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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

GRACIAS A TODOS

GRACIAS A TODOS

que nos envía Alberto Gago.

 


 

Bondadoso y querido Josemari:

Como no soy habitual "bloguero", y sí un torpe informático, no recuerdo cómo se hacían los aportes al Blog, así que te adjunto por correo normal, aparte de esta foto con mi hermano, por si te sirve de utilidad, la semblanza que el P. Salus, su Prior y Prior de San Pablo-San Gregorio de Valladolid, hace de él, y que creo saldrá como prólogo de su libro póstumo: "GRACIAS, la última palabra". Será sobre marzo, editado por Narcea. Puede que algún "ex" desee acercarse al conocimiento y la pluma del P. Gago y lo adquiera. Sirva esto de... "propaganda".
Deseo agradecer y abrazar a cuantos desde el Blog o por correo, me han acercado su abrazo de condolencia y su afecto. No omitiré ninguno:

OSCARÍN: He sentido el fraternal abrazo que me enviaste. No lo dudes, alma de Dios.
FR. JAVIER ESPINOSA: Para ti -dices- fue un ejemplo. Para tantos, para mí, también. Gracias por tu entrañable cariño y tu "certeza del Cielo", Javi.
FR. IRAIZOZ: José Luis acabó su "misión" aquí. Tú has de continuarla enla selva de Perú. Mil gracias, "grandote".
RAMÓN HDEZ: No te recuerdo. Pero mi gratitud a ti también se extiende. Subrayo tu valoración: ¡ay si a mi hermano le hubieran concedido la portavocía de la CEE...! Algunas veces los obispos, fallan. Pero todo es Voluntad de Dios. ¿No crees?
SANTIAGO RDGUEZ: Siempre has manifestado un recuerdo agradecido y cariñoso en el Blog, a tu aquel "joven pedagogo merinero". Tu afecto piadoso se te reconoce. ¡Gracias!
CARLINES BAÑUGUES: ¡Qué te voy a decir después de la extensa charla desde el hospital, Carlos de mi alma!. No dudes que desde el Cielo nos ayudará, porque allí quería estar, y está. No olvides su intercesión en tus tribulaciones. Te quiero y ¡ánimo!.
LUIS HEREDIA: Luisín, con todo mi cariño, te corrijo. No digas "donde esté"; díme: "donde está". He/hemos visto morir a un santo y los santos están en el Cielo. Tú lo sabes bien, Luis. Gracias por tu consuelo telefónico, y el escrito.
JOSÉ IGNACIO: Mi hermano amaba y leía en sus "largas noches", poesía. Bella forma, pues, de consolar la tuya. Sí, de "blanco dominicano" estaba...  ¿Lo digo?; sí, lo digo: ¡precioso!. ¡Si era su "Dies natalis", José Ignacio!
SAN JOSÉ: "De bien nacidos es ser agradecidos". A tí te pertenece este dicho también. Cuanto más grande más bondadoso, compañero.
JAVI DEL VIGO: Cierto, Javi, que es doloroso el trance y gran dolor se siente en el alma. Pero prima lo que él nos pedía: "No lloréis... ¡Gozo y alegría!". "Cantaré los villancicos esta Navidad en el Cielo". Con esta Fe, el dolor de la muerte, se transforma en felicidad escatológica; que no "lógica".
ITURGAIZ: Cuánto colaboraron y trabajaron juntos mi hermano y tu tío Domingo... Gracias por tu recuerdo, Domingo.
J.L. ALCALDE: Agradezco tu afecto, "besucón" dominicano.
JESÚS HERRERO: ¡Palentino de la Plaza de León!. Claro que le conociste y le trataste en S. Pablo con Fr. Benigno, de apostólicos.
No sé donde paras, pero te me has acercado con este acontecimiento. Creo recordar que eras un aficionado lector. Te recominedo compres su libro póstumo cuando salga, Jesús. ¿Qué es de tu hermano José Luis?. Recibe mi abrazo cordial (Cor/cordis:corazón).
P. PEDRO: Tienes razón, Pedro. Fue todo un "predicador", como corresponde a un buen dominico. Pero porque también practicaba en sus noches, el "comtemplata". El "aliis tradere" es la consecuencia, ¿no?. Gracias por tu benevolencia de siempre - y ahora-, conmigo.
CARLOS TEJO: Mi agradecimiento a tu clemente consuelo, buen hermano. Sobre todo, por tu oración. Esas sí han llegado al Cielo. Allí se habrán vuelto a abrazar dos dominicos de la radio, conocidos: tu hermano y el mío.
J. CIRAUQUI: ¡Vaya si llevaba en su corazón Pamplona! Como dato te diré, que de todos los premios concedidos (Ondas, Bravo, etc.), el único que guardaba en su celda era el sencillo "molino" de madera que le concedió la Diputación Foral, en homenaje por el Festival de Villancicos Nuevos, que le dieron en el Gayarre. Mi abrazo agradecido a tí, Cirauqui.
F.JAVIER NOBEL: Creo que no coincidimos y por tanto, no caigo quien eres, pero agradezco tus condolencias. ¡Bravo por la música! Mi hermano la llevaba en los genes. ¡Gracias!
ENRIQUE FRADE: Correspondo desde aquí a tu agradable pésame. Encomendémonos a Fr. José Luis Gago. Hazme caso, Enrique. ¡Hazme caso!

Y a quienes no "nos" (familia y Orden)  han patentizado sus condolencias, también mi abrazo, pues quizá no conocían, -no su fama mundana o su obra-, sino sobre todo su honda y humilde personalidad humana y dominicana. 

Alberto Gago.

 


La voz nítida y veloz que animó tantas horas de radio en la COPE, Radio Nacional y Televisión Española, tratando de llevar a Dios en las ondas, nos dio su adiós definitivamente el sábado 22 de diciembre, a las 19,00. Le acompañaban algunos hermanos de comunidad y su hermana Margarita. Se apagó suavemente, pero viviendo con entereza los momentos finales de su vida.

Los que le hemos conocido y tratado de cerca, sentimos una gran tristeza por un doble motivo: porque se ha ido un hombre bondadoso que deja un poso de paz y serenidad entre nosotros, y tristeza también, porque sus últimos meses entre nosotros estuvieron intercalados de un dolor  que no siempre pudimos aliviar, aunque lo intentáramos de todas las formas.  Es verdad que su paciencia y su humor suavizaron esos momentos, tratando de evitar molestias a los demás y esforzándose en sobrellevar todo con naturalidad y sacrificio. Su familia, nuestra comunidad  y cuantos amigos habéis seguido de cerca la evolución de su salud, nos sentimos hoy un poco huérfanos al quedarnos sin alguien dinámico, alegre con su punto de ironía, buen religioso y una persona equilibrada, que supo combinar sus múltiples actividades con un acento religioso que quiso dejar patente en todo, aunque siempre desde la discreción.

 

Fr. José Luis Gago nació en Palencia, el cuatro de julio de 1934. Sus padres, Ángel y Eugenia, tuvieron cuatro hijos. Angelines, fallecida hace siete años, José Luis, Margarita y Jesús Alberto. Sus primeros pasos en la familia dominicana los dio en Corias (Asturias) donde cursó el bachillerato. Posteriormente estudió la filosofía  en Cantabria y la teología en Salamanca, donde obtuvo el grado de Licencia. Como remate de todo ese curriculum religioso, el año 1964 se licenció en periodismo  en la Universidad de Navarra.

Persona responsable, con un carácter alegre y dinámico, en su actividad siempre mantuvo estrecha relación con el mundo de la radio. Esa fue su segunda vocación y en ella puso todo el empeño por realizar una labor digna, alejada de sectarismos y proclive siempre al encuentro y al diálogo. Era su pasión, y para ello se valió de una pluma ágil y una capacidad grande para plasmar, con suma facilidad, cuantas ideas llegaban a su mente.

 

En 1964 comienza a afianzarse su labor en las ondas dirigiendo la emisora de Radio Popular en Pamplona. El año 1970 es destinado al convento de San Pablo de Valladolid. De nuevo, la radio fue una de sus labores preferenciales dirigiendo Radio Popular en esta ciudad.

 

El año 1975 es destinado al convento de Santo Domingo el Real, de Madrid. Es en Madrid donde pasó la mayor parte del tiempo, dedicado de lleno a la evangelización a través de las ondas. Allí desempeñó diversos cargos, relacionados todos con los Medios de Comunicación Social: consultor del Secretariado Nacional de la Conferencia Episcopal Española de MCS - Consejero de Radio Popular - Profesor de la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid - Director de programas religiosos de la COPE. Fruto de esa labor fueron varios libros, donde recogió sus aportaciones diarias, con el título de “Miniaturas”. En Madrid fue también miembro de la Comisión mixta TVE- Conferencia Episcopal Española de MCS.

Director General de la cadena COPE, de 1980 a 1983, etapa en la que esta emisora comenzó a levantar el vuelo y convertirse en una emisora reconocida y valorada a nivel nacional. Su rostro adquirió popularidad al dirigir el programa religioso “Pueblo de Dios” en Televisión Española.

No podemos menos de recordar que, en todos esos años, no dejó nunca de dirigir una pequeña revista: “Amigos de Fray Martín” con la que quiso extender la devoción a este santo dominico y a cuya canonización dedicó su entusiasmo y muchas horas de esfuerzo. San Martín de Porres, ocupó un lugar especial en su vida, y creo un deber dejar constancia de ello, por lo que Fray Escoba significó para él.

 

 

Todas estas labores no le impidieron mantener una actividad pastoral directa, atendiendo a muchas personas que acudían a él solicitando consejo y ayuda. Aquí, como en su trabajo profesional, dejó patente una bondad, delicadeza y comprensión de trato que le convirtieron en un amigo de todos y a quien todo el mundo supo valorar como un buen profesional y una persona eminentemente bondadosa.

 

El año 2002 fue destinado a este convento de San Pablo. En 2005 fue elegido Prior de la comunidad. Como remate de sus muchas actividades, se le encargó de la restauración de la Cueva de Santo Domingo, en Segovia. Allí realizó una labor esmerada, adecentando los accesos y restaurando la famosa imagen de Santo Domingo, obra de Sebastián del Almoacid, así como la capilla barroca centro de ese lugar dominicano. Cuando la enfermedad estaba haciendo mella en su cuerpo todavía tuvo la entereza de ánimo para trasladarse hasta Segovia y examinar las obras de restauración.

 

Un mieloma múltiple, detectado  en marzo de 2008, fue el origen del deterioro de su columna y los fuertes dolores que le acometían con frecuencia. Muy consciente de su situación terminal no dudó en decirle a su hermano Alberto, que estas navidades los villancicos los cantaría en el Cielo. Con la misma entereza, nos comunicó a su hermana Margarita y algunos más cercanos a él, su rechazo de un tratamiento de diálisis que contrarrestara los efectos de su insuficiencia renal y prolongara por algún tiempo su vida.

 

Hoy no nos toca cantar las alabanzas de una persona entrañable, delicada, trabajadora y amante de la Orden; un buen hermano, tanto para la familia como para nosotros, sus hermanos de comunidad. Nos toca reconocer todo lo bueno que ha sabido realizar entre nosotros y, por ello, dar gracias a Dios de haber podido convivir, disfrutar y haber compartido la misma fe, en este trecho del camino dominicano, con él. Dios premie su bondad y su anhelo por dejar entrar a Cristo en las ondas. Que él, desde esa inmersión en la eternidad, donde ahora sigue viviendo, pueda apoyar nuestro caminar por esta tierra con el deseo de ser continuadores de su labor en favor del evangelio y los hombres.

Fr. Salus

Prior del convento de San Pablo de Valladolid.

 

 

 

Para después de la comunión.

Fr. José Luis Gago solía pasar muchas noches en vela en su celda. En esas horas de soledad y silencio, acostumbraba a escuchar “Radio Clásica”, buscando en ello una distracción y el olvido de sus dolores. Un modo de saber cómo había pasado la noche era preguntarle cuánta música había disfrutado tratando de calmar su malestar. Esa música, su pasión reservada, definió entre nosotros un aspecto comunitario de animación litúrgica: buen cantor, buen organista, buen director de coro. Siguiendo su deseo, vamos a escuchar una obra sencilla y breve, el “Pie Jesu” de Lloyd Weber. La obra que este inglés compuso en la muerte de su padre en 1982, pide el descanso para quien nos ha dejado. Es lo que pedimos al Señor al escucharla: “Pie Jesu, dona ei réquiem aeternam”. Jesús piadoso, concédele el descanso eterno.

 

 

3 comentarios

Javier Cirauqui -

Alberto, recuerdo perfectamente los festivales de Villancicos, que se celebraban en el Anaitusuna y que tenían una gran fama. A raiz de aquello en Burlada celebrábamos tambien otro festival que duró, hasta hace muy poco. Al de Pamplona venían figuras como Victor Manuel y algún otro. Recuerdo a tu hermano en todos aquellos eventos y en las predicaciones para los jóvenes por las Ondas y en la Iglesia de Santiago de los Dominicos. Si él quería a Pamplona, en Pamplona también se le quería mucho. Un saludo con todo mi cariño. Javier.

santiago rodriguez -

Si mis datos no están alterados, creo que estuvo tambien en Roma, donde perteneció a la CORAL "Capilla Sistina"

Luis Heredia -

Hola Alberto, siento de veras que hayamos contactado después de tiempo por la pérdida de tu hermano.

Solamente quiero decirte que los del curso del 62 nos acordamos mucho de ti y que esperamos que vuelvas a participar como lo hiciste en los comienzos del blog. También te lo hubiera pedido tu hermano.

Me alegré mucho también por las noticias tan buenas y que tanto esperaba oir sobre los cambios por los que tantas horas de rezo dedicaste a que se hicieran realidad. Seguro que tu hermano seguirá en el empeño desde el Cielo en que perdure por siempre la unión que tanto ansiaste.

Un abrazo muy fuerte.