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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

¡¡VIVA LA MÚSICA!!

¡¡VIVA  LA  MÚSICA!!

Día de Santa Cecilia, día entrañable de recuerdos y sonidos y ensayos y conciertos y músicas y compañeros y sensibilidad y raspas de bacalao y merienda especial para la Escolanía y rondalla....Hoy tocaré el PER TU PLORO con mi mandolina y os la dedicaré a todos vosotros, mis amigos, mis inolvidables compañeros con quienes compartí todos los días de Santa Cecilia y que seguís siendo mis amigos y compañeros hoy, día grande de la MÚSICA, día de Santa Cecilia. ¡¡Bendito día!!.

Felicidades a mis amigos maestros y genios, Santines Vibot, Maxi Olóriz, Ingartze y Germanes Torrellas, Marcelino y Carlitos "Bañugues", y Victor Pablo y Baldomero y....todos los que amáis la música.

Feliz día para todos. La foto es un fragmento de la portada de un disco grande que grabamos: LOS SALMOS, ¿recordáis?.

Espero que se "oiga" en este blog que hoy es nuestro día grande. 

El Furriel y su mandolina.

8 comentarios

Santos Martínez Vibot -

¿Verdad, Heredia? Aquella merendola en la recreación, con su olor a banderillas toreras, queso, patatas fritas...cervezas con gaseosas dulces, mistela, anís y coñac para los mayores, galletas de coco...Y tu tío Angel feliz comiendo y fumando con nosotros...¡Santa Cecilia, qué vientos de Rondalla e inminente emoción de villancicos, turrones, contadas peladillas de piñones y frutas escarchadas como besos!

Aunque sea tarde -pero dentro de la octava- tengo que deciros a todos los que os gusta la música, que el viernes pasado estuve en una representación de la compañía "Madrid Goyesco" que dirige Germán Torrellas. Se titulaba "Por fin triunfa la mujer". Y eran dos Tonadillas escénicas del siglo XVIII, de Blas de la Serna.

El decorado era delicioso, los trajes eran de lujo, sobre todo los de Ingartze, con unos escotes muy estilosos, los favorecedores e incitantes talles altos, las orladas colas en encaje de oro, las sortijas de embrujados destellos... y una undosa peluca en cascada con la que estaba guapísima.

La interpretación dramática estupenda y muy divertida. Tendríais que haber visto los levantamientos de ceja derecha de Ingartze, los quiebros de abanico y los mohines -lunar incluído- con los que me tiraba los tejos a mí, que estaba en primera fila, para encelar a su marido -también en la ficción- Germán, que estuvo muy gracioso haciendo su papel al mismo tiempo de machista y de calzonazos, con una casaca rosada y los ojos pintados como una loba.

Había 5 músicos en vivo. Dos violines, un oboe, Germán junior al cello -seguro e impecable- y un tañedor de castañuelas completamente exquisito en su precisión, pulcritud y salero musical.

La oboista y la chica violinista iban tavestidas de chicos, con sus medias blancas hasta la rodilla, su calzón masculino dieciochesco, el chalequito floreado ceñido y el pelo recogido. Dos guapas y ambiguas jovencitas.

La interpretación musical fue también una gozada de naturalidad y frescura.

Invité a 6 o 7 amigos, incluídos Pedro y Joseluis, pero ¡vaya por Dios, tenían compromisos! En Madrid -y en todas partes- nos pasamos la vida perdiéndonos cosas.

Espero que algún día podamos disfrutar todos de estas estupendas Tonadillas en la inolvidable versión de nuestros amigos. Torrellas hasta tocó la guitarra antigua en una Tirana en la que casi se veían y sentían los aromas y suspiros de unos bailarines ataviados de majos en la pradera de San Isidro, idealizados de estío y parasoles verdes en un tapiz de Goya. Limonada en sorbete refulgiendo en el sol de una fiesta de músicas felices.

Gracias, chicos Torrellas.

Ingartze me ha mandado unas fotos, trataré de reenviarselas Josemari.

Luis Heredia -

Queridísimos amigos

Transcurridos pocos días del Cincuentenario, comencé a tener la sensación de repentinas desapariciones, bien por bajadas de adrenalina que son también repentinas, bien por haber cumplido con el deber de participar y haber removido conciencias.


Va por vosotros: Maxi,¡al fin¡

Isidro Cícero, Manolín, Marcelino Iglesias en persona, Mariano Santiso despúes de amamantar... algún día tendréis que dar cuenta de vuestra desaparición.

Me he sentido también feliz porque, transcurridos pocos días del Cincuentenario, muchas conciencias han irrumpido como elefantes en esta cacharrería con el mismo ímpetu, el mismo ardor y el mismo afán de recuperar tiempos pasados, que nunca perdidos, Mis Santos de mi magnífico curso del 62-68, Nachín, José Ignacio Serrano, Santamarta, P. José Luis Alcalde....

y ¡Va por Santa Cecilia, esa gran desconocida para Maxi¡Celebro haber celebrado con todos vosotros este día de Santa Cecilia, pues, a pesar de ser uno de los días más señalados del Colegio, nos han enseñado que no era necesario seguir los mismos pasos, que hay varias claves en nuestras vidas, que aún siendo un sol puedes ser feo sin importar si vas dando la nota o estás fuera de tono.

En definitiva, que lo importante es que te acoples a tu propio compás porque si no, irás de culo por tu vida; nunca mejor dicho, o sea, al revés.

Lógicamente, esta reflexión herediana no es aplicable "strictu sensu" a la realidad musical ya que sería un auténtico desconcierto.

Felicito desde aquí a mi sobrina Cecilia que aunque no se entere, yo cada la vez que la veo me acuerdo del colegio y de los días de Santa Cecilia.

¡Qué bien lo pasaba yo el día de Canta Cecilia¡



Mariano Estrada -

No te preocupes, Mallada, que Olóriz ta había entendido de sobra. Te había entendido hasta yo...

Preciosa la Canción India.

Olóriz, estoy con Trapiello: cuanto te pones escribes muy bien. Así que debes ponerte más a menudo. Además, tú puedes aportar mucho en muchos temas, y de un modo especial en el de la música, que nos interesa a todos.

Un abrazo

josé Ignacio Serrano Mallada -

Bravo Olóriz,

A la vista de tu comentario, y puesto que Dios no me dió oido ni memoria por lo que veo, he tenido que recurrir a internet y sí, hay una "cancion del indio mercader" de Rimski Korsakof.

Sería esa?. Que alguien de la epoca del pleistoceno superior me ayude, si escucha mi voz.

Un fuerte abrazo a todos,


Andres Martínez Trapiello -

Querido Maxi Olóriz:
Es cierto que Mariano está siempre a la que salta, y a la que no, también.
Escribes siempre como los ángeles. Bueno, casi siempre; hay veces que no entiendo bien. Y creo que es cuando tomas Prieto Picudo y, luego, escribes. Pero ayer, Sta Cecilia o no, es igual, también nos trae recuerdos. Y hasta seleccionas, rindes homaje a la música con más ahinco que otros días.
Yo tenía previsto Palestrina, pero se cruzó por medio Grieg, con Peer Gynt. Fueron muchos minutos deliciosos, enganchado al iPOD, recorriendo en paseo las calles del antiguo León, que tanto le gustaron a Mariano Estrada. Y también, a otros.
Se me mezclaban las aceitunas y bacalao que nos daban en la Escolanía antes de algún concierto, con Pedro Sánchez pinchando los primeros compases de Peer Gynt en una obra de teatro en el Colegio.
Santa Cecilia, las clases de música con Angel, los ensayos, las misas que los leoneses consideraban conciertos, las audiciones musicales, el primer tocadiscos estereo que le regaló Aniceto Fernández a Torrellas, Haendel, el coro, el órgano, Uría, la Escolanía, la rondalla, las emisiones de voz, la ducha caliente -privilegiada a los compañeros- porque había ensayo, los villancicos...

Una anédota más, Maxí Olóriz, producida por el Cincuentenario. No sé si alguien ha hecho referencia ya: Hubo comentarios en el Santuario de personas que elogiaban "la contratación de coro que había hecho la organización del Reencuentro".

Maxi, MUSICA.

Máximo Olóriz -

Curiosamente, quienes más silenciosos hemos estado este día somos los que seguimos dedicándonos a la música. Lo cual es comprensible, ya que probablemente éste es uno de los días del año en los que más ocupados estamos. Menos mal que Mariano está siempre de guardia y dispuesto a deleitarnos con uno de sus bellos e ilustrados artículos.

Recuerdo que Fray Domingo Iturgáiz, que llegaba a la Virgen del Camino revestido de la autoridad que le otorgaba el vivir en Roma, aseguraba que, según los arqueólogos, Santa Cecilia no había existido nunca. Aquella afirmación me escandalizaba un poco y no me la acababa de creer. Aún así seguíamos, y seguimos, celebrando su fiesta. Faltaría más.

Ahora, a pesar de que he visto su tumba en Roma, no sé si lo que yo de verdad sigo festejando es la conmemoración del martirio de Santa Cecilia o la conmemoración de la conmemoración del martirio de Santa Cecilia. En fin, una más entre las muchas cosas en las que aquel colegio nos dejó una profunda huella. No sé si Santa Cecilia existió o no; yo creo que a quien de verdad celebro cada año es a San Angel Torrellas, que sí existió y sí fue santo y mártir.

Josemari y Mariano, en vuestra relación de antiguos y actuales músicos faltan algunos nombres, varios quizás desconocidos para vosotros, como los sobrinos de Pablo Huarte, Alfonso y Joaquín, el mismo Pablo Huarte, que también dirigió las escolanías (Villava y La Virgen del Camino), Francisco Javier Novel, Uría, Pedro Sánchez (organista), e incluso Pedro Sánchez Menéndez, que más de una vez nos dirigió, y etc., porque allí éramos, no se si todos, pero sí muchos los que practicábamos la música. Seguro que yo mismo he olvidado también unos cuantos nombres.

José Ignacio, en tu comentario ¿te refieres realmente a una tal “canción del indio”, o a la “Canción india” de Rimski Korsakof?

Por cierto, creo que yo sí tengo que decir, con más motivo que tú: Santa Cecilia, perdón.
Un abrazo.

J Ignacio Serrano Mallada -

Queridos todos:

Antes que nada quiero, en el día de vuestra patrona Sta. Cecilia, felicitar a la pléyade de tantos buenos músicos que os estáis retratando continuamente en el blog. Se nota que la formación musical no cayó en el camino y se secó, sino que cayó en tierra fértil y dio fruto ciento por uno. No sabeis cómo os envidio...

A tí Mariano no sé lo que te voy a decir, eres un compendio de conocimientos, muy buena prosa, excelente poeta, y en referentes históricos ni te cuento... Eres un diccionario enciclopédico viviente, pero ameno y dulce de leer.

Ahora quiero recordar en voz alta un simpático episodio musical ocurrido en mis tiempos de Colegio y qué mejor que hoy, día de Santa Cecilia, para relatarlo:

Y es que estaba leyendo ahora las cariñosas y hermosas vivencias musicales de Vibot compartidas con el recordado José Ramon Tejo en Caleruega y me vino a la mente ese recuerdo que me sale desde la bruma de los tiempos y que someto a la consideración del respetable por si estuviera equivocado y fuera producto de un proceso onírico o de algo más serio, en cuyo caso sí necesitaría el ingreso en institución cerrada.

Yo titularía a lo que voy a referir a continuación como el asunto de " La canción del Indio" y lo relato para que alguien lo corrobore o desmienta.

"La canción del Indio" era el título de una partitura que se veía continuamente encima del órgano de la Escuela Mayor, y que por su melodía bonita y hermosa secuencia musical, era muy apreciada e interpretada frecuentemente por nuestros magistrales organistas "titulares": Baldomero, Huerta (?) etc. etc. la verdad es que se prestaba mucho al lucimiento virtuoso.

El caso era que en los actos litúrgicos sonaba la Canción del Indio para arriba, la Canción del Indio para abajo...Hasta que un día el P.Pedro dijo !Basta!, en los actos religiosos no caben melodías profanas y se acabó la Canción del Indio...fue una bonita historia que acabó mal.

Santa Cecilia, perdón.

Un abrazo,

Mariano Estrada -

Queridos amigos:

Dejo aquí estas notas sobre Santa Cecilia con las siguientes indicaciones:

1.- Que el Mariano que las firma no soy yo, sino un amigo mío de Cataluña. Lo aclaro para que Pablo Huarte, Javier del Vigo y Oscarín, entre otros, no me atribuyan méritos que no me corresponden, como pasó recientemente.

2.- Que, en efecto, como dice Pablo Huarte en el post de Mariano Santiso, el día de Santa Cecilia era un día que en el Colegio tenía la importancia de la música. Y todos sabemos lo importante que era la música.

3.- Algunas personas, por formación o por deformación, siempre que hablamos de música tendemos a pensar en la música clásica, o más o menos clásica, en la que ya solemos incluir a los Beatles. Sin embargo, el espectro musical es tan amplio y tan variado, que hay tipos de música que apenas hemos oído alguna vez. Pero esto daría para unas cuantas tesis, de manera que se las paso a Máxi Olóriz, a Vibot, a Cura, a Torrellas y a José Luís Zamanillo, con quien hablé antes y después del día 13 de octubre.

Yo voy a referirme brevemente a una de ellas y por unos determinados motivos. Veréis, durante un tiempo estuve relacionado con una persona que se dedicaba a la “rehabilitación” (no sé si es la palabra correcta) de niños con síndrome de down y, efectivamente, en sus clases utilizaba la música como método terapéutico, decía que con buenos resultados. Entonces se estaba introduciendo en España la música llamada NEW AGE, y esta persona la utilizaba constantemente, dado que, al parecer, es muy adecuada para ello. Ya sabéis: Tim Wheater, Kítaro, Don Harris, Yanni, Paul Speer... Y tantos otros. Desde luego, éste es un aspecto de la música en el que no solemos pensar demasiado, pero yo quiero exponerlo hoy aquí para recordar que la música, aunque sea alimento del espíritu, también tiene unas aplicaciones pragmáticas y unos efectos útiles y prácticos.

Un recuerdo para Cecilia, la cantante que murió en un accidente de tráfico en Santa Cristina de la Polvorosa (Zamora). Y para todas las personas que lean este Blog y que celebren hoy su santo o que tengan alguna relación con la música.

Un abrazo

A partir de aquí, el Mariano que escribe es otro. Arnal, para ser más precisos

ONOMÁSTICA EL NOMBRE DEL DIA

CECILIA - SANTA CECILIA PATRONA DE LA MÚSICA

Santa Cecilia, miembro distinguido de la Gens Cecilia (nombre derivado de caecus, ciego, por el fundador de la familia que perdió la vista salvando la estatua de la diosa Atenea de un incendio) se convirtió a la nueva religión, el cristianismo, que estaba haciendo temblar los cimientos del poderosísimo imperio romano. Era tanto más irritante para los romanos esta conversión, por cuanto Cecilia era uno de los miembros distinguidos y privilegiados de la sociedad romana. Teniendo honores, poseyendo riquezas y formando parte del círculo de los poderosos, se convierte a la religión de los esclavos y los desheredados, llegando a distinguirse por ser uno de sus miembros más activos y un ejemplo a seguir para los cristianos.
El prefecto de la ciudad, irritado, busca un pretexto para condenar a Cecilia. Le pide cuentas de los bienes de su marido y de su hermano. Ésta le responde que los ha distribuido entre los pobres. La puede condenar por ello, pero le propone perdonarla si ofrece un sacrificio a los dioses romanos. Cecilia le replica que no hay más Dios que el Dios de los cristianos, y que los ídolos son patrañas.
El prefecto la condena a morir en la hoguera. Pero habiendo salido ilesa, ordena a un verdugo que la ejecute. Le hace tres tajos en el cuello, de los que tan sólo queda herida. Sobrevive tres días más, que dedica a convertir a muchísimos paganos, y finalmente entrega su alma a Dios en el año 177.
El culto a Santa Cecilia viene desde el siglo V, y se inició justamente en la iglesia dedicada a la santa, que había sido su casa y ella había donado para el culto divino. Fue la primera iglesia en que se celebraban diariamente los oficios cantados por una congregación de monjes que allí estableció el Papa Pascual I. Se da el caso de que en el oficio divino de Santa Cecilia había una antífona que decía: Cantantibus órganis Cecilia virgo corde suo soli Domino decantabat..." (Al son de los órganos la virgen Cecilia cantaba en su corazón sólo al Señor...) A raíz de esta antífona y del singular y solemne culto cantado que se celebraba en su iglesia y que luego se extendió a otras muchas iglesias a ella dedicadas, y muy especialmente desde la fundación, en Roma, el año 1584, de la Academia de la Música, que la nombró su patrona, se la consideró y proclamó en todo el orbe cristiano patrona de los músicos.
La solera del nombre, su distinción, el candor de la leyenda que lo acompaña, la bellísima iconografía a que ha dado lugar y sobre todo el patronazgo de la Santa sobre un arte tan bello y tan noble como la música, son motivos sobrados para sentirse orgullosísima de este nombre. ¡Felicidades!

Mariano Arnal