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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

YA SUENA LA MELODÍA VIAJERA

YA  SUENA  LA  MELODÍA  VIAJERA

Queridos amigos, os deseo feliz mes de Marzo de San José, de Semana santa, de Fallas, de vacación, de frios y calores, de los padres, de la Pascua florida, de la nueva Primavera, ...de melodías viajeras que siguen sonando desde aquellos tiempos "nunca" perdidos. ¿Recordáis el artículo del día 12 de Enero?. Pues bien, vamos cumpliendo. Hemos pasado a formato digital el disco de la Melodía Viajera y, no sabéis cuánto me satisface poder dejároslo en __D E S C Á R G A T E__ con estos nombres de fichero:

  • La Melodía Viajera -Cara 1- (André Popp).wma
  • La Melodía Viajera -Cara 2- (André Popp).wma

¡Que lo disfrutéis!. ¡Contadnos, escribid vuestras sensaciones!.

De momento, peses a mis gestiones con la casa Philips en Holanda y en Madrid, no he conseguido el vídeo.

Os recuerdo lo que escribía Andrés M.Trapi, que es quien ha conservado hasta hoy el vinilo (bendito seas).

---------------------------------------------------------------------------------------------Nos intercambiamos miradas y con discretos gestos nos interrogábamos si volveríamos a ver un sin fin de NO-DO al que ya nos habíamos habituado. Ya en el teatro, aquel edificio que veíamos desde la clase, que en su exterior aparentaba un bicho extraño de grandes patas, nos acogía entre suaves murmullos.Se apagaron las luces y cesaron los susurros. Aquella oscuridad me hinchó los pulmones y de mi mente desaparecieron Jenofonte, declinaciones, fórmulas e, incluso, la morriña dominical.Los breves momentos de penumbra dieron paso al estallido sobre la pantalla de unas imágenes en color que calificamos internamente como “otra más”. Los títulos de crédito, la explicación del motivo del concurso de recortables de papel en que se basaba aquel film, hizo que me escurriera un poco en aquella butaca de madera. No obstante, pensaba, siempre es mejor lo que nos pongan, a estar de codos en el estudio.El escepticismo duró breves momentos: El sonido del afinado de una orquesta, la aparición de un recortable como director del conjunto musical y sus tres toques de batuta sobre el atril, dieron paso a los primeros compases de “La Melodía Viajera”.Noté que volvía a colocarme en una posición más erguida, a prestar mayor interés. Y en pocos segundos me sentí rodeado de trombones, violines, una guitarra, las flautas. Yo ya era un recortable más.

 

13 comentarios

Vibot -

Andrés, sabes que algunos días -ciertas noches-
algo para lo que no existen las palabras, nos alimenta regenera y exalta más que el sueño y el pan.

En la melancolía de mi felicidad, hallo estos versos rotos que escribo como para mí mismo, para los "happy few" que me los paladeáis, a veces para nadie, en un salto al vacío que me salva y me cura las heridas.

Gracias, Andrés, completaré la pieza poco a poco. Me daba pena, y un poquito de rabia, que casi nadie dijera la hermosura de esta música, que nos acompañó aquellos días del cielo y el infierno.

Y si con mis palabras os ayudo a volver hasta el umbral radiante de aquel jardín perdido, y a adentraros en él, ya no viajaré solo.

andres cortes aranaz -

BUENISSSSSIMMMMOOOOO!!!!!!!
Pero contéstame.
¿Cómo lo haces?
¿Cuándo duermes?
Un abrazo fuerte

Vibot -

6* ...una caja de música, lacada de peonías y jacintos, hace girar sus lindos bailarines sobre un fondo poliédrico de espejos.

Helada y ruborosa soledad.

Camarillas a la luz de luna.
Evanescente y pura. Amarguillos de almendra, estriados y tiernos, mamá bésame.

Los entreabiertos labios de la infancia, con puntitos de azucar.

Y un enigma de estrellas en los ojos, de pupilas inmensas en la noche...

Vibot -

5* ...y la tuba introduce un valsecito bávaro de metales y caja, en la que las trompetas cantan como cerveza rubia de los toneles de la Selva Negra y las trompas incitan a la danza con su negra cerveza bien caliente en preciosas jarritas con tapadera cincelada de ciervos y de bosques altísimos y helados.

Y entre los intersticios de la danza, en el puente de abeto que lleva a la repetición, asoma el Kabarett sus dolientes encajes melancólicos...

Vibot -

4* ...y descienden, de lo alto de los cielos sinfónicos, los irisados élitros de estas adormecidas mandolinas, arropando y meciendo entre la transparencia de sus rientes trémolos la voz del gondolero, suspirando en un ritmo que es casi una habanera.

Serenata rendida en una voz jovial, sensual, bruñida como una plata antigua.

Idilio veneziano arropado en guitarras y violines, que se ve interumpido, como en un carnaval irreverente y cínico, por los bufos glissandos del trombón, respondidos en alegres tropeles de risueñas maderas que descienden felices en escalas cromáticas veloces y alocadas...

Vibot -

3* ...un solo de violín en rapto de éxtasis, tocado -como un mago- por un hermoso zíngaro con enormes patillas pelirrojas y botones dorados labrados de dragones relumbrando en la noche, como sus blancos dientes y sus ojos de fuego, dúctil e hipnotizante mientras se curva en su rico chaleco de bordados balcánicos, oloroso a membrillos y manzanas desde el arcón labrado de cedro de los Cárpatos en donde se guardaba...y su blanca camisa abullonada...mientras curva su torso sobre los comensales, y cerrando sus ojos hace hablar al violín hondos acentos, como rumoreando en sus oídos dulces filtros de amor...

Y envuelve de pasión -y de nostalgia de lo aún no gustado- a los enamorados muchachitos que ahora se peinan en las camarillas, con agua y desamor, mientras irrumpe el cýmbalon y se va acelerando dulcemente hasta precipitarse en una azul locura, la sugerida danza electrizante de unas czardas diabólicas...: '¡¡algún día, por entre las revueltas de esta danza de fuegos y misterio, te besaré de amor!!'

Vibot -

2* ...los violoncellos entran en escena cantando un nuevo tema afrancesado y lánguido, mientras un acordeón enamorado silabea feliz su soliloquio escandiendo mordentes y glissandos, embriagado de jazz y verde ajenjo, cubriendo de guirnaldas de muguet y jazmín las faldas y cabellos de las chicas. Y mareando de aromas y de impulsos románticos a los gráciles, tiernos, arcangélicos chicos de Paris.

¿No escucháis, en un rapto de música adorable, imborrable y fugaz, aquel "rumor de besos y batir de alas..."?

Vibot -

LA MELODÍA VIAJERA

"to the happy few"


1966. Domingo. Mañana de verano en las camarillas, antes de despertar. Un sol acariciante desborda las ventanas entreabiertas y pone incandescentes los colores parchís de las cortinas de hule. Y chillan los vencejos y las pintiparadas golondrinas en su júbilo y vértigo en torno del depósito del agua -con su alegre mosaico de Santiago, el peregrino que vela nuestros sueños y proteje los campos de deporte, apóstol tutelar de aquella nave en la que tantos sueños se frustraron, y tantos muchos otros se forjaron...

Suena un carraspeo eléctrico en los altavoces y se escucha a la sección de cuerda de una orquesta, afinando. Un fagot cacarea contento y engolado. Se oyen unos golpes de batuta sobre el atril del director. Continúa un poco más el gallinero de la afinación -acrecentado ahora por el estrépito de aire a presión y de agua disparada de algunos grifos de los más impacientes de nosotros-, vuelve a sonar la batuta, esta vez más enérgico su ritmo, conminando a un silencio encantador...

1* e irrumpe la alegría desbordada con un ritmo de vals sonando a toda orquesta, sobrevolado en exultantes trémolos y chispas de xilófonos, destellando una alegre bienvenida (también había piruetas y fintas de xilófonos en "La boutique fantasque" de Rossini-Respighi, ¿recordais?). ¡Ah, los xilófonos, tan infantiles como los vencejos, que ahora chillan aún más en torno de Santiago peregrino...La Melodía Viajera nos mece y nos alegra en nuestro despertar tan desvalido...


Vibot -

Urbano, he visto con retraso, ahora mismo, que contestaste a mis inquietas preguntas al final de aquel portillo de febrero: "Después de la tempestad..."

Me desazonan las espinas en esta rosa tan evanescente...

He encontrado también en Fray Luis de León estos mism os temores.
Pero él confiaba en una mujer fuerte -¡mira tú el frailecico!-.

Yo en cambio...sólo fío de mí. Y a veces, ni eso:

"Amor casi de un vuelo me ha encumbrado
adonde no llegó ni el pensamiento;
mas toda esta grandeza de contento
me turba, y entristece este cuidado,

que temo que no venga derrocado
al suelo por faltarle fundamento;
que lo que en breve sube en alto asiento,
suele desfallecer apresurado.

Mas luego me consuela y asegura
el ver que soy, señora ilustre, obra
de vuestra sola gracia, y que en vos fío:

porque conservaréis vuestra hechura,
mis faltas supliréis con vuestra sobra,
y vuestro bien hará durable el mío."

Ya decía la Biblia: "la mujer fuerte ¡quién la hallará!"

Cuidad vuestras parejas los que estáis biencasados. Son esa roca en medio del océano de la vida. El cálido coloquio del amor.

Gracias, Urbano, por alegrarte conmigo, y atender a mi desasosiego.

Te abrazo.

Vibot -

Sí, Iturriaga, ahora que recuerdas nuestra conversación acerca de los números pitagóricos de la afinación del clavecín, encuentro estos versos sobre la música de Salinas, de Fray Luis de León:

"Y, como está compuesta
de números concordes, luego envía
consonante respuesta;
y entre ambos a porfía
se mezcla una dulcísima armonía."

Y en otro poema delicioso:

"...toca el rabel sonoro,
y el inmortal dulzor al alma pasa,..."

Hay un ritmo sutil tus escritos. Suenas bien afinado. Sigue haciendo gozar a tus amigos, como nosotros lo intentamos contigo.

Abrazos, mi letrado.

"Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero"

Juan A. Iturriaga -

He visto varias veces el corto de Sarmiento, “Los Montes”. Me parece genial.

También me ha gustado mucho El Filandón.

En este reencuentro difícil por el que estoy pasando, tengo que reconocer que cada día me sorprendo más por la calidad de los antiguos compañeros.

En Madrid descubrí a Vibot. Profesor, músico, educado, amigo, etc..etc., y como diría Jorge Manrique, “poeta en su inmortalidad”

Ahora, gracias a unos gloriosos botillos, contacto con Sarmiento que me regala su obra. Una maravilla de sensibilidad y de matices. Un artista.

El mismo furriel, que a pesar de las broncas de los primeros tiempos, supo dominar esta nave con maestría, y al final está creando un espacio de tolerancia, de los que no quedan.

De todas formas, a veces hecho falta la discusión. A menudo siento ganas de acogotar a alguno de aquellos que se sintieron legitimados para acogotarme a mi. Es una tentación que antes reprimía o sufría en silencio hasta que me explotaba, y que ahora, después de haber escuchado “Les Dominos” de Couperin en casa de Vibot, y de ver como Sarmiento le hacía comer los cuervos de la catedral al canónigo, ya casi empieza a darme igual.

Prefiero hablar de otras cosas, por ejemplo, de la afinación.

Vibot, me dio unas pequeñas aclaraciones sobre la afinación del clavecín, sobre la “comma” pitagórica, el círculo de quintas que no se cierra, en suma, sobre el “temperamento” del clave, pero mira por donde, a raíz de la calidad de unos quesos, en el intento de demostrar lo imposible, me encuentro con un “afinador de quesos”.

Yo confieso que sabía nada de eso, a pesar de que mi hijo asegura que me llevó a casa de uno hace años en Burdeos. Es el artista que compra el queso en fresco, lo lleva a su bodega, y con un cuidado especial, lo conduce hasta su madurez, le da su “temperamento”, y luego se encarga de cobrarlo como si vendiera “la niña de Ra. .. sus ojos” . (Perdón, en que estaría yo pensando).

Tengo la sensación de que, en mi niñez, alguien me confundió con un queso.


José Mª Cortés Aranaz -

Amigo Santos,
gracias a tí por devolverme tu recuerdo, tus risas y tu amistad.
Escuchándola de nuevo (creo que ya he superado las 100 veces), te recordaré.
Un abrazo, amigo.

Vibot -

Gracias Trapi, Gracias Josemari. Acabo de escuchar dos veces seguidas las dos caras de esta querida música tan adorada en esos años nuestros del colegio en los que tanto optimismo nos brindó. No había vuelto a escucharla dede entonces y me ha vuelto a colmar de maravilla, fantasías y ganas de bailar y de cantar.

Además las preciosas imágenes psicodélicas de colores y formas deliciosos que acompañan la música -a falta de ese video tan irrecuperable por desgracia- envuelven en lujosas y tornasoladas platas de sorpresas felices estos veinte bombones musicales por donde va viajando, con la música, nuestra infancia de rosas.

Gracias, chicos de León, por devolvernos risas y amistad.
Entre tantos recuerdos.

Besos a todos.