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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

LEYENDO PARAÍSOS

LEYENDO PARAÍSOS

Amigo Jesusito, ¡oh genio del 61!, qué bien me lo he pasado leyendo tu libro.

 


El Belén de Sotobañado era más divertido, sobre todo porque la abuela me dejaba colocar casi todas las figuras donde mejor me en apareciera. Por ejemplo, aquel año puse al niño Jesús en el castillo de herodes porque me pareció que allí iba a estar más calentito, y a Herodes le coloqué en la cueva con el burro y la vaca. No entendía muy bien esa manera de confundir las cosas que tenían los mayores, tanto hablar de Jesús y que si es el Hijo De Dios, y todo ese rollo, y luego le ponían en el peor sitio del Belén. 

(PARAÍSOS pagina 209)


De los frailes no se volvió a saber más. Simplemente desaparecieron cómo desaparecen los nublados en Castilla después de haber descargado toda la ira divina sobre la faz de los prados. Dos días más de sol y desaparecería, incluso, la escasa humedad que pudiera haber dejado la tormenta. 

(PARAÍSOS página 241)

4 comentarios

Javier Cirauqui -

La verdad, Jesús, que aún no he leído tu libro, aunque ya lo he ojeado bastante. Hoy mismo me pongo a ello y te cuento mis impresiones. Tiene muy buenas pintas. Un fuerte abrazo. Javier.

Jose Manuel García Valdés -

Jesusitohache, no te dejes engañar; el Chemari esta e hando una siestina y no encontró mejor manera para desimular que dar cabezadas sobre tu librín que acababa de dejarle el cartero que le llamó dos veces. El disimulo forma parte de la esencia humana. He de confesarte que aún no me he puesto a ello, lo haré. Ahora estoy leyendo " cómo darle a la guadaña sin perder la compostura. Hay tarea para cuantos se dignen acarcarse a la Aldeona, hay incluso sidra.
Da gusto comprobar como las vacaciones invitan a la gente a escribir.
Abrazo

Ramón Hernández Martín -

Éranse dos hombres tan felices, tan felices, que uno tenía tiempo para escribir y otro para leer al aire libre, cómodamente sentado, lo que el primero escribía. Sin duda, ambos habéis emprendido el camino de la sabiduría. ¡Qué envidia saber escribir y, después, tener tiempo para leer!

Jesús María Herrero Marcos -

No sabes lo que me alegro de que te lo hayas pasado tan bien leyendo mi librín. El próximo te lo leeré personalmente. Previamente te ataré a una silla (bastante cómoda) para que no te me escapes. A cambio te invitaré a una de gambas (ya peladas) y una cañita. Besos agradecidos, Jesús.