Llegué, llegamos a La Virgen del Camino en otoño de 1957 para hacer el tercer curso,por retraso en la obras del Colegio,desde Corias donde estaba todo verde y muchos árboles, pero encajonado entre montañas.No había horizonte. Allí había mucho horizonte.Menos el Colegio...todo eran casas de adobe.No recuerdo árboles,si muchos viñedos en los alrededores.También algunas norias.Algo extraño para los que veníamos de lugares con bosques de castaños, robles, abedules, pinos,etc.Era otro mundo...pero nos adaptamos pronto....
Luis Carrizo -
Ni un árbol, ni un mísero hierbajo, ni un triste tiesto con un geranio por ninguna parte. La fotografía, sin pretenderlo, refleja a la perfección el secarral que constituía el pueblo en aquellas épocas. Yo recuerdo la ensoñación que me producía oír la palabra "bosque" en los cuentos de mi infancia: Los niños se perdieron en el bosque... Los niños --otra vez extraviados-- vieron una luz entre los árboles del bosque... Me resultaba mucho más evocadora esa palabra que la palabra "mar", tan ajena también a aquellas tierras y a quienes las habitábamos. De hecho, a mí me impactó mucho más descubrir los montes y los árboles, experiencia que viví en El Pedroso, una aldea pegada a Santullano de Mieres, que contemplar el mar por primera vez, algún tiempo más tarde.
3 comentarios
Vibot -
Inocencio Fernández Menéndez -
Allí había mucho horizonte.Menos el Colegio...todo eran casas de adobe.No recuerdo árboles,si muchos viñedos en los alrededores.También algunas norias.Algo extraño para los que veníamos de lugares con bosques de castaños, robles, abedules, pinos,etc.Era otro mundo...pero nos adaptamos pronto....
Luis Carrizo -
Yo recuerdo la ensoñación que me producía oír la palabra "bosque" en los cuentos de mi infancia: Los niños se perdieron en el bosque... Los niños --otra vez extraviados-- vieron una luz entre los árboles del bosque... Me resultaba mucho más evocadora esa palabra que la palabra "mar", tan ajena también a aquellas tierras y a quienes las habitábamos. De hecho, a mí me impactó mucho más descubrir los montes y los árboles, experiencia que viví en El Pedroso, una aldea pegada a Santullano de Mieres, que contemplar el mar por primera vez, algún tiempo más tarde.