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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

EL DOMINICO ANTE LAS HEREJÍAS (Por Baldomero López Carrera)

Querido josemari.

Ahora te envío el texto de la conferencia que me encargaron en el convento de santo Domingo de Oviedo para celebrar el 8º centenario de la fundación de la Orden. Lleva por título "El dominico hoy ante las herejías". Qué duda cabe que la Orden de Predicadores se fundó "contra" las herejías, y ello dejó su impronta en el ser dominico. La "véritas" como lema y el estudio como equipamiento esencial de todo fraile predicador confirman esta identidad dominicana de lucha contra los cátaros, valdenses y albigenses. Mi discurso se centró en el valor de las diferencias como constitutivo de toda comunidad. Sin diferencias no existe comunidad humana. Tampoco comunidad eclesial. Pues bien, la ortodoxia se ha empeñado siempre en borrar las diferencias que aportan las herejías (heterodoxia), con lo que se ha privado de una riqueza inmensa.

 Baldomero López Carrera

 

 

0.         INTRODUCCIÓN

 

            ¿Por qué este tema del dominico ante las herejías?

 

0.1      Porque la orden dominicana se gestó en la lucha contra las herejías de los cátaros, valdenses y albigenses, y esta situación, qué duda cabe, dejó su impronta en ella

 

            El lema de la orden, LA VERDAD, y el ESTUDIO como equipamiento esencial de un dominico tienen algo que ver, en origen, alcance e interpretación, con esta lucha contra las herejías en la que nacieron los dominicos

 

 

0.1.1.   Algunos autores han considerado a santo Domingo como el primer inquisidor.

 

            Michel Rochebert, en su libro SANTO DOMINGO, LA LEYENDA NEGRA, ha desmentido y desmontado con sólidos argumentos la leyenda negra que ha pesado sobre nuestro padre. Domingo predicó y discutió contra la herejía, pero también habló con herejes en largas sesiones nocturnas. Y nunca los persiguió apoyando o apoyándose en la fuerza militar.

 

0.1.2.   Es más, santo Domingo no sólo persuadió a algunos herejes, sino que también recibió la influencia de ellos

 

            ¡Qué duda cabe que el catarismo proporcionó a Domingo la ocasión y algunos medios para poner en práctica su propio ideal evangélico! Me atrevería a decir que no pocas de las prácticas de los herejes –la pobreza, por ejemplo- fueron incorporadas al estilo de vida de los frailes mendicantes dominicos.

 

0.1.3.   A Domingo le debe la Iglesia el haber fundado algo nuevo, un modelo que sigue el ideal evangélico por medio de la vida religiosa, la predicación del Reino Dios y el estudio del mensaje de Jesús

 

            Es cierto que los hijos de Domingo emplearon el estudio y muchas de sus energías para luchar contra las herejías no siempre de modo acertado. Es preciso, al menos, reconocerlo.

 

0.2.    Pero si Domingo luchó contra la herejía de entonces con la predicación, la conversación y la argumentación, hoy las cosas han cambiado sustancialmente, y una dominica o un dominico deben asumir esos cambios

 

            Precisamente para ser fieles a Domingo, no podemos actuar de la misma manera que él hizo. Sería una traición a la auténtica tradición dominicana, que ante todo es vida, cambio, evolución.

 

            ¿Dónde está, pues, esa diferencia entre la actuación de nuestro Padre y la que debemos llevar a cabo hoy día? Me atrevería a decir que en la diversa concepción de lo que son la ortodoxia y la heterodoxia, una de cuyas modalidades es la herejía. Hoy la ortodoxia (la doctrina correcta) y la herejía se ven de otra manera. La «historia de las herejías» no puede seguir siendo un simple catálogo de errores, sino que también tiene que haber un reconocimiento de aspectos importantes de la verdad que conviene recuperar de los herejes

 

0.3.    La preocupación por la ortodoxia es una constante en todas las instituciones, también en el cristianismo, porque dichas instituciones necesitan preservar su identidad

 

            Establecer la verdad y la validez de las propias creencias religiosas es el constitutivo de la ortodoxia. En estas reflexiones no pondré en duda la necesidad de una ortodoxia cristiana; pero sí creo que debe cambiar sustancialmente el modo de ejercerla y de aplicarla.

 

            Voy a mostrar brevemente algunos –sólo algunos– de los nuevos rasgos de la nueva concepción de la ortodoxia y su anverso la herejía. Para ello tomaré como eje conductor dos aspectos que conforman toda comunidad: la unidad y la diferencia. Porque la ortodoxia y la herejía son algo que se producen dentro de la comunidad. Y no sólo eso: atañen al funcionamiento de la misma.

 

1.         TODA COMUNIDAD ESTÁ CONSTITUIDA POR DOS ASPECTOS: LO COMÚN Y LO DIFERENCIAL

                       

            “Comunidad” (común–unidad) significa UNIÓN de varias personas DIFERENTES. Lo común y lo diferencial son, pues, los constitutivos esenciales de toda comunidad humana. Si falta uno de los dos, no existe la comunidad como tal, o está muy deteriorada.

 

1.1.    LA UNIÓN: lo que une a las personas en comunidad son los valores comunes

 

            Así, por ejemplo, una comunidad de un colegio se constituye principalmente en torno a valores del conocimiento, si bien incluye muchos más. Los valores que crean las comunidades de banqueros son los económicos; las comunidades de músicos, los estéticos; las comunidades de fútbol, los lúdicos; las parroquias, conventos de frailes o de monjas, los religiosos; las comunidades familiares, nacionales o supranacionales, los sociopolíticos; las comunidades de personal sanitario, los biopsíquicos; las comunidades de defensores de los derechos humanos, los morales.

 

1.2.    Los aspectos diferenciales de los miembros son el otro constitutivo de toda comunidad

 

            Lo mismo que no hay comunidad si no existen unos valores que unen a sus miembros, tampoco se da comunidad si no se tienen en cuenta y se valoran los aspectos diferenciales de dichos miembros. ¿Por qué las diferencias?

 

1.2.1.   En primer lugar, existen las diferencias porque nadie tiene cualquier valor en plenitud

 

            Fijémonos en el valor de la maternidad. Pues bien, ninguna madre representa la plenitud de lo que es el amor materno, por más que nos cueste creerlo. Cada madre representa una realización parcial del amor materno. De ahí que sean necesarias las diferencias de ser madre: cada una aporta un aspecto enriquecedor que no lo proporcionan las otras. Toda realización de un valor resulta, pues, siempre limitada y parcial.

 

            Lo mismo se puede decir de la religión: ninguna encarna plenamente los valores religiosos. La verdad de la fe religiosa se enriquece con la aportación de visiones religiosas plurales.

 

1.2.2.   En segundo lugar, las diferencias son un constituyente esencial de la identidad de los seres

 

            Si no hubiera ninguna diferencia entre nosotros, seríamos todos un mismo y único ser. Es lógico, pues, que todos anhelemos ser diferentes, porque queremos mantener nuestra identidad. No es posible la identidad de cada persona sin la diferencia con respecto a las demás.

 

1.3.    Tensión en la comunidad entre lo común y lo diferente

 

1.3.1.   Es frecuente que entre lo que nos une y lo que nos hace diferentes aparezcan tensiones

 

            Cada uno de los dos componentes de la comunidad –los valores que nos unen y las diferencias de cada miembro– intenta imponerse al otro. Lo ideal y conveniente, sin embargo, es que haya un equilibrio, de modo que lo común no anule a la diferencia y que la diferencia no haga desaparecer a lo común.

 

1.3.2.   La tensión suele derivar en ocasiones en desestabilizaciones de la vida comunitaria

 

            La vida comunitaria –sea religiosa, familiar, empresarial, hospitalaria, deportiva, musical, etc.– es muy sensible a la desestabilización. Vamos a considerar dos tipos de desestabilización que pueden derivarse de la tensión entre lo común y lo diferencial: la ruptura comunitaria o individualismo y el igualitarismo.

 

a)        Si desaparece lo común, es decir los valores que unen a las comunidades, surge el INDIVIDUALISMO

 

            Decíamos que los valores comunes son los que congregan a varias personas en una comunidad. Cuando desaparecen dichos valores comunes o no se respetan las normas que sirven para cultivarlos, desaparecen los lazos de unión entre sus miembros. Existen individuos juntos, pero no hay ningún valor que los una: no hay experiencia comunitaria, sino sólo INDIVIDUALISMO.

 

b)        En el lado contrario está el IGUALITARISMO, que tiene lugar en una comunidad cuando se borran las diferencias entre los miembros

 

            Cuando desaparece la inmensa riqueza de lo diferente, el igualitarismo causa estragos en las comunidades. El igualitarismo liquida las diferencias y, por consiguiente, produce un nefasto efecto deshumanizador. El igualitarismo se produce cuando una diferencia se impone a las demás o las anula. Son las DIFERENCIAS INSOLIDARIAS. Pensemos, por ejemplo, en lo que ha sucedido a menudo en nuestra historia con las diferencias de raza, color, sexo, religión, idioma, nacionalidad, estamento o clase social, posición económica, carácter, poder, etc.: que en vez de contribuir al enriquecimiento de los otros miembros de una comunidad, los ha deshumanizado porque una diferencia ha suprimido a las demás o se ha impuesto sobre ellas.

 

            Pues bien, desde esta visión de los constituyentes de toda comunidad –la unidad y la diferencia– y de los conflictos entre ellos, pasemos

 

2.         La herejía es EL RESULTADO DE un rechazo tajante de la diferencia de los otros

 

2.1.    Calificar a alguien de hereje es no admitir que su diferencia –de doctrina sobre todo– sea válida y admisible. La ortodoxia corre el peligro de buscar el igualitarismo

 

            Un canon religioso rígido, uniforme e inmutable de la ortodoxia no es precisamente un ejemplo de valoración de las diferencias, de que se tenga una visión pluralista de la realidad religiosa. Muy al contrario, intenta suprimir esas diferencias y demonizarlas como herejías. Por desgracia, una interpretación monolítica y autoritaria de nuestra tradición religiosa es la que se ha impuesto a todos nosotros como ortodoxia.

 

            Un apoyo de esta actitud ortodoxa se encuentra en textos cristianos de finales del siglo I. Hay algunos que destacan que toda diferencia respecto del propio grupo es una herejía. Pablo impone el suyo como «único evangelio» (cf. Gal 1,6-9.11-12). La comunidad destinataria del evangelio de Mateo revela actitudes en el mismo sentido Q 11,23 (= Lucas 11,23): «el que no está conmigo, está contra mí».

 

2.2.    Mientras que lo tradicional es garantía de ortodoxia, lo nuevo aparece casi inevitablemente como peligro, desviación o herejía

 

            Tomás de Aquino es el primer dominico que de alguna manera altera la ortodoxia de la teología, que bebía en Platón y en su seguidor san Agustín. Por eso no fue bien admitido en su tiempo.

 

            También resulta llamativo que la Nouvelle Théologie, en la que destacaron como figuras de primer orden los dominicos P. Chenu y P. Congar, fuera perseguida, castigada y considerada casi herética, y, paradójicamente, después fue la que inspiró y orientó el concilio Vaticano II. Ya anciano y enfermo, el P. Congar fue creado cardenal.

 

 

2.3.    Una ortodoxia que tenga en cuenta y valore las diferencias de los otros no puede ser arrogante, satisfecha de sí misma y, desde luego, no aplicará fácilmente anatemas, condenas, contra los que son diferentes

 

            La ortodoxia tiene que ser humilde y recordar que la verdad se enriquece con las diferencias. Y los que se consideran como únicos portadores de la ortodoxia tienen que saber que “los diferentes” no son siempre unos depravados, sino que también les anima y les motiva la preocupación por ayudar a la gente a vivir la fe cristiana en profundidad y con todas sus implicaciones.

 

            Según eso, la búsqueda, la tentativa, la exploración, el diálogo e incluso conflicto son actitudes más acertadas para llegar a la verdad de cualquier valor que la seguridad incuestionable del que cree que lo suyo es lo único verdadero.

 

           

2.4.    Ortodoxia y herejía se implican y se condicionan mutuamente

 

2.4.1.   Herejía y ortodoxia nacen la una de la otra. Por eso, a la aparición de una nueva herejía le sigue una nueva ortodoxia; y al revés

 

            Esto es algo evidente, y no siempre se tiene en cuenta. Sin embargo es incuestionable que las luchas entre la ortodoxia y la heterodoxia transforman a ambas, de tal modo que las ortodoxias que resultan de la confrontación son ortodoxias nuevas, y éstas a su vez generan herejías o heterodoxias nuevas. Y al revés. Lo que queda después de los conflictos no es solo una nueva “herejía” vencida, sino también una nueva “ortodoxia” triunfante, diferente de la anterior ortodoxia. Pensemos en la reforma protestante y la contrarreforma de Trento.

 

2.4.2.   Ello explica que muchos excesos de la ortodoxia y de la herejía correspondiente han sido el resultado de su confrontación, y cuando las aguas se han serenado, esos excesos algunas veces se han amortiguado

 

            Por ejemplo, la lengua vernácula propuesta por los protestantes y rechazada en aquel momento por la ortodoxia católica ha terminado por desbancar de nuestras liturgias católicas a varios siglos de uniformismo del latín. Quiere esto decir que la ortodoxia y la heterodoxia se construyen casi siempre en el campo de batalla y no en la tranquilidad del diálogo sosegado. Por eso hay que interpretar las posturas, doctrinas y prescripciones de ambas como exageraciones del ataque o de la defensa: siempre que hay que atemperar sus respectivas posturas.

 

 

2.5.    Tras la definición de lo que es ortodoxo o heterodoxo existen factores sociopolíticos y culturales, que es preciso conocer y, si son espurios, desenmascarar

 

            Los antiguos conflictos doctrinales entre Oriente y Occidente no se debían simplemente a materias de fe. Había muchos intereses políticos de por medio. La historia de la condena de los herejes «no ortodoxos» y los primeros Concilios como el de Nicea, Constantinopla y Calcedonia, revelan también elementos políticos en la creación y fijación de la ortodoxia. A partir de Constantino, custodiar la ortodoxia coincidió a menudo con preservar la unidad del Imperio, y para ello utilizó a la autoridad eclesiástica. Los primeros grandes concilios fueron convocados y presididos por el emperador, no por las autoridades religiosas.

 

 

2.6.    Es un error igualar sin más fe cristiana y ortodoxia

 

            Muchos santos han sido considerados heterodoxos en un momento de su vida y después han sido rehabilitados y ensalzados. Por eso es un error identificar y hacer coextensivo «lo “ortodoxo” con lo “verdadero”». Voy a poner el ejemplo de la ordenación sacerdotal y episcopal de las mujeres. ¿Qué criterios se siguen utilizando para determinar como no ortodoxa la ordenación de mujeres?

 

–          El hecho de que no se haya ordenado a las mujeres durante un largo período de la historia de la Iglesia, ¿nos proporciona un criterio de tradición que excluiría estas ordenaciones para siempre? Así han hecho todos los Papas hasta la fecha.

 

–          ¿Tiene un fundamento en la Biblia la ordenación de las mujeres, y también la de hombres? No, ni lo uno ni lo otro.

 

–          ¿Es una exigencia de la razón que hoy las mujeres presidan las asambleas litúrgicas, cuando vivimos en una época en la que se ha tomado conciencia de que somos iguales hombres y mujeres?  

 

–          Si los ortodoxos rígidos fueran coherentes, no argumentarían que Jesús instituyó como apóstoles únicamente a hombres, porque tan válida como esa afirmación es esta otra: Jesús instituyó como apóstoles únicamente a judíos. Lo cual invalidaría la ordenación de quien no fuera judío.

 

3.         DESPUÉS DE TODO LO POSITIVO QUE HEMOS DICHO DE LA DIFERENCIA COMO ENRIQUECEDORA DE LA COMUNIDAD, Está claro que no toda diferencia en materia de fe vale. ¿Cuál ha sido y cuál es el criterio de verdad de la ortodoxia de nuestra fe cristiana?

 

            El inevitable y enriquecedor pluralismo de las interpretaciones sobre la fe no significa que cualquier expresión religiosa o teológica sea válida y transmita fielmente un aspecto de la Escritura. No. Se impone como necesario el discernir. Ahora bien, ¿cuáles son esos criterios de validez de lo que es ortodoxo?

 

 

3.1.    Los cristianos católicos, para determinar la ortodoxia, aceptamos tres criterios: la Escritura, la tradición y el magisterio en la Iglesia

 

            Sin embargo, estas tres fuentes para determinar la ortodoxia (la Escritura, la tradición y el magisterio), no son algo claro y evidente, sino que requieren una interpretación de los mismos (hermenéutica, se dice hoy), lo cual trae consigo inevitablemente que surjan las diferencias de interpretación. Un asunto realmente muy complejo.

 

3.1.1.   Empezando por los textos de la Biblia, hay que decir que no son crónicas de lo que sucedía en el momento en que se escribieron

 

            La lectura crítica de la Biblia ha permitido superar el “literalismo” como criterio intangible e inmutable y sustituirlos por la interpretación profunda, amplia y minuciosa. La propia Escritura aparece claramente confeccionada por un enorme pluralismo, en muchos aspectos irreductible entre sí, con duras tensiones prácticas y hondas diferencias teológicas. No hay que fijarse en lo que dicen, sino en lo que quieren transmitir.

 

            Las creencias y las prácticas cristianas fueron incluso más diversas durante sus primeros siglos de lo que lo son actualmente. Las personas que seguía o creían en Jesús de Nazaret durante los dos primeros siglos, y posteriormente, tenían ideas muy diferentes sobre quién era, de dónde procedía y qué significado tenía su muerte —si es que su muerte era realmente importante para ellos—. Un significativo número de textos cristianos primitivos se centran en su enseñanza u orientación más bien que en su muerte y resurrección.

 

3.1.2.   En lo que se refiere a la tradición, es ingenua la tesis de Ireneo de Lyon, para el cual la tradición de la Iglesia está en continuidad ininterrumpida con los comienzos apostólicos del movimiento cristiano normativamente comunicado por las Escrituras

 

            La cadena de los testigos de la Palabra de Dios se extiende desde Moisés hasta los profetas y los apóstoles, y de estos llega justo a los obispos y los presbíteros del presente. Esta impresionante continuidad histórica constituye otra prueba más de la autenticidad de la Iglesia, además de su incuestionable apostolicidad. Quien llega a los apóstoles posee la verdad.  Habría que preguntarle a san Ireneo si la curia vaticana, con su poder, sus riquezas y su boato ya estaban en los escritos de los apóstoles.

 

            Hay que decirle a Ireneo que la tradición y el magisterio están fuertemente condicionados en cada momento por su respectiva cultura. Y es imprescindible y necesario descubrir en qué están condicionados. El establecimiento de lo que es ortodoxo está condicionado por la historia y reviste formas distintas, en respuesta a las necesidades y desafíos de cada época.

 

            Por consiguiente, la dilucidación de la ortodoxia de la fe cristiana en la Escritura, en la tradición y en el magisterio de la iglesia no es nunca evidente ni sencilla, sino que requiere un trabajo arduo de interpretación.

 

3.2.    Ortodoxia y ortopraxis

 

3.2.1.   En la historia de la ortodoxia se ha dado una desequilibrada prioridad al pensamiento y a la doctrina correctos y se ha tenido poco en cuenta la conducta práctica correcta de la vida a la luz del Evangelio

 

            Sin embargo, una de las pruebas decisivas de la ortodoxia cristiana es un estilo de vida genuinamente cristiano. La puesta en práctica del Evangelio en nuestro mundo actual debe ser uno de los criterios para establecer qué es lo ortodoxo y qué lo heterodoxo.

 

            En ese evangelio juega el papel de núcleo central el amor tal como lo vivió Jesús. A lo mejor muchas actuaciones en nombre de la ortodoxia cristiana no han tenido en cuenta este supremo valor y han excluido a los herejes o heterodoxos sin mucho miramiento, con poco amor. Para san Agustín el amor ofrece el mejor acercamiento a las cuestiones de la ortodoxia.

 

            Así pues, la ortodoxia necesita acompañarse de una correspondiente vida práctica de fidelidad al Evangelio y al sendero de Jesús de Nazaret: la ortopraxis.

 

 

3.2.2.   Mateo insistió siempre en la inutilidad de una ortodoxia sin una ortopraxis

 

            Mateo, en el capítulo 25 dice:

 

                  37 Entonces los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?” 40 Y el Rey les dirá: “En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.” 41 Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43 era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis.” 44 Entonces dirán también éstos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?” 45 Y él entonces les responderá: “En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo.”

 

            Mateo sostiene con firmeza que lo correcto de las creencias no es lo que cuenta en última instancia ni principalmente para definir la identidad cristiana. Lo que tiene más importancia son las acciones correctas de amor y justicia hacia los marginados, los pobres, los oprimidos, los hambrientos, los sedientos, los extranjeros, los desnudos, los enfermos y los encarcelados. (Últimamente, los clérigos cristianos –y muchas personas arrastrados por ellos– han valorado más la ortodoxia de los partidos políticos que su ortopraxis cristiana.)  

 

            Además, el evangelio de Mateo, que se asemeja a un manual de creencias y leyes correctas para los nuevos líderes de la comunidad cristiana emergente, presenta también de forma sorprendente la nueva ética radical más específicamente cristiana del amor ilimitado en el Sermón del Monte (Mt 5–7).

 

            León Tolstói sostenía con todo acierto que las exigencias ético-políticas del amor evangélico radical que aparece en el Sermón del Monte de Jesús constituyen permanentemente la crítica más fuerte del cristianismo a todos los sistemas mundiales y también a la propia Iglesia cristiana.

 

3.2.3.   En el cristianismo, a ejemplo de Jesús, la ortodoxia ha de tener como referente la opción preferencial por los pobres y los marginados

 

            Dios revela su identidad divina especialmente en las historias del sufrimiento. La memoria peligrosa del sufrimiento, de la crucifixión y de la resurrección, se encuentra en el núcleo de una interpretación cristiana de la ortodoxia.

 

 

4.         ORTODOXIA Y CONTEXTO CULTURAL ACTUAL

 

4.1.    Las proposiciones que expresan la ortodoxia de fe necesitan ser interpretadas de acuerdo con los patrones culturales en las que nacieron

 

            La cultura, en gran medida inconsciente pero sistemáticamente eficaz, siempre se ha incorporado en las expresiones históricas de ortodoxia. Y eso hay que saberlo. Por ejemplo, las ideas que nosotros tenemos sobre la situación marginal de la mujer, sobre otras razas, sobre las clases sociales, sobre el eurocentrismo, el colonialismo, etc. son a menudo probablemente inconscientes, pero, a pesar de ello, ejercen una distorsión fuerte sobre la percepción de lo que es ortodoxo. No hay una cultura inocente, ni una tradición inocente, ni una ortodoxia inocentes.

 

4.2.    Hoy en nuestra cultura el gran criterio de ortodoxia es el dinero, porque es el supremo valor junto a lo biopsíquico

 

          La religión ha dejado de ser la instancia determinadora de lo ortodoxo, función que había ejercido durante muchísimo tiempo y hasta hace bien poco. Ahora son los valores económicos y los biopsíquicos los que definen la ortodoxia y la heterodoxia absolutamente de todo.  Es el modelo humano del consumo el que configura hoy la ortodoxia. Hay conflicto con los demás ámbitos de vida, pero el económico y el biopsíquico no respetan la autonomía de los demás ámbitos. Todo lo referente al dinero tiene pretensiones de verdad absolutamente segura e incuestionable en todos los campos. La ciencia investiga sólo aquello que da dinero. La validez de todos los valores se mide por el dinero.

 

 

4.3.    Por eso, para un dominico, el que el dinero sea el supremo valor humano es la gran herejía contra la que luchar en este momento, porque sigue creando millones de víctimas  

 

            Ninguna herejía es hoy tan grande y tan dañina. ¿Cómo combatir esta herejía? ¿Por qué la teología de la liberación fue calumniada, perseguida y declarada casi una herejía? ¿No habrán sido los poderosos del dinero los que han “engañado” al Vaticano para que paralizara a unos teólogos tan comprometidos con la causa de los muy pobres? Traigo a colación un texto del dominico Edward Shillebeeckx. La influencia de Schillebeeckx ha sido notoria y extensa desde el Vaticano II. Siempre se ha movido en el filo de la navaja entre la ortodoxia y la heterodoxia, inclinándose más bien hacia el lado de esta última. El texto fue publicado ya en 1977, y sobre POR QUÉ LA JERARQUÍA ECLESIÁSTICA NO SE IMPLICA EN LA LIBERACIÓN DEL «SISTEMA  SOCIAL EN EL QUE VIVIMOS» PARA SALVAR A LOS MÁS NECESITADOS, Schillebeeckx dice lo siguiente:

 

            «Es un hecho que las Iglesias y sus instituciones constituyen un elemento integrante de la sociedad burguesa, a la que las unen innumera­bles nexos. Estas Iglesias no pueden subsistir económicamente, en unas cir­cunstancias históricas dadas, si no se adhieren de hecho a la sociedad bur­guesa (capitalista). Por consiguiente, se adaptan al sistema económico y político domi­nante. En tal situación, el desarrollo de las instituciones eclesiásticas, aunque se inspiren en el más puro espíritu evangélico, depende concretamente del desarrollo del capitalismo y va unido a él. Así lo demuestra también la aportación económica de los medios financieros en apoyo de las actividades «no progresistas» de las Iglesias. Como consecuencia de tal situación, las Iglesias no podrán decir una palabra de liberación en los momentos de crisis. Aunque internamente se distancien de un sistema que hace a los pobres cada vez más pobres y a los ricos cada vez más ricos, están tan liga­das a él institucionalmente, que han de mantener la boca cerrada. Para poder anunciar su mensaje deben guardar silencio, con lo cual se encuentran en un círculo vicioso. Para subsistir como Iglesias se ven obligadas a silenciar las exigencias del evangelio. ¿Será que las Iglesias han olvidado que el seguimiento de Jesús puede costarles la vida?»

 

            (Schillebeeckx, Cristo y los cristianos, Cristiandad, Madrid, 1982, pp. 773–774)

 

 

5.         CONCLUSIÓN

 

            Especialmente en los períodos de cambio radical, como es el nuestro, muchas personas pueden sentirse amenazadas y no están dispuestas a abandonar la manera que tuvieron siempre de vivir su fe, que es para ellas como un puerto seguro en el que esperan proteger sus vidas cada vez más vulnerables ante las perturbadoras fuerzas del cambio. Aunque sea doloroso reconocerlo, resulta innegable que en los últimos tiempos se ha impuesto un talante de ortodoxia a la antigua: excluyente, que ha creado una desconfianza crónica y una actuación condenatoria para toda diferencia y contra todo intento de renovación. Pero si hubiéramos pensado siempre así, estaríamos anclados en la edad de piedra. Y el Apocalipsis, en 21, 5 nos dice: "Y el que está sentado en el trono dijo: He aquí que yo hago nuevas todas las cosas". Y no se pueden hacer nuevas todas las cosas si los cristianos  nos aferramos a la ortodoxia de siempre, a no ver la riqueza que aportan las diferencias, a no movernos de donde estamos.

 

 

Oviedo, 18 de abril de 2016

14 comentarios

Carlos Vergara Menéndez -

Volviendo a la normalidad, después de un fin de semana dedicado a los reencuentros de mi familia en verano, llega el lunes, Santiago, el martes, la fiesta de los abuelos implicados…, ya de noche recalo en el blog y aparecen ‘los canales de Babilonia’; -Es un sueño:

La conferencia de Baldo sobre “el dominico y las herejías”, preparada en 2015 para el triduo de Santo Domingo a las monjas del convento de Miraflores, Vivero (Lu), mejorada para su lectura en Jubileo 800 OP, en Oviedo, ¡se publica el 22 de julio del 2016!

Todo viene de atrás, sus clases a los alumnos con los argumentos utilizados por fray Eladio Chávarri, adaptados a su edad. Pero lo importante está en su aplicación, su perspectiva de futuro. Es un pensamiento dinámico, hecho con valores que se implican, no dividido por dos sino encarnado, porque lo de aquí y ahora es vida. La filosofía de Chávarri es genial, que jugábamos a la brisca de seis con dos barajas. Este argumento no pesa, pero sí quiero expresar lo bueno que sería explicar la obra del navarro.

El estribillo para este momento dice: “Mi boca te cantará jubilosa, Tú eres un festín para mi”(Ps 63).

Javier Cirauqui -

Enhorabuena y gracias por esta magnífica conferencia, clara, amena y documentad.
No sé porque razones siempre me he inclinado por los herejes, heterodoxos y diferentes. Me daba rabia que la gente me recordara que los dominicos habían sido inquisidores.
De todas las formas casi toda mi vida he estado trabajando con los diferentes, herejes y nada ortodoxos.
Yo quiero ser hereje como Schillebeck, P. Pedro, Chávarri y Congar.

Me encanta la conclusión que sacas, tratando al dinero como la herejía de hoy en día, que nos aboca a la pobreza y la miseria. Si es posible habrá que convertirse en inquisición para acabar con esta herejía. Trabajo arduo, ya que los herecorruptos y los herecorporales nos invaden.

Un fuerte abrazo. Javier.

Jesús Herrero Marcos -

Querido Baldo, impresionante y esclarecedora conferencia. Gracias por ponerla en el blog. Cuando sea mayor quiero ser tan hereje como tú, o como Schillebeeckx, Chávarri y PPedro juntos.

Luis Heredia -

Baldo, ¿aún tienes temores a tus años para expresar tus ideas sobre cualquier tema?
No hace ni falta que consultes a la dirección del blog. Precisamente la libertad de expresión,sin faltar al respeto, la de opinión, la de confrontación de ideas, de visiones diferentes, está implícita en el ideario dominicano. Tú mismo lo acabas de afirmar en el contenido de tu conferencia.
Adelante, Baldo.

Baldomero -

Había dedicado la conferencia que aparece en el blog a dos personas que, por distinto motivo, han influido notablemente en mi vida: pPedro y pEladio Chavarri. Pero, por olvido mío, no aparece esta dedicatoria en la carta que le escribí a Josemari. Valgan estas letras para hacer explícita mi intención primera.
Pedro: sigo admirándote por muchas cosas, pero ahora particularmente por tu clarividencia y, sobre todo, por tu apertura a horizontes siempre nuevos. Inimaginable en cualquier otra persona de casi 92 años. Mi mensaje es el que con gran atino apuntas y al que se adhiere José Luis: hoy el dominico debe tener como misión luchar contra la mayor herejía cristiana del momento, que no es otra que la dolorosa y escandalosa injusticia en la distribución de la riqueza. Hace poco di una charla con un tema muy relacionado con este: "El voto de pobreza hoy en un dominico". Aprendí del querido y admirado maestro Eladio Chavarri a enfocar esta cuestión de una manera que no tiene nada que ver con la que nos enseñaron cuando éramos jóvenes religiosos. No la pongo en el blog porque no quiero ser cargante.
Para los que habéis escrito comentarios a mi charla, no tengo más que palabras de cariño y agradecimiento. Esperaba críticas pero no he recibido más que alabanzas, motivadas más por el afecto que nos tenemos que por la calidad de la conferencia. Luisín Carrizo, amigo del alma, hijo de mi querida Goyina –que con tanto cariño me invitaba a merendar contigo en el tiempo que dirigí la Escolanía–. Eres de las personas más ingeniosas que he encontrado en mi vida. Recuerdo con gran fruición miles de anécdotas tuyas llenas de chispa. Pedrín, que me ayudas todos los domingos a tocar el armonio en la iglesia de Sto. Domingo, y que siempre estás pendiente de que me den el protagonismo que no merezco. Santines, hermano de leche desde 1958, me conoces mejor que yo mismo, y me sonrojas siempre con tus excesivas alabanzas. Cicero, justo merecedor del Premio Cervantes. Cuánto gozo con la belleza de tu escribir. Lo último, lo de Aloisius episcopus legionensis, protector-¿delator? de Miguel Hernández. Me encantó que te impactara el texto de Schillebeeckx, escrito ya hace casi 50 años. Fernando, organista de mi pueblo en sus visitas a su cuñado, el párroco D. Justo. Luisito Heredia, colaborador incansable, sugerente y atinado del blog. Emiliano Luengo Becerril, creo que de un curso inferior al mío, que ha sufrido en sus carnes los efectos de la gran herejía de nuestro tiempo.
Carrizo ahora, y otras veces mi querido y admirado Santines Vibot y también el pPedro me han censurado que no me prodigue más en el blog. Tenéis toda la razón. La aportación más valiosa que yo podría hacer sería "ir colgando" algunos de los temas que he aprendido del genial pEladio Chavarri. No conozco nada más sugerente, original y profundo para el conocimiento de nuestro mundo actual que lo que él ha escrito. Un artículo mío sobre el aborto –no publicado por temor a la persecución episcopal a cualquier visión que no sea la suya–, que se basa en el sistema de pensamiento del pEladio, podría dar lugar en este blog a diferentes visiones y opiniones muy enriquecedoras. Pero todo dependerá de lo que decida la sabia dirección de este blog.

emiliano luengo -

Como no voy ha estar de acuerdo con la conferencia de Baldomero, yo que cuando me sacaron del colegio no pude satifacer el canon economico que me pedian para convalidar los cursos que habia realizado y ante las leyes que nos rigen sigo siendo un ciudadano sin estudios,casi casi analfabeto. Que me vais a contar de lo que nos mata el cochino DINERO.
SER FELICES

José luis Alcalde Revilla -

...me identifico con la reflexión de PaPedro...Sobre todo la pregunta que se hace: "¿No debería ser una e las principales actividades de la Orden de Predicadores en estos momentos en que se celebran sus 800 años de historia, la de denunciar esta terrible herejía, que se vuelve contra la propia humanidad? Gracias, en comunión con Pedro, Baldomero...joseito chiquitito

Pedro Sánchez Menéndez -

Muy bien, Baldomero. Has expresado correctamente tu pensamiento. Una gran herejía la de la economía que acumula la riqueza y que, como dice el Papa Franciso, es portadora de muerte.
Una herejía a la que se somete la política actual. Una herejía que contamina a la Iglesia.
¿No debería ser una de las principales actividades de la Orden de Predicadores, en estos momentos en que se celebran sus 800 años de historia, la de denunciar esta terrible herejía que se vuelve contra la propia humanidad?
Gracias, Baldomero. Pedro

Luis Heredia -

De verdad, espectacular lo leído. Aunque es tan difícil resumir en tan poco espacio de tiempo y líneas un pensamiento como éste...
Es un tema para debatir largo y tendido y para hacernos reflexionar a muchos. Sobre todo, a los que están cercanos al poder. Ya sea en la Iglesia, la que sea, en la sociedad civil o incluso en cualquier organización o asocicación. Hasta en la familia, que es por donde se debería empezar, creo yo.
Enhorabuena por tu conferencia, Baldo.

Isidro Cicero -

Muy interesante la conferencia, Baldomero. Enhorabuena. En concreto, impresionante ese texto de Schillebeeckx: No puedo estar más de acuerdo. Y como viene a concluir Fernando Alonso, mucho sufrimiento se habría ahorrado el género humano si hubiera dedicado a otros objetivos todas las energías que ha concentrado en imponer a los demás los criterios de algunos. Pero no creo que escarmentemos tan fácil.

Fernando Alonso Díez -

Acabo de leer la conferencia de Baldo y, haciendo un paralelismo con el tiempo climático que estamos padeciendo, ha sido esa bocanada de aire fresco que ha llegado esta noche para atemperar el sofoco del bochorno irrespirable que andábamos sufriendo. Su claridad me ha desintoxicado en medio de tanta mediocridad y confusión. ¡Ay la verdad! Cuánta desdicha ha ocasionado su defensa, su imposición o su mera mención, a veces no es bueno decir la verdad si hiere, hay que estar atento, en tensión, porque lo más importante es el hombre. Qué bien lo has expresado.

Santos Suárez Santamarta -

Permítaseme por esta vez caer en el defecto al que nuestro entrañable compañero del 58 en esta conferencia “more geometrico demostrata” trata de combatir. Baldo deberías lograr que por real decreto se impusiera la lectura y posterior examen a todos los Padres de la Patria que acaban de llegar al Congreso de los Diputados. Si los principios que aquí expones hubiesen sido puestos en práctica por los representantes de los partidos políticos actuales, haría tiempo ya que hubiera habido un gobierno saludado y aceptado por todos. Baldo ¡defensor del ciudadano, súbito!

Pedro López LLorente -

Yo fui a la conferencia y me encantó. Me alegro mucho que se haya publicado en el blog para poder leerla y disfrutar. Un abrazo, Baldo.

Luis Carrizo -

He leído con gran interés, admirado y siempre recordado Baldo, estas ponderadas reflexiones que nos propones.
Los asuntos relacionados con la ortodoxia, de la igualdad, de la diferencia... son siempre actuales porque los hombres, salvo las honrosas excepciones de los pocos sabios que en el mundo han sido y son, tendemos a monopolizar la verdad. Inmenso error del que, tras leer tu conferencia, saca uno el propósito de vacunarse y hacérselo ver casi cada día.
Me ha parecido especialmente acertado el ejemplo que utilizas de la madre, por su perfil universal, para ilustrar y demostrar que "la maternidad" no se agota en ninguna madre concreta. Se sacan de ahí muy precisas y valiosas conclusiones.
En fin, todas las ideas y datos que vas desgranando tienen mucho fundamento, en línea con tu probada inteligencia.
La única pena es que no te prodigues más