Blogia
Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

A CABALLO

A CABALLO

PaPedro, te equivocas; todo lo que tú escribas en el blog nos interesa, ¡vaya si nos interesa!

Esta fotografía que hoy véis me la envió nuestro compañero Hipólito Fraguas. Se trata de la fotografía a caballo de Luis Martínez, compañero del PaPedro en Corias.

Le he pedido información sobre esta fotografía y esto es lo que me escribe el PaPedro, pese al puñetero catarro que arrastra desde Diciembre.

 


 

 

Hola, Josemari:

Dudo que el comentario sobre esta foto pueda resultar de interés para los lectores del Blog, porque  es anterior a la inauguración del Colegio Virgen del Camino.

Yo fui destinado a Corias el verano de 1951. Luis Martínez debió de llegar en el verano de 1952, pues era de un curso inferior al mío. Yo no montaría como él a caballo, yo venía de ciudad, él de la Asturias campesina. Se ve que monta con gran dominio del animal. En aquel tiempo, prácticamente, no quitábamos nunca el hábito.

La foto está tomada, sin duda alguna, en uno de los “días de campo” que, con frecuencia, hacíamos en el Santuario del Acebo, que se encuentra por encima de Corias y Cangas del Narcea. Luis Martínez fue profesor durante años en Corias, incluso, cuando la “escuela apostólica” ya se había trasladado a la Virgen del Camino en el año 1957, él creo que siguió dando clase en Corias. Tengo idea de que él  estuvo después en algún lugar de América y, definitivamente, dejó la Orden.

En aquel tiempo, como se ve por la foto, éramos jóvenes. Recuerdo que los frailes jóvenes nos hicimos con unas bicicletas, incluido Antonio Alonso Uría, para darnos paseos por la única carretera que llevaba a Corias, durante el buen tiempo.

Y ya que me das pie para ello digo en voz alta lo que, a veces, se me ocurre al leeros a vosotros. Nosotros reproducimos en los alumnos lo que nos habían inculcado a nosotros anteriormente. Claro que siempre hay diferencias, porque yo recuerdo lo que sufría ante prácticas del director de una parte de la escuela, mientras yo tenía que acatar como subdirector.

Cuando fuimos a La Virgen del Camino, creo que algo cambiaron las cosas. Pero tú tratas de hacer simplemente lo que has aprendido, y solo cuando hay algún revulsivo (como el Concilio Vaticano), empiezan a surgirte dudas. Tenemos que reconocer las grandes limitaciones de que fuimos objeto por parte de una dictadura que encerró también a la propia iglesia.

En todo caso pienso que qué difícil es evadirse de una situación en la que vives anclado, con gran dificultad para poder romper.

Cuando se consigue, estás recobrando libertad.

Y ésta la considero como lo más importante que necesito para seguir con fidelidad el camino de Jesús, que es lo que más me interesa a mí , hoy.

15 comentarios

Pedro Sánchez Menéndez -

Sinceramente no me había imaginado desencadenar tantos comentarios en los que me tratáis con tanta delicadeza. Gracias. Siempre que nos reencontramos siento la alegría de experimentar con vosotros lo que en aquellos años era un futurible... Hoy me gustaría también agradecer a dos antiguos alumnos que se acercaron hasta aquí y se comprometieron, cuando se lo sugerí, a colaborar en la Asociación de Vecinos del barrio donde está ubicada la parroquia, para ayudar a personas adultas que desean abrirse camino en la informática. Los alumnos aprecian con agradecimiento la ayuda que les prestan. Yo también se lo agradezco. Pedro

José Mª Sierra Tascón -

Máximo Oloriz: Yo también te recuerdo con cariño. Es cierto que a muchos de los compañeros no soy capaz de panerles cara. Pero a tí te recuerdo perfectamente.

Luis Heredia. A mí, el P. Pedro no me caía particularmente bien. Insisto en que cada cual tiene sus vivencias pasadas por el tamiz de la infancia o, en mi caso, de la adolescencia. Tampoco tenía nada contra él. Es más, en aquel tiempo, yo no tenía ndad contra nadie. Bueno, sí. Quizá algo contra mí. Buscaba algo intangible, que aún sigo buscando: La utopía, la verdad, la explicación de misterios inexplicables, el por qué de la palabra sin el acompañamiento de los hechos, la predicación sin el ejemplo. Y lo sigo buscando. Pero leyendo, analizando, quitando las manos de pintura persistente después de tantos años, veo que no fueron tan ogros algunos "ogros". Sobre todo cuando se expresan como se expresó el P. Pedro, cuando llegas a tu gente, cuando, además de docente, con toda la carga de significado de la palabra "docente", eres capaz de, además, entender que no todo el mundo sirve para lo que tú crees que debe de servir. Que aunque no se le de bien el latín, el griego o las matemáticas, por ejemplo, tiene otras capacidades: Es, en definitiva, humano, siente, padece, sufre, tiene frío y sabañones (Marcelino, ¡qué relato!), que duelen como en el alma, donde duele lo que duele...
Cuando, como digo, lees a PaPedro, a José Luis Alcalde, escritos que salen del alma, que te dicen que era el sistema, la educación que recibieron... Eso es para mi una misa que, sin ser sacerdote, concelebro...

Tuñón, nadie ofende cuando habla con el corazón. Es posible que alguno pueda no estar de acuerdo. Pero cada uno siente las cosas, las mismas, coetáneas, de diferente manera. Pero lo bueno es saber apreciar, saber respetar las opiniones de los demás.
Estamos, creo, básicamente de acuerdo en todo.
Un abrazo a todos.
Alcalde y Pedro: Seguid deleitándonos con esos escritos.

Tuñón -

Al Pa Pedro,ni me lo toqueis,porque yo como la Belén Esteban,"maaatoooo.Pasé cuatro años en La Virgen los dos primeros los años 57 y 58 en la escuela menor con Pa Pedro y P.Enrique.
Nunca se lo que en mi vió pero cuando llegaban las primeras evaluaciones y hacía aguas por todos lados me llamaba a su despacho aquella habitación por donde podíamos ir a consultar nuestras dudas,era después de la cena y siempre que fui estabamos esperando a la cola varios internos.P.Pedro era el confesor de un alumno de la escuela mayor se llamaba LLeronímides y tocaba el órgano de maravilla y luego cuando pasé a la escuela mayor fuimos muy amigos
Pues estaba esperando este chaval hasta que acabaramos todos por la celda del P.Pedro para confesar a continuación.
Las sampedrinas que me decía surtia efecto y terminé sacando primero y segundo con cierta suficiencia.
Me estimulaba con pequeñas cosas,por ejemplo, me puso a leer en el refectorio incluso recuerdo lo que para mi fue un honor limpiar un pequeño cuarto de aseo pegado al despacho en la planta baja que era por donde pasabamos después de cenar como comenté antes el que tenía alguna cosa que comentar con el.
Fui solista con el en la incipiente escolanía que en aquellos años estaba empezando,todavía no estaba el P. Del Cura,en aquel dificil primer año del 57 donde el colegio estaba sin acabar
Por eso cualquiera que cuestione la labor de los frailes y sobre todo de P.Pedro me va atener enfrente.
Es curioso que algunas veces no recuerdo ,por ejemplo,lo que cené ayer y sin embargo pueda acordarme de todas estas cosas.
Pido disculpas si puedo ofender a alguien pero a pesar de la distancia en el tiempo transcurrido siento gran admiración por este cura y alguno mas que ahora no nombraré.

Luis Heredia -

Querido Padre Pedro. Todo lo que te decimos es verdad. No somos pelotas y aún en aquellos años, si no te lo dijimos, se debió a vergüenzas de juventud. Pero todos aquellos que no te seguimos, lo pensamos nada más separarnos de ti. Los que siguieron adelante piensan lo mismo y ni que decir de aquellos que tienen la fortuna de disfrutar de ti como José Luis o tus feligreses.
Tu labor no solamente era hacer de nosotros unos buenos Dominicos,sino buenas personas. Lo has conseguido con creces.
Un beso muy fuerte de tu familia Heredia que no tendrá nunca suficientes palabras y obras para agradecerte por haber sido partícipe de haberme hecho también a mi padre de cuatro hijos.

Máximo Olóriz -

Como estoy de acuerdo contigo, José María Sierra (¡qué buen recuerdo tuyo tengo!), en que es bueno que se pongan todas las cartas boca arriba, voy a enseñar las mías, al menos las relacionadas con este asunto.
Pedro, tú eras ya el Padre (en su mejor sentido) Pedro antes del Concilio Vaticano y lo seguiste siendo después de él. Este quizás cambió algunas de tus ideas, pero no te cambió, afortunadamente, a ti. Yo no puedo más que mostrárteme inmensamente agradecido por lo que supusiste para mi formación humana y para mi equilibrio psíquico y afectivo en aquella etapa de adolescencia vivida en un internado.
Un fuerte abrazo para ti y para José Luis.

José Mª Sierra Tascón -

Ayer tuvimos una reunión/ comida medio improvisada (de esas cosas que se piensan de un día para otro)en Oviedo y, algunos que somos como la "Melodía Viajera", asistimos. Como es lógico cuando varias personas hablan de un tema suele haber muy diferentes opiniones. Es como si dos aficionados al fútbol y forofos uno de un equipo y otor del contrario, están viendo un partido y, realmente "ven" diferente partido: Uno ve penaltys donde no los hay y el otro no ve manos donde las hay. Eso, en definitiva, nos pasa a todos.
Pero, vuelvo al tema que se trata en este interesante ¿debate?, en algo siempre estamos de acuerdo: Se nos nota cuando nos encontramos que estamos marcados por una especie de aura, una impronta... Y es la educación, seguro que con una excesiva, rígida disciplina.
La pregunta que me hago es: Si hubiera sido distinto, ¿tendríamos esta educación?
Me uno a la opinión de los que oiden que sigas escribiendo P. Pedro. Y, que sepas tú y los demás que habéis influido positiva o negativamente en mi (nuestra) educación, que yo, al menos, aprecio y agradezco que se pongan las cartas boca arriba, que ya no hay ningún motivo para esconder nada, que es mejor saber que ignorar o sospechar.
Yo recuerdo que el mero hecho de ver un hábito me daba cierto temor. Y eso, a pesar de tenerlos bastante próximos en la familia. Si además dentro del hábito, (unuforme), había un despiadado militar...
Gracias P. Pedro, por tus opiniones y comentarios.
Cuídate ese catarro que necesitamos tus intervenciones en este blog.
Un abrazo

Fernando Alonso -

Querido P. Pedro, también estoy de acuerdo con Argüeso, “en que hay momentos en los que no hablar es actuar. Conoces sobradamente muchas de mis opiniones sobre temas variopintos, acontecimientos, situaciones personales, preocupaciones, te diré que casi siempre coincido contigo y espero en cada caso que seas tú quien ponga fin a cada conversación poniendo la última palabra. De educación hemos hablado poco, teniendo ambos mucho que decir y tantas acotaciones que hacer, tal vez será por el respeto que nos merece ese campo al que hemos dedicado gran parte de nuestras respectivas vidas. Pero te voy a hacer una confesión: cuando me pregunto qué he hecho durante mis treinta y tantos años dedicados a la profesión, qué he aportado a la sociedad, cómo debo tener mi conciencia de turbia o tranquila, entonces mis reflexiones se colapsan, no progresan y no sé qué responderme. Una vez más vienes en mi ayuda cuando escribes más arriba, “Nosotros reproducimos en los alumnos lo que nos habían inculcado a nosotros anteriormente… y solo cuando hay algún revulsivo, empiezan a surgirte dudas.” Eso dices en tu escrito y eso es lo que me ha pasado a mí y ese puede ser el desenlace que merecen las reflexiones sobre mis preguntas anteriores: No me cabe la menor duda de que, en cuanto a actitudes, las tuyas y las de algunos pocos más han sido las que he tratado de trasmitir a mis alumnos: la responsabilidad, el compromiso, el esfuerzo tranquilo, la comprensión en los fracasos. Y sobre las dudas, de mis dudas, tienes también razón, constantemente he vivido en la duda y en la inseguridad, huyendo de los dogmatismos, tratando de encontrar las mejores salidas a los condicionamientos impuestos, en mis tiempos de deficiencias de las libertades, aun siendo reconocida la libertad. Gracias por todo. Te queremos y te necesitamos. Un abrazo.

Marcelino Iglesias Suárez -

Sí, P.Pedro, cómo no: sin duda también tantos de vosotros fuisteis víctimas -y productos en todo caso- de aquel ominoso tiempo de silencio, del que el clero -muy en especial la jerarquía- fue uno de sus pilares fundacionales y sostenedores. En un escrito de hace días, manifestaba mis reservas de que en parte también hubierais sido instrumento: a diferencia de nosotros -niños y adolescentes- vosotros ya erais adultos. Pero matizo ahora:¿se puede ser adulto y maduro privado de libertad? Acaso allí fuéramos todos rehenes de una circunstancia, cruel e implacable.
Dicho lo anterior, recuerdo no obstante con simpatía y respeto tu manera -comprensiva y abierta- de llevar la Escuela Mayor durante mis cursos de 3º y 4º. Simpatía renovada desde el reencuentro y cada vez que apareces por esta ventana con respeto y cariño. Decidme, compañeros:¿estáis seguros de que este hombre tiene ochenta y no sé cuántos años? Para mí que se pone unos cuantos para parecer mayor.
Por último, mi agradecimiento y sorpresa entrañable por que fueras el primero en hacerte eco días atrás en la primera entrega de mi relato en marcha.
Marcelino Iglesias

Marcos berrueta -

La verdad es que siempre hiciste las cosas con una naturalidad y una sencillez que me dejaban "pasmao". Después de leer tu comentario de la foto de referencia, sobretodo los dos últimos párrafos, me parece que ya tengo sermón para reflexionar/agradecer/disfrutar durante el día....
Gracias por seguir siendo el de siempre.
Un fuerte abrazo

Jesús Herrero Marcos -

Querido PaPedro, este puñero Madrid empeñado en poner distancia entre nosotros… pero tú sabes que estamos todos muy cerca, a golpe de blog.
Y hablando de peros, te pongo uno: Escribes muy poco. Ya sé que lo lees todo, vale, pero escríbenos más, leñe, que nos viene bien leerte (Acabo de ver pasar al Argüeso desde Bélgica, ese tampoco escribe mucho últimamente). Enebrando de nuevo: Me evocas una torrentera incontenible cuando recuerdo los salmos en español que nos ponías en los bancos de la capilla del noviciado, calentitos, recién salidos del ciclostil, apostando cada día por lo último del Concilio, contra viento y marea, como los capitanes que enfilan de frente las tormentas. Si tuviste dudas poco te duraron. Esa actitud valiente que tenías junto con José Luis nos sirvió de mucho a la mayoría, sobre todo para encarar el grave problema de aceptar la libertad responsablemente y sin miedo. Besos moderadamente fuertes.

Antonio Argüeso -

Como hay momentos en los que no hablar es actuar, escribo a salto la mata, acaso no en las mejores condiciones, pero que salga, como los que arriba habéis escrito, de las tripas. Leo, querido paPedro, que llevas un largo, larguísimo catarro y me duele, pues son malestares agotadores. ¡Ánimo!, aunque a ti eso no te falta.

No voy a insistir en lo arriba dicho. Los tiempos fueron lo que fueron, como claramente lo dejan dicho Julio, a pesar de que ahora se haya dado a las malas lecturas, Frade, Daciano y el Besucón (con mayúscula, claro). Para qué insistir en ello. Tuvimos la suerte de tener a algunos no buenos, sino excelentes formadores.

Aunque de forma totalmente diferente, he pasado 42 años de mi vida profesional (y otros tantos en la familiar) en ello. Siempre fuisteis mis modelos y ¡ya quisiera yo haberme equivocado solo como vosotros! Hubo sombras, vale, pero estabais vosotros (tampoco quiero dar nombres pues a estas alturas de la película ya, ¡para qué!; hay otras batallas más acuciantes) y al mirar hacia atrás, si en mi caso no me quedó lo que llamá(ba)is la fe, sí conservo el respeto a cualquier forma de pensar (en todos los campos) y ese humanismo, ese interés por el otro, sobre todo por él más necesitado.

Julio S -

Papedro, primero transcribo algo que escribí hace seis años, antes de participar en el blog y a pregunta de un compañero:

“Me preguntas (así dice Aznar en su última obra maestra) si tengo rechazo al status frailuno. No, lo tengo a determinadas personas. Sigo considerando que en el post-franquismo las órdenes religiosas realizaron una gran labor al dar estudios a todos los que carecían de posibilidades. Sus pecados fueron dos: no poner al frente a las personas adecuadas y carecer de un diseño que, en vez de alejar a los elegidos de la sociedad, los devolviesen a ella como arietes de la fe. Ni siquiera del primero fueron responsables los educadores, porque carecían de preparación. Del segundo la responsabilidad se diluye, por lo que resulta imposible encontrar un culpable distinto al de las circunstancias históricas. Creo que te he contestado: tengo rechazo a determinadas personas, tratando de comprenderlas y disculparlas; pero también tengo gratos recuerdos de otros (suprimo nombres para no herir sensibilidades). Sobre la religión, de momento prefiero pasar de puntillas”.

Ahora sí, mi querido y admirado Papedro, de todos aprendimos algo, aunque de algunos por exclusión. No puedo decir que me enseñases matemáticas o sexualidad, pero tu comprensión, tranquilidad ante las circunstancias adversas, corrección con dos palabras (¡¡¡pero hombre!!!), el entusiasmo que mostrabas y transmitías ante lo que iniciabas, la apertura a cualquier innovación, etc., etc., sí me ha quedado como poso. Nunca olvidaré que durante el Noviciado, amén de permitirme participar en los distintos cursos de Formación Profesional (fundamentalmente albañilería y fontanería), me dejaste ir por libre en la búsqueda de mi vocación. El que nunca me dejó la bicicleta fue el Dr. Barrigón, y por eso…

Todas las personas son fruto, esencialmente, de las circunstancias en que les tocó vivir e intenta transmitir, aunque esté equivocado, lo que en él influyó positivamente antes. Sólo añadiré que, con el transcurso de estos años, no me queda ni el rechazo y sí el cariño recuperado hacia profesores y alumnos, aunque a veces intente meter el dedo en el ojo buscando unas confesiones que siempre hacemos los mismos.

Un abrazo

José Luis Alcalde Revilla -

...escribe, emocionado, tras de vosotros, Quique Frade y Daciano, un probe apostoliquito de Cories, en aquellos años (13 míos de edad) en manos de Padres Uría, Luis y Pedro...Yo no me atrevía a expresarme por la emoción, y porque no sé si tiene interés para vosotros, pero ahora intuyo que sí, en homenaje a ellos, por lo que han aportado a mi vida, humana, cristiana y dominicana, para llegar a ser como soy, en cosas tan primigenias mías personales...¡Recordar a, además de la su guapura, música y virtud a aquel PaUría", cuya capucha blanca él se quitaba para que yo la cuidara, mientras el jugaba al fútbol, en en campofútbol de Cories con sólo la túnica del habito, y yo me la enfundaba en mi body, recién agafetao como yo estaba, a mis 13 añinos, tras la graduación de mi vista en el Óptico de Cangues del Narcea...que por eso yo no me atrevía a jugar al fútbol, balón o pelota. Ni siquiera me recomendaban ponerme tras la portería, que no tenía red, pá ver los goles, en primer plano, por si "me daben un balonzo en les gafes"..Recuerdo también, y voy a la foto, al simpático padre Luis Martínez...Y del PaPedro (que hoy escribió largooo y libreeee, como él es) ¿qué os voy a decir, tras tantos años juntos, aquí en Vallecas (camino de 40)...en Caleruega, de "Subma" suyo, cuando fue nombrado "Maestro" de Novicios, que, seguro, a alguno de vosotros os tocamos en 'suerte'...¡espero que ""buenaaa""! y en vez de "finalmente"..."principialmente", pues fue mi pricipio dominicano, en mis añinos caurienses, de los que tengo la mejor memoria posible, como formado por ellos, con el inolvidable y pintoresco PaLanz, en mula, como Luis, de Cories a Cangues pá "decir misina" a les monxes de clausura...Y así hasta "decir bastaaaa"...porque si no me enrollo y no acabo...por eso corto y me quedo con el sentimiento pleno del que me llenan mis recuerdos, que entre todos habéis reencendido...¡Gracies un a un por tou y sobretou por la vuestra atención y aguante pá soportame, y besinos de quien vos quier "a manta", joseito el besuconcín desde piquiñín

Daciano -

PaPedro, creo como Josemari que todo los que escribís tanto tú como otros es interesante (yo no escribo mucho), todo lo que cuentas ayuda a entender un momento que como dices es lo que os habían inculcado, se ve que a unos más que a otros pero a fin de cuentas es lo que había. Recuerdo cuando el concilio vaticano II, que daba un soplo de aire fresco, mucho costó irlo implantando en todos sus articulos, sobre todo en la renovación interior de la Iglesia, cosa que a mi entender todavía falta mucho, pero que lo vivimos con mucha ilusión. Que os equivocasteis en algo seguro, pero si preguntamos a nuestros hijos seguro que dicen lo mismo de nosotros, y nuestros nietos lo dirán de nuestros hijos. Sigue escribiendo que me gusta leerte, pues aunque estuve poco tiempo en tu compañía sirvió para ver al presbítero como te gusta llamarte y no al maestro intransigente de novicios. no olvido que tengo una visita pendiente de haceros, a ver si puedo hacerlo pronto. Un abrazo

Enrique Frade -

Querido P.Pedro .
Acabas de dar la leción que muchos de nosotros ,dependiendo de nuestra edad,vivimos en el Colegio.
No es lo mismo llegar en el 58 como Yo que llegar en el 61 ,o ,años posteriores .
Yo fuí feliz en el colegio,sabia que si no estudiaba,con mis doce años ,tendria que trabajar con Mi padre en la tejera de Villa llana.
Acababa de sacar el certificado de estudios primarios con 12 años y ,si no tenia dinero para ir a la academia que habia en Pola de Lena,no me que daba otra que empezar a trabajar ó en la tajera o con los albañiles.
Quiso Dios que falleciera un tio de mi Madre en Puente Cadstro ,Leon ,y que mi madre criada en ese barrio Leones fuera a La Virgen Del Camino y se enterase de los examenes de Mieres en Septiembre de 1957, creo que Tu ,querido P.Pedro tuviste un poco de culpa,Tu o el P.Enrique,de oso no tengo la certeza,tampoco Me importa ,Yo siempre os lo agradeceré.
El caso es qwue me examiné en Mieres y aprobé,seria porque teniais falta de gente ,porque Yo de listo no tengo mucho ,no saqué mas que un Sobresaliente,en electricidad que me dio,creo que por caridad SAN URIA,.
Pero allí junto a la Virgen que amaba mi madre estuve 5 años ,muy feliz,bueno ,más que algunos de mis compañeros,Yo no iba solo,llebaba a mi hermano Heriberto,por eso cuando algún compañero,se queja de la soledad ,Le comprendo ,Yo fuí un elegido,no me separé de mi familia,tenia a mi único hermano a Mi lado,El me defendia y me acunaba si tenia morriña.
Yo hoy tengo 3 hijos ,todos diferentes,pero son una piña y se ayudan dentro de sus necesidades,y muchas veces recuerdo que Heri me sacaba del atoyadeero,en los estudios o en las peleas que Yo pudiera tener en el colegio.
Cada uno de los que estudiamos en La Vigen somos distinto ,pensamos distinto y actuamos distinto,unos lo pasamos mal, otros muy mal y otos ni se sabe,pero si estamos en este blog que mi compañero,Josemari nos mantiene,es que álgo tenemos en común,¿la Fé,el Amor?,quien sabe,pero que algo hay entre nosotros....¿qien lo duda..?
El compañero que habló sobre nuestro querido P.URIA,tuiene muchos porqués que Yo entiendo,paraMí San Antonio Alonso Uria ,a parte de ser el único que me dio un sobresaliente ,en los 5 años que estube en el colegio,es u n poco Mi santo particular cuando rezo,que lo hago con frecuencia,tengo mucho perdón que pedir a Dios ,soy muy malo,pero cuando pido por los enfermos siempre le recuerdo a El sufriendo por Su enfermedad y dando gracias a Dios por permitirle sufrir en beneficio de lod demas,¿se puede dar más?,hombre Jesus ,
dio Mas su propia vida,pero porque El,joven aún,toda una vida en la podría dar muchas cosas mas,Deasde luego no hay quien entienda esto,los buenos se mueren pronto y los menos buenos duramos la intemerata, P Pedro a Ti no ye meto en este berngenal,eres un poco el eslabón que nos une ,desde el 57 hasta estos dias en que tenemos como bandera de la continuidad de la union de todos los que estubimos durante años bajo el mantode nuestra Madre del Camino.
Podría escribir mas pero esto me salió del corazón,Yo amo a todos los que vivimos en ese colegio,Yo fui feliz hasta con los cachetes de P.Enrique ,P.Iparraguirre, P,Noguera, ,Fui mal estudiante pero si no hubiese estudiado allí ,no habría estudiado.
Pero agradezco la enseñanza del saber estar,de saber amar,de la amistad,y de saber comprender a quienes fueron,con sus defecto y virtudes quienes fueron nuestros maestros y de quienes cada uno supo escojer lo que mas le convenia.¿nos podemos quejar?
Yo me guardo mi opinion.
Un abrazo muy fuerte Abuelo PEDRO.Sabes que todos te queremos.
Quique Frade