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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

MISS WIKINSON ATACA DE NUEVO

MISS WIKINSON ATACA DE NUEVO

Y dale con la...interfecta. Lo publico porque soy honrado, imparcial y anti-censura y porque parece una llamada de auxilio de Marianito Estrada que se encuentra entre la espada y la pared acusado de haber practicado un futbol alegórico y de las consecuencias de un penalti que él asegura no haber metido. No se atrevía a dirigirse a este Furriel, pues sabe cómo me las gasto, así que ha utilizado de intermediario a Justino Tribulete, que en todos los fregaos se mete. Os transcribo la documentación recibida que no tiene ni pies ni cabeza.

PERO, ¿NO HABÍAMOS QUEDADO EN QUE ESTABA EN LA ABADÍA?, O, ¿es un familiar?

Me pondré en contacto con el bufete de Luisito Heredia para ver si, de una vez por todas, mete mano en el asunto ¡hasta el fondo!.


Querido Furriel:
Te adjunto la carta que me dirigió Mariano Estrada, en la cual como podrás apreciar, el hombre se encuentra realmente preocupado y abatido a causa de la imputación que se le hace sobre la autoría de la paternidad del futuro hijo de Miss Wikinson.
Estoy seguro de su inocencia,aunque me temo que la foto que acompaña este post no va a beneficiarle mucho. ¡Imagínate! Un restaurante de lujo. Las 01,30 horas. La suave brisa del mar sobre sus caras. Un cielo estrellado.....
Mariano me ha jurado y perjurado que simplemente la invitó a cenar. No se, no se. Lo tiene realmente crudo. ¡ Malditos paparazzi!
Un abrazo. Justino


Queridos amigos:

Estaba yo en mi casa, tan tranquilo, disfrutando de una soledad casi sonora, cuando vino a despertarme el cartero. Por cierto, el cartero sólo llama a la puerta si trae notificaciones que requieran imperiosamente la firma. Y sólo llama dos veces si, por hache o por be, no le abren la puerta a la primera.

Cumplidos, pues, los trámites, abrí con creciente malestar la que resultó ser una carta certificada y, con no poca sorpresa, me encontré con esta extraña noticia que muy gustosamente os remito. Ved si la entidad de su contenido es razón suficiente como para sacar a una persona de su gozosa interacción con la armonía:

Villajoyosa, 6 de mayo del 2008

 

Sr. Estrada:

Creo que ha sido usted un poco ligero de cascos y se ha relacionado con determinadas personas de las que siempre es mejor estar un poco alejado. Me explico.

Ha venido por estas dependencias de la justicia pedestre una tal Matilde Wikinson, la cual dice ser hija de un prejubilado de Telefónica, residente en León, aunque ella de por sí huele mucho a vino de Cariñena, allí donde las fuentes son rojas.

Verá usted, el caso es que trae redactada una demanda contra su persona, alegando que el último penalti que tiró usted en su vida lo hizo contra ella. Más aún: sobre ella. Y que lo atinó de tal modo que, de una sola tacada, ganó usted la liga, la media, los pantis y el acolchado felpudo de césped natural que adornaba hermosamente la portería, salvo en su centro telúrico-insular, que alberga barrizales devenidos de un abundoso trasiego. El trasiego del gol, perseguido obstinadamente por los futbolistas de todo tiempo y lugar.

El objeto de esta carta, además de ponerle en advertencia, es el de preguntarle si reconoce usted la metedura del cuero en la citada, que ya se ha traducido en pataditas virtuales en el ombligo, o, por el contrario, está dispuesto a un pleito de tres pares de pelotas que le traerá manifiestamente de cabeza. Y, perdone que le diga, usted la cabeza la tiene solamente para el pergeño de guarrerías. Porque, ¿qué goles ha marcado usted de cabeza que no sean impúdicos pensamientos? Que somos de un equipo de su misma liga , señor mío, y ya le conocemos de otras situaciones embarazosas. Es usted un viejo verde, pero los goles nos los ha marcado por diablo, que tiende siempre hacia el rojo. Y no nos salen las cuentas, mire usted, porque las personas normales transitan llanamente del rosa al amarillo.

Para entendernos: el problema real es que a menudo mete usted los goles donde no debiera, allí donde unos cuantos trabajan y las mayorías se divierten. Pregúntele, si no, a un ginecólogo llamado Camilín, que ye un buen asturianu. O, mejor, pregúntele a Juan. O sea, a Manolo Díaz, el Cariñoso que, antes de echarse al monte con Isidro, fue un músico de pro al que le llovían los Bravos en las masificadas y ya un tanto histéricas actuaciones del momento. Usted gritó algunos de ellos. Con Tony, el guitarra.

Posdata in extremis:

Me insta la honorable señora a dejar aquí escrito que tiene usted una sucia muy boca. Comprendo lo que quiere decir y procuro, ya con el traductor incorporado, trasladar sus manifestaciones a un buen román paladino. Y resultan ser las siguientes: que tiene usted una boca tan negra como la antigua mina de Espoz, donde el carbón era difícil de ver, porque no lo había. Para desengaño de Julio Correas.

Insiste la declarante en denunciar que su lengua tiene más mierda que el garrapiñado palo de un gallinero. (Hemos invertido dos horas en traducir al español el calificativo del palo)

Llegados a este punto, la ejerciente, manifiestamente cansada y regurgitante, cesa en su acalorada acusación, le baja de tono la rubicundez, se sacude las espumas de las comisuras, sede un rato tranquila, pide un vaso de vino de la fuente de la Mora de Cariñena, toma una pastilla de tranquilín… y vase. Vase con vientos olorosos, delicuescentes y apenas muy mal disimulados.

Idaio Malasuerte

Oficial de turno

36 comentarios

Mariano Estrada -

Queridos amigos:

No sé que ha pasado, pero, en el día de hoy (expresión que se utiliza para dar por acabadas las guerras), me ha sido imposible conectarme con este bendito Blog (bendito a pesar de los descastados que lo frecuentan de una manera frívola y casquivana). Así que, aparte de trabajar un poquillo (lo bueno de las crisis es que uno se libera del trabajo), me he dedicado a cultivar el jardín, donde tengo florecidos unos pensamientos profundos. Uno de ellos viene a decir que, en realidad, uno está hecho para el amor. Lo que no sé si en este ampuloso concepto, se incluyen también los penalties, o sólo las faltas en las que incurrimos después de matrimoniados, ya sea por cura, por alcalde o por concejal.

Un beso nocturno y alevoso

Para el amor

Para el amor he vivido.
Y para el verso.
Para prender con las manos
los alamares del viento.

Para la vida.
Porque la vida es aliento:
Abrazo, palma con palma,
y corazón y requiebro.

Para el amor he vivido,
para el amor estoy hecho.
Para agotar con los labios
el hontanar de los besos.

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios
Poeminos de amor, de la serie “expresiones propias”

Luis T Barberia -

Ayer me mandaron un mensaje por el móvil. Estaba yo bajando del coche, sobre las nueve de la noche, en el estanque alto y no llevaba gafas. Con mucha dificultad adiviné una sola palabra: picudo. Y ya enseguida calé al remitente. Saqué unas lentes de repuesto que llevaba en la guantera y ya pude leer el texto completo. Andrés y Froilán que estaban trasegando un prieto picudo.

Será una tontería, pero saber que, desde León, en algún bar, unos amigos me recordaban, me animó la noche. Si hubiera sido un poco más experto con el móvil les hubiera hecho todo un discurso de agradecimiento. Enseguida les contesté. Recuerdo que les puse algo así como: “Salud. Cojo caracoles.” Se quedarían de piedra y dirían: éste está majara.

Y no les mentía, en ese mismo momento, me disponía a ir a la caza del caracol. Había llovido bastante y aunque no soy ningún experto en la materia, sabía que, al anochecer, entre las hierbas, comenzarían a asomar los caracoles. Me acompañaba una amiga íntima de la Wiki, alumbrándome con la linterna, que también quería meterse en la abadía, que a muchas les ha dado como una fiebre mística repentina. Me preguntaba qué debía hacer para ingresar en la abadía y yo la remitía a Mariano, para que la aconsejara. Que está visto que tratar asuntos con Mariano y meterse en la abadía es todo uno. Que se ha corrido como la pólvora lo de la Wiki y me temo va a haber una peregrinación de aspirantes y yo rápido las encamino a Villajoyosa.

Aún cogí unos cuantos caracoles y esta noche, después de lavados convenientemente con vinagre y sal, con mi chico, mano a mano, hemos preparado una buena caracolada con tomate, cebolla, jamón y chorizo. Y los hemos regado con un tinto joven del Monasterio de las Viñas, de la Cooperativa de Aguarón, muy rico.

A ver los entendidos en la materia, cómo se pueden preparar los caracoles? Se admiten sugerencias. Ya sé que me diréis que tenían que haber estado purgándose más tiempo.

Vi por la tele, en una ocasión, que muchos de los habitantes de la Isla de Creta suelen hacerse centenarios. Y que una de las posibles causas de esta alta tasa de longevidad podría estar en su dieta alimenticia, con una gran dosis de caracoles, ya que atesoran muchos antioxidantes.

La verdad es que a mi los antioxidantes me traen sin cuidado, bueno, se agradecen, pero me gustan y basta. Cuando esta noche despachaba el tinto joven del Monasterio con mi chico me acordaba de Froilán y de Andrés y he brindado por ellos. Gracias, amigos. Un inmenso abrazo.

Julio Correas -

Haced una prueba!!!
Volved atrás y mirad la foto.
Me he dado cuenta de que a Mariano le gusta -qué cara de fruición, por Dios- TOCAR EL BOMBO A LA WIKINSON.
Yo que creía que sólo era Froi el que la tocaba el instrumento... pero no.
Mar i ano le toca el bombo y se le queda cara de monaguillo!!!
No te perdono que te dé pena que marque goles mi Madrid!!!

Javidelvigo, no me uses palabros ni palabrotas. Ocar?? Verbo transitivo??
Por cierto, Okal era con "k", la única letra del alfabeto que no debe repetirse.
Manténte en la
re - putación, evita el "ocar" siempre que no te encuentres a la Celsa Petaca porque sería un pecado de omisión, y no envidies a Mariano, que está en la flor de la juventud y apunto de salirle el acné juvenil!!

Isidro... gracias por tu globo. Después de leerlo aún quiero más a Pedro.

Un abrazo a todos y a ellas...un besín pequeñu, pequeñu, pequeñu; un besín pequeñu que valga por diez!!

Julio Correas

el confesor de Miss Wikinson -

A un escéptico:

Ni soy fraile ni soy cura,
ni alcalde ni concejal;
Yo soy un chico normal
con la mente sana y pura.

Querido escéptico:

A Mariano le trato de forma distinta, porque él siempre va al "grano".

Cuando se juega con pelotas hay que completar la jugada y meterlas, que es lo que cuenta.

Y es que Mariano lo borda.

Según me ha confesado la Wiki,( y otras ), pelota que coge, pelota que mete, y ¡cómo la mete!.

A Mariano le ha caracterizado siempre su rapidez y , por eso, del mismo modo que cuanto mete un gol su efecto es inmediato y se canta en el acto, así , con la Wiki, el efecto ha sido instantáneo: ha sido meter el gol y subir este al marcador.
Lo que ha ocurrido en este caso, tal como se ve en la fotografía, es que el balón ha quedado encajado dentro del marcador.

Miss Wiki: Esto que he contado no es faltar al secreto de confesión, porque, como te habrás enterado ahora mismo, ni soy fraile,ni soy cura.....
Ego te ab-polvo.

Isido Cicero -

Gracias, José Mari. Estás en todo.

José Mª Cortés Aranaz -

Amigo Isidro,
he borrado tu anterior versión de la Vendedora de glogos 27 y lo he actualizado en __DESCÁRGATE__
Un abrazo, amigo.

Un escéptico -

¿Se debe entender que el confsor es cura o fraile? O al igual que en los casamientos, ¿pueden oficiar los alcaldes y concejales?

El confesor ha dicho bien, con tino y rima, pero yo debo preguntar: ¿el confesor es laico? ¿Es incluso pagano? ¿Y qué paga y a quién?

Por cierto, ¿por qué Mariano puede campar a sus anchas y nosotros no? Eso es discreccional y discriminatorio. No lo aceptará Zapatero, que es el máximo representante de esta Iglesia laica de los nuevos tiempos.

El confesor de Miss Wikinson -

Este blog se ha convertido
en un tremendo descoco, pues, sin falda y a lo loco,
de su madre se ha salido.

Yo , mi mente descoloco
después de lo que he leído,
pues me siento pervertido,
(y eso que he leído poco.)

Por ser mi amigo querido,
a Mariano no lo toco,
pero el resto se ha excedido
en sacar del pavo moco,
y los huevos de su nido.

Mariano Estrada -

Queridos compañeros:

Tras amainar la tormenta desatada en la mañana de ayer, parece que las aguas se han calmado y han vuelto a su curso. No sabéis el peso que se me ha quitado de encima y lo descansado que quedo. Bueno, descansado es un decir porque, aclaradas ciertas dudas que pendían sobre mi acongojada cabeza como espada de Damocles, lo he ido a celebrar al Montiboli, hotel de 5 estrellas sin contar la que llevaba conmigo, que es estrella y rosa. Rosa del alba y del anochecer. Rosa de la vida ¡Qué queréis! A mí me encanta el pecado de la carne, me encantan las fantásticas figuras que, a partir de un poco de agua, unos granos de sal y unas ambostas de imaginación, pueden ser realizadas en barro elemental. Después de todo, ¿no es ése nuestro elemento constitutivo?

No esperéis, en cambio, que os cuente los detalles de la contienda. Sólo os diré que aquel sabor agridulce, derivado de un penalti inexistente, ha sido relegado al olvido. Más aún: declaro ante los me quieran oír, que a la salida del hotel me encontraba anímicamente repuesto, profundamente reinsertado en la vida y plenamente reconciliado con el mundo.

Un abrazo

POSTAMATORIO

Tras este evento divino,
que multiplicadas generaciones
han llamado pecado,
¿qué otra cosa cabe
sino hundirnos
en la plenitud del silencio?

Nuestros brazos abarcan la ternura
y un puñado de carne
que, serenamente, reposa.

Así, en esta forma exacta
en que fue concebida la inocencia,
yo bendigo al amor
y a las generaciones ingentes del pecado.

¿Quién no haría otro tanto
sabiendo que es amado sin piedad
y viendo que es culpable
de este craso delito?


Del libro “Azumbres de la noche”

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios
Blog http://paisajes.blogcindario.com

Isidro Cicero -

(Algunos descuidos por mi parte y otros motivos mecánicos que hacen el texto ininteligible, me obligan a repetirlo, después de pediros disculpas a todos los lectores y muy especialmente a Pedro Sánchez).

LA VENDEDORA DE GLOBOS 27. PEDRO (4)

Sí, hubo once mil vírgenes del camino, Enrique. Para los de León - ciudad y proximidades - sus vírgenes se prolongarán a lo largo de la vida. Cuando se salían, bajaban del autobús, con las maletucas, y allí estaban esperándoles los que se habían salido antes. Muchas veces con el señor Andrés, el padre de los corteses, a la cabeza, nos lo han contado. Se echaban novia, si es que no la tenían ya, y salían en pandilla juntos, coincidían en las milis, se invitaban a las bodas, muchas veces se apadrinaban entre sí, se invitaban a los bautizos, a las comuniones, a las bodas de los hijos, de las hijas y, no quiero mentarlo, no, no, no, pero se acompañarán también los unos en los últimos viajes de los otros.


Las vírgenes del camino de estos chicos de León se alargaron realmente en el tiempo real. Las de Javier del Vigo y las mías no. Lo hemos hablado. Sólo se han prolongado a través de nuestras existencias virtualmente, de aquella manera. Con toda la potente realidad que contiene lo virtual, que es mucha, sí, pero es virtual al fin y al cabo. Siendo tan jóvenes y tan fuertes como cualquiera, salíamos con las maletucas solos, desnudos, derrotados, casi como el viejo emperador, vencido por la vida, cuando salió del mar Cantábrico a la playa de Laredo, os lo conté el otro día. Cuando se arrodilló llorando en la arena, pidiendo auxilio a la tierra, diosa buena, que a cualquiera acoge.

¿Por qué digo esto? Digo todo esto porque ayer celebramos aquí la boda de mi hijo pequeño Bruno, el filosofín. Maravillosa boda, a pesar de la puta lluvia. Si hubiéramos sido leoneses, queridos amigos reales y a la vez virtuales, recobrados eso sí de las sombras, seguramente nos habríais acompañado; pero no siéndolo, ni me atreví a anunciaros este acontecimiento, ni a pasaros la invitación. Cuánto me hubiera gustado ser leonés. Esta vez también. En este mundo virtual en el que estamos y nos movemos, un amigo sabio que sí asistió a la boda me dijo que en la vida casi todo es virtual, os invito a que levantéis hoy una copa de lo que sea y brindéis para que a Bruno y a Asun les vaya lo mejor posible en la vida.

El globo de Pedro ha tardado en inflarse más de la cuenta, porque el que los infla no da abasto. No como el bueno de Cícero, ocupado solamente en observar las graciosas evoluciones de los esquilos y en fumar tabaco de pipa.

Las dos horas y media que estuve con Pedro me sirvieron para conocerlo mejor. El me preguntó: ¿Cómo me conocías hasta ahora? Y ahora ¿cómo me conoces? Yo le contesté: Espero que se aclare al final de estos ejercicios de redacción que llamamos globos.

Muchos sabréis, mis-que-ri-dos-a-pos-tó-li-cos-, que Pedro nació en Gijón. Pero quizá no sepáis que nació en el seno de una familia humilde, tradicional, católica y de derechas. No sabría yo decir si más católica y más de derechas que otras familias, pero sí sé deciros que Pedro hoy por hoy, no concibe que se sea humilde y de derechas, trabajador y de derechas. No lo concibe. “Mi padre era un sencillo fotógrafo que murió a los 49 años y me dejó huérfano con 6”, dice Pedro. “Murió de asma un asunto, que tú, Cícero, conoces bien”.

El padre de Pedro provenía de una familia gijonesa desahogada que no heredó nada de aquel desahogo. Los padres de Pedro pasaron los primeros años de matrimonio en Madrid. Allí nacieron sus dos hermanas mayores. Felipa, que murió hace mucho; María Pilar, que todavía vive y tiene 91 años; Carlos, que murió en la Guerra Civil, en el río Cinca, a los 19 años.
Vivían en Madrid, como os he dicho. Para los asmáticos del norte, Madrid o León son como ventolines, ya digo. Pero la gente del norte despreciamos el sentido común y no descansamos hasta que no volvemos, si lo sabré yo. Los abuelos de Pedro, a quienes prácticamente no conoció, tiraban de ellos para Gijón. No callaban. Que se volvieran, que querían tener cerca de los tres nietines. El regreso para el fotógrafo asmático fue fatal. “Yo creo que le causó la muerte a mi padre, porque mientras estaba en Madrid, el asma no le molestaba, pero en cuanto llegaba a Gijón lo pasaba muy mal, no podía respirar”.

También la madre estuvo algo enferma y entre una cosa y otra, la venida de Pedro al mundo se produjo siete años después de la de Carlos, y tuvo lugar ya en Gijón. Poco después vino la hermana menor, Pastorela, qué nombre más bello. Pastorela murió después de dar a luz a su primera hija, la sobrina de Pedro que vive en Bilbao.

Una de las cosas que más ha echado en falta Pedro a lo largo de su vida es haber podido disfrutar un poco más de su padre, aquel excelente asturiano a quien tanto le costaba subir las escaleras de la buhardilla en Gijón, que le sentaba en las rodillas para cantarle canciones que todavía recuerda. Había una que todavía hoy le resuena a Pedro en los oídos.


En el campo nacen flores
y en el mar nacen corales.

El padre de Pedro ganó en Madrid varios premios de fotografía. Hará cincuenta años sobre poco más o menos que los periódicos de Gijón recordaron al fotógrafo Sánchez y se hicieron eco de estos premios que digo.
El padre de Pedro murió el año 1931, poco después de llegar la República. Él era muy patriota y muy monárquico, según le han contado siempre a Pedro en casa. La canción que cree Pedro recordar, a través de un eco que le llega desde de setenta y pico años atrás terminaba diciendo que

en mi corazón (nacen) amores
y en el tuyo falsedades.


Con cinco hijos huérfanos, la mayor tenía sólo 16 años, la madre de Pedro se armó de coraje y abrió una pequeña peluquería de señoras en la propia vivienda. Un bajo. Al bajo se trasladó toda la familia. En el bajo trabajaban la madre y las dos hermanas mayores de Pedro. Y como la madre se llamaba Ramonina, la Peluquería se llamó también Peluquería Ramonina.

La madre de Pedro había nacido circunstancialmente en Cuba, el abuelo de Pedro era marino. Tenían una posición desahogada. Ahora bien, el abuelo de Pedro murió en el ejercicio de sus funciones como práctico del Puerto de Gijón. Y como entonces no había Seguridad Social, ni por consiguiente, derecho a pensión, la familia vino a menos. Con motivo de la muerte del padre, Pedro comenzó a asistir a la Academia Hispano Americana de don Florentino Soria. Su hermano Carlos ya iba a esa academia y don Florentino admitió también a Pedro gratuitamente.

Cuando la Revolución de Octubre del año 1934, Pedro tenía menos de 10 años. Recuerda pocas cosas. Sólo un barco de guerra de la Marina, que disparaba desde el mar, se supone que para rendir a los atrincherados en el Cerro de Santa Catalina, donde ahora está colocado el Elogio del Horizonte. Aquellos cañonazos, a aquella edad, metían mucho miedo.

Luego vino la guerra civil: Los que llamaban rojos eliminaron a gente que Pedro conocía. A Carlos, el hermano de Pedro, lo detuvieron porque estaba afiliado a un partido carlista o algo así. Pedro también tenía la ficha del mismo partido. Pedro iba a cumplir entonces 12 años. Una vez condujeron a Pedro a una “checa” para tomarle declaración, aunque al final le mandaron para casa sin declarar.

A Carlos lo metieron en la cárcel del Coto. Ramonina mandaba a Pedro a llevarle comida de casa a Carlos. El hambre era tan intensa... Pedro llevaba al Coto la torta de borona, sí, pero iba pellizcándole los bordes por el camino y cuando se la entregaba a Carlos, siete años mayor que él, al círculo le faltaba la circunferencia, por así decirlo. Carlos no le hablaba mucho, tenía poco que decirle a aquel chavalín de doce años aún no cumplidos. La madre sí que se expresaba: “Mi madre sufrió mucho con la detención de mi hermano. Podía pasar cualquier cosa”, recuerda Pedro.

Como Ramonina había nacido accidentalmente en Cuba, consiguió del Cónsul cubano, que les dieran un pasaporte para salir de España. Hay que tener en cuenta que los cinco hijos eran todos menores de edad y, por tanto, podían salir todos con la madre: “Mi madre lo hacía todo, creo yo, pensando principalmente en mi hermano, porque así lo sacaba de la cárcel”.

Pedro me explica cómo fue la salida de España: “Salimos de Gijón en una pequeña embarcación hasta alta mar, para subir allí en a un barco inglés cuyo nombre no recuerdo. Pero, después de todo, no conseguimos llegar al barco inglés. Creo que era demasiado tarde. Así que hubo que volver a tierra y mi hermano Carlos tuvo que quedarse otra vez en una comisaría. La angustia de mi madre era enorme, temiendo que al día siguiente no dejaran salir a Carlos. Sufrió terriblemente. Pero por fin salimos. Estuvimos en el barco inglés hasta las 8 de la mañana del día siguiente, que llegamos a San Juan de Luz. De la estancia en el barco sólo recuerdo que la comida que nos daban tenía muchos componentes dulces que nos parecían rarísimos”.

En cuanto pudieron, pasaron el puente internacional hacia Irún. En Fuenterrabía, estuvieron esperando un aval que les permitiera instalarse. Y en cuanto lo recibieron, se instalaron en San Sebastián. “Mi madre y mis hermanas trabajaron en una peluquería abandonada y yo de pinche en una fotografía. Se hacían muchas fotografías para los salvoconductos obligatorios para viajar. Yo ganaba 60 pesetas al mes”.
Al hermano de Pedro, le faltó tiempo para alistarse en el Tercio de Requetes. Cree Pedro que, efectivamente, fue el Oriamendi como yo le sugiero. Carlos debió de ser uno de los primeros que entraron en Gijón en el otoño del 37. Tenía 19 años cuando murió. Desapareció en el río Cinca. Su Tercio se disponía a cruzar el río. Desde más arriba, los republicanos decidieron soltar la presa y una montaña de agua se vino encima de los carlistas. La riada se llevó por delante todo lo que pasaba en aquel momento.

Desde el comienzo de la guerra todo se les venía abajo. “Estuvimos fuera de Gijón unos quince meses y a la vuelta Hacienda quiso cobrarnos los impuestos de ese tiempo. Era imposible. Eran tiempos de guerra. Era una ausencia obligada. Pero de nada le valían a mi madre las razones. Se imponía el embargo. Tuvo que levantar la Peluquería y cambiar de vivienda. ¿Cómo era posible que hicieran eso a una viuda con cinco hijos, que había entregado a la causa del Caudillo los anillos de oro de su boda y acababa de perder un hijo combatiendo por el mismo bando en la guerra?”

“A partir de ese momento, tanto mi madre como mi hermana mayor trabajaban en una peluquería por cuenta ajena para atender a toda la familia”. En la Academia Hispano Americana, a Pedro le ofrecieron ingresar en Corias. Vino un dominico, un promotor de vocaciones, a hablar con él y Pedro dijo que no. Luego, en contacto con Carlos, Fernando y José Manuel Soria, los hijos de don Florentino, se animó a ir a Corias. “No me preguntes por qué, Isidro”. Y continúa Pedro: “Durante mi estancia en la Escuela Apostólica, apenas podía aportar algo por mi estancia. Recuerdo que cuando iba a la Procuración a pedir alguna cosa, era cuando ya no tenía más remedio. Lo hacia con mucha timidez, porque sabía que no podía aportar nada. Bueno, tú sabes que yo soy tímido por naturaleza”.

Jose Miguel -

Queerido Luis, no recuerdo haber dicho nada del Zaragoza, pero si hay que desearle suerte, le deseo toda la del mundo. Zaragoza debe y tendrá equipo en primera, seguro.

Además, no sé si es porque todavía estoy dormido o porque no lo recuerdo, si eres de Zaragoza solo te diré que los maños, ya lo dice la jota, sois de las tres "h": humildes, honestos y honrados, y es más, muy buena gente. ¡Así como va a bajar a segunda,aupa el Zaragoza, man que perda!

Luis T Barbería -

Mariano y José Miguelm gracias por vuestros buenos deseos para el Zaragoza y felicidades por el Villareal.

Que me duermo... y mañana es día de Escuelas.

Me despido como cuando era pequeño: Hasta mañana, si Dios quiere.

Mariano Estrada -

Creo que he dicho mal, creo que "cozar" o "cozarse" era restregarse los ojos con el puño, cuando te picaban o te lloriqueaban.

Lo miraré en el diccionario de uso.

Hata manana

Mariano Estrada -

Hola, Javier: veo que te has puesto trascendente. No tanto como Vibot, pero casi. Yo también suelo ponerme, pero en este portillo se me saltan las risas.

Confirmo que el hallazgo de Luís Teódulo va por el camino acertado. En mi tierra también se llama "hozar" a esas actividades gamberras de los cerdos. Había quien decía "tozar", y hasta creo que incluso "cozar".

Es cuanto puedo decir en este punto.

Un abrazo

José Miguel -

Queerido Mariano, mañana será otro día, bueno el mismo que el que transcurre en este momento, porque son casi las tres de la mañana, es decir, que ya es lunes.

Solo he entrado para decirte a ti, Mariano, y a todos, claro, que el Villarreal ha ganado 2-0 , y que han hecho una fiesta de subcampeón increible, que me lo he pasado pipa y que he hecho algo nuevo en la vida que todavía no había hecho, ¡no, Mariano, no......a la Wilkinson, aunque no es por falta de ganas,- porque buena (che que vasto).Empiezo: porque linda, hermosa y atractiva está igual como una rosa en el mes de mayo (che que cursi) , ¡que está como un tren!, pero no la he visto en el Madrigal, allí he visto papelitos amarillos por doquier, y los dos goles a medias, porque no los han repetido.

Y lo que he hecho por primera vez no lo he contado, pues no es lo que muchos os imagináis, sino la ola, he conseguido yo solito mover a todos los del campo, me he levantado con tal fuerza que la ola se ha agarrado.

Bueno, veis como sois estupendos, bueno, los que hayais llegado al final del comentario. Otro día os contaré algo sobre Mariano y un servidor, me refiero a nuestra amistad, y algo muy importante para que no ocurra aquí.

Un abrazo a todos.

Mariano Estrada -

Querido amigos:

He visto el fútbol de la tele, no porque me interesara en exceso, sino porque quería fijarme en cómo tiraban otros los penalties. Pero no sé si hubo penalties porque yo me dormí. Y menos mal que los sueños no se ven, tal como se oyen los ronquidos. A ver cómo le hubiera explicado yo a Rosa mis correrías por el campo de la Romareda, persiguiendo a la Wikinson en calzoncillos. No me preguntéis porqué estaba yo en Zaragoza ni porqué perseguía a aquel ángel con alas y forma de mujer… Lástima que marcara el Madrid

-¡Inútiles! ¡Blandengues! ¡Señoritos! –gritaba un pelo blanco desde las gradas.

Era Luís Teódulo, a quien pude ver completamente excitado. Y es que es normal, a cualquier maño le duele que el Zaragoza baje a segunda. Me dolía hasta a mí… Sobre todo después del balonazo que me lanzaron a la cabeza y me volvió a la realidad. Desperté. Estaba delante de la tele. Hablaba Lendoiro. Había desaparecido la Wikinson, pero en mi mente había quedado la estela de un ángel que se desvanecía en el cielo, por encima de la Basílica del Pilar, mientras empataba el Zaragoza…

¿Hay alguien que interprete los sueños en este blog? Pues que ese alguien me diga: ¿Bajará el Zaragoza? ¿Qué tiene que ver con ello Luís Teódulo?

Un abrazo

Luis T Barberia -

Esto es lo que he encontrado, Javier. Me temo que no puedo ayudarte más.

hozar.

(Del lat. vulg. *fodiāre, cavar).


1. tr. Mover y levantar la tierra con el hocico. U. t. c. intr. Los cerdos hozan y gruñen.


Un abrazo

Mariano Estrada -

Querido Javier:

Autoridad moral, tricornios de charol… Sotana y tonsura, por una parte. Perigonio verde con triangulo de Tartaglia, por otra ¿El charol es una metáfora de la Guardia Civil? Pues claro, una metáfora de tres picos. Cuando juegan al fútbol no se les nota. El tricornio, digo. Porque se lo quitan, no como aquellos curas nuestros que se dejaban el hábito para esconder el balón. A los guardias que juegan con nosotros al fútbol, si nos hacen una entrada fea les llamamos cabrones. Y si se ponen gallitos les tocamos las bolas. Así que dile a tu Duque de Ahumada que se venga a jugar con nosotros ¿O ya ha muerto ese hombre? Pues que venga su representante en la tierra.

Por cierto, Javier, a ver si localizas a un fraile para que vaya a oficiar en Santiago de Pañalba. De lo contrario, a Chema se le jode el invento.

No le achaques al Trapi, sólo por lo que ha dado a entender, un posicionamiento a favor de los maledicentes. Él es de condición provocadora, a veces insinuada, a veces indefinida, a veces incomprensible o hiperrealista. Su enjuta naturaleza no le da para los grandes esfuerzos ¿No lo ves? A veces se tiene que clavar para impedir que la sustancia se le vuele. Yo creo que a mí me tiene fe, pero me pone a prueba. Eso sí, a ti te mira un poco de reojo, porque sabe que eres mi niño muy amado “en quien tengo todas mis complacencias”

En cuanto a Julio Correas, yo creo que ha estado en su sitio. A Julio y a mí nos une una risa floja que no nos la sabemos explicar. A él le gusta verme a escondidas, por eso no te llama cuando vamos a comer al Minarete. Está feo, pero él es el que paga. Con el dinero que les ganó a los Jesuitas.

Javier, es un gusto leerte. Y mucho más cuando sacas pecho por mí. Tú sabes que el vivo que está por nacer, es un muerto bien muerto. Pero me está trayendo problemas. Creo que Rosa va a ir al Montiboli a echarle un vistazo al registro de las pernoctaciones.
Y Teódulo tan tranquilo, viendo como se mea el Zaragoza por miedo a descender a segunda.

Un abrazo.

Pero, ¿cómo? Ha vuelto a entrar Javier del Vigo. También veo a Vibot. Voy a leerles.

Vibot -

El viernes pasé varias horas estupendas sentado junto a papi-Pedro, a quien le llevé un CD que me había traído Sarmiento y que estuvimos escuchando juntos.

En uno de sus cortes, salió la voz del P. Torrellas cantando como si el tiempo no hubiera pasado: "Pasión de nuestro Señor Jesucristo, según San Juan..." Me quedé sin resuello. Y así todo el extenso papel del cronista con las inflexiones inolvidables de su voz. Y la propia voz grave y hermosa de Pedro, haciendo de Jesús, y la joven y no muy timbrada ni afinada voz de Fray Carlos Olóriz -venido del estudiantado de Salamanca expresamente para ello-cantando el resto de papeles.

Y la estupenda Escolanía de aquel año, aterciopelada por el discretísimo y efectivo acompañamiento del Padre Uría, irrumpiendo imponente con los coros de Tomás Luis de Victoria cantados en español.

La sonrisa, la risa franca de Pedro, en el despacho parroquial de Vallecas, escuchando conmigo su voz de juventud, las siento ahora aún mucho más cercanas después de leer a Cícero, my smooth operator.

Fui a Vallecas para el estreno de "Hermanos de sangre", un musical dirigido por nuestro entrañable Joseluisalcalde y representado en el sótano de las dependencias de la paroquia.

Qué os voy a decir: contemplar, sentado junto a Pedro, un hermoso trabajo puesto en pie con cariño y cuidados detalles, ver al que fuera mi simpático y joven pedagogo, actuar y cantar con voz timbrada, sentir cómo el rescoldo del teatro ardía, gracias a Joseluis, en un grupo precioso de muchachos, que sin duda serán aún más amigos despues de compartir esta ilusión, me hizo volver a casa lleno de gratitud y de cariño.

Pedro, Joseluis, desde aquellas sesiones de grabación en el reverberante, amniótico Santuario de las magias, desde aquel Caleruega de setos de romero, rumor de abejas junto a los geranios, Don Quijote y los místicos modernos, Clunia y Fernando Soria haciendo un primer plano de mis manos entre sus doloridos ojos verdes, El Gran Teatro del mundo una noche inflamada en las escalinatas del rudo Torreón de los Guzmanes -también entonces Joseluis dirigió los corazones y los gentiles cuerpos quinceañeros (Soria siempre será "La Juventud"), Marcelino García Sal riendo a carcajadas en la sala de capas porque yo le buscaba las cosquillas, Pedro García Trapiello pintándome un cuadrito de alucinados óleos verdiazules... todos aquellos chicos que quisimos ser frailes y creímos en vosotros algun día...

Aquí estamos de nuevo.

Javier del Vigo -

¿Corrístete mucho, Mariano, ho?

Si ya digo yo... Con estos chicos no se puede! Ando “ojoplático”, esperando respuesta de Mariano, ya que no espero sobre mis ojos o mi cuerpo “maniobras profesionales” de Camilo, aquel que trabaja donde los demás "ocamos"(*)... (O debí poner “disfrutamos cuando el ocio”?)

Puse cena a hijos Mikel e Irune; cené incluso con ellos, antes de que su madre -santa como la que más-viniera a recoger nuestros polluelos a la puerta de mi eremitorio, sin tocarnos ni rozarnos parte alguna... Por dios, que somos personas de bien y el divorcio separó cuerpos y sentimientos!.

Así que ya estoy dispuesto para el sacrificio: mañana es lunes y yo aún no he llegado a la santidad del jubileo. A diferencia de otros!! La pregunta que sigue va dirigida a quienes aún trabajáis, a quienes seguís ganándoos el pan con el sudor de vuestra frente, no con el del de enfrente, como Josemari, por ejemplo... (Dios, si la envidia me fuera tiña...!)

¿En las noches de domingo, no habéis tenido nunca la sensación de ser reos convictos la noche anterior a la ejecución? ¿No os habéis sentido alguna vez William Earl Lynd, ese norteamericano de Georgia y de 53 años, a quien le han aplicado el miércoles pasado el castigo más ignominioso de los que un Estado, cualquier Estado administrador último de la vida o la muerte puede aplicar jamás?

Yo, las noches de los domingos, -queridas, queridos-, soy un William Earl Lynd cualquiera. Así que no me habléis de sexo ni me toquéis las pelotas... Uniros, simplemente, a mí en el dolor de que aún haya quien cree que quien a hierro mata, en la silla eléctrica debe morir, chamuscado igual que un pollo.

Dejo escrita una consideración y remato con un problema de florilegio estilístico (*).

La consideración: a una cierta distancia del texto sobre Pedro, ese hombre bueno que trasciende el tiempo y las geografías, escrito por Isidro y que leí al anochecer, me ratifico: Nuestro pasado es presente, lo tenemos ahí, felizmente, como una inmensa teta nutricia, como una ubre que nos va amamantando conforme necesitamos la leche que nos resocializa, a través del tiempo...

No tuvimos tu y yo, Isidro, la suerte del Grupo de León; hemos batallado en solitario, muchos años, como otros muchos exalumnos. Como los viejos corredores de fondo. Hasta que las nuevas tecnologías, ese grupo de León y nuestra voluntad han hecho que hoy podamos sentirnos todos un poco más producto de aquellas camadas, de una misma yeguada; somos el producto final de aquellos jóvenes que recibimos aquella educación en León; luego, la vida nos dispersó, pero con el recuerdo a cuestas. Un día, hace ya un año, el recuerdo volvió a iluminarse. Y lo estamos socializando, felizmente. Compartiéndolo con quienes tuvieron la responsabilidad de ser nuestros profesores-educadores-guías... Con los buenos y con los otros, también. Hoy ya hemos entrado en la senda de la normalización; nos parece tan normal que nos hablemos del ayer, de nuestro hoy...

Por un momento he pensado un mundo al revés, pero hermoso. Pedro, el confesor, confesándose con Isidro, el plumas; Isidro, que ha hecho el milagro de las letras y los panes de oro de Pedro, haciendo de sacerdote sentimental de Pedro... Fascinante el resultado! Gracias a ambos por el “producto” conseguido!

(*).- Sobre el florilegio estilístico: Con mi duda a cuestas sobre el verbo “ocar”, fuime a la RAE, por si ella me iluminaba. Desilusión profunda: RAE dice que la palabra ocar no está registrada en el DPD. Las que se muestran a continuación tienen una escritura cercana...” Y me enseña “ocal” y “tocarse”.

Me los tocaré! Ya que hubo un anuncio muy viejo que cantaba las delicias de las pastillas de “Ocal”. Recordais?

En todo caso, pido consulta a tanto conocedor profundo del idioma y sus vericuetos. ¿En qué zonas se usó este verbo –ocar- para designar la labor de destrozo de campos que hacían los cerdos cuando pastaban libres? Los destrozos que hacían los animales con su boca, sus dientes, su pico, incluso sus patas delanteras... por la zona de Burgos donde nací se designaba “ocar”. ¿ Por cuales más?

Más aún. “Ocar” de “huecar”? Hacer como las ocas? Iluminadme, por piedad!

Me voy, queridas y queridos a la espera del amanecer. Tres inyecciones letales acabaron con William Earl Lynd. Espero que en vuestro recuerdo unas rosas rojas saluden al lunes y al recuerdo de la brutalidad humana!

Andrés Martínez Trapiello -

¡Javierdelvigopalencia......?

Luis T Barbería -

Vengo derrotado de ver empatar al Zaragoza con el Madrid. Esta cuadrilla de guaperas del Zaragoza tienen más ocasiones que el mariscal pero no acaban de rematar la jugada. Y tú, Mariano, sí que rematas la jugada, a la vista está. Ellos, tan guapos, flirtean con el gol, se acercan, enamoran al portero, lo meten en la cama, lo acarician, pero cuando hay que mojarse, a tumba abierta sobre el pozo de la vida, ya ves tú, Mariano, les entra el canguelo y fallan.

Y tú no fallas, verdad Mariano? La Wiki dice que eres infalible, único, que la metes muy bien. La Wiki dice que te den el pichichi. La Wiki no sabe, inocente, qué es el pichichi, pero le suena bien.

Voy a proponerte, Mariano, a este Zaragoza flojeras de cantos de sirenas para que los instruyas de una puñetera vez y les enseñes con tu gracejo qué hay que hacer para armarla y luego dispararla con acierto. Que tengo ganas yo de verte hacer la jugada, de verte en el area, de dejarte de florituras y zarandajas e ir directo al asunto, de cara a la portería, tú tirándote a tumba abierta sobre la red de la vida y oir gritar al graderío: ¡Golll¡ ¡Goollll de Mariano¡

Julito, desde el corner, dirá: Joer, que ese no era Mariano.

Y Andrés, que es zorro viejo, exclamará otra vez: ¡Marianoooo…¡

Mariano Estrada -

Querido José Miguel:

Creo que voy a tener que cambiar de religión para que me sea permitido tener varias esposas. Esposas de carne y hueso, no de material carcelario, que no es precisamente acogedor.

Es cierto que el niño no es mío, pero las apariencias me condenan y la sociedad de los mortales me exige reparación ¿Injusto? ¿Y eso qué importa en una sociedad en la que las sentencias se tardan dos años en poner y luego no se cumplen y se quedan ahí, colgadas del vacío, criando moho y pelusa, esperando a Godot, formando ya una cola de 270.000 almas en pene? Dicho de otra forma, ¿qué hago yo con la Wikinson, la voy a dejar en la calle, perdida, sin rumbo y en el lodo? ¿Le permitirán regresar a la Abadía de Westminster, de donde nunca debió de haber salido, y menos estando acogollada como lechuga no cogida a su tiempo?

Consultaré con Isidro, quien, sabiendo tanto de los que se echan al monte, a lo mejor sabe también de los que han sido echados al de Venus por gente deshumanizada y desaprensiva, sabiendo como saben que ya no soy aquel Tarzán de los monos ni me puedo colgar demasiado de las lianas. Es cierto que quiero apechugar con lo que la suerte me ha puesto delante, pero los obstáculos son realmente insalvables. Con lo fácil que sería que a uno le permitieran casarse dos veces, tres, cuatro, cinco veces ¿No te casarías tú con la mujer de la foto, o sea la Wikinson de mis dulces amarguras? Pues yo también, amigo, pero ni la Iglesia lo permite ni mi mujer me deja.

¿Llamaré al Padre Pedro, mi antiguo educador y ahora sacerdote de la necesidad? ¿Entenderá que mi postura es la de atender a esta pobre que se encuentra en tan graves apuros y que, sin embargo tropieza de nuevo con las instituciones religiosas? ¿Sigue la Iglesia discriminando a la mujer de semejante forma? ¿En qué religión mandan ellas, que yo corro a apuntarme?

Posdata:

Le quiero decir al P. Pedro que estas cosas sólo las hago por amor. Las que tocan a la Wikinson, me refiero. Y que a él lo he involucrado con respeto. Y también con cariño.

Y a Isidro quiero decirle que sí, que brindaré con lo que sea para que Bruno y Asun encuentren muy buenos caminos en la vida.

Querido José Miguel: espero que el Villarreal haya marcado muchos goles. Pero que nadie haya marcado ninguno de penalti, por lo que le pueda pasar. Por cierto, la Wikinson se me ha despistado, ¿la has visto por allí? Parece que no puede vivir sin un balón cerca.

Un abrazo

Veo que han entrado Javivi y Luisín de Cariñena. Corro a leerlos

Luis T Barberia -

Tiene razón Andrés, que nuestros chicos ya levantan el vuelo. Y en http://photoamc.blogspot.com/ el Andrés pequeño pone fotografías muy hermosas.

Y que la travesía de Bruno y Asun tenga un largo y feliz recorrido. Y nosotros, amigo Cícero, que lo veamos. Un fuerte abrazo y enhorabuena.

Javier del Vigo -

Desenfrenaos, coño!

Estáis todos los que escribís más arriba desenfrenaos (“frenillo, frenete, freno”, adjetivo, como bonus bona bonum). ¿Dónde os quedó el frenillo, a ver? ¿No era un bien cultural a salvaguardar, in illo tempore? ¿Ya no tenéis cortapishas? (Pronunciad, por favor, la palabra anterior con un cierto tono silbante y libidinoso, para que os sintáis avergonzados, cual niño pillado en pecado) ¿En vuestros pueblos no hay autoridad moral ni tricornios de charol...?

Oh, señor! Si mi Duque de Ahumada levantara la cabeza, ibais a saber lo que era bajaros los humos, fanfarrones de boquilla -¡y las ganasss!- con una corrida –que no corrido- de unos cinco kilómetros. Y a la carrerilla!. Corrida sin parar; que el duque mismo y sus mesnadas de charol irían por detrás con varas de mimbre recién cortadas, para que nadie dejase la corrida antes de llegar a puerto, fuera éste Laredo o Tazones; juro que yo no vine en ninguna de las expediciones del flamenco Carlos de Gante a la Castilla del pendón. No. Yo llegué cuando mi señor don Carlos ya hubo llenado la corte de extranjeros, de bárbaras costumbres, flamencotes ellos y pechugonas ellas.

¿Pendón, dije? Uy, quien pillara una...!

Tantas preguntas retóricas se me ocurren que podría superarme a mi mismo en lo del Rey del Rollo Frito. Pero como debo ser humilde, confórmome con ser Gran Cabrón, de los montes de Alicante hasta el Hijedo de las fronteras de Cantabria, Burgos y Palencia. Poca cosa, como se verá!

“Asín” que digo: la culpa de todo esto la tiene Andrés Trapiello. En vez de contarme en su día –como le rogué- si en Villacil aún fabrican calostros, se me va por las ubres de Úbeda, el muy ladino. ¿...O es él el pendón...? ¿”Pendón” y “proa” tienen otros puntos de coincidencia además de empezar ambos por “p”?

Hay momentos en que oigo una voz que dice:

-“Sí, Javivi; ambos vocablos coinciden en la anatomía de don Andrés, el trasegador; y no precisamente trasegador de calostros de Villacil, no!”

¿Qué creéis que ha escrito hoy mismo, 11 de mayo, a la hora del ángelus nuestro Andrés? A ver, decirme!

Todo un alegato difamatorio. Sin derecho a presunción de nada. Puso: “¡Mariano.............!”. Y quedose tan pichi, el cabronzuelo. Le has dado a Mariano, Andrés, donde más le duele, en las pelotas.

Viendo que eras tu el primero en las entradillas de este portillo me dije:

-“Así me gusta: Andrés sale a cuerpo limpio en defensa de Mariano, que no le veo yo ya metiendo ciertos goles, a no ser que lo haga de boquilla!”

Pues no. Andrés, sin descomponer el rictus un ápice, ha condenado a Mariano a la difamación pública, sin torcer el gesto. Mariano, a los leones, con este simple gesto de Andrés. Sonó el “¡Mariano........!” -ese con una enormidad de puntos en suspensión- tal que cuando Nerón bajaba el pulgar en el Colloseo de Roma, para tomarse un prieto picudo mientras el gladiador supérstite clavaba la espada en mitad del corazón del vencido. “¡Vae, victis!”

Andrés dijo “¡Mariano.............!” y la opinión pública respondió: “Amén!. Fue Mariano quien lo hizo; quien metió el gol sobre el bombón!”

¿Cómo rectificar ya? Julito Correas vio la jugada y quiso anticiparse al gol mediático, declarándose reo; tarde, en mi opinión. Sabemos todos que Julio es portero; no portero con chorreras; ni tiene fábrica de profilácticos que paran estos goles que hacen bombos; no. Julio para; no mete, si no es por prescripción facultativa. Que entonces, a lo mejor...

Sucede que es pública y notoria la afición total de Mariano por las pelotas, por meterla...

En la duda metódica me ando. Justino hizo la foto. Andrés apuntó con su dedo acusica. Los demás, habéis vuelto al guirigay, José Miguel incluido. ¿Será que de la abundancia de ciertos actos hablan las teclas?

Había creído yo que encontrados por fin el conejo de la Loles y el cipote de Archidona, ya calmados y en santo matrimonio, nos hubiera entrado por fin la razón, la seriedad, la buena educación... Errado que andaba!

Aquí no entra la cordura ni así os amenacen con castramiento mientras dura... Me recluiré en mis habitaciones meditando sobre la levedad del ser y lo pendejos que os habeis hecho, al cabo del tiempo!

Desenfrenaos, coño!

Concluyo: Andrés Trapiello tiene la culpa de todo. Andrés, ¿en Villacil hubo alguna vez calostros?

Post data: Luego dirán de mi que cuando digo concluyo, apenas si empecé. Resulta que hilvané los párrafos anteriores, los sopié para pegar acá cuando me encuentro con este amplio movimiento.

Fundamentalmente, con Isidro y Pedro de nuevo. El alma se me ha esponjao al leer, por el mérito del escribidor y la humanidad del retratado.

Deseo, como tu, Isidro, que Bruno, el filósofo, encuentre la felicidad en su matrimonio. Que le imprima caracter, incluso; que bastante puta es la vida.

Y que sepais, Pedro, Isidro, Andrés, Luis... que es gloria bendita haber compartido algunos retazos de mi vida con vosotros. Y seguir compartiéndola, al cabo del tiempo, aunque sea a través de nuestros escritos.

Ya estoy seguro de que el ayer nunca desaparece del todo; deja marcas, cicatrices, aureolas...

Os sigo queriendo.

Pero eso sí, la culpa de la mala reputación de Mariano la tiene Andrés. lo sigo creyendo!

José Mª Cortés Aranaz -

Amigo Isidro, querido amigo.

Con lo primero que he encontrado en el frigo, una botella de TRINA de limón sin burbujas, brindo por tus hijos Bruno y Asun.

Asun, Bruno, en el recuerdo de Isidro Cícero y en el cariño que siento por él, os deseo todo lo bueno que yo quiero para mis hijos.

Un abrazo y mi cariño para tan querida familia.

Luis T. Barbería -

Me has de reconocer, Cícero, que yo contigo tengo un sexto sentido.

Llegaba de mi corral, de ver cómo las parras y las plantas, después de estas últimas lluvias, crecían con avaricia y, apenas encendido el ordenador, me ha venido un aroma exótico y fulgurante.

Por la ventana de la Wikinson- qué extraño si la miss lleva otros perfumes más libidinosos- me llegaba a mí el aroma.

Nos parece que nuestros padres no han de tener su propia historia; como si ellos no hubieran sido pequeños alguna vez y tuvieran que recibir el amparo de sus madres y de sus hermanos.

Como siempre los pensamos como padres nuestros, nos es difícil imaginarlos a ellos de otra manera.

Y mira por donde ese retrato tan entrañable del Pedro pequeño y de su familia lo hace todavía mucho más cercano. Cuando yo vuelva a ver a Pedro, ya no sólo veré el fraile, el padre que únicamente vi en tantos años. Ahora ya sé y me vendrán a la cabeza todas esas historias tan humanas y entrañables. Y podré quererlo aún más y abrazarlo ya sin fisuras ni misterios sin conocer.

Andrés Martínez Trapiello -

¡Otro Globo más, Cícero!

Con tu relato, he ampliado un poco más mis conocimientos de Pedro. Me faltaban, me faltan muchos datos.

Anda, Cícero, un hijo mío metido en dejar constancia con imágenes de la sociedad de “Los Madriles”. Y reivindica permanentemente el fotoperiodismo.
Coincido con él en esa expresión que hemos oído y leído tantas veces: “Una imagen vale más que mil palabras”; aunque le añado que “depende de quien ponga las letras”.

Tengo que decirle a mi hijo Andrés –otro Andrés, Luis Barbería- que entre y lea en el relato de Cícero, que el padre de Pedro anduvo retratando también aquella ciudad de los años treinta.
Andrés, como su padre, conoce y aprecia a Pedro. Creo que le gustará.

Un ampleado del Montiboli -

Señor Estrada:
¿Quiere usted que le reserve una habitación en el hotel? Perdone que me entrometa, pero a lo mejor no quiere usted llevar a esa Wikinson a su casa. Sólo pretendo ofrecerle un servicio.

José Miguel -

Queridos antiguos alumnos y amigos de Mariano,bueno o compañeros antiguos de León, el Gensana de la Vila, que yo lo conozco poco, pero él no ha sido, he sido yo, bueno, yo tampoco, porque nací tres días antes que él y él juega al fútbol, y yo al tenis, ¡como nos va a quedar fuerzas para afeitarse con una Wilkinson! Lo hacemos con una Gillette de tres hojas, porque de la primera la pasasmos, pero las dos últimas, no. ¡Jobar! ¿Qué dices Tip de Engra? Y yo que sé, a mi me hacen gracia estos comentarios y pa dentro voy, queria defender a mi amigo Mariao ¿pero de qué, que él no lo sabe hacer mejor? En este caso no, porque yo soy mayor y tengo más movimiento que él en todo el cuerpo ¿por qué será Mariano? Sí, por eso, pero ni por eso, tú a la comtemplación y yo a escuchar el mirlo.

¡Ché me voy a e-bay, que me quitan una postal del Dúo, y luego a Villarreal a verlo contra el español, que pa eso me han invitao!

No sé lo que eh dicho, pero mira, hoy tenía ganas de hablar y decir: ¡qué Mariano, tira muy mal los penaltys, es mejor defensor de sus amigos!

Un abrazo

Mariano Estrada -

¿Quién osa testificar en anónimo? Me da a mí en las narices que aquí hay gato encerrado y que el testículo de cargo viene de parte interesada. Cual sea esa parte ya es harina de otro juicio. En éste no vale manometer y largarse por la puerta del forro. No hay que tirar a Lapiedra y esconder lo que llevabas en la mano. Quien así procede, declara su procedencia de Santander, y allí al bogavante se le llama sardina. Coño.

Con todas mis reservas, un abrazo

Mariano Estrada -

Gracias por el cable, Julito, pero no sé si es conveniente que desveles nuestros arroces. Hasta ahora, los compañeros sólo tenían en libertad vigilada mis movimientos con Andrés y Javivi, pero sabían que, con el portero Julio Correas, ni hubo lugar para los penalties ni las anémonas tuvieron ocasión de florecer. Todo el mundo sabe que estuvimos en tu hornacina de San Marcos, pero saben también que estaba con nosotros Isidro Cicero. Cierto es que estaba también Javivi, lo cual puede dar a entender que Javivi y yo sólo éramos una tapadera para lo tuyo con Isidro ¿Tú crees que Isidro es de los que se echan al monte? Yo lo veo más bien un poco Vindio. Claro que también es muy Cariñoso…

En todo caso, es cierto que la Wikinson, en el Minarete, no dejó que se le pasara el arroz, del que comió a mansalva y con desenfreno. Y no es menos verdad que se tragó un bogavante de envergadura, y que lo hizo con una fruición estremecedora. Con bigotes y todo.

Yo no tuve más remedio que dorarle la píldora, que ella no se tomó, e intentar con mi mano que no se le notaran tanto los desafueros. No obstante, parece que no lo conseguí, pero eso es porque han trucado la foto. De hecho, cuando me hicieron esa foto, yo acababa de comer con Justino, en Valderas, no contigo y la Wikinson en Villajoyosa.

Oye, Julio, ¿y cómo es que no me enteré de tus tejemanejes con la susodicha, siendo que estaba yo omnipresente? ¿O acaso me disteis un lingotazo de adormidera? Me da la impresión de que aquí hay aún mucho bacalao que cortar…

Pero te creo, te creo, conozco tu filiación y tu procedencia. Un día estuve en tu casa del Parque de las Avenidas, con Zamanillo, tu padre nos tocó el piano, coincidimos en un Club de alterne, pero cultural, te tengo por persona de bien, sé que se te puede tirar un penalti sin peligro de que te quedes embarazado…

Por cierto, que tú cantabas muy bien, hasta el punto de grabar cinco discos ¿Cantabas igual en la portería? Si es así, retiro lo dicho. Y añado, para público conocimiento, que tienes tanto peligro como Miguel Bosé.

Un abrazo

Testigo de cargo -

A ver, Señorías, haya orden.

Aquí lo que pasa es lo que pasa siempre: que el acusado se quita las pulgas de encima. Eso ya se sabe, entra dentro del guión. Sólo faltaría que a las primeras de cambio los acusados empezaran por reconocer sus culpas.

Habrá que tener un careo, digo yo, entre la denunciante y el acusado. Y que cada palo aguante su vela. No sé va a ir D. Mariano de rositas a las primeras de cambio. Habrá que escuchar a las partes, digo yo. Y luego que el tribunal dictamine

Haya justicia, señores.

Mariano Estrada -

Que no, Andrés, que yo ya no tiro los penalties, que cada vez que la toco me la quito de encima, que cuando acabo el partido soy un hombre a recomponer, completamente descoyuntado. A estas alturas de la película, a mí me va más la contemplación de los atardeceres y el lirismo inocente de las flores, las del campo, las que ofrecen su polen a las abejas y sus pétalos a la sutilidad inconsútil de las mariposas.

Que no, que no, que, sin ser aún el que será, ya no soy el que fui, que los toques de filigrana son una pica en el recuerdo, que la gracilidad es tristemente ida y la soltura que tengo en ocasiones tiene su origen en los entornos del vientre.

Que no, Andrés, que mi fútbol de ahora tiene las alegorías desconectadas y, en todo caso, más que en la barriga de esa tal Wikinson, están en conexión con Manolo, el del Bombo. No sé si estás en lo que te meto.

Puedes seguir invitándome a café y llevándome por las oscuras callejas de León en las dulces primeras horas de la noche. Por cierto, has de saber que lo mío con Javier del Vigo en el hotel AC no pasó de ser un pernoctamiento puro.

Un abrazo

Julio Correas -

Ah, no. Eso sí que no!!!
Yo salgo a la palestra a defender a mi amigo el Ruso Estrada.

Primero : Mis Wiki está como "un queso". Ya quisiera mi amigo Estrada haber deambulado con ella por el Hotel Montiboli, habitación 69.
Segundo : Mariano es centrocampista, no es extremo, ni mete goles sin ton ni son.
Y tercero y definitivo : Ya lo dije en el portillo del confesonario, pero no salió. Mariano estaba conmigo comiendo arroz en el Minarete, la Wiki se comió tres paellas, dos arroces con calamares en su tinta, dos platos de arroz a banda, un arroz a la catalana y tres platos de arroz con bogavante y almejas...
de ahí la barriguita, ¿entendéis?

Si ahora la muy barriguda le quiere sacar los cuartos, aunque sean los traseros, al pobre Ruso Mariano, se las tendrá que ver conmigo.
Yo con mucho gusto me las veré con ella.

Por último he de deciros que el mejor especialista en penaltis soy yo. EL PENALTI ES MIO.

Mariano.... aguanta!!!

Julio Correas "el portero"

Andrés Martínez Trapiello -

¡Mariano.............!