Blogia
Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

EL ESCAPARATE DONDE EXPONER NUESTRAS RELIQUIAS

EL ESCAPARATE DONDE EXPONER NUESTRAS RELIQUIAS

Así llama mi muy querido Carlos Tejo a este blog en el artículo que a continuación podéis leer. En él habla de uno de los nuestros, uno muy querido y siempre recordado, German Luis Torrellas Liébano, de la ilustre del 62, esa que anda un tanto silenciosa, y salvada por la la voz escrita de Luisito Heredia.

 


 

LA AVENTURA DE NEOCANTES

 

 

De cuando algunos de los nuestros empezaban (empezábamos) a volar solos, sin red, con la vida esperándonos en cada esquina, ofreciéndonos sueños y realidades.

 

LA COSA EMPIEZA ASÍ

No  hace mucho, estuve en Avilés en un funeral por el padre de un amigo de cuando le dábamos caña al remo y a la piragua. Al primero para que corriera más la piragua y a la piragua porque no había remo que la hiciera avanzar. Lo dicho, estuve en Avilés, en la Iglesia de San Nicolás de Bari y allí estaba el párroco José Antonio Montoto. ¡Dios! No puede ser, me dije, la asociación entre San Nicolás de Bari y Montoto me sonaba de haberla leído hace decenios, y me fui a mis fuentes: ASTURIAS SEMANAL

 

INTRODUCCION “PA SITUASE”

ASTURIAS SEMANAL fue una revista que comenzó su aventura en el verano de 1969. -Ahora es cuando nos situamos todos en donde estábamos en aquellos momentos-. El semanario fue un lujo para la libertad de expresión en aquellos años. Referencia del buen hacer periodístico para todo aquel que quisiera mojarse y no guardar la ropa. Capitaneaba esta nave Graciano García, quien, con el tiempo, crearía los Premios Príncipe de Asturias y sería hasta hace poco el mandamás de ese evento. Allí estaban, entre otros, como redactores y colaboradores unos jovencísimos Juan Cueto Alas, también Pedro de Silva C. Jovellanos, que llegaría a presidir el Gobierno asturiano, Jesús Villa Pastur un lujo de la critica artística plástica, el actual cronista Oficial de Ribadesella, el  periodista Lorenzo Cordero y un largo etc. de escritores, humoristas y fotógrafos que llegarían a ser referencia, casi siempre brillante, en esta zona del Pajares hacia el Cantábrico.

 

TODO ESTO ESTÁ MUY BIEN, PERO...AL GRANO

Pues eso, que esta revista, en el año 1973, y en día 17 de Noviembre, lleva en su portada una fotografía de 7 jóvenes y un título: LA AVENTURA DE NEOCANTES. No se puede decir, cuando hace 39 años la vi en el kiosco, que al instante conociera al de la barba, ya que los cuatros muchachos presumían de ella. Reconocí pocos segundos después, eso sí, a mi amigo de infancia en la Virgen, a Germán Luis Torrellas Liébana. Compré la revista, y la conservé hasta hoy; no sé si estaba esperando – la revista - a que José Mari pusiera este escaparate donde, cuando nos da la venada, exponemos nuestras reliquias.

Se anuncia en la revista “El Espíritu de la Colmena”, esa obra de arte de Víctor Erice, que se había hecho de forma brillante con el primer premio, Concha de Oro,  a la mejor película del Festival de San Sebastián. “Un toque de magia” escribió un crítico cinematográfico londinense..

Otro artículo a doble página hablaba del DRAMA DE LOS TRABAJADORES CON MÁS DE 40 AÑOS. Si, de verdad, estoy leyendo un artículo del año 1973.

YA NOS PERDEMOS DE NUEVO POR LOS CERROS DE ..

Vale, voy directo al artículo.

Ya dentro del ASTURIAS SEMANAL, con fotos de Ángel Ricardo y textos de Javier Aguirre, el titulo: “LA AVENTURA DE NEOCANTES” y varios subtítulos, Un grupo “folk” nacido en Avilés, -La “misa de la Juventud” de la parroquia de San Nicolás de Bari fue el punto de partida del grupo.-Acaban de sacar al mercado un “long play” con diez canciones.

Una extensa introducción  nos pone en situación:

Tiene usted razón, Umberto Eco, cuando habla de la “canción gastronómica”, la canción que se traga por los oídos y cuya degustación produce hasta el placer y el sopor de la buena mesa. Porque la canción de “Neocantes” es,exactamente lo contrario de su concepto: es algo auténtico y vivo, testimonial y fresco. Está lejos de ser un producto -hoy se dice así- de consumo.

Gracias a Dios, no nació en la mesa de un financiero este grupo; ni en la “sala de promociones” de una casa musical. Nació desnudo. Fue un día, en Avilés, y por alegría. Por comunicarse. Por compartir el pan de la palabra. Estaban en la sangre de estos muchachos los poetas de la mejor estirpe terrenal de nuestros versos: Celaya, el viejo Vasco de la voz terrible; León Felipe, antimito del caballero castellano; y la música tradicional asturiana: la voz de las piedras, de los valles, de los abuelos, de las noches de amor, de la siega, de los amaneceres. También del dolor. Estaban los poetas, como una voz cercana, y las gargantas de los siete de “Neocantes” eran jóvenes. Verá usted...

 

POR FIN, EL ARTICULO

En el principio eran un grupo de jóvenes que, parroquialmente, cantaban cada sábado, al atardecer, la “misa de la juventud” en la Iglesia avilesina de San Nicolas de Bari. El padre Montoto, José Antonio – de aquí, de esta línea me sonaba el nombre- los capitaneaba. ASTURIAS SEMANAL estuvo en una de aquellas misas y de su estilo joven y tremendamente actual dimos testimonio en nuestra revista – ese número no lo tengo, lástima-. También recordamos, claro, que a algunas personas les molestaba lo que ellas creían carácter “exclusivizante” de aquellas misas. Les molestaba que aquel pan de las manos del padre Montoto pudiera ser interpretado como una panacea de los chavales de dieciocho años...

Escribe Ceferino de Blas, el prematuro historiador del grupo, que aquellos tiempos “eran indeterminados, sin una idiosincrasia personal, en los que las canciones eran prestadas de los mejores poetas, de los éxitos de los grupos análogos y algún que otro pinito propio con cantos al amor, a la paz, a la amistad”.

 

SIETE MUCHACHOS JÓVENES

Estos son los “Neocantes”: Marisol, 19 años, casada, solista del grupo; Maria Amparo 21 años, profesora de piano, Mayte, 22 años, toca la guitarra y es licenciada en Ciencias Biológicas. Y, por supuesto, canta. Reinero, 20 años, estudiante de minas, toca la guitarra. German Torrellas, 22 años, toca la guitarra, es el bajo del grupo. José Armando, 22 años, estudiante de Medicina toca el contrabajo. Chema, 23 años, toca la guitarra, voz solista y compositor de algunas canciones.

 

ESTOS SON SUS PODERES

“Neocantes” se presentó, por primera vez, en la Casa de Cultura de Avilés el 28 de junio de 1970. Desde aquel punto de partida hasta ahora mismo han pasado tres años y pico de actividad, de superación. Gijón, Oviedo, Cáceres, Salamanca, Madrid...son sus escenarios habituales. Acuden a Televisión Española y actúan en los programas “Contra reloj” y “Estudio abierto”. Estas son las palabras de Ceferino de Blas, el buen cronista de esta aventura: -Después, en no demasiada lenta singladura, comenzó la homogeneización, la personalización, la definición. Ya no se trataba exclusivamente de un grupo musical para andar por casa. De Avilés, la gran población industrial de la siderurgia, del cristal, del cinz, del aluminio, que salen por la contaminada ría hacia España y el mundo, “Neocantes” comenzó a expander su voz y sus arpegios por Asturias, Gijón, Oviedo, Langreo, Mieres; los núcleos de poderosa industria y las pequeñas villas reclamaban su presencia. “Neocantes” se prodigó, entusiasmó y, a la vez que creaba estilo, se encontraba a sí mismo.

 

LAS CANCIONES

Calle, zapatero, paloma, flor, ballestero, plata, llora; son éstas algunas de las palabras más frecuentes en los versos que dicen estos muchachos de “Neocantes”. Su testimonio es directo y cercano; como dicho en voz baja, a veces; proclamado a gritos en otras ocasiones. Sin falsos efectismos. Fieles a unos preceptos formales de la música “folk”; pero sin llegar al extremo del purismo inhumano, del asepticismo de lo exactamente bien hecho. Palabras como palomas, como pañuelos, como flechas, como pedazos de pan, como sonrisas. Lejos, ya lo decíamos, de la canción convertida en pieza gastronómica para ser digerida por los tibios.

 

LOS PROYECTOS

“Neocantes” es un grupo de jóvenes y, por ello, un grupo musical con esperanzas; también con proyectos. Acaban de grabar un “long play” con diez canciones (“No hay carretera sin barro”, “Aurtxo Seaskan”, “A solas soy alguien”, “Swing low, sweet chariot”, “Duérmete, fiu del alma”, “Has de saber...”, “Fleur d´épine”, “Canción de texedores”, “Paloma del palomar” y “Romance del prisionero”).

Tienen varios discos pequeños. Y la convicción comunitaria y profunda de que a cantar se aprende cantando: de que la voz llega mejor cuanto más hondo sea. En este sentido, “Neocantes” está formado fundamentalmente por un grupo de muchachos que quiere tomar en serio la vida y que viven unidos -la canción es un hermoso pretexto – una importante etapa de su existencia.

Repasar la microhistoria del grupo “folk” “Neocantes”, la suya y la de su entorno, la de sus canciones y la de los grandes o pequeños éxitos, es un goce para toda persona sensible que sepa identificarse con las inquietudes y los hallazgos de un grupo musical joven y nacido por casualidad. Es  el goce que sienten las gentes de nuestra región cuando, en las solemnidades, descuelgan un el teléfono y llaman a un número avilesino para pedir canciones. Ellos, los siete de “Neocantes” están como bomberos de la alegría, siempre dispuestos a llevar su voz caliente y su mensaje terriblemente humano a quienes se lo pidan. Con una sirena de antiurgencia animando su viaje: la guitarra.

C´ EST FINI

El artículo, que contiene cinco fotos realizadas en la estación de FEVE de Avilés , añade unos pies de foto tan “originales” como los que copio : “Han tomado el tren de la popularidad” o “sala de espera para los grandes triunfos”, también “sacar el billete hacia la fama”.

Después de leer este artículo, en las Navidades de 1973 tenía en mis manos el disco en cuestión. Mi canción preferida es “Duérmete, fiu del alma”, canción popular asturiana, a la que había añadido el párroco de San Nicolás de Bari, J. A. Montoto cuatro versos que  decían así: “Cantarinos de Asturias cantamos agora, pa la xente que escucha y se siente sola”

Cinco años más tarde, en 1978, compré otro disco, llamado, sin más, como el anterior, NEOCANTES, aunque en la contraportada añadía MÚSICA ANTIGUA – MÚSICA TRADICIONAL. De los seis que habían comenzado la andadura de “Neocantes” sólo Germán y Marisol, creo, seguían integrando el grupo, habiéndose incorporado dos nuevos componentes,  un joven y una chica. Los arreglos de casi todas las canciones de este segundo disco (para mi el segundo) son de Germán L. Torrellas. Repiten “Duérmete, fiu del alma” sin los versos de Montoto, y me regalan en primicia una canción tradicional de Cáceres que, cosas de la vida, se titula A LA ASTURIANA, y me acuerdo ahora de la asturianina de Andrés, con los versos de esta canción, casi al final, que dicen:

Estaba ronca y cantaba,

Si mi amante lo supiera

que estaba ronca y cantaba,

caramelitos me diera

para que se me quitara.

 

Hasta aquí los comienzos de uno de los nuestros, de aquella “camada” o “yeguada” del 62, que hace CINCUENTA años llegamos por vez primera a la Virgen del Camino y que fuimos abriéndonos camino cada uno como supo o pudo. Germán y yo éramos en aquellos primeros años inseparables. Tiples de segunda voz en el coro y cantantes a dúo en una de las fiestas del Colegio que no podría identificar, interpretando “El mio Xuan”. Todavía me tiemblan las piernas pensando en el miedo que pasé antes de que saliéramos al escenario del teatro. ¡Dios!, José Ramón no era así. Él salía al escenario como si hubiese nacido allí. Bueno, esa es otra historia.

 

Feliz año para todos y un abrazo cariñoso para todas y todos.

 

Carlos Tejo

7 comentarios

Luis Heredia Alvarez -

Pitusín, con todos mis respetos para Gustavo Martín Garzo, había que darle con la puerta en las narices. O puede que su puerta tenga las bisagras con más cardenillo que los Apóstoles y necesite, de momento, 50 lt. de 3 en 1.

El asunto no es que cueste abrirla. Es que algunos la han cerrado y a la hora de los recuerdos, para colmo, han perdido la llave.

No es tu caso por dos razones: - Recuerdas muy bien todo lo que te interesa aunque te lo callas por comodidad al hacértelo recordar los demás que tanto te quieren con el fin de que no te oxides como la puerta de Martín Garzo. Así, no lo cuentas tú sino que tú confirmas, corroboras y aceptas. -La segunda razón es que las llaves de tu puerta nunca las hubieras lanzado al fondo del mar por la fobia al agua que tienes. Y digo agua y no mar para que te las busque Matarile.
¿Acaso no recuerdas al P. Enrique en la piscina, quien fue el primero que te hizo pensar en la NADA y no Pajarín? ¿Acaso no fuiste tú quien le rogaba al P. Enrique - " No me pise, no me pise, que yo no nado NADA"?.

Al segundo encuentro en la piscina dijiste -" yo no nado NADA porque no traje traje" pero eso no coló.

Mi puerta la dejé ligeramente entornada cuando decidí no vestirme de blanco ( de aquella era del Barsa)en Caleruega. Pero, créeme, siempre permanece abierta desde entonces. Nunca me gustaron los sitios cerrados. Es curioso que iba para fraile a enclaustrarme y de lo que sufro es de claustrofobia, en poco grado.
Hablando de recuerdos. Un mal sabor de boca me recuerda el bello reportaje de Carlinos: A pesar de la poca distancia que nos separaba en aquellos años, de aquella 26 Km., nunca pude ir a un concierto de Neocantes. Se lo decía yo a Germán cada vez que nos veíamos, pocas veces de aquella también. Menos de las que nos hubiera gustado. A él le pasaba lo mismo cuando yo hacía teatro. Y eso que yo frecuentaba más Avilés porque nos habían contratado al Boni, a Jesús Cracio y a mi en una sala (Boite) para hacer café-teatro. La función empezaba a las 11,00 p.m pero no recuerdo cuándo terminaba. Debe ser que mi primo era más formal de lo que yo pensaba porque siempre fue un lanzao a tenor de lo que demostró luego.
¡Qué gran músico Germán¡
Germán Luis, si me lees, ya sabes que te quiero. ¡Qué momentos más inolvidables pasamos los Torrellas-Heredia cuando éramos pequeños¡ Lo que te dije en la felicitación de tus 60 tacos es verdad. Pero esa es otra historia.

Juan A. Iturriaga -

Siempre consideré que Torrellas había heredado parte del genio musical de su tío. Siempre le admiré.

También me acuerdo perfectamente de la época de Neocantes con aquella figura a lo John Lennon.
Quizás lo que les faltó en aquel momento fue un “Pange lingua” como el de Mocedades.
En todo caso estoy seguro que ligaban más que ellos. Eso también es importante.

Más tarde, recuerdo que tuvo un programa de televisión acompañando a un cantautor de aquella época y que ahora no recuerdo su nombre. Lo único que recuerdo es que tenía, en aquellos tiempos, un local en la Plaza Santa Ana.

Tuve un encuentro con él en la Semana de Música Religiosa de Cuenca. Dirigía a la Capilla Peñaflorida.
El concierto fue perfecto, como le gustaba al P. Torrellas.
A la salida, me habló de lo bonito y lo feo de todo aquello. Entre bambalinas, también había problemas. La vida misma.

Después de varios años, me quedé con ganas de saber algo más de su aventura con unas partituras antiguas de Polonia. Sobre ello hubo un concierto en Logroño, pero no pude ir.

Yo me alegro con su recuerdo. Era, y estoy seguro que lo es, un gran músico.
Un abrazo

Luis Heredia -

Carlos, ¡qué guapo¡ Qué más puedo decirte.

santiago rodriguez -

Aprovechando la aparicion de algun TORRELLAS en esta majestuosa presentacion, quiero recordar, no sin dolor, que el proximo dia veintiuno hará once años que nos dejó el muy querido Angel Torrellas Heredia. El se fué, pero su recuerdo nunca perece...

JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -

Carlos, si cantabas como escribes estoy seguro que podrías haber formado parte del grupo Neocantes. Argüeso, Julián y yo podríamos haber formado el grupo "Nocantes", estabamos lejos unos de los otros y eso lo impidió, menos mal. También das muestra de tener una memoria a lo Zirauqui, me siento pequeño,mejor, me jode, que unos tanto y otros na. Hace mucho que no te veo por el paseo, será falta mía por lo de la pata tiesa.
A propósito de tanto recuerdo y añoranza del pasado se me ocurre someter a vuestra consideración unas palabras que acabo de leer en "Los amores imprudentes" de Gustavo Martín Garzo:
"... Y a nosotros ¿nos sirve de algo recordar el pasado? No, no lo creo. Aún más, son esas cosas, la memoria, los presentimientos, los recuerdos, las que no nos dejan vivir. Nos ponen ante una puerta que nunca termina de abrirse".
Algunos estáis a punto de abrir esa puerta, yo tengo un muro delante. Vuestros recuerdos me permiten ver por una rendijina.
Argüeso, si te vienes pa cá hablamos de formar el "Nocantes", quizás nos forremos.
Pido a Pedrín y a Fernando Alonso que nos dediquen algunas reflexiones sobre la memoria y la desmemoria, para algo son filósofos consumados (¿o consumidos?).
Un abrazo


Antonio Argüeso -

Geniales estos deliciosos y hondos recuerdos, Carlos. Interesantísimo desde múltiples puntos de vista. A ver si a ti y a todos los mirones les da, como dices, la venada y exponen más reliquias. Bueno, que no sea a todos los silenciosos, que entran en el blog, que si así fuera, ni los jubilados dispondrían del tiempo suficiente para seguirlo.

Pedro Sánchez Menéndez -

Gracias, Carlos, por tantos recuerdos. Germán, sobrino de Ángel Torrellas, merece toda esta dedicatoria que le dedicas en el blog. Gracias también por la memoria pasajera de José Ramón, tu querido hermano, a quien siempre recuerdo con cariño. Pedro