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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

El retablo del convento de San Raymundo de Peñafort, en Potes (Por Isidro Cicero)

El retablo del convento de San Raymundo de Peñafort, en Potes (Por Isidro Cicero)

Hoy he vuelto a ver el hermoso retablo de la iglesia parroquial de San Vicente Mártir, de Potes, Cantabria. 
Fui allí con motivo de un funeral. 
Me volvió a distraer de la ceremonia, la sobria y elegante dominicanez del retablo de madera de nogal que preside el templo. No da las medidas del hueco que dejaron para retablo cuando hicieron esta iglesia, pero acertaron trayéndolo aquí y conservándolo.
Lo han replanteado varias veces en distintos episodios históricos, han puesto un San Vicente donde antes había una Virgen, por ejemplo, pero en el tercio superior, a la derecha, sigue campeando imponente el logo de la Orden de Predicadores, la cruz blanca y negra a partes simétricas e iguales.
Este retablo del XVII fue trasladado al lugar actual después de que  el obispo de Málaga de entonces, nacido en este pueblo promovió la construcción de esta iglesia de gran tamaño. Tanto tamaño, que el retablo le queda corto. No casan las costuras de los bordillos.
Lo mismo que no faltan los escudos dominicos en Iglesias de predicadores, tampoco falta ni en éstas ni en las franciscanas la representación del legendario abrazo que Francisco y Domingo se dieron el uno al otro al encontrarse por casualidad en Roma. Un encuentro providencial como pocos, este de los fundadores de las dos familias de  frailes mendicantes medievales.  Si no, fijaos en los fulgurantes rayos que descienden sobre ellos procedente del Espíritu Santo. 
El convento de San Raymundo en Potes fue fundado por un fraile del pueblo de apellido Vélez que cuando regresó de las misiones de Guatemala,  fue apresado por corsarios, retenido en Inglaterra y despojado de los bienes que traía. Al final que eligieron superior de esta comunidad. Debió de ser un tipo influyente porque en un viaje a Madrid trató con Lope de Vega y le encargó o le compró un Rosario en verso, una joya barroca, que hace unos años compartí con vosotros en este blog..
Los frailes de aquí fueron muy bien recibidos al principio, quizá porque trajeron un poco de competencia con los benedictinos de Santo Toribio. De hecho los mozos cantaban de noche una ronda que escandlizaba am vecindario: Que vivan los fariles de Santo Domingo/ y abajo los monges de Santo Toribio.
Abandonaron la casa varias veces, la última cuando la reorganización de casas religiosas de la provincia de Santander en 1921, las autoridades civiles trasladaron a las Caldas  los componentes de esta pequeña comunidad lebaniega. Algunas de sus huellas perduran en este retablo, aunque no son las únicas

6 comentarios

Ignacio manso -

Quise decir blogueros

Ignacio manso -

Queridos Isidro,Baldo y bloquearos. Perdonad el casposo chiste de ayer. No tenía buen día. Un abrazo

ignacio manso -

Queridos colegas, me sublima la teodicea. Donde había una Virgen han puesto a un san Vicente.
Este mundo no se entiende. Un fuerte abrazo, amigos

Isidro Cicero -

CON DEDAZOS SABAÑONEROS

Es una pena que me pilles sin portátil, Baldo,más concretamente sin el teclado del ordenador. Llevo un tiempo usando el móvil para escribir, y unos dedazos rurales,que en su origen fueron finos y hasta bonitos, pero que desfiguraron sin piedad los sabañones de la Paramera a la altura del febrero de 1963. Escribo con estas estrecheces y cuando leo lo publicado, me tiro de los pelos. O bueno, me llevan los demonios. Y así te doy un pretexto para que tires de teología escriturística y escriturada y me pongas en otros contextos donde enmarcar los textos.
Texto, contexto y pretexto. Yo eso lo había usado bastante para exponer los hechos del alzamiento militar del 36. Ya te imaginas por qué.
De cum mica salís, nada. Me cojo el salero completo, que se joda la PA. Te doy toda la razón sobre los reyes y sátrapas en general, ya sabes que yo peco más de republicano, aunque también cum mica salís, que me conozco cada uno..
Respecto a la manipulación interesada de los dioses, te recomiendo un pequeño ensayo que me encargó el año pasado José Ramón López de la Osa para la revista Estudios Vicentianod, de Valencia, donde me explayo con todo lo que sé, pienso e imagino sobre el tema. Desarrollé el asunto de la violencia religiosa a través de la literatura y preparándolos pensé mucho y estudié más. Pero concluí con un mensaje concilador comentando la piedad y la compasión intrahumsns como fondo inherente a toda religiosidad, tal como expresa la querida imagen de nuestra Virgen del Camino, interpretada por Javier Serrano en un reciente dibujo prodigioso.
Lo del abrazo: Legendario. Para aleccionar. Para dar pautas y conductas. Para la publi. ¿ Y qué no, mi querido hermano y amigo? ¿Qué texto se escabulle de esos contextos?
Por último, lo del padre Cordero, a quien no conocí. Yo pensaba que el voto de los religiosos era obediencia, no humildad. El chiste de llamar faltones al voto de castidad a los franciscanos y al de pobreza a los jesuitas, estaría mejor traído si dijera que no hay dominico obediente. Pero en el contexto paternalista de hacer una gracia a los coristas de San Esteban se vio el fraile obligado a rebajar la afirmación. Porque obedientes, lo que se dice formalmente obedientes lo eran todos incluido él. Qué remedio. Castos, humiles y eso, pues como todos...

Inocencio Fernández Menéndez -

Habrá que visitarlo....
Muy buenas las últimas líneas de Baldo...y el contenido.

Baldo -

Isidrín, hermano y, sin embargo, amigo. Quiero darte “mi” interpretación del legendario abrazo en Roma entre los dos patriarcas mendicantes. (Esta interpretación no se la he oído a nadie ni la he visto escrita en ningún sitio, por lo que debes tomarla “mica salis”).
Me he ido dando cuenta a lo largo de mi no corta existencia que, detrás de un texto, siempre hay un contexto vital individual o social, que con demasiada frecuencia no coincide con lo que dice el texto de él. Las crónicas bíblicas sobre el reinado del “sabio” Salomón no dicen que fuera un déspota absolutista, expoliador y ricachón, rodeado de una corte de ricos aprovechados, sino todo lo contrario. La historia sagrada que nos contaron ocultaba la realidad que los investigadores van descubriendo. El Templo de Jerusalén, construido por el sátrapa Salomón y llevado a su máximo esplendor por Herodes el Grande, no fue precisamente un acto de piedad real, sino que su fábrica estaba orientada a ser jaula de oro en la que meter al Yahvé del Arca y tenerlo prisionero. Solo el rey y la clase rica de los saduceos -a la que siempre pertenecía el Sumo Sacerdote- podían acceder a los recintos más sagrados del Templo, con lo que se presentaban como los únicos mediadores entre el pueblo y Yahvé. Por ejercer esta función, lógicamente acumulaban pingües ganancias. Este contexto de las actuaciones del “sabio” Salomón solo están explícitas en las actuaciones y textos de los profetas, a los que solían quitar de en medio con artes más alevosas que las del mismísimo Al Capone. Juan el Bautista y Jesús de Nazaret empezaron su misión en el Jordán, muy Lejos del Templo de Jerusalén. Algunos autores dicen que la gota que colmó el vaso para matar a Jesús fue la expulsión a latigazos de los vendedores del atrio del Templo. Era un ataque a la yugular a los del Ibex 35 de entonces. Un último ejemplo. Pablo de Tarso escribió el primer relato sobre las palabras de la institución de la eucaristía como una riña muy dura a los corintios. No se puede obviar este contexto del texto, porque, si no, lo obligamos de decir lo que no dice. Como ha sido práctica habitual de los clérigos desde entonces.
Dirás, querido Isidrín, que a qué viene todo esto. Pues a que el texto (pictórico) de Francisco y Domingo abrazándose no indicaba lo hermanos que se conducían franciscanos y dominicos en sus relaciones -como dijo el franciscano arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz (elegido por Rouco para ser líder del ala más vox-iana del espiscopado) en una visita a la parroquia de santo Domingo-, sino que luchaban enconadamente por el liderazgo en la Iglesia. (Buenaventura vs Tomás de Aquino) hasta que llegaron los jesuitas. Los piadosos de ambas órdenes religiosas se inventaron la leyenda del abrazo, no para expresar lo que había entre los dos bandos frailunos, sino para aleccionar con una escena ejemplarizante la armonía que debía reinar entre los marrones y los albinegros. frMaximiliano García Cordero OP, catedrático de lenguas semíticas en la universidad Pontificia de Salamanca, todavía seguía beligerante en este antiguo conflicto y solía decir que los franciscanos andaban descalzos de pies y de cabeza. Y lo remachaba con un dicho, no sé si de propia cosecha, que no había ningún dominico humilde, ningún jesuita pobre y ningún franciscano casto.