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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

LOS TIBURONES DEL REFECTORIO

LOS TIBURONES DEL REFECTORIO

Nuestro amigo Juan Miguel Menéndez Llana me pone a "h...." el texto para acompañar esta fotografía del Refectorio de la Escuela Menor. Gracias amigo Juan Miguel.

CHOCOLATE:


Primera acepción: sustancia química utilizada para los desayunos colegiales que no cumplía el famoso principio de Arquímedes que, como todos recordamos, afirma que todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso de fluido desalojado. Porque, por más que sumergieras la cuchara, ésta volvía con más fuerza a la superficie. Los investigadores consideran que sus características de flotabilidad son superiores a ningún otro "líquido". Parece ser que dicha característica venía dada, en su mayor parte, por la existencia de TIBURONES (vease su definición) en número y tamaño variable, pero siempre variable hacia más cantidad.

Segunda acepción: uno de los dos componentes básicos de la merienda colegial, formada ineludiblemente por el bollo de pan y la onza de chocolate. Su nombre no indica, en absoluto, el material utilizado para su fabricación (31-08-2007).

Autor: Juan Miguel Menéndez Llana.

10 comentarios

Faustino Manjón Garcia -

Las dos hileras de alumnos entrábamos en el refectorio en silencio, configuradas de más bajos a más altos de cada curso, asemejando un serrucho irregular cuando se nos veía formados en el claustro.
Cada uno iba ocupando su sitio fijo en la mesa, que no se podía cambiar salvo en raras ocasiones (alguna festividad), frente al plato, haciendo comentarios imperceptibles sobre el menú que nos esperaba. Y así, tras el permiso para sentarnos e iniciar la cena, sonaba imperiosa, cascada por el tabaco, la voz del P. Torrellas: "Servidores, mandadme gente".
El lector comenzaba entonces la lectura reinando el más absoluto de los silencios.
Terminado el "postre", y quizás coincidiendo con un momento de intriga en la narración, sonaban dos palmadas que indicaban el camino hacia la cama.

Es un recuerdo entrañable del P. Torrellas cuando nos vigilaba durante la cena. Lo recordáis alguno?

José Mª Cortés Aranaz -

Querido Juan Carlos,
precioso relato ¡pardiez!.
Un abrazo.

juan carlos barrigon -

EL MEJOR CHOCOLATE

Queridos amigos:
Os aseguro que el mejor chocolate que he probado en mi vida ha sido el del Colegio, naturalmente no el diario chocolate matutíno con su ración de tiburones, si no, uno especial que se hizo un día por la tarde para merendar.
Hace poco me decía Luis Heredia en este Blog, que sus recuerdos del colegio no son edulcorados , más bién ,tienen almíbar natural, y mira por donde, hoy soy yo´, al que le toca azucarar los recuerdos del chocolate .
Todos recordareís el drama de los paquetes que nos entregaban nuestros padres el día de visita, con diferentes viandas, y que estaban totalmente prohibidos . Por un lado nuestras madres nos econtraban paliduchos,delgados, creciendo mucho, y con necesidad de aporte de proteínas: Jamón, Queso, chorizo; nuestros abuelos ,tios y demás família nos enviaban: Chocolate, bombones,leche condensada.Nosotros insistíamos, claro está, sin mucho interes; Mamá el P. Huarte ha prohibido que nos entregueis cualquier tipo de alimento; Con la dieta que nos suministran tenemos más que cubiertas nuestras necesidades energéticas y de crecimiento.; Pero vaya usted a convencer a una madre, que tiene a su cachorro a muchos Km. de distancia, y al que ve como máximo una vez al més.
El P. Huarte por su parte insistía en que eso creaba desigualdades entre los alumnos; Hacía que se multiplicaran los ratones, esos animalillos que no eran muy visibles, pero siempre omnipresentes, acompañaban nuestras horas de insomnio con sus múltiples ruidos.
El tiempo transcurría plácidamente, hasta que en "Radio Guaje Independiente", generalmente bien informada en temas político-sociales, comenzaron a oírse tambores de guerra. Mis amigos y yo nos pasamos por el despacho que el P. Huarte tenía al lado de las clases; A lo mejor nos enterábamos de algo;
pero, oh maldición, le hechó una bronca tremenda a Eugenio por no haber llevado a tiempo unas casullas que reclamaba fray Moisés para el Santuario.
Un poco mohínos decidimos pasarnos por la enfermería, que tampoco era mal lugar de información; fray Francisco no veía la supuesta faringitis que uno de nosotros presumía tener; inocentemente le preguntamos si le pasaba algo al P. Huarte.-No digas tonterías neno, qué le va a pasar.- Nosotros insistíamos. Fray ¿no estan los frailes un poco nerviosos?.- Toriños, no digais trapalladas, ser buenos y a estudiar.-- Viendo que fray se acercaba con intención de hacernos una llave de las suyas, salimos corriendo de allí.
Al llegar la noche, despues del rezo de Completas, apagadas ya las luces y después de que el P Huarte o Uría dieran una vuelta por el dormitorio, nuestro grupito con una cadencia lenta y premeditada iba saliendo de las camarillas y se dirigía a los servicios a charlar un rato y fumar un cigarrillo. (En el colmo de la cursilería llamábamos al fumar "incinerar un cilindrín"). Aquella noche en medio de la fiesta ,apareció de nuevo el P. Huarte por el dormitorio, nuestro vigía dio prontamente la voz de alarma , la mayoría salimos por la puerta contraria y pudimos alcanzar las camarillas sin novedad. Dos se quedaron encerrados en los servicios y tuvieron que responder ante el P. Huarte del olor a humo que había allí.
Al dia siguiente se acabó la tregua; nos llamaron a todos a la Capilla, y mientras, se produjo una expropiación forzosa ; Como ya he dicho .sí hubo preaviso, no se levantó acta de ocupación , no hubo nocturnidad, ni alevosía, ni justiprecio. Pero el hecho se consumó obteniendose un montón de tabletas de chocolate, leche condensada,bombones etc.
Yo estoy convecido que algunos de los alumnos del Colegio que después estudiarion Medicina en la Concepción de Madrid, en una noche de guardia, contaron a Pedro Zarco (famoso cardiólogo e íntimo amigo de Miguel Boyer en aquellos años) lo que sucedió aquí ese dia y así a Miguel Boyer se le encendió la luz con lo de Rumasa.
Yo salvé un trozo de jamón que tenía colgado de la única percha existente en la camarilla, colocado entre el albornoz y una chaqueta, con lo cual ,mí madre ya no podía decir nada de mi aporte de proteinas.
¿Que hacer con tanto Hidrato de Carbono?. El P. Huarte tomó la decisión acertada; Una gran chocolatada para merendar. Juntando chocolates de diversos tipos, de distintas composiciones, bombones y leche condensada, junto a las manos primorosas de las monjas; que demostraron que eran unas magníficas cocineras,pero que necesitan para ello buena materia prima, se elaboró el mejor chocolate que yo he comido en mí vida; y eso que soy un goloso impenitente.

Julio Correas -

Al Furriel elevado :

Me quieres decir por qué
con tal tamaña indecencia
me has puesto en lista
à conciencia
en fosforito amarillo?
Yo ya no digo ni pio
pero me duele que trino
"Amarillo el submarino"
que es cobarde y huidizo
y además me incluyes con
comentario "añadido"?
No te perdono, pardiez
con valor te lanzo el guante
y deja ya de elevarte
!Paga las dietas a Andrés!

Julio Correas

José Mª Cortés Aranaz -

Comprenderéis todos que yo esté en "otra dimensión".
El Furriel elevado.

Andrés Martínez Trapiello -

Luis: ¡Es lo que faltaba! Como tenemos tan bien el "disco duro", ahora nos entra un virus. Díselo también al Ministro, que debe estar de "vagaciones", como José María.
Al Furriel, poco. No hace caso. Aún estamos esperando que desvele lo de "pipi/pipí", porque ha colgado una foto, pero...

Luis Heredia -

¡¡ATENCIÓN, ATENCIÓN¡¡ LLAMADA URGENTE DE ATENCIÓN PARA EL FURRIEL.

Se ha detectado la entrada de un virus en el blog llamado JLPA.

Su lectura puede causar trastornos graves al lector y confundir su estancia con el San Marcos, además de provocar grandes ansiedades al tratar de "poner los dientes largos" hablando de comida a los alumnos.

Si alguien tiene la desgracia de haberlo leido y creer haber caido en el pecado mortal o venial de la Gula, según se mire, durante la estancia en el Cole, tendrá todo nuestro apoyo en Octubre para su recuperación sicológica.

Tendremos una sesión de terapia de conjunto, le llevaremos al comedor, le sacaremos el carrito de la comida, le pasearemos por la cocina y de postre, le haremos feliz con una Gula...del Norte.

Pero, al fin y al cabo..¡COMÍAMOS FENOMENAL¡

¡Dios mío¡ Ya me empieza a entrar a mi el Síndrome de Estocolmo¡

Maldito virus. Para que lo habré leido.

Os comeré a besos y a abrazos en Octubre

JLPA -

Que bueno ha sido encontrar este blog!. Y respecto a la comida, yo he de decir que comía fenomenal. Me gustaban aquellos pucheros de legumbres, o el arroz a la cubana, el paté foie-grass para desayunar (una práctica que sólo mantengo actualmente en los grandes buffets en hoteles de vacaciones), los segundos flojeban un poco más pero eran divertidos. Me lo pasé bien comiendo en el colegio; me lo pasé bien en el colegio en general.

Juan Miguel Menéndez Llana -

La verdad es que el tema de la comida puede dar para un mamotreto. Pero, para ser sinceros, hemos de empezar por decir algunas obviedades. En primer lugar, que lo que pagaban nuestros padres por nuestra estancia en el Colegio era muy poco, ya no sólo visto desde la actualidad, sino ya entonces. A pesar del esfuerzo que seguro les costaba a nuestros progenitores, gracias a ello pudieron tener estudios de calidad chicos que de otra forma no hubieran obtenido la educación deseada. Y con aquella pequeña cantidad que pagaban nuestros padres tenían que darnos de comer. Visto así, ¿no parece el milagro de la multiplicación?. En segundo lugar, la justicia debe impulsarnos a valorar la variedad y las buenas costumbres alimentarias que nos inculcaron. Me pongo de ejemplo. Yo era, al decir de mis mayores, un niño "malcomido". Y salí del colegio comiendo a Dios por una pata (con perdón). Dichas estas verdades, no cabe la menor duda de que la comida era caldo de cultivo para numerosas anécdotas. Recuerdo como una madre, que dejaba a su pipiolo por primera vez en el colegio, le decía al Padre Iturbe, llena de candidez, que su hijo se conformaba con poco, que para la cena no necesitaba más que un plato de huevos fritos y chorizo. Que decir de la alta gastronomía allí destilada: el arroz pegajoso, el pescado frío, el jamón ¿de York?, las alubias pintas con un sabor a oveja que no he podido olvidar... También recuerdo el café de los domingos, el trozo de turrón de las Navidades, las uvas en época de vendimia. Bueno, no estaba tan mal ¿verdad?.

Mariano Estrada -

Querido Juan Miguel Menéndez:

Me alegra ver que os vais animando. Tú lo haces con chocolate, bollos y unas onzas de humor. Me gusta y te animo a seguir. A ver si viene contigo ese efecto llamada que estamos reclamando los de la generación de los mayores.

Dicho esto, te voy a enmendar un poco la plana. Te has valido de un principio de Arquímedes un tanto tradicional y ya muy superado. Los posmodernos abogan por este otro: “Todo cuerpo sumergido en el agua experimenta una sensación de mojadura”. Los amigos Andrés M Trapiello y Julio Correas, en cambio, prefieren este otro: “todo elefante sumergido en el vino sale con dos trompas, una que tiene y otra que coge”.

A éstos, que se bañan en Prieto Picudo, no les interesa mucho saber lo que pasa con un tiburón cuando se sumerge en el chocolate. Porque es que el chocolate los deja un poco fríos, ¿sabes? Son una pandilla de cebollinos. Bueno, el de los cebollinos es otro, que, aunque los escarda en Arija (Burgos), tiene residencia en Castro Urdiales (Bilbado).

Pero te voy a decir un secreto: yo me decanto por el chocolate. No en vano vivo en Villajoyosa, patria del Valor ¿Te gusta el chocolate Valor o prefieres el de Santocildes?

Cualquiera menos aquel que nos daban en el desayuno

Un abrazo