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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

NUESTRA SEÑORA DE LA ALEGRIA

NUESTRA SEÑORA DE LA ALEGRIA

No os esforcéis demasiado, estamos en verano y algunos (especialmente los enseñantes) de vacaciones.. Esta es la solución. Os transcribo el artículo que, firmado por Sergio Pastrana de 3er. curso, aparece en la Revista Camino nº 6 de 1960.

NUESTRA SEÑORA DE LA ALEGRIA

 

Fué el 25 de Mayo y un espectáculo impresionante. Después de una tarde de remates y detalles al nuevo recinto de la imagen, se procedió a la inauguración.

 

Noche serena y estrellada. Una larga fila de chicos con velas en sus manos van acercándose y forman una gran corona rodeando a la bella imagen, obra del P. M. Morán. Después de bendecida, se depositaba una corona de flores de nuestro jardín y cantamos una emocionante Salve. Parecía un espectáculo en pequeño de los que con relativa frecuencia se ven en Lourdes o Fátima. Después las palabras inolvidables del P. Arias. Casi se lloraba.

 

La Virgen, mecida por los chopos, quiere presidir nuestros juegos y nuestros recreos. Está sentada sobre un pilar de casi dos metros de altura y rodeada por un jardín. Bajo sus pies están nuestras firmas, que como humilde homenaje le ofrecimos para que siempre nos bendiga y proteja.

 

¿Sabéis qué nombre le pusimos? Nuestra Señora de la Alegría. No puede ser menos, puesto que desde ahora va a ser árbitro ecuánime de nuestros partidos y guía inequívoco de nuestro caminar hacia el sacerdocio.

4 comentarios

Andrés Martínez Trapiello -

Querido Luis:
Hay un refrán que dice: "Nunca es tarde, si la dicha es buena".
Estás desgranando permanentemente el blog, y también es bueno.
Las "ilustres plumas" son las que ponen palabra tras palabra, y les entendemos. Y nos hacen ilusión las anécdotas contadas y vividas por más de uno. Y vemos las fotos...
Este Furriel...
Al final de todo, compartimos con alegría un tiempo vivido. Y es lo interesante.
Un abrazo. Y sigue deleitándonos.

Luis Heredia -

Queridísimos todos:

Habréis observado que algunas de las páginas del blog tardan en ocupar comentarios.

Una es ésta.

En ella se concentra toda una vida; de ahí que sea imposible expresar en un corto comentario todo lo que desearíamos transmitirnos.

No recordaba yo que se le hubiera puesto Nuestra Señora de la Alegría. Increible.

Es una parte de un todo inseparable del resto del Colegio. No había "intramuros" ni "extramuros". Se la colocó en un sitio estratégico. Fué como un inmenso "Meeting Point" donde cabíamos todos, desarrollamos nuestra fuerza física, espiritual e intelectual y convivimos con pequeños y mayores.

El resto lo dejo para nuestras "ilustres plumas" para deleite de los que los leemos.

Un abrazo muy fuerte





Mariano Estrada -

Querido Andrés M Trapiello:

He leído el relato que -publicado en el Diario de León- escribiste sobre tu pluma estilográfica, ésa que “Era ágil y alegre con el relato por las tradiciones festivas rurales de asperges y misa cantada, de los pendones llegados de ribera y páramo que desafiaban el viento camino de la ermita, y del almuerzo romero en algún prado todavía con relente”. Y, la verdad, no sé qué haces que no nos deleitas de vez en cuando con alguna de estas pequeñas joyas que tienes calladas en los cajones.

No sé si escribes todavía alguna vez con ella, ya que, como tú dices, es, “sobre todo, regalo y recuerdo nostálgico por la ausencia ya permanente de padre”. Pero yo te animo a que sigas escribiendo aunque sean con las techas del ordenador. Éste que has escrito a la pluma estilográfica es un canto que sólo puede hacerse cuando unos es rico por dentro, querido amigo.

Un abrazo
Mariano

Andrés Martínez Trapiello -

Han pasado seis meses.
Sin pretender hacer análisis, abruma un poco la repercusión que ha tenido este blog.
Fotos, objetos, personas y, sobre todo, reencuentros.
¿Hemos querido volver a vivir?
¿Nos aferramos a años de adolescencia que sustenten la justificación de una vida?
Y, sin embargo, todavía lo contamos; nos abrimos a antiguos amigos con abrazos y confidencias. También, añoramos a los que nos dejaron.
Amigos con nietos, con hijos, con hábitos o “de paisano”, solteros, casados, con pareja, o, simplemente, vivos con recuerdos.

No es buen día un sábado con prensa de titulares escalofriantes: Terremotos en Perú; alguien que quiere de nuevo la guerra fría; muertos en la carretera; dónde digo dije, digo Diego. Y seguimos viviendo.

Nos hemos levantado de un mullido colchón, “que debe tener una vejez inferior a diez años” -dice el slogan publicitario-; ducha caliente y abundante, más en nuestros hijos; desayuno con algún bollo dulce; prensa y café para deleitarnos con un rosario de noticias horrendas, que ni siquiera nos hacen detenernos más allá de los titulares. Y seguimos viviendo.
Gozamos de armarios grandes, y repletos de problemas a la hora de elegir combinación acorde con los dictados del estilista de turno. Y no hay contraste de lo que poseemos, con la foto en blanco y negro de portada, que informa de adobe y tapial amontonado, por rugidos de una tierra en continúo movimiento, junto a objetos que en su día fueron útiles necesarios para el sustento, la supervivencia. Y seguimos viviendo.

Y nos olvidamos de una tierra que pisábamos hace muchos, ayer. Anovenarias con olor a cebolla y guiso. Peregrinos curtidos con boina calada, de pueblos cercanos, en busca de una relación social anual, con disculpa religiosa, buscando la vista distinta a un páramo seco cotidiano. Zapatillas de deporte con agujeros en la suela, que permitía la entrada incómoda de tierra y barro, mientras corríamos por unos campos adaptados a la modernidad. Agua fría para los menos espabilados. Limpieza con tranvías. Ilusión por NO-DO o película dominical. Vísperas de fiestas prometedoras. Palestrina o Haendel cantados para ciudadanos en despertar pudiente y presuntuoso de utilitario. ¿Más?


Muchos recuerdos para no olvidar.
El recuerdo útil -también el reencuentro- quizás sea el motivo del blog.
Vosotros mismos; pero sed y haced felices.