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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

NUESTRAS MONJAS

NUESTRAS MONJAS

La Comunidad de Monjas Dominicas de la Virgen del Camino nos invitan a todos los antiguos alumnos a la celebración de sus 60 años de presencia en la Virgen del Camino.

 

9 comentarios

Eugenio Cascón -

Supongo que recuerdas, amigo Luis Heredia,la rechifla nacional a que dio lugar, allá por el año 2008, el impagable "miembros y miembras" que emitió en el Congreso, como sin darse importancia, la por entonces Ministra de Igualdad socialista Bibiana Aído. Claro que no ha sido el único caso de estas características, dado que, entre otros, fue precedido del "jóvenes y jóvenas" de Carmen Romero y seguido del reciente "portavoza" de Irene Montero.
Pues bien,aunque no son casos iguales, todos ellos parten de un mal entendido y exacerbado feminismo lingüístico, que poco tiene que ver con la defensa de los legítimos derechos de las mujeres. Ciñéndonos a lo que nos ocupa, "miembro" se caracteriza gramaticalmente como un sustantivo epiceno, que es aquel que se refiere a personas, animales o plantas mediante un único género gramatical, independientemente del sexo (condición biológica) al que pertenezcan. Por eso, "miembro", en esta acepción, es siempre maculino, aluda a un hombre o una mujer, lo mismo que, por ejemplo, "persona", gramaticalmente es femenino, se aplique a mujeres o a hombres.
Por eso la máquina te señala "miembra" como incorrecto, ya que no existe esta variación. Si me permites inmiscuirme en tus palabras, quizá te hubiera quedado mejor "...por haberse incorporado un miembro más, una nueva nieta, a la familia...", o algo por el estilo.
Te ruego que no tomes esto como una corrección, sino como un simple intento de responder a tu pregunta, cosa que a lo mejor no he conseguido por enrollarme más de la cuenta, pero es que los de mi profesión, como cuando nos jubilamos ya no tenemos quien nos escuche a diario, aprovechamos cualquier ocasión.

Javier Cirauqui -

Las monjas de la Virgen del Camino me traen un recuerdo entrañable, algunas las conocía de Villava y se acordaban de mí y de todos mis compañeros, incluso en los encuentros de la casa de ejercicios, había alguna que después de tantos años aún me reconocía.
De todas formas tengo un recuerdo lleno de ternura de las dominicas de Villava, de las dominicas de Betania, que se ocupaban de padres, legos y apostólicos como unas madres. A los de primer curso nos daban clase, la madre Sagrario y la madre Águeda y posteriormente la Madre Visitación y en el comedor y cocina nos atendía la Madre Encarnación y otras que no recuerdo. Luego estaban las Madres de Jarauta, a donde nos llevaban algunas veces sobre todo el lunes de Pentecostés, nos daban de merendar, charlábamos con sus alumnas y nos echaban una película. De todas formas tengo muchos recuerdos de las madres dominicas, llenos de ternura. Un recuerdo cariñoso para todas las monjas de la Virgen, esperando pasen unos felices días de su sesenta aniversario.
Javier.

Daniel Orden -

Mi gratitud de por vida a esas/estas hermanas.

Luis Heredia -

A las monjitas de La Virgen sí que me hubiera gustado estar a su lado para darles las gracias por el cariño y amor que siempre nos han mostrado.

A ti, Ramón, también me hubiera gustado estar a tu lado para felicitarte por tan feliz acontecimiento y darte la enhorabuena. A ti, a los papis, abuelos, abuelas, primos, primas, tíos y tías por haberse incorporado una miembra más a la familia. Después de los problemillas, a descansar y disfrutad de ella.

P.D. Eugenio, miembra me sale subrayado. ¿Está mal dicho o escrito o es fallo de mi ordenador?

Alfonso Losada Vicente -

Que sigas tan emocionado, como parece ,enhorabuena. A ser buen abuelo que lo serás.
Un fuerte abrazo
Losada

Ramón Hernández Martín -

Gracias, Eugenio y Javier y a cuantos, incluso sin expresarlo, compartáis con nosotros tan inmensa alegría. La verdad es que la llegada esta mañana a las 10,10 horas en el HUCA de Oviedo de Carmen Manuela, tras laborioso embarazo bien cumplido a pesar de las alarmas y, sobre todo, tras no menos laborioso parto de 40 horas de trabajo más que "forzado", viendo que todo ha salido bien, nos ha producido una inmensa alegría que ha amansado los nervios hasta activar el lagrimal. Que sea muy guapa, al decir de cuantos ya la han visto, es una circunstancia valiosa pero sin relieve. Pido disculpas a todos por esta intromisión personal a la que me obligan esos dos grandes amigos, mogarreño uno, caseño el otro, ambos serranos de pro. Javier, en cuanto a lo de "efusivo y contento" debe de deberse más bien a la "viellera" porque, llegados a esta edad (la de la sabiduría), ser otra cosa, la contraria o su contravalor (Baldo dixit), como que no, porque sería perder el tiempo. Mira las monjitas de La Virgen del Camino: sesenta años dando el do de pecho y tan contentas. Que mañana sea un gran día para ellas y para cuantos las arropéis en su celebración. Para mi familia el gran día ha sido hoy, este cuatro de abril, fecha que grabaremos en el dintel de nuestro "hogar" al estilo de tantas casas serranas. Gracias.

J. M. de Pablos. -

Ramón, últimamente te he visto muy efusivo y contento, no es para menos. Felicidades por el acontecimiento. Como dicen en tu pueblo "que se críe bien".

Enhorabuena a esas monjas tan queridas por todos y que con tanto cariño nos reciben siempre.

Un abrazo.

Javier

Eugenio Cascón -

Gracias por todo a nuestras monjas y enhorabuena por su aguante y paciencia a lo largo de tantos años.

Y un montón de felicidad y felicidades también para mi paisano y amigo Ramón Hernández _ese mismo del comentario precedente_ al que acaba de nacerle una hermosa nieta esta misma mañana.

Ramón Hernández Martín -

Llegaron ahí justo cuando los cursarios, procedentes de Corias y Vergara, nos íbamos, en septiembre de 1957, unos a Palencia y otros a estrenar Caleruega como Noviciado. ¿Nada que ver entonces con nosotros? No, pues ellas nos han atendido muy bien cuando, después de constituidos en grupo en 1983, gestando lo que después ha dado en llamarse dominicosIN-EX, nos hemos reunido en La Virgen del Camino, cuatro o cinco veces, la última en septiembre pasado. Usurpando un poco la voluntad cursaria, me atrevo a decirles a estas monjitas "gracias" en nombre de todos nosotros y a asegurarles que, en la distancia, haremos que la magia de su eucaristía conmemorativa englobe también nuestra participación. Una fecha bonita la de mañana para alegrar a cuantos, tras nosotros, habéis contado con sus cuidados y su protección. Ser agradecido no cuesta nada y deja a uno, además de a gran altura, con muy buen sabor de boca.