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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

VIRGEN DEL CAMINO en-CLAVE DE MISTERIOS (Por Isidro Cícero) - 16

publicado en PERIÓDICO DEL CAMINO

http://www.periodicodelcamino.com/la-pasion-por-descifrar-virgen-del-camino-en-clave-de-misterios/

 


 

La pasión por descifrar: “Virgen del Camino, en-clave de misterios”

20/09/2017 10:34 

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El libro Virgen del Camino, en-clave de misterios pretende ayudar a comprender una obra maestra en el Camino de Santiago. El santuario-basílica empezó desconcertando a la opinión pública. Según pasa el tiempo, va ganando prestigio y admiración. El libro, aunque también, es más que una guía turística o un compendio de arte: es una guía espiritual entre la sintonía del autor y las coordenadas intelectuales que hicieron posible la construcción de la obra. El lector se contagia de la misma emoción e idéntico goce estético.

Casi 60 años después de su construcción, la Virgen del Camino es una obra incomprendida para gran parte del público. En la diversidad de estilos artísticos que es el Camino de Santiago todavía aparece como un forastero. En realidad es una obra pionera de nuevos tiempos y de planteamientos inéditos: Francisco Coello de Portugal, Josep Maria Subirachs, Albert Rèfols Casamada y Domingo Iturgáiz aportaron al Camino de Santiago la única contribución de las vanguardias artísticas españolas de mediados del siglo XX, con tanta genialidad creativa como las aportaciones más descollantes de siglos anteriores.

Desde el punto de vista artístico, la Virgen del Camino es un producto pionero de su tiempo cultural; desde el punto de vista religioso, evidencia postulados inéditos, como los de la nouvelle teologie que desembocó en el Concilio Vaticano II. Este maridaje de arte grande y espiritualidad auténtica lo conforman como uno de los primeros exponentes de las nuevas aspiraciones ecuménicas y de los movimientos intelectuales “de encuentro, diálogo y reconciliación” del siglo XX.

La ambivalencia “enclave” y “en clave de” remite al Santuario como residencia de los principales misterios del cristianismo y también al libro de Isidro Cicero como herramienta de interpretación.

EL GRAN TEMA

El libro descubre las profundas reflexiones sobre la vida y la muerte que hay en el santuario. Los artistas gustaban del juego de las antítesis y dicotomías. No la hay mayor que la tensión entre la muerte y la pervivencia humanas. Globalmente fue concebido por el arquitecto como una gran Sepultura a la orilla de la carretera; Isidro Cicero lo describe como “un tetrabrik teológico” lleno de simbolismos. Coello y sus colaboradores consiguieron crear en su interior un ámbito hondamente espiritual de una belleza sencilla y casi inefable cuyo centro es la Virgen del Camino en su antiguo retablo.

EL RELATO

Da comienzo el día de San Froilán de 1890. Un niño de seis años, huérfano de madre, arrodillado delante de la Virgen del Camino oyó unas palabras que se le grabaron a fuego: “Cuida tú de este pequeño sin madre, Virgen del Camino, que solo te va a tener a ti”. Andando los años, aquel niño fue el magnate  Pablo Díez quien hizo realidad el sueño de ofrecerle a la Virgen del Camino y a León una obra maestra única.

El texto está protagonizado por seis peregrinos, de distintas edades, y procedencias, que coinciden un día en el Santuario. Fascinados, saborean con meticulosidad todos los detalles. Descubren los significados más recónditos y los enigmas con los que se expresaron los artistas vanguardistas. Hallan debajo de sus formas revolucionarias, un templo tradicional en el que no falta ni sobra ninguno de los elementos de cualquier iglesia. Comprenden que lo tradicional se expresa aquí con lenguajes inéditos.

REFERENTES MAYORES 

“Todo leonés”, dijo una vez Pablo Díez, “lleva dentro una fibra que vibra cuando oye pronunciar las palabras “Virgen del Camino”.

La Virgen del Camino es la casa-cuna de varias generaciones de dominicos españoles.

El Camino de Santiago es un yacimiento de monumentos románicos, góticos, renacentistas, barrocos… Como parte de él, la Virgen del Camino es la única obra maestra representativa de la vanguardia artística española

El santuario supone una síntesis entre tradición y contemporaneidad.

Dedicado a la Virgen de los Dolores, acaba siendo todo un “centro de interpretación” monográfico sobre la antigua devoción del Rosario. A la vez encarna el pensamiento moderno que cuajó en el Concilio Vaticano II.

DON PABLO

El libro rememora la iniciativa del mecenas leonés Pablo Díez Fernández gran empresario y uno de los mayores magnates del mundo, cuyo producto más popular es la cerveza mexicana. Por su compromiso social y ético, destinó parte de su fortuna a labores sociales (una importante unidad sanitaria del Hospital Español de México, a construcción y dotación de colegios, residencias de ancianos y otras innumerables acciones sociales. Sus herederos han dado continuidad en muchos países, entre ellos España, a estos compromisos de responsabilidad social cooperativa, campo en el que siguen siendo un modelo.

LOS DOMINICOS

Pablo Díaz y el obispo de León Luis Almarcha confiaron a la Orden de Predicadores el Santuario de la Virgen del Camino, dándoles desde el principio a los dominicos la oportunidad de plasmar en la obra su propia concepción de la religiosidad. La orden dominicana respondió a esa confianza aportando lo mejor de su creatividad de entonces, que en aquellos momentos se estaba elaborando en los modernos institutos de filosofía, teología y teoría del arte europeos, particularmente Le Saulchoir y la revista L’Art Sacré en Francia.

EL AUTOR

Isidro Cicero es un veterano escritor, periodista y sociólogo cántabro, que precisamente inició su educación en el colegio de los dominicos de la Virgen del Camino en los años inaugurales del Santuario. Habiendo conocido y tratado a sus creadores, fue consciente desde niño del profundo reto que suponía aquella novedosa apuesta estética y nunca dejó de sentirse motivado por el análisis y la interpretación personal de esta magna obra vanguardista.

Autor con más de tres décadas dedicadas a la información y con responsabilidades en gabinetes de prensa institucionales. Algunos de sus libros, como Los que se echaron al monte, El Cariñoso, Vindio…, han alcanzado una notable difusión. El catedrático de Filología de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, el leonés Maximiano Trapero, destaca dos características principales en la literatura de Isidro Cicero: sensibilidad y dotes narrativas. “La sensibilidad”, dice el profesor, “se percibe en una escritura calmada y sin aspavientos; en su frase, aparentemente sencilla, de sujeto, verbo y predicado; en sus reflexiones originales, verdaderas y poéticas…”

En cuanto a la narrativa de Cicero, el profesor Trapero considera más valiosa literariamente en sus textos “la intriga, como se entiende en la teoría de la narratología, “estructura estilística del relato”. “Solo los buenos escritores, los buenos de verdad, saben hacerlo, incluso de una manera intuitiva y no reflexiva porque tienen ese don”.

OTROS DATOS 

El libro es un trabajo de 200 páginas casi todas ilustradas con fotografías captadas a color en todos los rincones del santuario.

Contiene un breve glosario explicativo alfabético donde se ordenan los 140 símbolos y enigmas identificados en el Santuario y remitiendo al capítulo y página donde se describen.

La portada y otras composiciones plásticas son obra del ilustrador Jesús Herrero Marcos, técnico en arte y nuevas tecnologías del Ministerio de Cultura, al que donó su fototeca de 45.000 imágenes, además de fotógrafo de monumentos artísticos y autor de varios libros divulgativos sobre simbolismos románicos y medievales.

El Premio Nacional y Premio Iberoamericano de Ilustración, licenciado en Bellas Artes por la Escuela Superior de San Fernando de Madrid, Francisco Javier Serrano Pérez enriquece el contenido del libro con un dibujo creado expresamente para la ocasión: una reinterpretación de la talla de la Virgen del Camino, que supone una reflexión personal de gran fuerza sobre la humanidad y la naturaleza como víctimas gratuitas.

Las fotografías pertenecen a notables profesionales como Pablo Hojas, Javier del Vigo, Jesús Herrero y Antonio Barreñada. En concreto Pablo Hojas (1947) es Premio de Fotografía José Estrañi. Ha trabajado para EFE, El País, el País Semanal, La Vanguardia, Diario 16, el Diario Montañés, ABC, La Stampa, Cambio 16, Tiempo, Life, Stern, Conocer, Kult, Newsweek, Le Figaro, The New York Times, RTVE , fotógrafo oficial de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, entre otros muchos medios.

La maquetación corrió a cargo del periodista leonés Lalo F. Mayo, quien ejerció su profesión en La Voz de Galicia hasta su jubilación. Mayo determinó los aspectos formales y de calidad material de la obra en lo relativo al formato, la distribución de textos y gráficos y la tipografía.

Contiene un prólogo del Padre Provincial de los Dominicos de Hispania, fray Jesús Díaz Sariego. Y un estudio prólogo del filólogo leonés Maximiano Trapero, profesor emérito y catedrático de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria.

Virgen del Camino: en-clave de misterios aparece también en otras tres versiones, inglés, francés y catalán a cargo de tres jóvenes filólogas especialistas en las distintas lenguas. La versión inglesa fue realizada por la filóloga Eva Lama; la francesa, por Carolina Carrizo y la catalana por Eva María González.

Se ha producido también un montaje audiovisual, con las fotografías del libro y otras no incluidas en el volumen impreso, realizado por Carlos Diez Jubete.

Para la mayor difusión del libro y del Santuario-Basílica, se pone en marcha la web: www.virgendelcaminoenclavedemisterios.com

EL EQUIPO

Daniel Orden, profesor de Filosofía, director de Instituto y alto inspector de Educación jubilado, coordinó un nutrido grupo interdisciplinar de artistas, profesionales de educación y otras áreas vinculados al autor por razones de amistad. Este equipo resultó imprescindible para el asesoramiento científico, técnico y literario, así como para todo el proceso de gestión de la edición del libro.

Los integrantes de este equipo son Fernando Alonso, Antonio Argüeso, Carlos Abad, Antonio Barreñada, Luis Carrizo, Julio Correas, Lalo F. Mayo, Jesús Herrero, David Hojas, Juan Manuel Díaz, María Martín, José Ignacio Manso, Raúl Orden, Javier Del Vigo, Andrés M. Trapiello, Enrique Muñiz, Rosario Rey, Carlos Sotres, Javier Serrano y Valentín Tascón. En este grupo predominan antiguos alumnos del colegio de la Virgen del Camino, hasta el punto de que el autor ha reconocido que en realidad su libro es “una obra colectiva”.

1 comentario

Ramón Hernández Martín -

Al concluir la exposición in situ que el mismo Isidro Cicero nos hizo sobre este libro a los cursarios el jueves, día 14 de septiembre, pude acapararlo un par de minutos para decirle que me había sorprendido mucho y causado una intensa emoción estética y religiosa. A trompicones, dado los muchos reclamos que tenía, apenas pude esbozarle algo que recojo aquí para recordárselo a él mismo y notificarlo a cuantos pueda interesar: si el Santuario de la Virgen del Camino fue una auténtica revolución artística y teológico-religiosa, cosa de la que no hay la más mínima duda sobre todo tras este valioso libro, los tiempos que corren están demandando a mi criterio otra nueva revolución, quizá más densa y profunda todavía, al menos en el terreno de lo teológico-religioso. A mí parecer, se necesita hacer una relectura audaz del cristianismo (se han hecho varias a lo largo de su accidentada historia) y a esa tarea dedico una gran parte de lo que escribo, aunque sin relieve ni trascendencia alguna. En manos de algunos obra un voluminoso ensayo mío titulado "Homo humanus", de unas 500 páginas, escrito en el año 2000, cuyo único mérito puede que sea su coincidencia con algunas de las líneas maestras de "Perfiles de nueva humanidad", de fray Eladio Chávarri, para mí el mayor y más original pensador español de nuestro tiempo. ¿La clave? Digámoslo de un plumazo y sin ambages, con imagen que viene muy al caso: el Camino de Santiago debe ser una fiesta. El cristianismo debe ser un plus para el hombre. Aunque dicho así no parece ofrecer obstáculo alguno para que lo suscriba todo el mundo, si uno se adentra en la idea verá que exige reducir a categoría de sombra, por ejemplo, la mayor parte del “significado” estético y religioso de la Virgen del Camino. Los duros y fuertes conceptos de pecado, redención, cruz, muerte, penitencia, “misterios dolorosos”, demonio, juicio e infierno, deben ser atemperados y reducidos a sombras en el macrocuadro cristiano, a raíces del esplendoroso árbol que debe ser el cristianismo. Lo expresa muy bien la eucaristía como cena participativa, como alimento compartido, en la que cada ser humano es al mismo tiempo comensal y comida al formar parte de ella como un grano de trigo y otro de uva. En otras palabras: es preciso eliminar de la Iglesia todo atisbo de poder para que sea solo un “emporio de servicio”, una fuerza imparable de humanización.