Blogia
Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

CAÍDA LIBRE (2ª parte)

CAÍDA LIBRE (2ª parte)

Segunda parte de la caída de Antonio Úbeda, ya a punto de desmoronarse y de coger la maleta y el autobús rumbo al hogar familiar. Cuatro "cates" tenían la culpa. Además su PANORAMA ¿? no resultaba muy alentador: regular en comportamiento cívico y en informe sanitario ¿? y regular tirando a mala su línea vocacional. ¡Toma ya!

El documento tiene fecha de 22 de Junio de 1969.

Antonio ha estudiado muy poco, por lo que ha hecho los exámenes de IV curso muy deficientemente y nos hemos visto obligados a suspenderle.

Tiene que tomar las cosas más en serio, pues esto no puede continuar así. Esperamos que en los próximos exámenes nos demuestre que quiere y que puede estudiar.

Lamento tener que expresarme así.

Afmo. s.s.,

fr. Jesús Martín S., o.p.

El desenlace estaba próximo, os lo contaré otro día. 

 



 

Yo sí tenía malas notas, para hacer ver que no se paraban en barras a la hora de calificarte, con independencia de que fuera verdad o mentira,

Pero quiero que te fijes en una cosa curiosa, que estaban en todo e informaban de lo que te ocurriera: "Pasar sin falta por el oculista". Una delicia.

Antonio Úbeda Párraga

4 comentarios

Antonio Úbeda -

No te creas, Julio. Alguna vez he pensado como hubiera sido yo de fraile. Y, a más de dar el tipo físico (alto y gordo), creo que no lo hubiera hecho mal del todo.
Parafraseando a aquel que contaba que una madre, ante el noviazgo de su hija, decía: "No se si pierdo una hija o gano un hijo", no se yo si la Iglesia perdió un fraile o España ganó un funcionario.

En fin, que mi mujera tampoco parece que quiera que la abandone. Ella sabrá.

Y, efectivamente, desde aquel verano llevo gafas.

Jose María, gracias por el ánimo. Ya verás tú el final de cuento, que ahora ni te cuento.

Ya conté aquí que siempre me ha gustado presumir de la educación que recibí(mos) allí. Y me reitero, ¡ya les gustaría a muchos educadores de ahora que no hacen sino pedir ayuda a los padres! Un Padre Cura les mandaba yo.

Efectivamente, Tuñon. Seguro que valoraron algo más que el hecho de ser un mal estudiante. Algo me verían que yo no acerté a contarles ni a ellos ni a mis padres. Y mucho menos supe verlo yo y arreglarlo.

Pero nada. Como decía Cela:

"La vida hay que verla venir, vivirla y dejarla pasar. Y si se nos mea encima..., decir que estaba lloviendo."


Que descanséis. Un abrazo.

Tuñón -

Amigo Antonio:En aquella época tenían mucho donde escoger y pienso que no solo valoraban las notas
Debian de tener varias formas de conducta para evaluarnos,sino no me explico como a mi me aguantaron cuatro años cuando reconozco que fui un verdadero desastre.Tuñón

José Mª Sierra Tascón -

No sé si caída libre es lo más adecuado para ¿justificar? tu abandono (más o menos voluntario).
A mí me sucedió algo parecido aunque nada que ver con malas notas: sólo suspendí un trimestre, el primero, en química con el honorabilísimo P. Uría. Yo concía Valencia (por los mapas, claro) y a mí no me entraban otras valencias. Y mucho menos el hecho de que dependiendo con quién se "casase" cada elemento, tenía 1, 3, 5 , 7... ¡Qué disparate! es más, ¡qué indecencia!
Pero héteme aquí que, con unas notas bastante buenas, no se podía hablar con algunos compañeros. Creo que de esto ya he escrito algo. Y yo, rebelde por naturaleza, hablaba. Y alguien, con mente pecaminosa debía ver en ello algo muy malo... Y zás: Conducta muy mala.
Creo que nos han hecho un favor. Porque eso de la vacación, aún no sé qué es. O sí. Pero en mí. En mi modo de comportarme, mejor a peor pero tratando de ser cada día más ecuánime, más tolerante, más entregado a los vivos... (los muertos están en paz). Y eso lo estoy aún aprendiendo. Pero creo que empecé a aprenderlo en aquel colegio que compartimos, a pesar de los pesares, a pesar de las valencias, a pesar incluso de los que no tenían nada que enseñarnos...
Y, Antonio, no hace falta llevar hábito para ayudar a la gente. A menudo el hábito estorba... Y más, determinados "hábitos..."
Un abrazo

Julio S -

Antonio, lo que remites sí que forma parte de la crónica de una muerte vocacional anunciada.

No obstante, incluso es pronto para cantar victorias y aún puede que tengas vocación. ¿Lo has pensado?.

En mi caso (baja voluntaria con saldo finiquito), la carta que recibieron mis padres sugería que me dedicasen a actividades manuales, pues no servía para el estudio (sic). Y ya ves, todavía sigo pensando en un posible reingreso. Lo que sucede es que Eva no colabora y se niega a darse de alta en un monaterio femenino, aunque sea temporalmente. ¡¡¡Será ingrata!!!.

¿Al final necesitaste gafas?. Si fue así, ahí tenías la excusa perfecta que nunca pude utilizar ante mi familia.

Bueno, todo el mundo se equivoca; aunque lo referente a la nota de tu vocación sí que es de nota...

Un abrazo y no te preocupes, seguiremos mojándonos los mismos.