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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

HALLAZGOS EN CORIAS

HALLAZGOS EN CORIAS

Bienvenida la normalidad. Hoy os dejo la información y documentación que me envía, para general conocimiento, nuestro querido compañero José Manuel Fernández Malvárez referidas al Convento de Corias.


 

 

Como quiera que las primeras promociones que pasaron por el colegio de La Virgen del Camino llegaron procedentes del convento de Corias y dado que la noticia no parece haber tenido mucho eco en la prensa te acompaño algunas direcciones para conocimiento de aquellos que hayan pasado por aquel convento.

 http://www.lne.es/sociedad-cultura/2009/08/07/obras-corias-desentierran-planta-primitiva-iglesia-romanica/792250.html

 http://www.noviembre.org/e-norte/html/index.php?name=News&file=article&sid=8197&theme=Printer

 http://www.arqueologiamedieval.com/noticias/noticias.asp?ref=4016

 Además en archivo adjunto te envío una foto de la primera promoción de Corias como Instituto Laboral (1957) en ella podéis ver al P. Jesús Martín, prior en aquella época del convento, y al P Jaime, (hermano del P José) y que creo que también estuvo en La Virgen antes de andar por ¿Nicaragua?

 

Un abrazo

Jesús

 

6 comentarios

Jesús M. F. Malvárez -

Buenos días Julio:
Yo estoy en Oviedo, Pero es fácil que vaya a Cuerres los días 29 y 30.
Si es así,procuraré ponerme en contacto contigo.
Un abrazo.
Jesús

Julio Correas -

Jesús M F. Malvárez,
estoy en Ribadesella y a lo peor nos estamos cuzando por la calle y no nos saludamos...
un tfno. 629 830010
UN ABRAZO
Julio

Constantino Murias -

Jesús M F Malvárez, aunque no te conozco personalmente leo con mucho gusto tus comentarios sobre el convento de Corias, porque se nota que estás puesto en el tema y además yo tengo un tío dominico en Corias que es el P.Jaime que aparece en la foto.
Tus comentarios de la época que estuviste, me recuerdan las cosas que me contaba mi tío cuando yo era guaje y él estaba de profesor en el Instituto Laboral. (Por cierto, que me han dicho que como profersor era un hueso.
En tu comentario dices que mi otro tío dominico, el P. José, que tambien fue procurador en La Virgen del Camino, estuvo en Nigaragua y como lo pones entre interrogaciones y sin ninguna intencion de corregirte, te comento que realizó toda su labor pastoral en Puerto Rico, donde murió en Diciembre de 2007 al pié del cañon.
Yo te animo a que nos sigas regalando tus estupendos comentarios sobre cosas de Asturias y de los Dominicos.
Un abrazo.Viva Asturias y León! Tino Murias.

Javier del Vigo -

LUGARES DE LA MEMORIA:

Nadie se acordará de nosotras cuando estemos muertos.

Es el título de aquella película el que “me da pie” para “meter la pata” -¡otra vez, pesado, coño!- en el blog de Josemari. (Por cierto, amante, que te he visto “de lejos” en esa foto toledana de boda y vinos; te he visto más flaco de lo que me tenías acostumbrado. ¿Te lo marcó tu estilista o te has propuesto dar envidia a tus antiguos compañeros “apostólicos”? ¿Cuántos kilos has perdido, dí! ¿Cuál ha sido tu método?) Por lo demás, esa foto que has colgado del equipo casi completo del grupo leonés que fue a Toledo a celebrar bodorrio me ha llevado a otra foto, allá, al principio del blog, hace ya casi tres años, cuando Maxi Olóriz quedó fascinado ante la imagen de un grupo de carrozones encorbatados, que erais hoy aquellos niños con pelos rebeldes de ayer. ¿Recordáis?

¡Felicidades, Felipe y Florina, aunque el placer mayor no sea para vosotros, -intuyo-, sino para vuestro hijo y nueva nuera! Nunca fue el mundo perfecto, ni equilibrado, ni…

Hace tiempo que no os doy la paliza, mirones. Y parece que el blog sigue su marcha imparable. Lo cual me jode y me alegra a la vez. Me jode en el orgullo -sólo me echareis en falta cuando críe malvas?- y me alegra en la racionalidad de esta memoria recuperada: nadie somos imprescindibles!

¿Nadie? ¿Ni Josemari, en este caso? ¿Ni Lalo, que un día editó un libro con textos de Isidro Cicero…?

Debiera empezar por recordar que he seguido vuestras intervenciones, aunque más de lejos que lo habitual.

-He visto fotos de Vegaquemada y de Pedro Rey (me sigue fascinando aquella imagen idílica de los “misioneros”, encarnada hoy en un compañero que conocí, perfecto portero de la mejor selección, siempre con permiso de mi promoción, con un tal Julio Correas de cancerbero inexpugnable…)-

-Leí de María Martín, la abuela cantabrona recién estrenada, que se atreve a decir algo en este blog de “hombrones” ex apostólicos.

-Supe de las despedidas definitivas del padre de ese dominico que habita en La Virgen del Camino, Miguel Ángel del Río, sin que sepa yo en este momento si es el Prior o el Ex prior de un colegio donde “nos hicimos hombres” un puñado de ex alumnos que tenemos este blog como norte y guía de aquel espacio que va ocupando la memoria; que una vieja granada, de la guerra civil, destrozó la vida de un aún joven ex apostólico, Francisco Javier Fernández García…

¿No eran los “viejos” quienes estaban siempre contando “batallitas”? Joder de dios, cuánto muerto y cuánta desolación…!

¿Los “lugares de la memoria” son espacios virtuales que sólo nos es dado tener a “los mayores”? ¿Cuando no había “realidad virtual”, los viejos eran rémora y referente?

¡Mira que me pongo filosofón y barato…!

Echo en falta aquí yo a un montón de amigos hermanos que hemos vuelto a levantar desde la memoria aquel colegio que se tragó el tiempo. La memoria no es para mí un “lugar recuperado”, es un espacio vital en la existencia de cada uno de aquellos niños que correteábamos, hace tiempo, por aquella paramera de guijarros y sabañones. Que hemos ido creciendo en años y en sabiduría, aunque nadie nos tenga en cuenta, porque la velocidad de la vida tiene imagen de joven; y mujer. Lo cual me produce desasosiego, porque parece que hoy el mundo es joven; que quienes tenemos poco de aquella juventud, sobramos…

Para conocimiento general, quiero decir a Isidro Cicero que el pasado 16 de este mes, festividad de San Roque, entregué el libro “La vendedora de Globos” con dedicatoria a José Luis Zamanillo, después de que cantara una misa en la ermita de un pueblo perdido, bajo un sol de justicia. Quedó encantado y agradecido. Que lo sepas. Aunque tarde, compromiso cumplido.

Por cierto. No sé cuándo nos veremos, Jose Mari, espero que pronto. Como tarde allá, en septiembre, por Villaba. Por si no nos vemos antes, ya tengo cuatro peticiones del libro nuevos. El libro ha causado furor y admiración en algunos entornos míos. Fue un acontecimiento histórico de los nuevos tiempos. Como has quitado la información de la entrada, no sé si se produjo la conversión de una multitud de exalumnosdominicos y te han quitado de las manos los pocos que quedaban. De no ser así, por favor, resérvame cuatro, que te recogeré en la primera ocasión que sea posible. Fue buen trabajo la edición que hizo Lalo, desde luego!

Leí a Antonio Argüeso, el chivato. Es verdad. El 15 de agosto estuvo con Javier el torrelavegano; y el 16, unas horas antes de regresar a la capital de Europa, invitó a este otro Javier a unas cervezas belgas y fresquitas, en su casa de Llano, ese trozo de pueblo campurriano que se asoma a las humedades del pantano del Ebro. Un lujazo ver a aquel muchachón, casi medio siglo después de cuando León. Prometimos no dejar que pasen otros 50 años, para repetir.

José Manuel F. Malvarez: tu relato de aquella identidad filosófica Virgen del Camino – Corias es la que me ha sacado hoy de mi ajetreado agosto –y de mi mutismo último en el blog- para dedicar un tiempo al recuerdo. Buen relato, chaval. Eran tiempos en los que estudiar era cosa más seria que hoy. En los que había “internados” para estudiar, ya que centros públicos de bachillerato no abundaban. A lo sumo, un instituto en cada capital de provincia. Así que los chavales “espabilados” de medio rural debían buscarse la vida. O los padres de aquellos chavales debían buscarles la vida.

Tú crees, José Manuel, que las identidades eran “dominicanas”. Sin embargo, este verano he estado en tratos con un famoso novelista de aquellos tiempos nuestros, José Luis Martín Vigil, en la órbita jesuítica. ¿Os suena el autor, carrozones? Consecuencia de estos tratos, he rescatado del polvo y del olvido “La vida sale al encuentro”. ¿La leísteis en aquellos silencios en las capillas, en las que nos era dado o dormitar o leer libros “edificantes”? Nacho, el protagonista, no era niño de pueblo, sino “niño bien”. Y estudiaba en un internado jesuítico, en la brumosa Galicia, no para jesuita, sino para ser general de la marina. Pero el relato habla de fines de los años cincuenta y principios de los sesenta. Así que yo creo más bien que las identidades eran más propias de un tiempo y de aquel país.

Aquí dejo un párrafo que me zambulló en aquellos internados que nos dieron sustancia, donde hacíamos hasta Ejercicios Espirituales; pelotead el texto contra vuestros recuerdos:

“Llevo dos días sin hablar palabra. Parece un milagro, porque el año pasado hablé lo que quise. Este director está genial. Lo de los pecados propios me ha ocupado bastante tiempo en el cuarto.

¿Qué he hecho yo por Cristo?...Apenas encuentro nada.

¿Qué hago por Cristo?... Es ridículo, de insignificante, todo lo que se me ocurre.
Qué debo hacer por
Cristo?... Ahí le duele.

El infierno es eterno. Ojo! Yo no puedo ir al infierno. Si voy al infierno es porque me da la gana. Si voy al infierno me estaría bien por idiota.

Por ahora no me apetece morir. Cuando sea viejo me dará igual.

Ser impuro es ser un cobarde. Y además es un asco. Eso es; aunque alguno que yo me sé diga otra cosa. Madre mía, que yo nunca jamás haga un pecado de ésos…; para eso vale más morirse uno ya.
…
Hablé con el padre espiritual bastante. Dijo que mis respuestas le habían gustado por lo sinceras. A mí, desde luego, la sinceridad la considero como algo de cajón. Donde no hay sinceridad, yo digo que no hay nada que hacer.

Lo sensacional es que me ha dado un cilicio. Yo ya había oído hablar de ellos, pero no había visto ninguno. Éste no se lo devuelvo…”

Acabo: creo que ya no tiene ninguna justificación que Carlos Bañugues no ponga fecha para la cita de las almejas. Se llame renacimiento, bautismo, valle del silencio, prieto picudo Santiago de peñalva, lo que debes hacer, chiquitín, es invitar a tus compañeros de expedición aquel día y a otros muchos que te queremos bañar en alcohol y abrazos.

Enhorabuena a los cinco porque todo quedó en un susto y poco más!

Jesús M. F. Malvárez -

El antiguo Convento de Valdedios, en Villaviciosa, fue en los años siguientes a la guerra incivil española seminario menor diocesano de la diócesis de Asturias.
En varias ocasiones, y por motivos que no vienen al caso, visité el convento de Valdedios, antes de que fuera nuevamente ocupado por los Cistercienses y restaurado.
Siempre me llamó la atención, a la entrada del salón de estudios, un cartel que rezaba:

“Cisterium mater nostra”

¡Qué cosa más curiosa! ¡Si hasta el hábito del Cister es similar al dominicano!
¡Del mismo modo se podría decir “Corias mater La Virgen” o algo así!

Quizá os extrañe que en este blog de AA.AA. Dominicos mezcle temas de La Virgen con temas de Corias. Ello se debe a la vinculación que tuve con ambos colegios.
Antes de mi ingreso en La Virgen ya tenía cierta relación con ambos centros, por medio de mi hermano Luis Evelio Fernández Malvárez, nueve años mayor que yo, por lo que era un referente para mí.
Aprovecho la circunstancia para recordárselo a alguno de sus compañeros y profesores, que se que frecuentan este blog.
En 1953 mi hermano Luis F Malvárez ingresó en Corias, cursando allí desde 1º hasta 4º curso.
Él me hablaba de Corias cuando venía de vacaciones, y yo le miraba embobado.
Cuando en septiembre de 1956 murió mi -nuestra- madre, él estuvo en casa unos días y, de ellos, recuerdo la seriedad de su semblante, tan distinto del habitual en él.
En el 57 pasó de Corias a La Virgen para hacer 5º curso.
En el 58 tomó los hábitos en San Pablo (Palencia), toma a la que asistí y que me quedó grabada en la retina. Recuerdo el orgullo que me producía verlo con su hábito blanco y su capa negra.
Durante los cursos 59-60, 60-61 y 62-63 estudió filosofía en Las Caldas, pasando las vacaciones en Montesclaros, y haciendo esporádicas visitas a casa, sobre todo en septiembre u octubre con el P. Procurador de Las Caldas para comprar manzana con destino a la bodega del convento.
Los años 63-64, 64-65 cursó Teología en San Esteban (Salamanca) y creo que en el 66 dejó el convento.
Durante su paso por la Orden Dominicana, tengo entendido que era conocido por su afición a la fotografía (Creo que era fotógrafo cuasi oficial) y a la radio (tanto en su confección como por su trabajo en emisoras).
Opino que él fue el motivo de que yo deseara ir a La Virgen, y por ello ingresé allí en 1961. Sin embargo sólo conseguí permanecer durante un curso. No recuerdo haber sido expulsado, pero al llegar a casa a pasar lo que creía eran unas vacaciones, mi padre me dijo que el director de la Escuela Menor (P. Cura) le había comentado que era mejor que no volviera.
En la conversación que mantuvimos ese mismo día decidimos que buscaríamos un colegio de Dominicos donde pudiera seguir mi formación, pensando en mi fuero interno que una vez aprobado el Bachiller quizá me permitirían reingresar en la Orden.
Descartamos Santo Domingo en Oviedo, si mal no recuerdo por lo caro que resultaba el internado, y optamos por San Juan de Corias, con un nuevo tipo de Bachiller (Laboral) y por ser un colegio del que ya teníamos bastante conocimiento, en virtud de la estancia en el convento durante cuatro años de mi hermano.
De este modo ingresé en Corias en el curso 62-63, que coincidía ser el último de la primera promoción de Corias como Instituto Laboral.
Cuando llegué a Corias estaba como Padre Prior el P. Jesús Martín, que al año siguiente fue, creo, a La Virgen.
Mi estancia en Corias tuvo una duración de cinco años del 62 al 67 y lo largo de ella ejercí, de modo parecido a lo que ocurría en La Virgen, diversas “profesiones”: fui cerrajero reparando aquellas antiguas cerraduras de grandes llaves de la sacristía y la “zona vieja” (huesera, museo de los santos, teatro…); electricista cambiando aquella vieja instalación de cables de algodón por cables de plástico; soldador y carpintero haciendo una especie de camarillas que consistían en un tablero de conglomerado con un pequeño armario acoplado que servía para separar una cama de otra en los claustros que utilizábamos de dormitorio (Estoy seguro que alguno de vosotros dormisteis alguna vez en ellas). También ejercí de agricultor, si bien yo no cultivé champis en los semisótanos de La Virgen, si cultivé fresas, tabaco, trigo, vides, manzanas, berzas y un largo etcétera en los campos de Corias. Colaboré en la restauración del museo de Ciencias Naturales (obra del P. Castaño alias Pepito). Actué en diversas obras teatrales que representábamos en aquel viejo cine y las sesiones de teatro leído, en su mayor parte de obras de Casona que como sabéis era natural de Besullo, pueblo del concejo de Cangas y del que el P. Basilio Cosmen era acérrimo aficionado.
Si leísteis el portillo en que recuerdo la calefacción de La Virgen, a primeros de julio, podréis ver que en él describo, más o menos, lo que era la vida diaria en Corias.
Como podéis ver la vida en ambos centros era bastante similar.
No os extrañe, por tanto, que tienda a mezclar y a hacer paralelismos entre vuestras vivencias en La Virgen y las mías en Corias.
Prima en ambos casos el espíritu dominicano y me hace pensar que el carisma que nos inculcaron nuestros profesores es el mismo, aunque fuera infundido en lugares tan diferentes como La Virgen y Corias.
Valgan estas líneas para animaros a secundar la idea lanzada por Luis Heredia de celebrar un reencuentro en Corias.
Yo me apunto a él.
Un abrazo para tod@s

Jesús M F Malvárez

Luis Heredia -

Definitivamente, hago una llamada a los hermanos de la agrupación:

"IN teresados
SER equieren para
R encuentro en Corias.
So lo se precisa haber sido

alumno de la Virgen del Camino, bien como ejerciente albañil titulado en campos de deportes por el Convento de Corias, bien como usufructuario de la Fundación Virgen del Camino, de procedencia local y diversa, bien como alumno extraditado del Colegio de Villava.

Que nadie se abstenga, ni mucho menos EL BESUCÓN, que más que padre parece hermano, quien hará las delicias de todos los asistentes contando sus experiencias y los más íntimos vericuetos de la vida conventual.

Otros, como el que suscribe, rememorarán, unos de los días- y noches- más felices de su adolescencia, las manzanas más ricas que recuerda haber comido recién cogidas del árbol, haber jugado al frontón la primera vez en su vida, haber jugado al tenis con raqueta de pofesional"Dunlop" y red por primer y única vez en el patio del claustro de un Convento - ¿haber dado un concierto en el patio del mismno claustro?- la noche de vuelta al Colegio con disparos de escopeta, y años más tarde- cuatro- volver a rememorar las mismas vivencias en Cangas del Narcea al volver a pisar tierra como actor del grupo La Máscara.

Si Alejandro Casona viviera, se sentiría orgulloso de nuestros "Teatros Leidos".

Os quiero....ver en Corias el próximo reencuetro.