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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

SEMBLANZA DEL PADRE MORÁN

SEMBLANZA DEL PADRE MORÁN

Hace ya casi dos meses que falleció el Padre Morán, querido e inolvidable Padre Morán. Hoy os reproduzco la semblanza que leyeron en el Santuario de la Virgen del Camino durante la misa de su funeral.


Fray MANUEL MORÁN FLECHA, O.P.

18-04-1921    -  30-08-2010

  

El P. Manuel Morán Flecha nació en Manzaneda de Torío (León) el 18 de abril de 1921, del matrimonio formado por Germán y Numancia. Fueron sus hermanos Guillerma, Gabriel y Pilar. El primer contacto con los Dominicos lo tuvo en la Escuela Apostólica de Corias (Asturias) en 1931, donde hizo el Bachiller. Allí también sufrió los primeros percances de la guerra civil española. En octubre de 1938 tomó el hábito dominicano en el convento de San Esteban de Salamanca, donde cursó los estudios de filosofía y teología. Siendo ordenado sacerdote el 8 de julio de 1945.

         En 1946, con 25 años, fue destinado al convento de San Valentín de Berrio Ochoa, en Villava (Navarra), donde comenzó su tarea de profesor, la tarea a la que más horas de su vida ha dedicado, y de la que pueden dar buen testimonio su amplio número de alumnos. Tres años después, en 1949, fue destinado a la casa de San José en Bergara (Guipúzcoa), en la que continuó su labor docente durante 10 años. En 1959 fue destinado a este convento de La Virgen del Camino donde ha permanecido hasta su muerte.

         Cuatro rasgos, entre otros, se pueden destacar en la vida del P. Manuel Morán. El primero es su dedicación a la enseñanza, como acabamos de indicar. Impartió varias asignaturas pero de manera principal Latín y Dibujo.

El segundo fue su profunda religiosidad. Para él Dios era Dios, lo primero, y este Padre Dios fue el motor de todo lo que hizo en su vida. Cuando, Jesús, el Hijo de Dios, llamó a su puerta para que le siguiera por el camino de Domingo de Guzmán aceptó con generosidad su invitación y en él encontró el tesoro del evangelio y en él ha permanecido hasta el día de ayer. Fue un fiel observante de todo lo que entraña la vida dominicana.

El tercero fue su vocación artística, que plasmó en muchos dibujos y en más esculturas. Todas ellas de tipo religioso. En su obra como escultor destacan las reproducciones que hizo de la Virgen María, sobre todo de la Virgen del Camino, fruto no sólo de su saber técnico sino también de su profunda de devoción a María,  y que a través de su obra ha logrado difundir, incluso fuera de España. Un nuevo rasgo menos conocido, pero entrañable, fue su fino sentido del humor, que expresó, entre otros cauces, con sus ocurrentes letrillas que dedicaba a sus hermanos frailes en sus fiestas. 

         Estamos seguros de que el Señor, a quien él tanto amó, le ha concedido el premio de la vida en abundancia que nos ha prometido.  

           

3 comentarios

A. Sanjuán -

El P. Morán impartió dibujo a mi generación (75-81).
Le recuerdo como lo habeis descrito. Una MUY BUENA GENTE,una excelente persona,con muuuucha paciencia,comprensivo. Tengo la impresión de que nunca tuvo una mala idea o intención ni actuó de mala fé.Un gran persona,sin protagonismos,pero con un trabajo y una labor muy cuidada tanto como educador y artista, y creo que como dominico.
Gracias P.Fernando Morán Flecha.
Desde un rincón del cielo nos estará observando con su plácida sonrisa.

santiago rodriguez -

Con respeto y cariño.
una pequeña aclaración: el inicio de la guerra civil le cogió en Las Caldas donde había sido trasladada la escuela apostolica.
En el libro "Ofrenda Martirial" aparece el apostólico mayor, que aunque se llamaba Santiago Rodriguez, no soy yo. pues bien alli dice que este padre acompañado de otro apostólico llevaron por la noche la imagen a Cartes.
El P. Santiago Rodriguez me fué presentado por el P. Moran en la Virgen y me descubrió que el otro apostolico era el P. Moran.
Tal vez lleve a confusión que cuando empezo la contienda y los frailes fueron acosados los apostolicos de lugares cuyo envio a su casa era de notoria peligrosidad, fueron recogidos por algunas familias y al p. Moran lo recogió una familia asturiana.

Joaquín Urbano -

Desde mi pèrspectiva actual, tengo del P. Morán el recuerdo de que ha sido un buen sacerdote y, esencialmente, una excelente persona. Es, junto al P. Uría y el P. Bernardino, de quién mejor recuerdo guardo por sus características humanas y religiosas.Gracias por sus enseñanzas y ejemplo.
Descanse en paz.