela” a JavidelVigo y meterme un poco con el “Trapi” que últimamente está muy serio!!
Un abrazo muy fuerte para todos… y abrigaros, que cuando el grajo vuela bajo… hace un frío del carajo!!!!(con cuatro signos de admiración, para que se j… JavidelVigo)
Julio Correas


Santos S. Sanchez -

Marcos, Marquitos; Claro que me acuerdo.
Mi, cada día más escasa, memoria me ha jugado malas pasadas. Esa no. Tu eras mi compañero pequeño. Aquel del curso inferior del cual habia que cuidar recién venido de su casa. Esa era la consigna.
Yo, tan desorientado como tú, debía hacerme el valiente. El enterao. El duro. El que sabe. Primaveras de Marzo queriendo y cuidando a Primaveras de Junio. Niños cuidando de niños... Ya sabes. Intentando que no se rompieran nudos en las gargantas ni que nuestros mocos se mezclaran con nuestras lágrimas. "No te preocupes... Luego en la Recreación...Y después comeremos algo del paquete que te trajeron tus padres. Y otro poco del que me trajeron los mios. Y saldremos a los campos. y ¿Sabes que película van a poner este Domingo?. Creo que Diálogo de Carmelitas." Todo para deshacer ese gran nudo fantasmal y común de después de las 6. Hora blanca, adormecida en oídos que chillaban. Hora sin padres, otra vez, de los días de visita. Claro que me acuerdo. Yo también lo viví. Hasta el tuétano. Cerca del dolor.
Y también me he acordado de tí. Y mantuve contigo escasas palabras en el Reencuentro. Mucho más escasas de lo que hubiese deseado.
Si por mi fuera, y si hubiese estado en mis manos, hubiese roto esa "esclavitud" del día a día, que dices, que no se abolió, que se cambió por 8 horas diarias, para que no se notase tanto. La hubiese roto - digo - y habría estado prolongado el reencuentro, cambiando palabras y corazones con todos vosotros durante otros 15 días más. Al menos.
Pero yo, aunque de baja, sigo también en esa esclavitud. Lo siento.
A pesar de eso seguiremos queriéndonos, encontrándonos en estas palabras.
Cómo no...

Amigo, hermano, "Compi".
Un fuerte abrazo.
s.s.s.

Jesús Mª García Marcos -

Amigo Vibot, amigo Santos Suárez,mi "Compi": No sé si pediros que paréis un poco.Soy exclavo del día a día y vosotros expresáis sentimientos de 40 años.
Amigo Santos Suárez,nunca olvidaré aquella hora en la que te hiciste cargo de mí, cuando mi padre me dejó en tus manos en la portería del Cole porque tenía que volver a Salamanca urgentemente. Conseguiste que el nudo que tenía en mi gargante no se rompiera en lágrimas. Hiciste soportable mi vida de 12 a 1, hasta que mi padre mandó las urgencias a la porra, dejó el tren y volvió al Cole. Me llamaron por los altavoces y fuimos a la portería donde me esperaba. Me dejaste sólo para que corriera sólo. Nunca lo he olvidado, "compi".

Javier del Vigo -

Chema Sarmiento dijo por ahí arriba que "chitón!"

Que es imposible superar el texto que abre este portillo de Santos. Razón tienes, Filandrón! Por eso me callé. Pero solo un día. A ver si te crees, Chema, que mi incontinencia verbal me permite estar más de dos en silencio... Pudiera reventar! Y eso, no, querido!.

Uy! En alguna de las posteriores entradas, dice Santos Vibot: "esa sutil escritura con la que demasiado de tarde en tarde nos asombra"...

¿De quien hablará?

¡De Quique Muñiz Alique!. ¿Dónde andará este certero, maravilloso "escribidor"? Cuando Enrique junta palabras - y en el blog lo haces de tarde en tarde, (razón tiene Santos) pobre currante en la "competitiva" empresa privada...- parece que las palabras se visten de smoking, el mundo adquiere otro color, nos excitan sabores de antaño, la magia llena el aire de nostalgias... ¡Quique, por Dios! Aún tengo nudo en la garganta "padeciendo" - "pathos", pasión profunda y gozo inmenso- aquel In memoriam del Real Aero Club, en La Virgen del Camino; se me ha re-abierto el "silbo vulnerado" –pasión profunda y gozo inmenso- cuando miré el dvd en este fin de semana prenavideño, al contemplarlo de nuevo: las palabras justas, la música adecuada, la lágrima presta...

Quique, guapo: que el sol de tu palabra nos brille de nuevo, aunque sea ahora para felicitarnos las navidades sólo... Que mi pasión te espera. Y –seguro estoy- conmigo, una legión más de adictos y adictas al blog.

Veréis, -mironas, mirones, quienes no le habéis disfrutado en directo-, que si Quique felicita, no ha de dejaros fríos. Si mi condición sexuada me lo permitiera, quisiera hacerme una de las dos Shereles, alma y razón de su/tu existencia hoy. En cualquiera de ambos "papeles" -estoy seguro!- Enrique -yeguada 61 / 67, la mía!- me darías mucho gusto! Profundo y afrodisíaco gusto! Quiqueeee, por favor!!!

A propósito del sexo. Por algún portillo pasado, leí a Mariano Estrada que vio en León mi “culo femenino”, con perdón. ¡Este hombre debe ser un alienígena! ¿O un alma en pena? Mariano, ¿eres capaz de traspasar muros, aunque sean los del hotel que nos acogió, para mirarme "esas" partes, mientras yo dormía?

Con franqueza, querido: cuando me "eché" al mundo, allá en nuestra pubertad lejana, desde aquel "paraíso" en León de hombres solos, aprendices de "trascendencia y designio" divinos, fui descubriendo que ellas y nosotros tenemos cuerpos similares: complementarios, además, si esa es nuestra opción sexual. Así que fui aprendiendo a sentirme "igual". Y encima, ellas me lo han recompensado con mimos y caricias. ¿Se puede pedir más?

En cada persona quedan rescoldos de ambos sexos. Luego, cada cual deja crecer la parte que mejor se acomoda a sus fantasías, a sus gustos, a su sexualidad... No olvidéis que la teología -para evitar problemas- define a la divinidad y sus "coros" como seres sin sexo. Con la entrepierna luminosa, pero vacía.

¿Será así la trascendencia, Mariano? La eternidad, ¿es un tiempo sin fin, donde funcione sólo la razón? Me gustaría tanto un Tomás de Aquino que levantase un “cuerpo teológico” donde Dios sea Madre Mimosa...! ¿O ya está Isidro escribiendo esa nueva Summa Theologica?

En todo caso, querido, tengo el gusto definido. Pero esto no quiere decir que disfrute siendo "macho, macho" apabullador de mujeres. No! Pena que aprendí tarde a ser persona y dejarme abrazar por los dulces brazos de las mujeres que amé! Sois tan afectivas y yo tan mimoso!

Al respecto de esa mi “parte femenina”, Mariano, no recuerdo verme abrazado por tu peludo busto, que -por otra parte- ha de encantar a Rosa, si es verdad el viejo dicho: "el hombre cuanto más peludo..."! ¿O no era el dicho así?

Rosa, cielo, felices navidades y que disfrutes de este encanto de pelos y poesía, de nombre Mariano!

Adriana, chiquilla... Bienvenida! Sepas, en cualquier caso, que Josemari, -titular del blog-, no me ha concedido las charreteras de hujier; ni los galones de cabo, siquiera. Es por ello que me sumé mentalmente al recibimiento de mi hermano el Trapi, don Andrés; pero el quisquilla de Mariano me echa en cara no haber sido galante contigo.

Y eso, no! Adriana, aunque haya sido un motivo triste el que te impulsó a participar, busca nuevos motivos. Sigue recreándonos con tu palabra! Yo –que no soy nada futbolero y fui peor deportista- sé que existe el River Plate bonaerense. Pero –si me fuera posible- prefiero volver a saborear ese mar interior que os hermana a uruguayos y argentinos, en castellano, el Río de la Plata. Y cruzar de Colonia a Buenos Aires, sintiendo en mis ojos el fuego blanco del estuario que os une y os divide, querida!

Amenazo con concluir aquí por ahora. No sin agradecer tanto texto nuevo como vais “colgando”, inapreciable en sus formas y encantador en sus fondos. Incluso los vuelos de mariposa que exhibe Julio Correas! Ya me llegarán las vacaciones y tendré tiempo para “jugar” con las palabras y un poco con vosotros, si me dejáis...

Por cierto. ¿Soy pluma como un estilete, Luis Barbería? ¿Fue piropo? ¿O es mejor ser fino estilete diseccionador, Santos Vibot? Un estilete es puñal, daga, punzón, cuchillo...? Creéis que hago sangre? Con lo blando que suelo andar por lavida...

Ya me contareis, queridos escritores. Por ahora, besos, chavalería. Se acercan el solsticio del frío inviernos y las dulces navidades...

Ánimo, que el conejo os aguarda, según conseja gubernamental!

Luis Barbería -

Amigo Santos, lo de Villena es una broma.
Pero puedes imaginarte de dónde procede. A mi me pasó lo mismo que a ti, que alguien abusó de nuestra inocencia. ¿Sabes quién es el más tierno de los parlanchines de este blog, el que más palabras profiere en kilómetros a la redonda, el que juega al fútbol como si todavía fuera un niño y en verdad lo es, un niño con un corazón grande? Ese que estás pensando, ese es, el de Villajoyosa, carga con él un poquito, que yo ya no me atrevo.
Todo partió de un comentario suyo que llamaba con intenciones a Luis Heredia como Luis Antonio de Villena y ahora yo le he seguido la broma.
Pero te comento una curiosidad: sé que un ilustre premio nacional de poesía, que procede también de esta casa, era amigo de Villena. Y vete tú a saber, no creo que les quede tiempo para estas distracciones infantiles. Igual cualquier día pierden la inocencia y nos felicitan por navidades a esta cuadrilla de locos navegantes.

Pablo Huarte -

A SANTOS VIBOT

Te parecerá mentira, Vibot, pero no tengo la suerte de conservarlos. Me los pidieron desde una emisora de Mallorca (creo que de la COPE), y no he tenido forma de recuperarlos. Hace ya muchos años que los di por "perdidos". Incluso cuando publicamos el libro LOS CAMINOS DE SANTIAGO, entre Arsenio Arenas y yo, ya no pude echar mano de ellos.

No sé para que te cuento todo esto. Como decía Santo Tomás tras aquella experiencia espiritual vivida un 6 de Diciembre, anterior a su muerte en el mes de Marzo del año siguiente, "TODO LO QUE HE ESCRITO SOBRE DIOS ME PARECE PAJA, DESPUÉS DE MI EXPERIENCIA VIVIDA", yo, salvatis salvandis, tendría que decir algo parecido si tuviera que comparar mis escritos con los tuyos.

Un fuerte abrazo, Vibot.

Pablo Huarte

Vibot -

Huarte, yo tampoco sé hasta dónde puede llegar Santos Suárez con sus cada vez más preciosos comentarios, con sus latigazos de intuición, emoción y encanto.

De hecho me tiene puesto en un brete, pues me incita a que le encuentre dos palabras o tres, y me he perdido entre ellas en el fiel laberinto de mi vida. Otra vez.

Santos, estoy en ello, te lo juro. ¡Me lo has puesto difícil, zascandil!

Huarte, no me has dicho si conservas los guiones, especialmente si están anotados con sus músicas y el cuadro e actores. ¡Estar en ellos era...uff!

Pablo Huarte -

Uno de mis admirados maestros, que no es que a mí me haga mucho caso, ha dicho sencillamente: "Mejor, no hablar; es hora de callar..."

Vibot: ¿Cómo es posible que nos dejes tan boquiabiertos, y envueltos en el asombro, que casi no podamos proferir palabra? Sigue, sigue encandilándonos.

Pero, a fuer de sinceros, hay que reconocer que otros muchos también nos embaucan.

Cito a dos que aparecen en este portillo: Luis Barbería, persona que desde que le conocí de crío ya jamás le olvidé, y Santos S. Sánchez que no sé hasta dónde puede llegar en sus cada vez más preciosos comentarios.

Vibot, ojalá que sepamos y podamos seguir tu estela...

Pablo Huarte

Vibot -

Barbería, ¡no dirás en serio que Luis Antonio de Villena lee este blog! Cuéntame, por favor.

Vibot -

Que sueñes con tus primos los ángeles, Heredia. Un beso a ti también.

Vibot -

Barbería, me dices unas cosas tan sutiles y preciosas que forman ellas mismas un poema.
Tú eres bien perceptivo a mis quimeras. Y me veo en tu espejo, reflejado y sentido.

Un festín que seamos tan distintos, eso hace de este blog algo muy rico, poliédrico. Yo disfruto sin cuento de Javivi, de su fino estilete diseccionador -y tan acogedor a un tiempo-. De los mil Estrada siempre tan cercanos del alma y del día a día. De esa sutil escritura con la que demasiado de tarde en tarde nos asombra Muñiz-Alique. De la hondísima sencillez y ternura de Oscarín. La amorosísima retranca del Trapi. La caja de sorpresas expresivas contínua de los tres Corteses, cada uno en su color. Los trallazos de auténtica emoción y de boquetes de pura poesía que abre de cuando en cuando el mejor Heredia. El gracejo inteligente de Correas. La simpática naturalidad de Huarte... -me he metido en una lista que me llevaría toda la noche, pido disculpas por no seguir ahora-.

Y todos. Cada uno tenéis vuestro encanto, cada vida es preciosa y se siente en el modo de decir, como una música.

Es verdad que yo vengo de la música, Barbería, pero te puedo asegurar que no "juego" con las palabras. Ellas juegan conmigo tratando de expresar lo inexpresable: esta alegría tan fuerte de vivir, que a veces duele tanto.

Otro día te escribiré del "Pan divino". Se me cierran los ojos y quiero contestar a los demás.

Un beso.

Luis Barbería -

Ay, Luisin, y a mi encanta que me lo digas. Que este año vengo herido y derrotado de muchas batallas y hoy me voy a dormir feliz, Gracias.

Creo que era Mariano que te confundía con Luis Antonio de Villena. Pues un día le escribí, a Villena, amenazándole con enviarle mis versos. El muy canalla me contestó que entonces él publicaría en el blog un poema suyo muy procaz que se titula El invierno en la Edad Media, o algo así, y entonces dejé ya de escribirle.

Luis Heredia -

Después de una semana sin veros, acabo de mirar de reojo por mi telescopio y solamente deciros que con lo que acabo de leer de Vibot y Santos Suárez ya puedo ir a la cama a soñar de nuevo.

Luis Barbería, me encanta leerte.

Nos vemos mañana, o pasado mañana, o..bueno, hasta mañana y que descanséis.

Os quiero.

Vibot -

Sarmiento querido, aún no he podido revisitar tu Filandón, agobiado de ensayos de todos los colores. Hoy me he pasado cuatro horas y media con una una orquesta y un coro ensayando un concierto para el martes. Precioso pero agotador.

Para los que te conocemos, sabemos que a veces un silencio tuyo canta en tus ojos cálidas melodías.

Gracias por tu silencio tan sentido.

Vibot -

Santos, estaba respondiendo escuetamente a Julio Correas, cuando se desbordó en palabras y palabras ese río de nostalgias de tu "carta".

Necesito más tiempo para ti.

Vibot -

¡Julito, qué escueto, con lo que me gusta tu labia!

Aún no me has dicho qué fue de tu flamante melódica negra que me tenía deslumbrado.

Santos S. Sanchez -

"Wendy, ¿por qué tenemos que crecer?".
Estaba yo tratando de encontrar la otra mitad del Medio Oriente… y una palabra que significase lo mismo que sinónimo… Y otra más íntima y menos sonora que silencio… No encuentro nada de eso. No hay manera.
Abrí el blog, nuestro blog y…
El artículo de mi amigo Vibot. Una bofetada de cálida luz en los ojos del alma… y la garra de un león arrancando sentimientos a la nostalgia. Y empecé a enlazar cosas… Nada que ver unas con otras. Pero brotando y saltando como palomitas en un microondas. Como las chispas en el fuego de leña de una chimenea. Musas como flashes ¿Se dice así? indomesticables…
Tomillares, valles, aromas de pinos. Vidrieras que inspiran poemas. Guiones radiofónicos de Huarte. Panas verdes. Cuerpos esculpidos en carne y fibra. Voces limpias, aún las graves, en una escolanía. Angeles dirigiéndola. Palestrina. Haendel. Mozart, pero no Salieri. No es lo mismo.
Los Canalones, sus melódicas, y su Casa del Sol Naciente.
Javi Urbano con sus vuelos diagonales increíbles en suspensión… La mejor zurda que tuvo nunca el equipo de balonmano. El balón siempre entraba por el ángulo contrario. Aún a sabiendas del portero. Entraba…
Marcelino García Sal, el más pequeño de todos, ganando el triple salto y el salto de longitud en las Olimpiadas. Y ganando el corazón de todos con su guitarra en el Reencuentro.
Bañugues - el Chico del Renacimiento - dominando todas las artes y las facetas posibles del Colegio y sobresaliendo en todas: Escolanía, Rondalla, Fútbol, Natación, Redacción. Solo le faltó la Esgrima.
Vibot… ¡Santo cielo!, tu música directa al alma.
Los tiros frontales en increíbles suspensiones de Espinosa…Siempre gol…Puñetazos en el hígado del ego del portero…
Heredia. La alegría contagiosa y desvergonzada con apellido de gitano. Desbordante…
Rufino… un inmenso corazón con pelo rojo. Grande. Mi defensor. Amigo de pueblo y baloneras.
Todo eso cargado de emociones. Pura alquimia de palabras y sueños decantados en calor de corazones de oro.
¡Qué belleza, Dios!..
Pero…, (Ya estamos tocando la bigüela, que diría mi padre.)
Ese castillo de fantasías que describe Vibot (amigo, maestro y tocayo, por este orden) también tuvo sus fantasmas de dolor. Aún hoy algunos de esos fantasmas arrastran sus cadenas.
Recuerdo… a veces con perplejidad… otras con incredulidad…, algunas con melancolía…Otras con interrogantes…, Otras veces con algún reproche para, no sé, sí sé, quién. Bastantes preguntas sin respuestas. Otras respuestas sin haber preguntado. Casi siempre con nostalgia. Siempre con agradecimiento. Nunca con rencor.
Belleza ahora reconocida, sentida y reencontrada después de 40 años, pero no allí y entonces… Nos lo impedían - al menos a mí - los sabañones. O la sensación de asfixia mientras daba la vuelta a la finca para no llegar de los cinco últimos (esos tenían castigo).
O la claustrofobia de los champiñones…
O porque cuando venían a verme mis padres el día de visita, a la hora de la despedida mi nariz se quedaba pegada a los cristales de la recepción, y las lágrimas de morriña deslizándose hasta los labios no me dejaban disfrutar de aquellos cielos…(¿Cómo coño se llamaba entonces lo que hoy es la exposición de animales disecados?)
Y sentimientos de culpabilidad. La frecuente sensación de pecado por tocar lo prohibido, por leer lo no autorizado, por iniciarnos y lanzarnos sin red a explorar “aquello”. Por escribir nombres de amor en las cortezas de los chopos. Por “Amar”…sin saber ni siquiera lo que eso significaba. Solo sentíamos, desconcertados, el viento caliente - casi abrasador - de aquel volcán que nos zarandeaba. Puro instinto.
O el temor, casi continuo, a suspender más de dos y que llamaran a tus padres para venir a recogerte. Significaba que eras…, que no eras suficientemente inteligente, que no dabas el nivel. Con aquel sentimiento de indescriptible tristeza e infelicidad por no sentirte “homologado”. (Tuve amigos de esos y capté ese sentimiento)¿Cuántos de esos hubo? (Emilio Devesa - el chico 10 - seguro que ese temor nunca lo tuvo).
Bellezas… Tristezas…Arboles que me impedían ver el bosque. Y matojos de nostalgia que enmarañaban y oscurecían aquellos brillos presentes que no acababan de llegar a mis ojos.
Añoranzas…
¿Quién leería mis cuentos del Capitán Trueno, del Jabato, de Roberto Alcazar y Pedrín? “No los tires… le decía yo a mi madre. Préstaselos a Angel, a Benito, a Agustín, a Loli, a Mari Lena, a Tori, pero que te los devuelvan”.
Luisa, le decía a mi hermana, “guárdame bien los soldados de plomo. Ten cuidado. Se rompen muy fácil por los brazos” “y guárdame también los billetes de cartón del tren de la Robla en el que habéis venido”. “Cada uno de esos vale por cinco cartones de las cajas de cerillas, para jugar a los cartones en el corro”. Mis tesoros…
Nostalgias …
El parchís en Olleros - mi pueblo - los días de nieve en el invierno. Del Laberinto al Treinta…Las Navidades con sidra y sequillos que hacían mi madre y mi abuela. Y caramelos de color marrón fabricados con azucar calentada y derretida en la chapa de la cocina económica, de carbón. Y las castañas asadas en la propia chapa…

Malditas nostalgias enfermizas. Creo..
Me pongo a escribir una loa del hermoso artículo de mi amigo y me sale un contrapunto de “lastimosos y pequeños dolores” que me impedían disfrutar la magia de todo aquel esplendor. Grandes para mí, entonces. Yo era muy pequeño. Disculpad.
Desde mis recuerdos desperté y volví al blog. Y ví la orden de Sarmiento. “Toca boca cerrada”. Y como él ha sido - es - Director … Pues eso.
Y supe que a pesar de mi pesar tenía razón.
Que la belleza de las primaveras olvidadas persiste en el recuerdo. Y siguen siendo bellas.
Que gracias, Vibot, por esos latidos que, palabra a palabra, impulso a impulso, iluminan estos recuerdos.
Gracias por devolvernos esos sueños escritos.
Quizás, podía haber respondido Wendy, tenemos que crecer para vivir de nuevo toda esa belleza. Pero sabiendo que es belleza. Que es, era, nuestra belleza. Belleza vivida por nosotros.
Quizás el sentido de haber venido a esta tierra, sea poder contemplar aquellos cielos.
Y saberlos hermosos desde aquí. Y añorarlos para volver algún día a ellos, en un camino imposible.
Me callaré Chema Sarmiento.
Entretanto, y mientras encuentro una palabra más íntima y menos sonora que silencio, un cálido abrazo.
Para todos.
Y para ti Vibot en especial. Encuéntrame esa palabra. Tu dominas esto mucho mejor que yo.
Y Feliz Navidad. Que Dios os bendiga.
s.s.s.

Andrés Martínez Trapiello -

Dice mi hija que soy un vago, que no leo. Creo que se refiere a algún libro con pastas.

Sin embargo... ¡¡Gracias, Vibot!!

Julio Correas -

Y LO DIGO...
CONGRATULATIONS, MY FRIEND!!!
Julio Correas

Mariano Estrada -

Querido Vibot:

Estoy de acuerdo con Chema Sarmiento y también con Luís Barbería. Nos has ilustrado muy bien y, en este asunto, yo no sabría ir más allá. De manera que punto en boca. Y congratulations, my friend, como diría Julio Correas.

Un abrazo

Luis Barbería -

Quizás Chema tenga razón y lo mejor fuera callarse.
Y Javivi no es como tú, circulando veloz por la A68, con su pluma como un estilete, que parece llegar de viejas batallas aún no cocluidas.
Bueno, en realidad, nadie somos como tú, Santos. Y así tiene que ser porque los años han puesto ya mucha distancia y después de aquellos tiempos compartiendo espacios cada cual rompió por donde pudo.
Tú vienes a la lírica desde la música o en realidad eres siempre un músico, aunque juegues con palabras, que eso todavía no lo sé.
Pero es tan delicada tu huella sobre las aguas donde otros haríamos barro, que es difícil seguirte en esa luz cegadora de tus anochecidas que tan bien te iluminan.
Bello tu poema en prosa, como un lago helado. No seré yo quien mancille sus aguas.
Sólo ilústrame, por favor. De mis tiempos de escolanía, el que yo recuerdo en especial es “Pan divino y gracioso”, me dices.

Chema Sarmiento -

Querido Santos:
Después de leerte, toca boca cerrada. ¡Niños, callad!