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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

FALLECE LA MADRE DE FR. VICENTE SUAREZ

Con tristeza os informo a todos del fallecimiento de la madre de nuestro querido compañero Fr. Vicente Suárez. Como alguno sabéis, Vicente es del curso de este Furriel (años 1961 a 1967) y está destinado en Perú. Este verano estuvo de vacaciones en España, y tuve el honor de compartir con él la mesa y el mantel de mi casa y un montón de recuerdos y conversaciones: también hablamos de su madre.

El cadáver de su madre está siendo velado en el Tanatorio nº 4 del Hospital de Cabueñes en Gijón.

La misa funeral será el próximo lunes día 19, a las 17,30 horas de la tarde en a Iglesia Parroquial de Melchor de Quirós, Calle Carlos V el Cerillero-Gijón.

Querido compañero y amigo Vicente, te envío, de parte de todos, nuestro más sentido pésame y nuestro mejor abrazo.

18 comentarios

Andrés Martínez Trapiello -

Querido Vicente:
Nunca es tarde, por desgracia en este caso, para decirte que lo lamento enormemente.

Vicente, Quillabamba me suena a Colegio, a antecesores que nos abrian los ojos con filminas espectaculares.
Sin embargo, en ese concurso que puede producirse, ¿hay que llevar colchón hinchable?.
Un abrazo,
Andrés

Marcelino Iglesias Suárez -

Recordado Vicente:
Siento la muerte de tu madre y comprendo lo duro que será para ti no haber estado con tus hermanos en esos momentos de consuelo mutuo y dolor y cariño compartidos. Se nos van yendo los seres más queridos, pero perviven en nuestra memoria.
Perviven en la mía los recuerdos de mis vecinos de La Venta de Blimea: de tu padre, "Velino", y de tu madre, "Telvi", y de tus hermanos, muy en especial la de José Daniel, con quien, una vez abandoné el colegio, volví a reencontrarme en el instituto de El Entrego y con quien mantuve varios años más de amistad.
Recibe la condolencia y el abrazo de quien compartió momentos y vivencias comunes con los tuyos aquellos años primeros de la niñez, allá en nuestro barrio de Blimea

P. Vicente Suárez -

Tienes razón, José Mari. Realmente es un privilegio haber formado parte y seguir formándola de un grupo tan exquisito y excelente.
Me parece bien el premio que sugieres. Con gusto cubriremos los gastos de el o los premiados durante 10 días de estancia en Quillabamba, incluso hasta 15 días: tenemos una casa de retiros con más de 100 camas. El problema será llegar hasta acá. Una vez aquí todo estará listo.
Un abrazo para todos los amigos y especial para tu familia.

José Mª Cortés Aranaz -

Querido amigo vicente,
¿recuerdas cuando en mi casa de León te decía que no te había olvidado y que estaba seguro de que muchos de nuestros compañeros te recordaban?.
Me decías que no te lo podías creer.
Pues aquí tienes la muestra, amigo.
Para animarte un poco te diré que el próximo concurso que hagamos, el primer premio sería pasar 10 días con gastos pagados por tí en tu casa de Quillabamba, ¿de acuerdo?.

Un abrazo muy fuerte con el cariño que sabes te tengo, y otro de Isabel y Albertito.

¿Cuando vuelves a comer a mi casa?

P. Vicente Suárez -

Queridos José Mari, queridos compañeros y amigos del curso y todos los que se han manifestado por la muerte de mi madre a través del blog:
Estoy realmente abrumado. Abrumado, por decir lo menos, y sobre todo, agradecido.
Os cuento.
Durante el tiempo de mi estancia en España este año (mayo a agosto) entraba al blog casi todos los días e iba leyendo las cosas que unos y otros escribían mientras se iba acercando la fecha del re-encuentro de octubre.
De vuelta al Perú, por el hecho de que no era posible que yo estuviera presente, medio que me desanimé un poco y me descolgué (algo así como : "Bah, si no vas a estar, esto ya no es para ti"). Sólo entraba en el blog una vez a las quinientas. En vísperas del día 13/10 no entré ningún día. Sólo a los dos días del encuentro, dado que el P. Hilario Provecho me escribió para participarme sus sentimientos vividos en esos dos maravillosos días e invitarme a leer los comentarios, entré sólo una vez y un rato muy breve. Así pude leer algunas de las impresiones que muchos iban poniendo sobre esos días de re-encuentro.
A partir de ese momento estuve muy ocupado preparando mi traslado de Lima a Quillabamba (donde estoy destinado ahora) y ya no tenía tiempo para entrar en el blog. Recibí dos cartas entrañables de José Mari Cortés y de Domingo Iturgáiz, a las que un día por otro iba dejando para contestar más tarde y hasta ahora no lo hice. Llegado a Quillabamba, fue meterme de lleno en el trabajo de la Parroquia y tampoco entraba al blog, convencido de que, pasado el evento del 13 de octubre, el blog dejaría de funcionar.
Entonces me llegó la noticia de la muerte de mi madre y os podéis imaginar (ya he comprobado que lo habéis imaginado muy bien) cómo me sentí en esos momentos a tanta distancia de ella y de mi familia... Envié mensajes comunicando la noticia a la curia provincial y a muchos de mis contactos de correo-e. Confieso que no me acordé de vosotros, ni se me ocurrió comunicarlo al blog. Pero he visto que vosotros estáis al loro de las cosas que pasan y tenéis una buena planilla de investigadores que os ponen al tanto de las noticias. Me sorprendió recibir en mi correo mensajes de compañeros de los que no había vuelto a saber desde hace la tira de años: Santos M. Vibot, Fernando Alonso Díez y José Manuel Criado del Río. Y me preguntaba cómo llegaron a enterarse y cómo obtuvieron mi dirección de correo.
Ayer en la noche hablé por teléfono con mi hermano Petronio quien me contó detalles del funeral de mi madre y me dijo que habían venido algunos de mis compañeros de colegio, aunque no supo decirme los nombres. Y me dio un detalle de que uno de los amigos le había hablado del blog (supongo ahora que habrá sido Manuel Arango). Volviendo a mi habitación abrí la página del blog y vi esta página y todos los mensajes que me habéis enviado y me quedé... realmente abrumado por vuestros mensajes y los sentimientos de amistad y cercanía que me habéis manifestado.
Quisiera responder a todos un poco, a riesgo de que se alargue este comentario y se me "amargue" un poco José Mari el furriel, porque estoy de veras agradecido a todos y quiero manifestarlo:

1.- José Mari Cortés: tú has sido quien ha dado la voz de alarma y ha puesto en danza a todos al colocar la noticia en el blog. Gracias, amigo, porque con ello me has permitido gozar del acompañamiento de estos amigos entrañables que ya tenía medio olvidados y, lo peor, creía que me habían olvidado ellos a mí. Te dije una vez que siempre te consideré uno de mis compañeros más ilustres y veo ahora que no me equivoqué: ¡a la vista está! Tu carta del 1 de octubre está pendiente para responder y te prometo que pronto lo haré. Tu rosario me trae siempre tu recuerdo.
2.- Vibot: Gracias, amigo, por tus palabras, las del blog y las del mensaje que enviaste a mi correo. Fueron los nuestros años hermosos y aquellos encuentros musicales con Baldo y la música de D. Joaquín Hernández, realmente entrañables. Hace años encontré rastros de ti en una página llamada "Mipasado.com" y te escribí: nunca recibí respuesta. Es ahora, te lo aseguro, una alegría inmensa para mí haberte re-encontrado, aunque sea a la distancia y por este medio. "El mundo es un pañuelo" (si lo sabré yo, que ya voy haciendo tantos viajes intercontinentales) y en próximas oportunidades podremos sin duda vernos y darnos ese abrazo que tanto deseamos. Gracias otra vez, amigo querido.
3.- San José Recio: Gracias también por tus palabras. Tengo tu imagen en mi mente: la antigua y la de ahora a través de la foto que Jose Mari me mandó de vuestra visita a Caleruega el año pasado. A lo largo de este año he saboreado tus comentarios en el blog. Sentí no poder encontrarme contigo y con el resto del GL durante mi estancia en España. El Señor permitirá que lo podamos hacer en mi próximo viaje. Hasta entonces te envío un fuerte abrazo.
4.- Oscarín: Me alegró mucho ver tus apariciones en el blog a lo largo de estos meses. Como no había ninguna referencia, pensé que ya no te acordabas de mí. Esta dolorosa circunstancia de la muerte de mi madre me da la oportunidad de reanudar contigo un diálogo que si bien quedó interrumpido físicamente hace años, nunca lo fue espiritualmente: tu presencia en esta hora triste me lo demuestra. No recuerdo la circunstancia que cuentas de nuestro encuentro en Caleruega para la tima de hábito del P. Ricardo Aguadé, pero sí recuerdo otras circunstancias que tal vez no recuerdes tú y tengo mucho gusto en refrescarte la memoria aquí en presencia de todos nuestros amigos: tú fuiste un compañero a quien siempre consideré mucho. En Las Caldas fuiste mi maestro en peluquería, cuando decidí yo colaborar en esos menesteres comunitarios: recuerdo que yo te admiraba por tu pericia en esa actividad; me maravillaba con qué esmero, por ejemplo, le bajabas la melena a Sarmiento poniendo sumo cuidado en no estropear su siempre bien cuidado flequillo. En 1978, debió de ser por el mes de septiembre o así, tuve una caída en el río Aller, bajando del Puerto de San Isidro, la que me produjo una luxación de mi dedo meñique izquierdo. Mi seguro médico de maestro me llevó a emergencias al Hospital Provincial de Asturias. Hubo que someter mi dedo a una pequeña operación. La sorpresa del siglo para mí fue que el médico que la hizo... fuiste tú. Seguro que ya no te acuerdas, pero yo nunca lo he olvidado: aquí está mi dedo siempre para recordármelo. Gracias, amigo.
5.- Luis Heredia: Gracias por tus palabras y sentimientos de cercanía y acompañamiento. Lamento decir que no te ubico en mi memoria, ni me viene una imagen tuya. De todas maneras aprecio tu atención y el detalle que has tenido conmigo al "arroparme" como familia a mí junto con el P. Gregorio Celada.
6.- P. Pablo Huarte: Gracias, Hermano. Cuando llegué al Colegio aquel mes de octubre de 1961 tú eras el segundo de abordo en la Escuela Menor. A lo largo de los años nos fuiste dando con abundancia toda tu sabiduría acompañada de un sereno cariño paternal. Recuerdo una frase tuya en un retiro espiritual (no me preguntes el año, porque no lo recuerdo) que siempre la he tenido presente: "Nunca os acostumbréis a decir Misa. Nunca celebréis la Misa de manera rutinaria". Éramos pipiolos apostólicos, aún nos faltaban años para ir al Noviciado y tú ya nos ponías en guardia contra ese cáncer de la vida espiritual que es la rutina. Cuando estoy a punto de celebrar mis Bodas de Plata Sacerdotales dentro de un mes, te agradezco desde lo más profundo todo lo muchísimo que mi sacerdocio te debe, de espíritu, de conocimientos, de buen hacer y sobre todo de ejemplo. Gracias de todo corazón, P. Huarte.
7.- Santos S. Sánchez: Amigo, tengo que decirte lo mismo que a Luis Heredia un poco más arriba: no te ubico en mi memoria. Pero te agradezco de corazón tus sentimientos en esta hora difícil. Dios te bendiga.
8.- Manuel Arango: Gracias, amigo. De ti tengo la imagen porque la vi muchas veces en las fotos de nuestra toma de hábito y de nuestro viaje de estudios en 6º año. No recuerdo que tuviéramos una particular relación, pero ahora he visto cómo has hecho el esfuerzo de acudir a la despedida de mi madre. Mis hermanos me han comunicado lo que dices tú mismo en el blog: que eres asesor en el colegio de mi sobrina Noelia; y también me compartieron tus sentimientos manifestados hacia nuestra familia. Gracias de corazón. Viviendo en Gijón, sin duda podremos vernos en algún próximo viaje mío.
9.- Javier del Vigo: Querido amigo: a estas alturas ya te habrás enterado de que nos soy leonés, sino asturiano. Pero 6 años en la E. A. de La Virgen del Camino y uno más como profesor, además de un año y medio más en El Ferral y en el Regimiento Almansa de León como militar obligado, me dan un cierto derecho de ciudadanía leonesa. Gracias por tus palabras, amigo. Alguien que dice lo que tú dices y como tú lo dices, seguramente no es tan "incrédulo" como pretende aparentar. Va también para ti un abrazo inmenso desde esta "inmensa y lejana América". Gracias por todo, amigo.
10.- Chema M. Sarmiento: tu breve mensaje, amigo querido, ha supuesto mucho para mí. Te lo agradezco de veras. Diré hoy aquí ante todos algo que tú sabes desde siempre; que tú fuiste uno de los compañeros más admirados por mí. Mi gran deseo desde La Virgen, en Caleruega y en Las Caldas fue conseguir ser tu amigo, que tú me consideraras tu amigo. A la edad de 17 años, medio adolescentes todavía que éramos, no están muy claros los sentimientos, pero tú eras para mí alguien muy especial. Tuve mi recompensa en la noche de la víspera de mi salida de Las Caldas, cuando me trajiste una fotografía en que aparecemos José Antonio Rodríguez y yo en una navideña noche de disfraces, revelada por ti en tu laboratorio fotográfico: habías escrito al dorso una dedicatoria que yo recibí como un extraordinario regalo: "Que esta fotografía sirva de homenaje a una incipiente amistad". Han pasado los años, nuestros caminos se han separado mucho por trabajo y por distancia física. Fue una alegría inmensa saber de ti este año a través del blog y de nuestro querido amigo José Mari Cortés, pero yo me limitaba a leer tus comentarios y tus invitaciones a tu piso de París, sin atreverme a intervenir. Ahora con tu cariño y compartiendo conmigo tus sentimientos en este momento difícil me das la oportunidad de reanudar (volver a anudar) aquella "incipiente amistad". Gracias por situarte "detrás de mí como apoyo". Un abrazo inmenso, amigo: que todo te vaya bien.
11.- P. Pedro Sánchez. Querido Maestro: tu mensaje por el blog ha sido para mí como una gracia inmerecida. Siempre, desde que eras el director de la Escuela Mayor cuando yo llegué a La Virgen en 1961, fuiste un fraile sumamente admirado por mí. Bueno, este blog es testigo de que esa admiración es compartida por muchísimos de los que fueron tus alumnos y tus novicios. Hoy por hoy lo que yo sé de la Orden lo aprendí de ti. Ese amor a la Liturgia que nos infundiste en el Noviciado de 1967-68, pervive en mí después de tantos años. Gracias por tus palabras de ahora, pero sobre todo gracias por lo que de ti recibí a lo largo de los años que el Señor me puso a tu cuidado: supiste hacer tu tarea como un auténtico padre. Que Dios te bendiga.
12.- P. José Luis Alcalde: Los recuerdos se agolpan al recordar aquel Noviciado de 1967-68 en que tuvimos el privilegio de tenerte con nosotros. Tu simpatía radiante, la sonrisa de tu rostro que no se borraba por nada, la facilidad que tenías para hacernos olvidar las penas y preocupaciones con un rápido comentario jocoso. Gracias de corazón, Hermano. Sé que estás ahí intercediendo en tus oraciones por todos nosotros, y ahora, de modo especial por Gregorio y por mí y nuestras madres. Que Dios te bendiga siempre.
13.- Julio Correas: Gracias, amigo, por tu abrazo y por tu cercanía. No importa que no hayas podido ir al funeral: lo importante es la intención. Dios recibe las oraciones desde cualquier lugar y eso es lo único que mi madre necesita ahora. Que todo te vaya bien. Seguiremos en contacto. Un fuerte abrazo.

Julio Correas -

Querido Vicente,
Aunque hasta hace tres horas tenía previsto ir a Gijón con Pedro LLorente y José Antonio O.P., se han torcido las cosas y al final no he podido ir, pero quiero mandarte mi más cordial y entrañable abrazo. Hoy por la tarde, tu madre y tú habéis estado en nuestros corazones.

Julio Correas

José Luis Alcalde Revilla -

Vicente...Gregorio...me encantaría tener el don de la bilocación para estar a la vez, aquí en Vallecas -precisamente celebrando hoy mi cumple, que no es precisamente lo uq eme at a aquí- en Gijón y en Curillas de la Sequeda, de tan gratísmo recuerdo para mí...y daros un abrazo de amor fraterno, que en estos momentos tiene un hondo significado. Pero mi presencia es, si no física, mediante el cariño, que actualiza los recuerdos...tantos y tan buenos, desde aquel primer encuentro hace ya tantos años, y en esperanza de la resurrección, que prolonga la vida hasta lo eterno...
¡Vaya, que os quiero y os acompaño hondo en el dolor!
Un abrazo de verdad expresivo de todo esto y más.

Pedro Sánchez Menéndez -

Querido Vicente:

Me alegro de poder ponerme en contacto contigo a través de este medio con motivo de la muerte de tu madre.

Por Manuel Arango me entero de que no podrás estar en Gijón debido a la dificultad de los viajes. Tu despedida, por lo que cuenta Josemari Cortes, ya ha sido este verano cuando estuviste por España.

Yo lo que te deseo es que te sientas arropado por tus campañeros del Perú y por todos nosotros que lo hacemos a través de este artilugio. Me alegro mucho de poder hacerlo. Constantemente tenemos que arroparnos los unos a los otros, cuando nuestros seres queridos nos abandonan. Es la mejor expresión de cariño y amistad que nos podemos procurar. Y esta expresión de amor es la que nos lleva a la vida definitiva de que nos habla la Palabra.

Me acuerdo del año que pasamos juntos en el noviciado. Un abrazo. Pedro

Manuel Arango -

Esta tarde pasé por el tasnatorio de Gijón. Allí me encontré con dos hermanos de Vicente. Me han informado que no esperaban a Vicente por las dificultades del viaje. Casualidades de la vida, una sobrina de Vicente estudia en en mismo instituto donde trabajo.

Chema Sarmiento -

Querido Vicente, querido asturianín que estos 40 años de alejamiento no me han hecho olvidar:

Aunque la experiencia que estás viviendo no podemos compartirla contigo, es única, déjanos compartir tu tristeza. Y sabe que hoy estoy detrás de ti para apoyarte y darte ganas de llegar a tu meta, como cuando corrías en el colegio siendo yo tu capitán.

Un abrazo
Chema Sarmiento

Javier del Vigo -

Vicente Suárez fue -en mi memoria- un jovencito leonés de mi promoción, la del 61/67.

Te olvidé luego; los caminos de la vida, compañero de curso, nos llevaron a destinos distintos.

Pero este año se produjo el milagro. Nos hemos vuelto a re-encontrar a través de Josemari y el GL. Tu no has podido venir en octubre a saborear el reencuentro, porque eres misionero en América, ese inmensa y lejana América de Misiones con sus necesidades infinitas.

Pero yo te había descubierto ya. He visto fotos que has mandado al álbum de los recuerdos recuperados de este blog. Te he visto, dominico de hábito blanco y corazón inmenso, abrazado a Josemari, aún no hace mucho por el León de tanto recuerdo, en tu última venida al lugar de tus orígenes...

Orígenes no son sólo unos espacios. Son, sobre todo, una familia. Una madre, que te trajo al mundo hace ya más de medio siglo. Y que acaba de decirnos adiós, por necesidad del guión de la vida, que es también el sueño de los justos.

Supe, Vicente, por tanto, que vivías -sigues vivo- y que tu creíste para siempre lo que otros fuimos incapaces: que el sacerdocio en las misiones es una forma total de entrega a tus convicciones y a tu fe.

Eres fraile, dominico y misionero. ¿Se puede ser más? Sí; de la yeguada 61 / 67. Y también lo fuiste! Tremendo lo tuyo, querido...

Sucede, compañero, que por muy cerca que estés de tu Dios en la Tierra, las gentes seguimos viviendo y muriendo. Incluso las madres de quienes queréis salvar almas y mejorar cuerpos un día abandonan el mundo para siempre.

Un abrazo, compañero, de un incrédulo a un "ministro" –ministro que “administra fés”-, al que sé tan triste y resignado como yo, cuando pasé por similares trances de dolor.

Estamos en tiempo de otoño acá, en las Españas. Caen la hojas de los árboles y la naturaleza se desviste en los mil matices del oro y en todos los verdes de la vida.

No sé si en tu ánimo de ministro de Dios puede más la alegría de saberla en la gloria o el dolor de haberla perdido. Yo –y un montón más de viejos compañeros- compartimos el dolor. Algunos otros, también, esa alegría difusa, supongo.

Un abrazo inmenso, compañero del alma, compañero..!

Manuel Arango -

Querido Vicente. Me caban de comuicar el fallecimiento de tu madre. Desde este blog te envío mi sentido pésame. Mañana espero acudir al funeral y poder estar entre las personas allegadas. Si estás por aquí estaré junto a tí, pero si estás allá que sepas que te tendré también en el recuerdo

Santos S. Sanchez -

Vicente, tu cara la tengo desdibujada. Tu corazón no. Y yo sé, porque ya lo he pasado, que el corazón sangra de dolor en estos momentos. Con estas torpes líneas me uno a ese dolor. Un abrazo.
s.s.s.

Pablo Huarte -

Vicente, me uno a tu dolor. Perder a una madre, y además desde la lejanía, es algo que te llena el alma de tremenda orfandad.

Pero lo sabemos muy bien: allá, en lo más profundo del corazón, el gozo es indescriptible para el que cree en un futuro, al que ya ha llegado tu madre, en donde la luz de Dios lo inunda todo. Eso no obsta, para que en una zona menos interior, las lágrimas, la tristeza, las penas se hagan presentes y se manifiesten en nuestro rostro de hombres débiles...

Un abrazo, Vicente.

Pablo Huarte, O.P.

Luis Heredia -

Queridísimos Fr. Vicente y P. Gregorio

En momentos como este, lo único que reconforta es sentirse arropado por la familia. Aquí teneis una más y muy grande que os acompaña a los dos y a todos los vuestros de corazón.

Un beso muy fuerte

Oscar Fernández Hidalgo -

Querido Vicente, compañero del alma, del alma de este grupo de amigos que te quieren y se quieren. Mantengo en mi recuerdo los muchos años vividos juntos, las aficiones compartidas y nuestro reencuentro en Caleruega durante la toma de hábito de mi primo Fr. Ricardo Aguadé en el año 1983, la alegría que sentí al verte y tu despedida, meditando al atardecer carretera de Peñaranda.

Queremos acompañarte en silencio, decirte lo que no te dijimos, expresar pensamientos, crear espacios de recuerdos, una mirada, un gesto, que te ayuden en este desprendimiento.
Pensar en tu madre, es sentir las nuestras, encantadoras, afectuosas, sufridas, esforzadas, viéndonos crecer, cambiar, errar, tomar rumbos diferente y guardando todo en su corazón.
Pensar en ti es pensar en ella, pensar en Las Caldas allá por el año 1969, cuando la vi por última vez hablando con el Nica, siempre alegre y cariñosa.
Un abrazo
Oscarín

San José -

Querido y recordado Vicente.
En estos momentos de dolor te envio mi recuerdo más cariñoso y ruego a nuestra Virgen del Camino por el eterno descanso de tu madre.

Un abrazo muy fuerte.

Santos Martínez Vibot -

¡Vicente, cuánto siento que nuestro particular reencuentro tenga que ser por este motivo tan doloroso para ti! Sabes que te acompaño en la pena con todo mi corazón.

Si vienes a España y pasas por Madrid no dejes de llamarme (675958113)para que te pueda abrazar y acompañar de verdad.
Puedo ir a recibirte al aeropuerto si quieres.

Nunca he olvidado los buenísimos momentos que pasamos juntos en los años sesenta y en los setenta.

Te quiero y estoy a tu lado.

Hasta muy pronto. Vibot