LA VENDEDORA DE GLOBOS en libro.
Como os prometí en el artículo del blog del día 16, os comento la situación del proyecto del libro de LA VENDEDORA DE GLOBOS Colección el tomillar número uno. 1.- Como os informo a diario en la propia página del Blog y como os detallo en el fichero que actualizo en __D E S C Á R G A T E__, ya tenemos confirmada la reserva de 104 ejemplares del libro. 2.- Todavía estamos un poco por debajo de las previsiones para que el proyecto de Lalo Mayo pueda ver la luz, aunque somos optimistas. Para que se haga realidad la idea de publicarlo, os ruego vuestra colaboración, os animo a reservar vuestro ejemplar. Creemos que es una idea interesante e ilusionante, por la calidad de los relatos de Isidro Cícero y la espontaneidad de los comentarios, extraídos del Blog, que hemos hecho a cada una de las 36 entregas que lo componen. 3.- Que nadie se quede sin su ejemplar por desconocimiento o por no haberlo solicitado a tiempo. Os recuerdo La forma de hacerlo: deberá ser enviándome un correo a mi dirección de e-mail josemaricortes@telefonica.net con los siguientes datos. Nombre: Dirección Postal: Número de ejemplares: Es importante que la petición me la hagáis “solo” a mi correo y procuréis no hacerla como comentario en el propio blog. De todas formas, si alguien lo hace, también recogeré su petición. 4.- Si alguno de quienes nos visitáis asiduamente en el blog quiere libro/os pero no le apetece salir en la lista ni que su dirección se haga pública, me lo decís y lo computo a efectos de número, nada más. 5.- Como os adelanté en la primera noticia del proyecto, nos hemos fijado la fecha del 2 de Mayo (Sábado y puente) para su presentación en León, con la presencia del soplador de los globos, Maese Isidro Cícero, del padre de la idea, Monseñor Lalo, todos vosotros y los medios de comunicación locales que quieran hacernos caso. 6.- Estad atentos a la información del Blog pues, en próximos días, publicaré el programa de actos de ese día, -presentación del libro-comida-charla, etc.- con el deseo de que sea un día de máxima participación, en el que os esperamos a todos. 7.- Debido a que esa fecha es el puente del primero de Mayo, estamos al habla con diferentes Hoteles de León con el fin de conseguir el mejor precio para aquellos que queráis venir a pasar esos días en León con vuestras “santas” y poder hacer la oportuna reserva. 8.- Ved en la fotografía un adelanto del diseño de Lalo que podría ser la sobrecubierta del Libro. 9.- Sigo a vuestra disposición, en el teléfono de mi casa 987 254866. Si tenemos éxito en este primer intento, ya tenemos pensado nuevos proyectos para seguir publicando en la colección el tomillar.
14 comentarios
El manco -
Andrés Martínez Trapiello -
Julio Correas -
ATENCIÓN A MI EMAIL:
jcorreas@telecable.es
REPITO
jcorreas@telecable.es
Un abrazo
Julio Correas
lalo -
Menos mal que nuestros interlocutores son inteligentes.
Salud
CARLOS TEJO -
!JULIO, despierta¡, que son las nueve de la mañana y entre tu y Lalo vais a montar la de "Vámonos Juana".
A tí, Julio, porque olvidaste la @ y a Lalo porque en vez de la "j" inicial y solitari, pone "julio" con todas las letras delante de "correas", en tu dirección, seguro que los libros se los encargamos al ministerio de marroquinería.
Aclararsus
Por lo demás, buena iniciativa, Julio. Nos vemos el 2 de Mayo.
Carlos, el afrancesau.
lalo -
Así que sin duda lo tendremos en León el día 2 de mayo.
Parece ser que serán 300 ejemplares antes que 500, salvo que surja una fiebre apuntadora dentre los AOP.
Y, claro está, no podremos hacer segunda edición.
Lo que significa que este libro será un bien tan preciado que nadie querrá prestarlo.
Seguid los consejos de nuestro Furriel (el sábado le daré un abrazo) y del presidente Correas.
Por cierto, suoongo que a la dirección e-mail de Julito le falta una arroba entre la S de su apellido y la T de telecable:
juliocorreas@telecable.com
Si no fuera así, Julio, por favor, corrígeme de inmediato.
Bueno, en cuanto desayunes.
Antonio Argüeso, estoy tentado de entrarte al trapo y salir al ruedo sin paraguas.
Pero en esta esdrujulizante historia hay un tercero que es, creo yo, el protagonista primero, y no quedaría bien jugar sin él.
Un abrazo.
Salud
Lalo
Julio Correas -
si os parece mandarme a mi, siguiendo sus instrucciones, el pedido y me comprometo a estar en contacto con Lalo para hacer las copias correspondientes.
El Furriel dixit :
.- Que nadie se quede sin su ejemplar por desconocimiento o por no haberlo solicitado a tiempo.
Os recuerdo La forma de hacerlo: deberá ser enviándome un correo a mi dirección de e-mail jcorreastelecable.es con los siguientes datos.
Nombre:
Dirección Postal:
Número de ejemplares:
Es importante que la petición me la hagáis solo a mi correo y procuréis no hacerla como comentario en el propio blog. De todas formas, si alguien lo hace, también recogeré su petición.
Pues eso. Si me mandáis la comanda...haré llegar la orden a quien corresponde, o sea a Lalo, para que surta efecto.
Si os es de ayuda.... me alegraré infinito.
Un abrazo a todos
Julio Correas
JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -
Un abrazo
Antonio Argüeso -
Sin embargo, siempre que me acuerdo de él, al que veo no es al Cícero que vi en la Plaza Mayor, en la terraza del bar de la evasiva camarera de Andrés, ¡qué va! El Cícero que siempre me viene en mente es uno espigado, casi barbilampiño, sonriente entre asustado, tímido e/o introvertido, con jersey entre gris y blanco (y ¡por qué será?, a veces amarillo).
Por eso, al ver la contraportada de Los Globos estuve a punto de mandar un nubarrón de los que por aquí tanto abundan, diciendo a Tejo que quien allí aparecía no era Cícero, sino Cicero. Pero no lo hice ni lo hago, sólo lo comento.
A ver si quienes entran en el blog informan a los que no lo hacen para que reserven tan emotivo recuerdo. El contenido lo conocemos, entrañable, profundo, revelador, dulcemente nostálgico y el aspecto de la hechura a lo que ya hemos visto, lo iguala.
¿Treinta años ya, Cícero? ¡Cómo pasa el tiempo!
josemari cortes aranaz -
Lamento haberos chafado las primicias de cara y cubierta.
Reparo mi error a medias.
Un abrazo.
lalo -
Aprovecho que el Furriel estará durmiendo a estas horas de la madrugada (por cierto, ¿qué haces tú levantado tan tarde?)y hasta después de los churros de mañana no verá tu escrito. Ya es tarde para decir que no lo lea. Aquí está uno con nocturnidad y sin alevosía.
Ya puse el punto final. no te preocupes.
240 páginas han dado de sí tus 36 globos, que ya es hinchar. A reventar están. Pero verás, veréis, que dentro no es aire lo que los llena, sino sustancia.
Envueltos en una sobrecubierta que pretendía que fuera sorpresa hasta el día 2 de mayo (siempre que se cumplan los planes de los al menos 300 y que el encargo le llegue a la imprenta con el tiempo suficiente para disponer de ellos en casa de Pilarina) pero que el Furriel ha sacado a la palestra. No sé si será la portada definitiva. Tengo por ahí una gestión que espero que Olóriz me resuelva. Y si él no lo consigue, pues bueno, ahí tenemos la foto de una vendedora de globos auténtica. Que es lo que queríamos, ¿no?
Cícero, espero que nadie te tenga ninguna guardada, porque en la contra si que va a salir tu cara y a estas alturas supongo que ya no es cosa de ponerle un rectángulo negro tapándote los ojos, como hacemos en los periódicos a veces con los guardia civiles y policías que detienen a facinerosos.
Lo dejo aquí, que cierro el pc y me voy a casa a completar la jornada poniendo un par de pies a un par de fotos con media docena de reencontrados.
Y, por si le interesa a alguien, dice el teletipo (ahora ya no se llaman así, que las noticias vienen silenciosas y virtuales) que los ejecutivos de AIG devuelven la pasta de las primas. Si esta mañanita abrís el blog antes que la radio os habréis enterado por antiguosalumnosdominicos. En primicia.
Buenas noches y buena suerte.
Salud
Lalo
Isidro Cicero -
Isidro Cicero -
Había publicado mi libro número 1 y pasaba mucho miedo. Era un libro peligroso, con temas entonces tabú, ahora bastante de moda, no sé si sabes.
Lo que son las cosas... Yo que en un Auto de Calderón, deberían darme el personaje de La Prudencia siempre que hubiera superado la prueba fonética de la erre, había prohibido al editor de Madrid poner ninguna foto de mi cara. Ni en la solapa, ni en la contraportada, ni en ninguna parte. De fotos, ni hablar, y eso que por entonces aún era bastante presumido.
Pero la Prudencia, amigo mío, me recomendaba prudencia, claro. Para evitar en lo posible que algún desalmado de los que entonces tanto se prodigaban, tuviera el talento suficiente como para relacionar la cara que aparecía en la solapa con la cara del original. Y teniendo la cara del original tan a mano y provocado en su ira por el contenido del libro que la fotografía avalaba, tomara la determinación de hacer añicos la cara original, en vez de la impresa en la solapa, no sé si me entiendes.
Es decir que firmé un seguro para la cara con la póliza del anonimato. Y ya lo tomé como costumbre para aventuras posteriores.
Como todas las cosas de esta vida, querido Tejo, -siento cierto temblor emocionado al reescribir tu apellido, por los motivos que sabes imaginar por encima de estas elipsis- el anonimato era por un lado un sacrificio, por el otro un disfrute. Un placer. Tú me lo has evocado. Te subías al tren que va a Unquera, las primeras semanas y sentías un placer silencioso, anónimo, inconfesable, espiando a las personas en el vagón cómo leían aquel libro que tú acababas de publicar. Aquel libro irresponsable de tan audaz, de tan extemporáneo. Sentías una emoción inefable al leer en los ojos de tus lectores la impresión iba a decir las emociones- que tú habías sembrado como minas de racimo en aquellas páginas. Qué espionaje tan delicioso,
Bueno, Tejo. Perdona por haberme saltado ahora dos barreras que me habían autolimitado desde que empecé a escribir para vosotros. La primera, no traspasar jamás el periodo de nuestra convivencia en común, es decir la primera parte de los años 60. Y la segunda, no referirme nunca a lo que haya hecho, escrito o cantado después. Me han inducido a traspasar estas autoimposiciones tus hermosas palabras que te agradezco y que ojalá pueda alguna ves recompensar.
No le digáis a Lalo que he escrito esto. No quiero que acabe maldiciendo el día y la hora en que decidió vincular su talento a mi destino, el día que decidio hacerse copropietario intelectual de aquellos globos y se le cree la desazón de no saber donde poner el punto final. Si se entera de estas líneas, decidle que no las tome en consideración, porque si no esto se convertiría en el cuento de la buena pipa.
Sé yo que José Mari Cortés se entera seguro de estas líneas. Bueno, pues que pase de ellas. Que no haga caso y siga adelante con la Vendedora. Él y el Jefe de Cierre y Continuidad van a conseguir que yo reviva dentro de poco esa sensación de la que hablas, Tejo. Sólo que mejorada, porque yo soy un hombre más bien de rústica, grapado y tapas blandas. Y estos jóvenes leoneses galaicos metidos a editores por mi culpa me van a pasar al cosido,la tapa dura, el gramaje olímpico del gran papel. Qué lujo.
CARLOS TEJO -
Los que tenemos alguna experiencia de ver en papel de imprenta, con tapas y todo, alguno de nuestros trabajos, podemos decir que, al comprobar la metamorfosis ocurrida en los DIN A4 que se convirtieron en libro, la alegría es inmensa, aunque matizada siempre por la duda que conlleva el saber si será del agrado del lector. Qué pocos, como es este caso, añaden, a la inmensa alegría de ver un nuevo libro suyo en manos propias y agenas, la certeza de que será leído y releído con verdadero fervor. Será, seguro, un libro de los llamados "de cabecera", al cual nos acercaremos, de vez en vez para disfrutar algo de nuestras biografías comunes.
Que se corra la voz. ¡Isidro y Lalo han soltado los globos! !A por ellos¡
Carlos