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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

JUVENTUD EN LO ARTO

JUVENTUD EN LO ARTO

Gracias por tu comentario, grande amigo Luisito. Y grande y bueno el Padre Fernando, siempre "el joven".

 


 

 

Querido Josemari,

 
De verdad, no supe por dónde empezar cuando recibí tu correo con el escueto mensaje de “Seguro que esta fotografía del Padre Fernando, el joven, subido a lo alto del depósito y divisando los campos de la Escuela Menor te sugiere algún comentario jugoso para publicar en el blog.”
 
Hombre, si estuviera en lo alto de un almendro me saldría algo sobre Eloísa. Pero asi, de pronto, me quedé como los hábitos del protagonista. Es que además, a su alrededor solamente hay tejas y paisaje. Soledad, salvo la del fotográfo. Todo lo contrario a la que acabas de colgar DESDE LO ALTO DEL SANTUARIO. Nunca vi tanta gente junta en una inauguración. Aunque también es cierto que nunca vi tantas canastas de baloncesto juntas.

Estuve por decirte que te habías confundido de destinatario, pues es a mi a quien me hubiera gustado pedirle al Padre Fernando, el joven, por alusiones, quien nos la comentara. O al fotográfo, pues vete tú a saber lo que encierra esta fotografía o su significado.  Antes se utilizaba el hábito para todo. Por eso se le debe llamar hábito. Para dar clases, para oficiar Misas, para jugar al fútbol, pin-pon, baloncesto o seba; para pasear, para bricolagear y para subir montañas. Me consta incluso que algunos avezados aspirantes hasta dormían con el hábito puesto. Decían algunos, por ir acostumbrándose, aunque más bien la explicación no era otra que los rigores del invierno.

No obstante, como el Padre Fernando sigue siendo joven, espero que si me lee nos lo aclare porque realmente no sé qué pintaba él  encaramado en lo alto del depósito, salvo que se estuviera entrenando para subir a las altas cumbres del Picu`l Fraile o para tener que subir a limpiar la Estrella Colorá. Cosa esta última que me extraña dado que hacía poco se había erigido nuestra cruz, el cardenillo aún no estaba en boca de Isidro Cicero y nuestra Estrella Colorá brillaba más que un lucero. Qué digo lucero: más que el Faro de Cudillero.

Depósito al que había perdido yo la pista desde entonces hasta ahora pues recuerdo vagamente haber subido una y sola vez al mismo acompañado de Javier, nuestro Ministro sin cartera pero con una caja de herramientas que arreglaría no solamente cualquier ministerio sino el país. Aunque no estoy muy seguro, pues si este depósito estaba en loaltodeltejao de la Escuela Menor, este lugar sagrado estaba vetado para mi porque yo entré de muy mayor, con 14 años, directamente a la Escuela Mayor y allí las cosas, desde arriba o desde abajo,  se divisaban desde otra perspectiva. O sea, que si había otro depósito en la Mayor, es allí donde  creo que fue también la primera vez que yo ví una boya. Y que no sirva de precedente para corrosivos comentarios por lo que bajaré por  donde he subido.
 
De esta fotografía hay algo que verdaderamente me impresiona y no es precisamente la vista, muy parecida a la misma desde la que se tomaron las fotos desde  la Burra Cansona - aquel avión de cartónpiedra que sobrevolaba nuestros campos hasta tocar nuestras cabezas-,  con la única diferencia de unos metros más abajo:  es el Padre Fernando, el joven.
 
Ya dijimos aquí que Fernandos hubo muchos. Jóvenes, viejos y adolescentes. Es más, jóvenes como Fernando (Muñoz) Box – a la sazón un crío-  y sin embargo el  Padre Fernando seguirá siendo el joven por antonomasia y con el paso de los años más joven aún.
 
Desde luego, hay otro Joven del que no quisiera ni acordarme, de ingratos recuerdos porque me obligaron a hablar de él para valorar si mi intelecto estaba entre un 0 o un 10: Plinio El Joven,  que no le llega ni  a la suela de los zapatos de nuestro Fernando, el joven. Así, en minúscula, sin ostentosidad, con sencillez y  cercanía. La misma cercanía con la que me encontré en el Reencuentro y en la Misa que ofició para los que disfrutamos de él en Albares aunque estuviera en esta ocasión un poco más alto que nosotros por estar en el Altar.
 
Conclusión: que aunque parezca que el Padre Fernando, el joven, está por encima de los demás en la fotografía  no es cierto. Es simplemente el efecto óptico. Siempre estuvo y estará a nuestra misma altura.
 
Lo mejor del Padre Fernando, el joven, es que aunque pasen los años siempre estará tan joven de espíritu y corazón como cuando le conocimos de joven.
 
Padre Fernando, siento no poder acompañaros en la Misa por Manolo Centeno pero te doy un fortísimo abrazo desde aquí y que tus palabras le lleguen al homenajeado con el mismo cariño que siempre has tenido para todos tus alumnos.
 
Luis Heredia

2 comentarios

fernando muñoz box -

Aprovecho este rincón para decir algunas cosas:

La primera para felicitar al P. Fernando, porque hoy es San Fernando, y porque le recuerdo con cariño desde aquellos entonces.

La segunda es admirarme de que cada vez que tiene ocasión Luis Heredia aprovecha para echarme algún piropo. Yo se lo agradezco mucho, como siempre, y siento no tener dotes para piropear a la gente, quizá porque soy "joven" y "tímido".

Otra cosa más: No soy partidario de adjudicar bondades o maldades a los pueblos o nacionalidades. En todas partes hay de todo, pero Javier Cirauqui me parece todo bondad y nobleza. No creo que sea verdad ese lugar común de que los navarros son todos así, pero Javier da la talla.
Un abrazo

José Luis Palacios Alonso -

Qué grande y qué alto el P. Fernando!! Gran profesor de Lengua para mí en 2º de BUP. Nunca olvidaré el análisis sintácticos de la oraciones así como la forma de leer que nos enseñó en entonación: las comas para arriba, los puntos para abajo.