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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

¿SERIOS?

¿SERIOS?

Veamos esta fotografía y analicémosla.

1.- Cuatro frailes inolvidables, Padre Sánchez, Padre José Luis, Padre Felipe Lanz y Padre Pedro, el organista. Día de campo.

2.- Son cuatro frailes serios, muy serios, al menos esa era la imagen que nos daban. Tres de paisano y el P.Felipe con su hábito y su chapela.

3.- En realidad no debían ser tan serios. Jugaban, bromeaban y se picaban como todos lo hemos hecho.

4.- Lo que queda demostrado en la siguiente fotografía.

Tatatachan...

Ambas fotografías son de la colección del P. Fernando.

10 comentarios

Ramón Lorenzo -

Hola,

recuerdo perfectamente al P. Lanz en las clases de "lengua", serio y riguroso, pero agradable. Le agradezco mi manía por los acentos y la ortografía, aunque ahora la R.A.E. se haya hecho más permisiva en este asunto, cosa, que de haber sucedido hace 50 años nos hubiera ahorrado algún capón. Y, "que haya o no haya hayas en La Haya, lo dirá la aya que allá se halla".

Respecto al P. Pedro Sánchez, el organista, tuve la oportunidad, durante mis años en el colegio, de tratarlo con cierta frecuencia debido a nuestra común afición por la electrónica; tenía en su celda una radio o televisión que estaba montando y éso me maravillaba entonces. Creo recordar que era de Salamanca y yo lo recuerdo de buen trato y amable.
Saludos,

Juan A. Iturriaga -

Sois personas admirables. Además sois buenas personas.
Tendremos que contratar a alguien para que peque por nosotros. Yo recomiendo esto:

http://www.youtube.com/watch?v=GimRQ5QaxjE

Recuerdo perfectamente a los 4 frailes.

El P. Lanz, efectivamente era así, como se le ve en la foto. Importante, un poco grandón como dirían en Asturias, pero al fin y al cabo, en su sitio y con sus ideas. Conmigo siempre fue muy amable. Tengo buen recuerdo de él.

Con el Padre Pedro, el organista, creo que me pasó algo parecido a lo que describen Javivi y Cirauqui. Al principio me pareció un intruso. Me molestaba que dijeran que no era malo. No quería que lo compararan con el P. Uría. Luego la cosa se fue suavizando y resultó que era un hombre que cumplía, sin mucho carisma, pero amable. Un poco distante y a lo suyo. Bien, sin más.

El siguiente podría ser el Padre José Luis. Lo recuerdo de los estudios en los que él vigilaba. Creo que se afeitaba demasiado y con una hoja vieja, ya que solía tener la cara muy irritada, con una nuez muy saliente y un poco en carne viva. También nos dio matemáticas en los primeros cursos. Tenía la mano un poco ligera, y la cara entre seria y “de pocos amigos”. Fuera de las clases, creo que no le oí hablar nunca. Mi idea es que, cuando abría la boca, era para echarle la bronca a alguien. Es posible que viviera amargado, atormentado o vete tú a saber. En este caso, si alguien me preguntara, ¿recuerdas al P. José Luis?, mi respuesta sería simplemente un “si”.

Al que no acierto a calificar es al Padre Sánchez. Para mí, era un fraile que andaba por allí. No le recuerdo función concreta ni personalidad pronunciada. Luego le vi en Lastres, y me parece que alguna vez estuvo en mi casa pero a partir de ahí se funde mi memoria.

Un abrazo a todos.

Joaquín Urbano -

Con independencia de los portillos, un blog se sostiene por una presencia habitual, secuenciada, de partícipes, convergentes, divergentes, de diversos palos y frecuencias, próximos y distantes, de amigos y conocidos, de afectos y de muestras reprochables de relación, pero a mi juicio, cuando su esencia se concentra en un blanco limitado, de agrupación nominal concreta, donde lo no alineado es ajeno, siento que todos los viandantes del mismo, por aparición o intervención, reciben un trato dispar y una presencia, de castigo o premio, en función de...
En mi anterior intervención subrayo un hecho que esta ahí. Innegable. Simplemente porque me apetecía y para resaltar lo que tu Javivi tan bien has sabido recoger. Y Luis Heredia, apostilla bien cuando dice que no existe critica por mi parte. Rigurosamente cierto. Lavarse la cara, con respeto y rigor, es reconocer a los no reconocidos, a los ausentes de afecto que tanto nos aportaron, y poner en valor lo infravolado o marginado por la línea de poder...
No se sí me he expresado bien.
P.D. Cuando escribo desde el IPad no se poner los acentos. De ahí mi precisión. Los que salen puestos es porque el sistema así los interpreta. Seguro que algo irá mal, pero yo escribo sobre la marcha y eso puede acontecer.

Javier del Vigo -

Eso mismo entendí yo, Luis: que Joaquín no hacía una crítica negativa; hacía reflexión en voz alta sobre las valoraciones subjetivas del colegio y los frailes de aquel tiempo que tenemos cada uno de nosotros.

Yo intenté, sobre todo, alabar su valentía al osar intervenir en un portillo que estaba virgen de comentarios.

De paso, eché mi cuarto a espadas alabando el valor de los que siendo frailes por aquellos días tan lejanos, se atrevieron a ser actores cuando Josemari lanzó el blog; era arriesgado e imprevisible con qué se iban a encontrar. Y aún así, un buen puñado de educadores se atrevieron. Y otro grupo de compañeros que hoy son dominicos también.

A estos quería dar un aplauso, reconociendo lo que Joaquín llamó "apartheid". Que la subjetividad nos es inherente, claro.

Espero que el propio Jooaquín lo entendiese así. Si no, es que ya mi edad me juega malas pasadas incluso cuando intento vender ideas.

Ah, Javi Cirauqui; no te preocupes si estas tecnologías tan misteriosas hacen cosas raras. Tu quieres colgar y el sisteme rehusa. Y cuando decides intentarlo de nuevo, te hace un corte de mangas y te sube todo lo que antes no quería. Son gajes de estas tecnologías. Tu descansa, que los exámenes son extenuantes.

Y de vez en cuando échanos alguna Armisen de esas que refrescan la memoria.

Luis Heredia -

Javier, puede ser que necesites una dosis más de Armisen. Lo importante es que no repitas los exámenes. Los comentarios los puedes repetir cuantas veces quieras.

Javivi,me encantó tu comentario. No obstante yo creo que el comentario de Joaquín no iba con mala intención ni con ánimo de crítica negativa. Yo también pensé a veces que a algunos de los Padres los tenemos en el olvido. Pero eso es inevitable,bien por no haber convivido tanto con los que nos movemos por el blog, porque su paso por el Colegio haya sido efímero o porque la huella que nos hayan dejado valga más borrarla. A pesar de ello, incluso los que han dejado esta huella han tenido aquí su espacio; para bien y para mal. Si no fuera por todos ellos, este blog estaría en encefalograma plano.

Ah¡ que a mi no se me ha estropeado el aparato; es que llevo unos días atareado con la boda de mi hijo para este Sábado.

Estáis todos invitados. Total, como sé que no vais a venir, por lo menos,así quedo bien. Me acordaré de vosotros.

Javier Cirauqui -

No sé que jodiendas he hecho que se me han repetido los comentarios y al final me han salido dos diferentes.
Javier.

Javier Cirauqui -

Bueno, acabo de llegar de Madrid de jartarme de jarte y otras cosas.
Los exámenes ya los terminé y ahora espero las notas. Algunas me quedarán para Septiembre, pues en febrero andaba liado.
Espero ponerme las pilas y mandaros mis lingotazos de Gaseosa Armisén para que os refresque el verano, aunque al paso que vamos no va hacer falta, pues los comienzos son, por aquí,
casi de frío invierno.

De los cuatro Padres que salen aquí, del que más recuerdo es del P. Felipe, de los otros algo pero en penumbra y del P. Pedro el organista, quizás yo ya me hubiera ido, pues no conocí otro organista que el P. Uría.

Siempre recuerdo con más intensidad los padres de Villava, y en particular aquellos que fueron a León con nosotros, P. Arsenio, Padre Huarte, P. Iturbe, P. Torrellas. Es curioso, pero eso me pasa también con mis compañeros. Los primeros años de la infancia o adolescencia, son los que más nítidamente tengo.
Los años de León, ya los recuerdo de otra forma, aunque fundamentalmente a todos aquellos padres y alumnos que tuvieron que ver en mi vida. Mis recuerdos suelen ser de sensaciones y sentimientos.

Un fuerte abrazo para Javivi y Joaquín Urbano y para todos los que nos leen en este verano fresco y cambiante, estén o no estén de vacaciones. Con mucho cariño.
Javier.

Javier Cirauqui -

Bueno, Joaquin, lo de inolvidables inolvidables, por supuesto que no, algunos solo recordados por el nombre, y otros por situaciones concretas que has vivido con ellos, por supuesto que de los cuatro del que tengo recuerdos más cercanos, es del P. Felipe.
A decir verdad de los que más me acuerdo y recuerdo, son de los Padres de Villava y de ellos los que estuvieron conmigo, después en León, P. Huarte, P.Arsenio, P.Torrellas, P. Iturbe. Creo que los primeros recuerdos de la infancia, en mí, son los que más perduran y al rercordar son los primeros que me vienen a la cabeza.
Luego se me representan todos los demás, unos muy vivos y otros envueltos entre neblinas.

Decirte, Javivi, que ya he terminado los exámenes, y que espero las notas, me imagino que alguna asignatura me quedará para septiembre. He estado después una semana en Madrid, jartándome de jarte y otras cosas.
Espero retomar mis lingotazos de Gaseosa Armisén, en breve.
Un saludo especial para vosotros dos y para todos los que leen el blog en este comienzo de verano, cuasi invernal.
Un fuerte abrazo para todos. Con mucho cariño.
Javier.

Javier del Vigo -

EL APARTHEID DE UN COLEGIO QUE SE TRAGÓ LA TRAMPA.-
(Cicero copyrightem tenuit; de copyrigtis –is, de la 5ª)

¡Presuntuoso, Joaquín! Era difícil ayer, sí, entrarle al morlaco. Pero te atreviste. Y te quedaste solo. Al menos, a mi me sirvió de cebo. Piqué, que no sé si es pecado. Estoy picando, como lees. Me apetece debatir contigo, al menos, la prevalencia o la abulia que nos desencadenan los protagonistas de la foto que conservó el P. Fernando y Josemari colocó como portillo.

"Me faltan algunos acentos, me faltan algunos acentos...!"

¡Presuntuoso, coñe! Por tres veces te he leído. Buscando acentoSSS... Solo echo en falta uno. Y este, lo pillé a fuerza de leerte y releerte. Porque, forzando el sentido de la frase, hasta puedo absolverte (verás que hoy merodeo constantemente el viejo sentimiento de culpa, pecado y penitencia, ¡qué cosas!) de acentuar "esbozó". Pudieras haber dicho con pleno sentido "no esbozo recuerdo alguno... " Y quizá el sentido de la frase, tu intención, no hubiera variado mucho. ¿O sí?

Hasta te hubiese permitido decir que te sobra alguna coma; pero tú sabes que su uso es bastante arbitrario; y libertario. Va en el estilo del escribidor. Así que ni eso te echaré en cara.

Pero repito: ¡presuntuoso! Que lo importante es que te has atrevido a opinar sobre los protagonistas, mientras los demás callábamos, agazapados. Aunque sea para tildar de "presuntuoso" el olvido en el que han quedado estos frailes, aquellos "educadores" nuestros. Porque son estos y no otros los que aparecen en la foto. Quizá algo de razón te asiste. Pero no te la voy a dar del todo. Josemari colgó la foto iniciado el verano, cuando salimos más a la calle, y la casa o el ordenador se llenan de telarañas. Con lo que tenemos menos tiempo para leer y muchísimo menos para osar escribir. Fíjate los escasos comentarios que suscitó el portillo anterior, con Ángel Torrellas y Margarita Navarro como protagonistas en Batahola Norte. Increible, pero cierto. Que también el detalle importa para calibrar el “apartheid” al que el respetable somete a unos frente a otros. Que tan dispares no fueron unos y otros, sometidos todos a un “ideario” común, supervisado por un prior de rompe y rasga: formar a unos jóvenes –nosotros- para que fuesen frailes.

Tras haberte tocado "la moral", te digo: recuerdo a los cuatro. Tres me dieron clase: José Luis (+), Lanz (+) y Sánchez (?).

De Lanz, el requeté navarro, han hablado por aquí muchos. Y bien, incluso obviando su querencia por aquel régimen en el que fuimos educados. En el que él subsistió, además. (Por cierto, espero impaciente que Javi Cirauqui nos cuente que acabó sus exámenes. Y con bien).

Se habló menos de José Luis, muerto en Villava cuando ya nos habíamos vuelto a re-unir. No tengo mucho que decir sobre él; lo tengo interiorizado con la cara seria de la primera foto; y con el hábito puesto siempre; intuyo -la intuición no es ciencia, es la manera femenina de enfrentarse al mundo, recuerda- que fue una persona que se creyó el principio católico de que haciendo el bien llegaría un día a ver cara a cara al Dios de los cristianos. ¡Ojalá haya visto cumplida su "intuición"! Se lo deseo.

Desconozco qué fue de aquel fraile, Sánchez Ramírez o Ramírez Sánchez, no recuerdo bien el orden de sus apellidos. En portillos pasados conté ya mi recuerdo poco amigable de su función cuando yo decidí alejarme del mundo de los "elegidos". No he de redundar. Porque ni sé si vive o no. Si sigue fraile o emigró a otras regiones de la sociedad. Mi respeto, que no mi aplauso en todo caso, hacia quien me obligó a pagar una deuda si quería disponer de unas notas conseguidas con mi (enfatizo el “mi” elevando el tono) esfuerzo. Espero se haya arrepentido de aquel acto derivado de su función, incluso en el tiempo en que tuvo que hacerlo. Y que haya confesado el pecado.

De Pedro Sánchez, el organista, apenas recuerdo nada. Ni bueno ni malo. Sucedió a Uría en el órgano del Santuario. Yo lo miraba con prevención y en la distancia, injustamente para él, poniéndolo en la balanza frente a Antonio Uría, “nuestro” organista, (¿es a esta diferenciación en nuestro recuerdo de aquellos frailes a lo que llamas “apartheid”?), desde aquellos bancos corridos en los que oímos y cantamos tantas misas domingos y fiestas de guardar como para sentirme exento de la obligación dominical el resto de mi vida.

Creo que el otro Pedro Sánchez –el “nuestro”, otro “apartheid, aunque este merecido para mi, estoy convencido de que estamos de acuerdo- se ha acercado a la figura del organista en algunos portillos del blog. Con cariño por su parte. Con más cariño que yo, ya que le trató. Yo, no. Pero me fío de Pedro Sánchez, tan certero en sus escritos como austero en su cuerpo.

Al final ¿qué quiero transmitir? Mi percepción del “nosotros”, fundamentalmente; nosotros, los de aquellos tiempos, ese ectoplasma en el que me identifico cuando me sumerjo en el blog; que retroalimenta mi recuerdo. Los que vivimos aquel colegio, con aquellos frailes, en aquel tiempo; unos adolescentes de hace medio siglo. Que seguimos vivos y disfrutamos del reencuentro, valorando sus luces y sus sombras: unos “educadores” que tuvieron en sus manos nuestras vidas, personillas indefensas ante un mundo difícil.

En mi “apartheid” particular doy una nota altísima a los frailes que han sido valientes bajándose al tendido, escribiendo en el blog, recordando, reconociendo las luces y las sombras. No os cito, frailes, exfrailes, compañeros frailes… Pero os tengo en la memoria. A todos y cada uno. Con cariño ya. Aunque vuestra valoración no sea coincidente con la mía. Aunque sea antagónica, si sabemos mantener el respeto a la opinión del contrario.
Sobre todo, Joaquín, si han sido capaces de reciclarse, adaptándose a “nuestro” mundo, tan cambiante; reconociendo aciertos y errores. Sintiéndose uno más en esta gran familia que hemos creado, pese al tiempo y las distancias. Mi reconocimiento expreso para todos aquellos que una vez u otra han dejado aquí, en el blog, su firma. Y mi pena porque el tiempo es inexorable: de estos cuatro protagonistas, sé con certeza que, al menos, dos de ellos no podrán contarnos jamás aquí su visión, su papel, sus porqués, porque se fueron al “norte”, mudos, con todos sus recuerdos metidos en el gran saco de los yerros o de los éxitos.

Quizá los otros dos recorren también los espacios de los que no se vuelve nunca. Pero yo no puedo dar fe.

Joaquín Urbano -

Tengo la impresión, por este portillo, que lo de inolvidables, es bastante presuntuoso. Hasta hoy, nadie esbozo recuerdo alguno. Yo recuerdo perfectamente a tres de ellos, sin mayor prevalencia.
Me parece que las pasiones y recuerdos son tan "apartheid" que, en función de los caminos, tienen ecos y resonancias tremendamente dispares. Si fuesen otros....
Seguro que se trata de una disquisición poco digna de ser valorada e incluso debatida.
Me ha apetecido.
P. D.- Me faltan algunos acentos.
Saludos.