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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

Cueva de Valporquero (boca de entrada)

Cueva de Valporquero (boca de entrada)

Recuerdos de Manolo  Centeno.

De por aquellas fechas en que nosotros la visitamos es esta foto.
Debíamos de estar en primero, aunque fuera ya acabando el curso ¿Recuerdas?. Los "Autos Pelines" de Ponferrada nos llevaron a ellas, igual que a otros sitios.
 
Un abrazo.

Manolo Centeno


fotografía de esta misma mañana esperando al autobús que lleva a Alberto a AMIDOWN.        

2 comentarios

justino -

Querido Dacio:
De los autocares y demás no me acuerdo, pero de lo que si estoy seguro, es de que no ibamos cogiditos de la mano, sinó que ibamos asidos del CINTURON obligatorio del compañero que nos precedía, cual luchadores de lucha leonesa.
Fuimos de los primero en vistarlas, gracias al enchufe del Padre Huarte con su hermano, que algo tenía que ver con las cuevas.
Se nos hizo mucho hincapié en la seguridad por los mini precipicios que solo eran visibles al encenderse las bengalas y creo que todo esto transcurrió en el 1962 DC (después de Cristo).
Al igual que muchos de vostros,he visitado posteriormente las cuevas en unas diez ocasiones mas, pero ya no fué lo mismo. Eso si, les contaba a los amigos o familiares que acompañaba a este paraje, la experiencia vivida que hoy nos ocupa.
Un abrazo.
P.D.- Encargué al Furri un calendario de Amidown y al día de hoy, 28/1, sigo sin recibirlo.
Al haberme visto privado de cuatro sábados, cuatro domigos y veintisiete días, me pregunto, mejor dicho, os pregunto, deberé darle al Furri los Cinco euros que vale el citado calendario o soy acreedor a una rebaja en el precio?????
Seguro que Jesusito Herrero, del cual he tomado esta idea sabrá responderme.
Gracias.

dacio -

No me jodas, Centeno. Al ver la entrada -la del blog y la de la foto-, esperaba que nos contases algo de las experiencias vividas en aquella oscura caverna, donde nos hacían ir cogidos de la mano y culo a la pared -que nadie piense mal- pues aún no estaba iluminada, y que de cuando en cuando los monitores encendían una bengala y la arrojaban al abismo para que, con cierto acojone, observáramos el precipicio que bordeábamos. ¿No es cierto del Vigo? Y luego a tomar gaseosas a Busdongo.
Posteriormente, he visitado las cuevas en tres ocasiones, pero nada comparado con aquella primera incursión a ciegas.
Cuéntanos algo, Centeno, no me seas tan escueto.