POST-REENCUENTRO
Mis queridos amigos. Me ha parecido oportuno crear un nuevo álbum en Ver Fotos/Documentos que llamaré POST-REENCUENTRO. En este nuevo álbum iré colocando las fotografías que ya me empezáis a enviar de los pequeños (y no tan pequeños) encuentros que se están produciendo posteriores al del 50 Aniversario.
Enviadme las fotografías que queráis compartir con todos.
Encabeza este artículo un collage de fotografías de alguno de los encuentros producidos.
¿Qué os parece?
21 comentarios
ÁNGEL SALUDES DEL RÍO -
PABLO Y YO, FUIMOS Y SOMOS AMIGOS, PUES NOS UNIÓ Y NOS UNE NUESTRO AMOR POR EL PENSAMIENTO LIBRE Y LA LIBERTAD SOCIAL. AHORA ESTÁ DISFRUTÁNDOLA TOTALMENTE, Y EN LOS BRAZOS DE NUESTRA MADRE( AYER ESTUVE CON ELLA EN EL SANTUARIO), ME DIJO QUE ESTÁ PROTEGIDO POR ELLA, QUE ESTÁ EN LA LUZ Y FELIZ PARA SIEMPRE.
PABLO EN SU ETAPA HUMANA FUE NOBLE, ELEGANTE Y BUENO, EN EL BUEN SENTIDO DE LA PALABRA BUENO. APORTÓ AL MUNDO AMOR, LIBERTAD Y LUZ. CUMPLIÓ SU MISIÓN. UN ABRAZO PARA PABLO Y PARA TODOS.
Beatriz -
Andres Martínez Trapiello -
No he estado conectado estos últimos días, y me encuentro, en negro sobre blanco, noticas luctuosas: El fallecimiento de la madre de Vicente Suárez y de tu sobrino Pablo. Siento mucho -no es protocolo- lo de tu sobrino; y más aún, por la edad tan temprana con la que nos a dicho adios.
Un abrazo,
Pablo Huarte -
Tras introducir mi comentario anterior, veo que tú también recuerdas a mi sobrino. ¡Gracias, Mallada!
¡Y qué bien lo has hecho!
Tu oportuno recuerdo de la parábola del Hijo Pródigo, supone recordar el amor infinito de nuestro Padre-Dios. ¡Claro que nos espera!
¡Y nos espera a todos!
Mallada, te considero desde ya, amigo.
Un fuerte abrazo.
Pablo Huarte
Pablo Huarte -
Lo que pretendía al contaros mi última charla con él, era más bien lo contrario. Trataba de haceros partícipes de una muy buena noticia para mí. Ese último diálogo con él, ha supuesto en mi alma un gozo muy profundo.
Por lo tanto, nada de condolencias.
No obstante, me vais a permitir que agradezca a quienes me han escrito, a través de este blog, siquiera con una frase dedicada a cada uno de ellos.
A Juan Carlos Cordero, uno de los frailes que cuentan, y mucho, en estos momentos entre nosotros, ¡muchas gracias!
A Mariano Estrada que aparece siempre y con una finura fuera de serie, ¡muchas gracias, también!
A Oscar Fernández, todo él delicadeza y sencillez, mi reconocimiento por haber sabido poner el broche de oro sobre lo que yo quería decir, a través de esos versos bellísimos de José Luis Martín Descalzo.
A Javier del Vigo Palencia, lo de siempre: ¡qué difícil de encontrar persona como él!
A su amistad sana y profunda, su verbo arrollador y certero.
A Luis Heredia, gracias por entender que "colgar" mi comentario tras un portillo de encuentros gozosos, encajaba a las mil maravillas. Cuanto de importante nos ocurra, tendremos que comunicárnoslo.
A José Mª Cortés, nuestro inigualable Furriel a pesar de esos euros en litigio, gracias, con el mismo abrazo que nunca olvidaré.
A Santos M. Vibot, todo lo mejor, amigo. Iba a intentar llamarte por teléfono el día de vuestro último encuentro en tu misma casa, y me llamó mi sobrino para que le atendiera en la víspera de su muerte. Bien que lo sentí no unirme a vuestra fiesta, aunque sólo habiera sido a través del teléfono.
A José Luis Suárez Sánchez, muy a gradecido por haber entendido perfectamente mi mensaje: todo ello era un canto a al vida.
A Santos Suárez Sánchez, porque barrunto que he encontrado un buen amigo en tu persona. Ya te nombro por tercera vez. ¿Faltarán muchas todavía?
A Chema Sarmiento, decirle que veo que ha comprendido realmente en dónde tenía que encontrarme este fin de semana, aunque me hubiera apetecido otra cosa...
A San José Recio, que confío en que me va a permitir entrar en su espacio de afecto y cordialidad.
A Manolo Díaz, todo, absolutamente todo. Sabes que seguiremos compartiendo nuestros mensajes del alma...
A José Luis Alcalde, decirle lo saleroso qu es en sus comentarios. Sigue, sigue así, chaval. ¡Vaya cómo vivimos los dos la despedida del Encuentro...!
Y a Pedro Sánchez, que me siento como se sienten ante ti cualquiera de tus antiguos alumnos. Yo también te debo mucho. Habrá tiempo para recordarlo.
Y confío en que, tras este escrito que concluyo, la muerte de mi sobrino ha quedado ya suficientemente remarcada. Ahora, sólo ya, una oración por él.
Pablo Huarte
Jose Ignacio Serrano Mallada -
Querido Padre Huarte:
Si le preguntas a tu sobrino ya verás como te dice que cuando iba camino definitivo a casa, vió a su PADRE, muy anciano, que estaba subido en una altura esperandole, ( en realidad estaba así todos los días desde que se marchó, oteando el horizonte a la espera de ver la silueta a lo lejos de aquel hijo nunca olvidado y siempre querido). Y habiendole visto , vió que el PADRE no esperó, sino que corrió cansado hasta él y se colgó de sus hombros, y abrazandole lloroso le preparó la mejor fiesta en su honor.
Si le preguntas a tu sobrino te dirá qué feliz está con su PADRE...un PADRE que de día o de noche, con sol o con lluvia, siempre está esperando el regreso de sus hijos para cerrar la puerta.
Un abrazo,
Pedro Sánchez Menéndez -
Es muy doloroso que se te muera un familiar en la plenitud de la vida. Sólo el tiempo va borrando el dolor, pero la memoria del que fue tan cercano permanecerá siempre. Siento de verdad la muerte de tu sobrino. Quiero sentirme cerca de ti en estos momentos dolorosos. Un abrazo muy fuerte. Pedro
José Luis Alcalde Revilla -
Manolo Díaz -
Con un sólido y sincero abrazo, comparto tus sentimientos en este momento en el que los gestos dicen más que las palabras.
Cuando murió mi padre elegí una estrofa de Unamuno para dejar como único epitafio sobre su tumba:
Méteme, padre eterno, en tu pecho
Misterioso hogar
Dormiré allí, pues vengo deshecho
Del duro bregar
En ese misterioso hogar espero que Pablo, tu sobrino, descanse.
San José -
Todos te han puesto unos versos y te han dicho unas palabras muy bonitas. Es la manera que tienen de expresar sus sentimientos.
Yo solamente te diré que me ha emocionado tu relato y que recordare a tu sobrino en mis oraciones.
Un abrazo muy fuerte de toda esta familia.
Chema Sarmiento -
Me uno a tu tristeza, y a la de toda tu familia, por la muerte de este ser querido. Era muy importante que en esos momentos estuvieras con él, y me alegra saber que estabas donde debías estar.
Desde mi infancia he estado obsesionado por la idea de la muerte. Cuando murió mi madre estuve al lado de ella, en mi interior tenía la impresión de estar ayudándola a darse a luz en otro mundo. Por eso también me uno hoy al dolor de Vicente, que es sin duda muy grande ya que la distancia le impidió decir adiós a alguien que tanto quería. Aunque quién sabe si, de alguna manera que yo no conozco, pudieron despedirse.
Un abrazo Pablo, un abrazo Vicente.
Santos S. Sanchez -
Me uno a este corazón colectivo y, dentro de él, te expreso como uno más el acompañamiento en tu dolor, sabiendo que la muerte es parte de la propia vida, y, aunque el sentimiento se desgarre y el alma llore de dolor, sabemos que la vida continúa más allá del final la vida.
Un fuerte abrazo.
s.s.s.
José Luis Suárez Sánchez -
Santos Martínez Vibot -
Hace ya muchos años -en Octubre de 1978- perdí un hermanito de 16 años en un accidente de coche. Tu dolor tan reciente y candente, me ha hecho revivir que también entonces me quedé sin palabras. Y sólo en la Navidad de ese año pude escribir este poema, que ahora te dedico para que te consueles un poco sobre mi hombro.
Y que también sus versos mezan su último sueño a PABLO HUARTE GOÑI.
ELEGIA DE AÑO NUEVO PARA TOÑO, MI HERMANO MUERTO
tú
amor
que eras flores de día en día
de quien para siempre recordaremos
la sonrisa ladeada
y un ensoñado azul
buscando inmensamente el paraíso
perdónanos a nosotros
que hemos llegado a acostumbrarnos a creerlo imposible
sí
que ni aún muriéndote te comprendemos
aunque ahora sabes -en tu luz-
que no tenemos culpa
que la ignorancia y el desencanto
nos han vencido tantas veces
que en el fondo queremos ir contigo
tras tus flores incomprensibles
oh azul fascinación! -
Volverán los veranos a buscarte
y los besos y circos y mil ríos
volverán los secretos
pero tú te habrás ido por el aire
una noche de octubre
y en tu planeta de ángeles
blando ángel de la ausencia
no recuerdas apenas nuestras lágrimas.
Los inviernos esperan tu retorno intensamente
tu bella cintura de primavera
el esplendor naciente de tus hombros
y aquel gracioso aire de Starsky.
Tus amigos aún escuchan tu voz
y tus caricias
todo sufre anhelándote.
Pero sólo has de volver en estrellas
en tersa lejanía
en recuerdos amantes para siempre.
Y nos obligarás -una vez más-
a acostumbrarnos a ti
a tu certero estilo
al beso indiscutible de tu rastro
oh enigmático arcángel en tu cielo
(Santi, 2 de Enero de 1979)
José Mª Cortés Aranaz -
hoy me gustaría poder devolverte el abrazo que me diste el día del reencuentro y, así, poder demostrarte mi cariño y mi cercanía en estos momentos que describes de tristeza por el fallecimiento de Pablo.
Pablo ya figura con letras de oro en nuestro mejor libro IN MEMORIAM de recuerdos de quienes compartimos este mismo ADN que nos hace alegrarnos juntos y también entristecernos y llorar juntos...pero también reir juntos y rezar juntos. Yo así lo hago.
Un abrazo hoy especialmente sentido y de amigo.
Luis Heredia -
Desde los comienzos de este blog, y posteriormente, ya fuese durante las lecturas que yo hacía de todos vosotros, antes del 13-0 y después, pero sobre todo, durante el encuentro, capté la idea, posiblemente sin intención de los organizadores, que la finalidad del blog y del re-encuentro no era precisa y exclusivamente hablar de los momentos gozosos y festivos que vivimos los que nos sentimos, mucho o poco, integrados en un Colegio, en una educación, en un medio y modo de vida, en definititiva, que significó un referente para nosotros.
El Blog y el reecuentro significó un después de muchos años y un antes de muchos más que nos quedan por compartir.
En el blog se habló de momentos buenos y malos, e incluso de críticos. Pero lo que acordamos entre todos fue que de ahora en adelante el blog sirviese de punto de encuentro donde hablásemos entre nosotros en la distancia corta por muchos que fuesen los kilómetros, los años de cursos que nos separasen o la relación padre-alumno.
No puedo creer que aún te cuestiones si colgar (vaya mal que suena) un recordatorio por la ausencia de un compañero y además pariente no es el lugar o el momento oportuno. Pablo, el colgao eres tú, te hubiera dicho tu sobrino si se te hubiera ocurrido ocultar o guardarte este comentario sobre algún otro compañero en la misma circunstancia que él.
Muchos de los que asistimos tuvimos que hacer un esfuerzo añadido por no estar compartiendo el reencuentro con los que nos faltaban. Mira tú, en mi caso, por la ausencia de dos primos que significaron mucho para mis compañeros como alumnos y como compañeros de pupitre.
Viendo a Carlos Tejo, y fuí el primero que le recibió en la cancela de entrada, -le reconocí por las fotos colgadas- no me atreví, por vergüenza o timidez a autopresentarme sabiendo quién era y porque en ese momento me vino a la cabeza el comentario que él había colgado sobre su hermano.
Carlos Tejo, fui un gilipollas y no estuve a gusto cada vez que te veía durante esos días.
Pablo, no seas ahora con tu comentario otro gilipollas porque lo único que vas a provocar es que algún compañero se retraiga también en recordar a alguien, ya sea compañero o alguien que haya representado algo como referente en su vida.
Pablo, ¿Tú te cuestionarías hacer este comentario sobre tu sobrino si estuvieras conviviendo con nosotros hace 40 años?
Muchos más de los compañeros que tú te imaginas estamos deseando hablar y comentar entre nosotros porque nos consideramos ya Gran Familia- a través del Blog ¡Bendito Blog¡ sobre las personas que no nos acompañaron y que, seguro, lo hubiesen deseado o lo hubiésemos deseado nosotros.
Pablo, te aseguro que todos los que estamos en tu misma situación deseamos hacer el mismo comentario, aunque sea a destiempo, fuera de lugar o de portal.
Pablo, espero que estos comentarios no me los consideres ni tan siquiera como una crítica. Son impresiones que cambiaría contigo en cualquier lugar ahora que los extremos de nuestro círculo vital se van aproximando el uno al otro. ¿Dónde están los extremos del círculo? Quizás por más vueltas que des al círculo no los encuentres pero si vas en dirección contraria nos toparemos el uno con el otro.
Javier del Vigo -
La vida va tejiéndose de encuentros y desencuentros, de alegrías y penas... Vida es también muerte!
Siento que alguien muy próximo -cuya edad no era edecuada para el desencuentro final- os haya dejado. Nos haya dejado.
No conocí a tu sobrino Pablo, pero leyéndote, Pablo, leyendo a Mariano y a Oscar se me han puesto como escarpias los poros del alma. Y he sentido contigo, con estos dos corazones inmensos que me preceden, tu propio dolor. El dolor de tu familia, al que debes sumarme.
Lo siento contigo. Desprendido de literatura y de cortesía protocolaria, siento tu propio dolor. Lo he sentido en mi corazón, que es un poco tuyo.
La ventaja de tu sobrino es que te tuvo a su lado, -trabajador para el más allá tu-, en sus horas finales. Lo que le complació, según te leo. Y de lo que me alegro.
En cualquiera de las creencias ue cada cual profese, algo tengo claro: Pablo Huarte, sobrino, dejó de sufrir. Ni eso se llevó. Su sufrimiento os lo repartió entre la familia. Y lo llevareis sobre vuestra piel y en vuestro sentimiento durante un tiempo largo. El tiempo del "luto" espiritual.
En el vida, como en la materia, nada desaparece. Se transforma, se comparte, se prorratea...
Pablo Huarte, a quien he vuelto a leer con capa negra de dolor(O.P.), un abrazo muy, muy fuerte!
Y hago mías las palabras de este par de corazones inmensos:
-Oscar, tan familiarizado él con el dolor, supongo, pero que te abre un portillo a la esperanza con su texto.
-Mariano, poeta con corazón que no le cabe en su caja torácica; que se sale de su cuerpo pequeñajo, pero inmenso en sus sentimientos.
Un abrazo a los tres.
Y otro, menos trascendente, a cuantos vais rehaciendo el pasado perdido, con esas comilonas y esos abrazos dobles!
Fijaros que entre una cosa y otra, entre la muerte y la vida, me ha venido a la memoria una frase de aquellas postales que compartimos cuando en León: "Al final de la vida, te examinarán del amor".
oscar Fernández hidalgo -
Después de leerte te sentimos más cerca y una parte de nosotros ha muerto con Pablo Huarte Goñi, tan cercano para muchos y compañero para todos. Queremos compartir el dolor de su pérdida con la alegría y esperanza de recuperarle en el futuro.
Mientras, te acompañamos a ti y toda su familia, que es nuestra, y abrazándote recito muy quedo el final del Testamento del Pájaro Solitario de J.L. Martín Descalzo, escrito poco antes de gozar de la noche-luz tras tanta noche oscura.
Y entonces vio la luz. La luz que entraba
Por todas las ventanas de su vida
Vió que el dolor precipitó la huida
y entendió que la muerte ya no estaba
Morir sólo es morir. Morir se acaba.
Morir es una hoguera fugitiva.
Es cruzar una puerta a la deriva
y encontrar lo que tanto se buscaba
Acabar de llorar y hacer preguntas;
Ver al Amor sin enigmas ni espejos;
Descansar de vivir en la ternura;
Tener la paz; la luz, la casa juntas
y hallar, dejando los dolores lejos,
la Noche-luz tras tanta noche oscura.
Un abrazo muy sentido, Pablo
Oscarín
Mariano Estrada -
La muerte de Pablo es, como todas las muertes, un doloroso vacío en el corazón de sus familiares, amigos y allegados. Y ello es así con independencia de la posición o de las creencias que cada uno tenga en la vida. Desde las experiencias personales, que ya van siendo muchas, quiero compartir los sentimientos con vosotros, los que fuisteis su apoyo, su referencia y su alimento en la tierra.
Un abrazo para ti. Y para él un poema.
NO SÓLO EL DOLOR.
Más no sólo el dolor, o el llanto.
Aquí queda la espina
larga del estremecimiento,
ese mármol de sombra...
¿Qué respuestas habrá
-desde sus labios mudos-,
más allá de los hábitos o el nombre,
los hilos de la sangre o la familia?
¿Qué explica la virtud, el odio,
las formas de la fe, la profusión
impenitente de la duda?
¿Explica algo el ser o la conciencia?
¡Oh!, luna mineral, deseo
de auroras transfinitas.
¿Con qué se corresponde
la causa del amor, la desnudez
plena del alma?
Mariano Estrada
Del libro Hojas lentas de otoño
Juan Carlos Cordero -
¡Cómo no va a ser este punto de encuentro y reencuentros, lugar adecuado para comunicarnos y compartir todo!
En este caso la pena por la muerte de tu sobrino Pablo. Claro que me acuerdo de él, soy dos años mayor y estuvimos juntos en la Escolanía. Lo siento de veras, tiene que ser muy doloroso despedir a un hijo, a un sobrino, a una persona tan joven..., pero con tanta vida ya, como cuentas. Y con paz, y con amor, y con perdón...
Le recordaré a él y a tí, a la familia.
Un fuerte abrazo, Pablo, a los dos...¡si es posible!
Pablo Huarte.O.P. -
IN MEMORIAM
He dado muchas vueltas a mi cabeza, antes de introducir este escrito en el blog.
Me parecía, por una parte, que hablar de cosas como muy serias, podría crear un clima un tanto apesadumbrado, en medio de tantos diálogos festivos y gozosos.
Pero, por otra parte, no me parecía adecuado el silenciar la muerte de un antiguo alumno de la Virgen del Camino que deseaba haber asistido al reencuentro de Octubre, pero que un cáncer, agresivo como pocos, se lo impidió, ya que hubo que intervenirle con urgencia en su pulmón el día 3 de Septiembre. Estoy hablando de un sobrino mío, llamado como yo, Pablo Huarte, y que en el poco tiempo que estuvo en La Virgen del Camino, tuvo la suerte de ir a Roma con la escolanía que dirigía Baldomero, en la Navidad de 1974.
Si os comunico su fallecimiento, es porque me parece que puedo aportar algo muy bonito a todos mis amigos y que sois todos vosotros. Creo que a un amigo no se le puede marginar en situaciones y acontecimientos que a uno les marca con tanta fuerza...
Mirad: mi sobrino Pablo, tenía 44 años. (Muchos de vosotros tendréis esa edad).
Era muy extrovertido y, por ello, contaba con inumerables amigos. Junto a ellos y a su familia, vivió una vida a tope en todos los sentidos. Yo, como es natural, le veía de muy tarde en tarde.
De él, sólo os quiero contar el final: Aunque le fui a visitar varias veces durante su enfermedad, nunca quise ir solo, por si pudiera pensar que quería presionarle en algún aspecto de su vida. Lo más grande de una persona es la libertad, y ella es la que tiene que elegir en los momentos graves de su vida. Dios nunca actuaría de otra forma.
La víspera de su muerte me llamó. Acudí, como es lógico, raudo y veloz. Ahora sí que fui solo.
Cuando llegue, la familia salió de la habitación y me quedé a solas con él.
"Pablo: ¿qué quieres?.
"Tío: haz de mí lo que quieras. Me pongo en tus manos" (Sabía él perfectamente que en ese momento le visitaba más que como tío, como sacerdote).
"Pablo: ¿quieres confesarte?"
"Sí, sí; claro que quiero confesarme"
¡Con qué intensidad vivimos esos momentos! El, por la forma de que quería contarme tantas cosas...
Yo, os lo aseguro, volviendo a vivir minutos de tanto gozo tan profundo e interior, que me dicen que sí, que ha merecido la pena tu propia vida y vocación.
Antes de llamar a su familia para que asistieran, como testigos, al sacramento de la Santa Unción, tuvo valor para decirme, con voz ya muy queda, lo siguiente:
"Diles (lo diría pensando en su funeral) a todos que les quiero mucho. Que les agradezco cuanto han hecho por mí. Que les perdono todo. Que ellos también me perdonen. Si Dios me lo ha perdonado todo, ¿no me lo perdonarán ellos...?"
Le dimos la Santa Unción, y, una vez concluida la breve ceremonia, aún me preguntó:
"Y ahora, ¿qué?"
"Ahora, Pablo, Dios te va a acoger. Ahora, Pablo, al cielo"
Falleció pocas horas después.
Ayer, en su funeral, la homilía que hice, me la había hecho él.
¿No habíamos quedado en que nos contaríamos muchas cosas? Me ha parecido que os debía contar esta experiencia que acabo de vivir con un antiguo alumno de la Virgen del Camino.
Un abrazo para todos
Pablo Huarte, O.P.