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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

EMBAJADORES DE LA SIDRA ASTURIANA (Por Santiago Alfayate)

EMBAJADORES DE LA SIDRA ASTURIANA (Por Santiago Alfayate)

Queridos compañeros  normalmente los sábados buscamos la tranquilidad y el disfrute  caminando y trepando por los montes de Asturias y León. En esta ocasión dejamos a un lado La Ubiiña Grande,  El Siete, El Carnizoso , El Samelar u otros semejantes para venir a Pamplona.  No , no son los sanfermines, además esos son días  de mucho barullo, y nosotros, jóvenes aunque con bastantes años, seguimos buscando la tranquilidad aunque sea en las ciudades. Y en esta ocasión venimos como embajadores de la Sidrina Asturiana. Y llegamos a Pamplona a “ tomar un culín” como se hace en Asturias. Aunque no ganaría un concurso de escanciadores creo que no lo hago tan mal. Y que menos que tomarla con “ dos asturianos” grandes en todo, como son Oscar y Mª Jesús. Porque lo de Oscarín, es por el cariño, porque él es grande, pero que muy grande. Dicen  los viejos dichos que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. Nosotros queremos  reformarlo y mejorarlo y decimos, mirando a Mª Jesús, que al lado de un gran hombre hay una gran mujer.

Pues con ellos tomamos una botella de sidra “ pata negra” como dicen los entendidos, de manzana  seleccionada y llevada  ex profeso a Pamplona. Y la tomamos  aquí en la cafetería Iruña. La verdad es que aquí toman la sidra de otra manera. Por eso cuando la “estaba tirando”, me miraban algunos con  ojos de expectación. Aquí no la escancian y la toman como si se tomaran un vino, Aquí se pide una sidra y te ponen un vaso de sidra. En Asturias pides una sidra y te ponen una botella, que van “tirando “ y se toman los “culines”.

 

Nos dimos un abrazo profundo y emocionado, nos contamos algunos recuerdos y secuencias vividas con anterioridad, tanto en la Virgen del Camino, como en reuniones del grupo y sobre todo del mantenido aquí. Hablamos de nuestros momentos presentes y nos deseamos salud y felicidad.

 

Yo tenía los teléfonos  de otras personas de Pamplona y alrededores, pero me pareció que podía ser un compromiso el quedar con ellos, ya que nosotros no estábamos todos los días en Pamplona. Pero aunque no estuvimos  físicamente con ellos, si lo estuvieron en nuestras conversaciones, tales como Iturgaiz, Medarde, Cirauqui y otros más. Pasamos unos días visitando algunas poblaciones de Navarra ,de  algunas ya conocíamos algo y  otras eran nuevas para nosotros. Hemos disfrutado de verdad, que es lo más importante.

 

Os animamos a que si pasáis por Gijón, podamos tomar una sidra o un café juntos. Un saludo.

Santiago Alfayate

3 comentarios

Luis Heredia -

Llegué a Gijón ayer por la tarde. Santiago, ¿Dónde dices que quedaste para lo de los culinos? ¿Pones tú también la sidra? De magullu podemos ir a Casa Justo o a Ataulfo. Total, nadie del chigre se va a enterar si quedamos fuera como los fumadores. El Pitu puede entrar a por los pinchos a la barra, que son gratis, y es cliente asiduo.

Oscar Fernández -

¿No voy a agradecer a Santiago que haya traído vaso y botella de sidra desde Gijón con el único propósito de escanciarla y compartirla con nosotros culín a culín?
Habíamos quedado en la Plaza del Castillo al caer la tarde y escogimos la terraza del Café Iruña, lugar emblemático de Pamplona (Iruña), para muchos asociado a Hemingway y para nosotros también a Maxi Olóriz, en aquella memorable representación de ópera sorpresa en 2010.
Desconozco las ordenanzas navarras sobre "escanciar y beber sidra en las terrazas". Como no había duernu, Santiago pidió permiso al camarero, que se lo concedió, bien por ignorancia de que podía "chiscar" a las personas de las mesas circundantes o confianza plena en el talento de quien mira como él, hasta el fondu 'l vasu. Después de tirar la sidra del corchu a la calzada, Santiago nos ofreció el primer culín, algo así como el campanu de la botella; pero, cosas del Camino de Santiago, un peregrino le debió confundir con el Apóstol y le pidió de beber. Todos notamos una duda momentánea en su cara, y ese tiempo fugaz fue suficiente para repasar las obras de misericordia, diferenciar las espirituales de las corporales y aclarar si la sidra es la bebida que mejor quita la sed, después del "agua viva", que es bebida de otro costal. Santiago, misericordioso por naturaleza, cumplió con creces y después del peregrino nos dio de beber hasta que se agotó la botella. Un tiempo breve, sí, pero el olor de la sidra asturiana ha dejado su marca en la catedral de Hemingway.
Teresa y Santiago, gracias

Pedro Sánchez Menéndez -

De acuerdo. Gracias. Hasta entonces. Un abrazo. Pedro