INMAS Y CONCHIS

Día de la Inmaculada Concepción. Felicidades a todas nuestras Inmas y Conchitas. Hoy también era un día grande, nos dejaban bajar a comer a casa, éramos unos privilegiados. Y en mi memoria, sobre todo, era el día de la Madre. Siempre he recordado que en este día nunca faltó la película en el Teatro después del rosario de las cinco. Era la razón para subir de casa al Colegio con cierta alegría sin tener que sorber los mocos como en otros muchos días. Y recuerdo, no sé el motivo, una película que nos "echaron" un día como hoy, FIEL AMIGO, la historia de un perro amigo y defensor de su amo.
Hoy el día en León esta triste, oscuro, media niebla, un día típico del otoño que se acaba. Estoy poniendo con Alberto el árbol de Navidad y el Belén, y alrededor, un tren eléctrico para que venga el pitufo de mi nietín y me lo escojone, pero, curiosamente, hasta me hace gracia.
Ved el mosaico de la Virgen Inmaculada del Padre Iturgáiz, a la entrada del Colegio, ese que hoy permanece medio oculto por el alero que tan sabiamente construyó y dimensionó, se puede decir que es su autor, el querido arquitecto belga conocido por Antonio Argüeso.
8 comentarios
Enrique Frade -
Pero sí recuerdo que en m
Mi última Navidad que fué la del año 62 nos quedamos soños los que estábamos en 5ºº y el Padre Torrellas nos tuvo que reciclar en la escolania Yo en concreto que hacía la voz de tenor,me puso de tiple segnda voz cantando de falsete ,lo pasamos como los indios con todo el recreo solo para nosotros,comiendo solos hablando sin problemas,lo que no recuerdo es lo de la calefación,pero bueno uno ya va siendo vejete .
Un abrazo.
Andrés Martínez Trapiello -
joaquin lopez-malla ros -
te doy la razon en lo de que mis padres venian a verme en fallas pero de lo que no me creo nada es de que alguna vez arreglaran la calefaccion. Kisses for all, ximo
Andres Martinez Trapiello -
Los de nuestro curso salimos de vacaciones en la Navidad 60/61, cuando estábamos en primero, debido a unos arreglos que tenían que hacer en la calefacción.
El resto de Navidades las pasamos en el Colegio.
Y que a mi me conste, tú sí estuviste en ese Colegio, aunque eras un poco más joven que ahora. Y tus padres te iban a visitar por San José, huyendo de las fallas.
Besinos
joaquin lopez-malla ros -
Antonio Argüeso -
Si no, los que no pertenecíamos al GL. Es decir, los que además de ser de lejos (cuando aquello lejos era ya allende Cistierna) éramos de estirpe sin posibles veíamos a la familia el mes de julio y a la madre ese jueves 8 de diciembre.
El resto del tiempo teníamos que apañarnos con la que decían nueva familia que fíjate en mi caso qué mala suerte tuve, pues me tocó el Pitu. Pero bueno, se ha sobrevivido que en tales circunstancias ya es suficiente ¿no? ¿Cuándo vienes a ver a la camarera? y de paso, y si te deja, a mí, claro. Y Pitu, ¿cuándo te acercas a visitar a tu antigua y desallegada familia? Aunque sea en Llano, no dejes todo para Iván.
PS/Crei qye MJ (¡cada vez hay más imitadores del mudo, aunque este al menos se calla!) se equivoca de fecha. Tarde me parede 1975 para lo que dice, aunque lo que dice sí me suena y mucho.
mj -
de vez en cuando surgen nuevos y buenos recuerdos de aquellos años y este día es uno de ellos.
el primer 8 de diciembre que pasé allí, por aquella época, aún no se conocía el corte inglés ni el concilio, celebrabamos además de la Inmaculada, el día de la madre.
en 1975 coincidió en domingo, era una fiesta muy importante, los menos privilegiados habíamos tenido menú especial (incluido el vino).
estabamos en el tedioso estudio de la tarde donde muchas veces se producían los juicios sumarísimos y en el mejor de los casos las llamadas de atención a los que se salían del camino.
siempre finalizaban con un clima más distendido en el que ppedro y el p uria con su buen humor lo hacía más llevadero hasta que llegaba la hora del cine.
es uno de los pocos recuerdos que me quedan del p. uria siempre de buen humor.
nachín
Andres Martinez Trapiello -
Era el día señalado para salir a casa, a León con la familia que no veía desde los primeros días de octubre que había ingresado en el Colegio.
Las vísperas de aquel ocho de diciembre se habían prolongado en fechas y habían sido ilusionantes: Programamos el lavado del suelo de la camarilla, pasado los tranvías por las clases y el estudio, fregado el largo pasillo, ensayado un nana de Mozart, adaptada para cantar con José Luís (Zamanillo) y un grupo de flautas en el teatro el día de la Inmaculada; y además nos anunciaban la película El niño del unicornio.
Sin embargo, las horas pasaban con demasiada prisa y ya se acercaba la despedida de padres y hermanos que compartían butacas en aquel teatro abierto también para ellos en aquella fecha.
No reparabas en tus compañeros que no habían tenido la fortuna de recibir a sus seres queridos. Quizás ellos tampoco observaron las lágrimas que la morriña en el adiós habían brotado de tus ojos.