Blogia
Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

LA PASTORADA LEONESA (Por Maxi Trapero)

LA PASTORADA LEONESA (Por Maxi Trapero)

Para corresponder a la dedicatoria que "Jesusito el Herrero" me hace de incorporar la Pastorada en sus preciosas postales navideñas, que agradezco, creo que podría ser de interés que nuestros colegas y amigos de tu blog conozcan "el meollo" de ese auto de Navidad que yo he considerado como "un eco del antiguo teatro medieval castellano". 

Debe saberse que la Pastorada leonesa se ha transmitido oralmente a través de generaciones y que, por tanto, anda en tantas versiones textuales (y musicales) como lugares la han conservado.

 La Pastorada leonesa es un auténtico “auto de Navidad” que tiene por argumento el anuncio del ángel a los pastores, la discusión entre los pastores y la decisión de ir a Belén para la adoración de éstos al Niño recién nacido. Pertenece, pues, a lo que en el teatro medieval se llamó el “officium pastorum”.

Pero antes y después de esta parte central del auto se anteceden y suceden diversas escenas que glosan la vida pastoril y se cantan villancicos alusivos al acontecimiento. De ahí que la música (y secundariamente la danza) tenga una presencia e importancia fundamental.

La Pastorada leonesa se ha transmitido oralmente a través de generaciones y por tanto anda en tantas versiones textuales (y musicales) como lugares en que se ha conservado, especialmente en la parte sur y este de la provincia de León y en localidades vecinas de las provincias de Palencia, Valladolid y Zamora. No obstante, esta "parte central" es la más uniforme en todas las versiones y la que conserva los arcaísmos literarios mayores. 

            Y con ello va mi felicitación navideña para ti, para tu familia y para toda "la familia" de AntiguosAlumnosDominicosVirgendelCamino.

Maxi Trapero


PARTE CENTRAL DE LA PASTORADA LEONESA

 

Se echan los pastores

 

Canta el Ángel 

Gloria in excelsis Deo. 

 

Rabadán 

¿Me has llamado tú, Juan Lorenzo? 

 

Juan Lorenzo 

Yo no he llamado, y menos pensar en ello. 

 

Rabadán 

Porque he oído una voz y tocar mi cencerro. 

 

Juan Lorenzo

El mi ganado está quedo, el tuyo va corriendo. 

 

Rabadán 

Tis, tis, malvadas. ¿Dónde vais con tanto brío? 

No perderéis el repasto   aunque llueva o haga frío. 

Andándome yo paseando   por las fuentes de un sombrío, 

he visto dos doncellas   hacer amores a un niño. 

 

Ángel 

Alerta, alerta, pastores,   

alerta, alerta, al momento:

¡ea! de parte de Dios,   

¡ea!, que anunciaros vengo,

¡ea! que hoy ha nacido,   

¡ea! pa vuestro remedio. 

¡ea! Marchar a Belén, 

¡ea! ir luego y corriendo,

¡ea!, que allí le hallaréis 

¡ea! entre pajas envuelto, 

reclinado en un pesebre 

y por compaña un jumento. 

 

Rabadán 

¡Jesús, Jesús, qué prodigio!   ¡Jesús, Jesús, qué portento!

Sin duda es la voz de un ángel;   sí lo es, no puede menos. 

Voy a hacer por informarme... 

Y ya se me desapareció   aquel brillante lucero. 

¿Qué voces son las que a mí,   estando en profundo sueño, 

me despiertan y me dicen   que a Belén vaya corriendo?

 

Juan Lorenzo 

¡Vaya con el Rabadán!,   está para divertirnos... 

Como se levanta de dormir   tiene los ojos chiquitos,

las velas se le hacen ruecas,   las mazorcas canastillos, 

los husos bizcochos   y también azucarillos. 

 

Rabadán 

También las pantorrillas del gallo pío 

suelen doblarse, cuando llueve o hace frío.

 

Ángel 

Alerta, alerta, pastores,   

alerta, alerta, al momento:

¡ea! de parte de Dios,   

¡ea!, que anunciaros vengo,

¡ea! que hoy ha nacido,   

¡ea! pa vuestro remedio. 

¡ea! Marchar a Belén, 

¡ea! ir luego y corriendo,

¡ea!, que allí le hallaréis 

¡ea! entre pajas envuelto, 

reclinado en un pesebre 

y por compaña un jumento. 

 

Rabadán 

¡Santo Dios, es verdad!

Un ángel es, no lo dudo,   no puedo desconocerlo. 

Desde el principio le vi   y estuve observando atento. 

Y con voz sonora dice   que para nuestro remedio 

ha nacido el Rey Mesías,   santo, santo en tierra y cielo. 

¡Arriba, los mis amigos!,   ¡arriba, mis compañeros!, 

gozaréis de mil delicias;   quiero quitaros del sueño 

que vos priva de gozar   un grandísimo misterio. 

 

Juan Lorenzo 

¡Déjame dormir, Rabadán!,   ¡déjame de chichiribeos!, 

que si me vuelves a despertar   y a descorruzarme el sueño, 

armaremos paloteo.

¡Y veremos quién es más:   Rabadán o Juan Lorenzo!

 

Rabadán 

Al oír las palabradas   del furiado Juan Lorenzo 

ya se desapareció   aquel brillante lucero. 

Pues, ¿qué haré yo en este caso   para que mis compañeros 

gocen de estas delicias,   anuncien estos portentos? 

Porque es un letargo el sueño 

que les priva de gozar   un grandísimo misterio. 

Si los despierto, se enfadan,   si los dejo dormir, veo 

que yo solo estoy penando. 

Me volveré, pues, a echar   y haré que duermo y no duermo; 

y si me vuelve a despertar la dulce voz   en su sonada con su soneto 

ya me levantaré con tiempo. 

 

(Medio se echa) 

 

Dije, pues, que de acostarme...,   ¡ahora sí que no me acuesto!

A llamarles voy de prisa   y a despertarles voy corriendo, 

llamándoles por su nombre   y de esta suerte iré diciendo: 

¡Tente arriba, tú, Chamorro!   ¡Levántate, Juan Lorenzo!

¡Ponte en pie, tú, Zagalón!   ¡Abre el ojo, Zagalejo!

¡Antonio, Pascual y Blas,   vayan haciendo lo mesmo! 

¿No queréis ver y gozar   de lo que yo gozo y veo? 

 

(Despiertan todos

 

Todos 

¡Sí queremos!

 

 

Diálogos de protesta entre los pastores

 

Rabadán 

Sabed que en aquella altura,   en aquel encumbrado cerro, 

un paraninfo del cielo,   

con voz celestial   dos veces en un soneto 

ha cantado y me ha dejado   todo confuso y suspenso. 

Sin duda aquí se encierra   un grandísimo misterio. 

 

Blas 

Compañero, ¿tienes pan? 

 

Rabadán 

¡Déjame de pan y panes,   que ahora no estamos a eso!

¡Atención, que va a repetir   la dulce voz el soneto!

 

Chamorro 

¡Qué sonada ni que soneto!

¡Faltarán a mí cantiñas   cuando yo de hambre estoy muerto!

Yo voy a hacer unas migas   para almorzar a contento. 

Que la música sí gusta, ¡mira si gusta!,   pero es después de compuesto 

este cuerpo principal,   que le tengo descompuesto. 

Y tú también, Zagalón,   que le tienes casi yerto 

de hambre y de necesidad.   Vente conmigo al momento, 

nos haremos unas migajuelas   bien componidas con sebo, 

y después de bien compuestas,   las echaremos al coleto. 

 

(Hacen las migas)

 

Rabadán 

Pues tienes tú razón, Chamorro; 

pues como dice el adagio   de la panza sale la danza, 

y de la danza la panza.   ¿Y tú qué piensas, Zagaleto?

 

Zagaleto 

En comer las migas con vosotros   que eso es muy bueno. 

 

Zagalón 

¿Y tú qué haces? 

 

Zagaleto 

Hace cuenta que tengo   el carnero bien compuesto. 

 

Zagalón 

¿Qué haces que no avisas   a todos tus compañeros?

 

Juan Lorenzo 

Compañeros, acudid al caldero;   

a comer las migas con el carnero. 

 

Rabadán 

¿Ya hicisteis la migas,   Juan Lorenzo? 

 

Juan Lorenzo 

¿Tanta hambre tienes, Rabadán?   ¡Pues que tú no estás bien yerto!

 

Rabadán 

Desde ayer tarde que no como;   ¡no dejaré de estar bien yerto!

 

Juan Lorenzo 

Pues nadie te quitará el probar   a ver si está bien compuesto. 

 

Rabadán 

No, hombre, que confío en ti; 

que creo las harás buenas   para el niño tierno. 

Pero, en fin, voy a probar   a ver si está bien compuesto. 

¿Dónde está la cuchara, Zagaleto? 

 

Zagaleto 

En el caldero, en el caldero. 

 

Rabadán 

¡Cómo queman, Juan Lorenzo!

 

Juan Lorenzo 

¡Qué delicados tienes los labios, mi Rabadán!

 

Rabadán 

¡Juan Lorenzo!

 

Juan Lorenzo 

Respondo, mi Rabadán. 

 

Rabadán 

Yo bien decía,   grandísimo majadero, 

que aquí no has echado sal,   ni sebo ni pimiento.

 

Juan Lorenzo 

Como te has dado a beber hiel y vinagre, 

no sacas el gusto aunque te desangres. 

 

Rabadán 

Puede ser que sea eso. 

Pero, en fin, no tengo mejor gusto 

que coger el caldero y echármelas al coleto. 

 

Chamorro 

¡Detente!, ¡Detente, Rabadán! 

Disprudente, ¡aguarda   por todos los compañeros!

 

Rabadán 

¿Ahí estabas tú, Chamorro? 

¿Pues que tú no estás bien yerto?

 

Chamorro 

Pues con lo que tú me has dado 

¡no dejaré de estar bien yerto!

 

(Comen las migas)

 

Zagaleto (dando vueltas al corro de sus compañeros)

¿A mí no me dais? ¿A mí no me dais?

 

Antonio 

Las migas no están blandas; 

el niño es tierno y no puede pasarlas. 

 

Pascual 

La longaniza está buena,   y los demás enredos: 

y a mí tras de las migas   se me van los dedos. 

 

Juan Lorenzo 

¡Come migas, Rabadán,   ahora que tienes tiempo! 

Y veremos en qué para   lo que tú estabas diciendo. 

 

Rabadán 

¡Yo no quiero comer migas!   ¡Quiero observar el misterio!

 

Ángel 

Alerta, alerta pastores. 

 

Rabadán 

¡Atención, que ahora repite la dulce voz su sonada y soneto! 

 

Ángel 

Alerta, alerta pastores, 

alerta, alerta al momento;

que yo de parte de Dios 

¡ea! que anunciaros vengo.

¡Ea! que hoy ha nacido 

¡ea! sobre nuestro suelo

¡ea! el hijo de Dios 

¡ea! pa vuestro remedio. 

¡Ea! marchar a Belén 

¡ea! de prisa y corriendo;

¡ea! que allí le hallaréis 

entre unas pajas envuelto.

 

Antonio 

¡Ahora sí que yo le oigo!

 

Pascual 

¡Ahora sí que yo le veo!

 

Juan Lorenzo 

¡Ahora sí que a mi Rabadán   a juntos pies yo le creo!

 

Rabadán 

¡Yo ya no quiero almorzar!

 

Juan Lorenzo 

¡Y yo menos pensar en ello! 

¿Por qué no quieres almorzar, mi Rabadán?

 

Rabadán 

¡Porque no me da la gana, Juan Lorenzo!

 

(Pega una patada al caldero)

 

Juan Lorenzo 

¡Atropa las cucharas, Zagaleto!

 

Zagaleto 

Ya las estoy atropando, Juan Lorenzo. 

¿Ese es el modo, grandísimo majadero, 

tras de comerme las migas,   hacerme lavar el caldero?

 

 

El teologeo

 

Juan Lorenzo 

¡Navidades!, ¡Navidad!   ¡Yo de esto nada entiendo!

 

Rabadán 

¡Yo me muero por saber   y entender to’ lo suceso!

 

Juan Lorenzo 

Yo me sangro porque vos   no entendéis los libros nuestros. 

Se encargan los libros nuestros   al tiempo del Nacimiento. 

 

Rabadán 

Aquí tengo yo un librito   que llaman “el teologeo”. 

Tiene las hojitas blancas   y los capítulos negros; 

Y en él dice en qué consiste   la noche del Nacimiento. 

 

Juan Lorenzo

¡Échale acá, Rabadán!

 

Rabadán 

¡Tómale allá, Juan Lorenzo!

 

Juan Lorenzo 

“Capítulo Loborum”

 

Rabadán 

¡No es ese!

 

Juan Lorenzo 

“Capítulo Ovejorum”

 

Rabadán 

¡Tampoco! ¡Vuelve la hoja, rudo!, 

que es lo mismo que si te llamaran zobispo. 

 

Juan Lorenzo 

“Capítulo Pastorgorum”

 

Rabadán 

¡Ese! ¡Ese! ¡Gracias a Dios que acertáis! 

Pero en fin, ¡sigue a ver!

 

Juan Lorenzo 

“El pastor que ha de ser pastor 

ha de saber desempeñar su empleo;

ha de saber distinguir   lo blanco de entre lo negro; 

ha de dormir a la estrella   y hacer sopas en caldero”. 

 

Blas 

¡Es un cordero! ¡Es un cordero!

 

 

Deciden ir a Belén

 

Rabadán 

¡Ea, pues! 

¿Y qué? ¿No hemos de llevar un cordero?

 

Antonio 

¡Llevarle un cordero   por lo que pague el dinero!

 

Zagaleto 

En el mi rebaño hay más de trescientos. 

De los trescientos llevad uno. 

 

Rabadán 

¿Y si te le echa el amo de menos?

 

Zagaleto 

Diremos que le llevó el lobo. 

¿Qué me ha de decir a eso?

 

Rabadán 

¡Ea, pues! ¡Vamos todos! 

¡Vamos de prisa y corriendo!


4 comentarios

CARLOS TEJO -

Con qué placer me di a la lectura y al descubrimiento de esta Pastorada Leonesa. Ya me la estaba imaginando en su escenificación mientras saboreaba las palabras. Bendito pueblo que cree tanto y que lo transmite con tanta sencillez y sabiduría. Es lo mejor que aprendí en estas Navidades y, como no, tenía que ser de un gran maestro, nuestro compañero Trapero.
Seguro que haré uso de ello a partir de ahora. Gracias y Felices fiestas de Navidad.

Fernando Alonso Díez -

Querido Maxi, este año por fin y después de 30 años, he asistido a la Pastorada representada en Villaquejida, claro que gracias a tus investigaciones, lo he hecho con la mayor atención y con el máximo interés.
Ha sido un exitazo, se representó en la iglesia parroquial por niños, jóvenes y mayores. La gran afluencia de la gente del pueblo y de los pueblos de La Vega y el Páramo crearon alguna que otra dificultad para seguir la representación, pero sobró la emoción para avivar los recuerdos. Las escenas pastoriles, la música de los villancicos y las danzas en las procesiones de entrada y de las ofrendas se sucedieron con buen ritmo y finalmente salimos todos de la iglesia con sonrisa de niño en nuestros semblantes.
FELIZ NAVIDAD

Javier Cirauqui -

En Septiembre estuve en León viendo San Isidoro y cómo no "la Pastorada románica que nos muestras, maravilla de las maravillas del arte.
Gracias, Maxi, por habernos transcrito esta pastorada leonesa. Siempre me han gustado todas las expresiones populares de transmisión oral. Recuerdo algunas pastorales vascas de Iparralde y Zuberoa y el Auto de los Reyes Magos de Sangüesa, que se celebra todos los años.

Jesús María Herrero Marcos -

Querido Maxi, no podías haber elegido mejor motivo para ilustrarnos la "Pastorada" que esta escena románica tan leonesa, ubicada en San Isidoro de León, tan cargada de contenido simbólico y emocional. Un abrazo de un admirador.