BUENAS Y MALAS CARAS
¿Os parece otro poco de historia?. Cuando se empezaron a barajar soluciones monumentales al viejo Santuario de la Virgen del Camino, una de las propuestas más sonoras en la ciudad del León de aquellos años, fué la del traslado del monasterio cisterciense de Santa María de Sandoval (s.XII) y del palacio barroco de los Prado de Valdetuéjar.
La propuesta consistía en trasladarlos desde sus emplazamientos a la Virgen del Camino y una vez asentados sobre las ruinas del viejo Santuario darles la envergadura que la arquitectura confesional de aquellos años parecía exigir.
Pero en este punto aparecieron como donantes Don Pablo Díez y Doña Rosario Guerrero quienes no estaban dispuestos a patrocinar un proyecto vulgar ni se fiaban de cualquier promotor.
Debido a su postura, en este punto intransigente, hubo sus inevitables "encontronazos" y enfados entre Don Pablo y el entonces Obispo de León, don Luis Almarcha, quien ocupó la cátedra leonesa desde 1944 a 1970.
Don Pablo le impuso, en primer lugar, la gestión de los Dominicos en el nuevo futuro Santuario. Acto seguido, entre los Dominicos y don Pablo despidieron al arquitecto diocesano Sr. Torbado. Sus propuestas parecieron a Don Pablo un simple remiendo.
Los enfados del obispo Almarcha no resultaron gratis. Hubo que contentarlo con la donación del palacio de los Prado, hoy Hospital de la Regla junto a la parte norte de la Catedral y con el traslado del monasterio Benedictino de Eslonza para vestir la fachada de la iglesia de Renueva en la Calle Padre Isla. También se dice que el arquitecto Torbado parece que recibió una sustanciosa compensación, pese a sus repetidos intentos ante Bellas Artes de Madrid tratando de impugnar la demolición del viejo templo.
El proyecto del nuevo Santuario y del colegio fué entonces encargado al Padre Coello, Fray Curro, y llegaron Subirach y Rafols Casamada y Domingo Iturgáiz, y... pero eso es otro cantar que ya conocéis.
Ved en la fotografía de Septiembre de 1961 las buenas caras del Obispo Almarcha y de don Pablo el día de la bendición del nuevo y querido Santuario que todos conocemos. También podemos reconocer al P. Coello, al P. Aniceto y al P. Blázquez.
Nota.- Si tenéis la oportunidad, no dejéis de visitar el Monasterio de Santa María de Sandoval en el pueblo de Villaverde de Sandoval, muy cerquita de Mansilla de las Mulas. Cuenta con claustro central (solo se conserva el ala oriental), e iglesia que funde en su interior el románico y el gótico, con planta de cruz latina, tres naves, crucero y tres ábsides semicirculares. Conserva la mesa de altar mayor, románica. Veréis un bello capitel mozárabe del s. X vaciado y utilizado como pila de agua bendita. La conservación del conjunto deja mucho que desear...pero es que los leoneses somos así.
1 comentario
ANDRES CORTES ARANAZ -
Mi padre Andrés, que nunca tuvo un duro pero eso sí, estaba muy bien relacionado en León por su oficio, tenía como muy buenos amigos a un matrimonio mayor sin hijos.
El marido, que no me acuerdo cómo se llamaba, en sus años mozos había sido buzo, era un tío muy grande, y con unas manos como pala de excavadora. Su mujer, que creo que se llamaba María, era la típica "señorina" de pueblo, casi pinta de beata y siempre vestida de negro.
Mira por dónde, este matrimonio se encaprichó de mí. Yo tendría 7 u 8 años y le plantearon muy seriamente a mis padres la intención de adoptarme, con la condición de que seguiría estando con mis hermanos, que no cambiarían ni apellidos ni nada, y sobre todo que todo su patrimonio pasaría a mí, ya que ellos no tenían ningúna familia que pudiera heredar. Mis padres, sabiendo todo lo mucho que tenía este matrimonio y la coladura que tenían por mí, rechazaron todo ya que querían que sus hijos siempre estuvieran juntos para bien y para mal.
Como todo fue muy claro entre mis padres y este matrimonio, siguieron siendo amigos hasta que murieron y su patrimonio pasó al estado o a no sé quién.
Curiosamente el Palacio de Prado, hoy hospital de Nuestra Sra. de Regla y toda la manzana de la parte norte de la Catedral, era de ellos y si se hubiera llegado a un acuerdo con mis padres, hubiese sido todo mío.
!Qué mal suena eso de todo mío!
Pero esto fué así, y de esta manera lo cuento.
Un abrazo