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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

ESE NOCEDO...

ESE NOCEDO...

Nos encontramos a nuestro compañero, otra gloria del 61, Jose Mª Sierra Tascón al final del puente de troncos que, como tantas cosas bellas, se llevó una riada.


 

Pido perdón de antemano porque habiéndome agregado tardíamente a este blog, las noticias no son frescas. Leo cada día un poco. Y, de tarde en tarde, me entero de cosas que ya son viejas.

Ya hace tiempo, sin embargo, leí algo sobre Nocedo.

Nocedo está de mi pueblo a seis km. Pero, ¿cuántos conocen algo más que la cascada? Cuando, respondiendo a Luis Heredia, decía que esta es la "capital del reino", no quería molestar a los de nuestro León. Bueno, en realidad, no quiero molestar a nadie.

Pero, hablando de la cascada, ahí van esas fotografías de un poco más arriba de la cascada, donde ese arrollo de Valdecésar (o "Valcesar", como dicen los lugareños o, también, "El Riacho")) ya escribió sus hazañas antes de despeñarse y convertirse en Curueño. En ese puente de madera inexistente ya por culpa de una riada, estoy yo posando como sé (o sea sin saber por qué posé).

Si sois generosos, y sé que lo sois, ignorarlo todo excepto el paisaje. Ahí sigue para visitarlo. De vez en cuando me pierdo en él, y en él me reencuentro.

Un saludo.

José Mª Sierra Tascón

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3 comentarios

José Mª Sierra Tascón -

Luis Heredia: Sin el puente sin mí y sin amigos nada tiene sentido. Parece que fue ayer cuando por primera vez, habiendo vivido y nacido tan cerca de esos lugares, visité por vez primera la Cascada de Nocedo. Fue un 21 de junio, día de San Luis Gonzaga. El año creo que fue el 1958. (O sea, ayer...). En aquellos tiempos no sabíamos, (al menos yo) apreciar los maravillosos paisajes, las diferentes tonalidades de los árboles en función de la estación del año. Menos mal que nos esperaron para poder rectificar...
Se llamen como se llamen tu puente y el mío, tu cascada y la mía, siempre están esperando que alguien los admire y respete...
Un abrazo Luis.

Quique Muñiz: Me dejas sin palabras y yo soy de lágrima fácil. Me emocionan muchas cosas pero me emociona más enterarme de que no se perdió todo: Hay puentes caídos que alguien construyó para comunicarse. Pero quedan puentes ignorados, olvidados (o no tanto), tendidos con esfuerzo, con el contacto diario, nada fácil, cuando éramos tan niños.
La fotografía, cuando quieras antes de que se deterioren más estos "nuestros cuerpos serranos"...
Un abrazo fuerte.

quique muñiz -

Ay! Jose María, ¿qué me traes?...
Voy a contarte ahora lo que este próximo sábado, desde la Ermita, te escribiría mirando al arroyo de Valdecésar, entre Ventana y Valdorria, cayendo en vértigo y cascada casi sobre Nocedo… hasta el Curueño nacido en Vegarada, que crece entre murmullos hacia Lugueros, Cerulleda, Tolibia, y deja en silencio a Arintero.
Sigues amando tu tierra (y la mía, de corazón) donde los veranos fueron, tras la recordada paramera, cuna de sueños adolescentes que permanecen vivos; tan próximos y en azul de vacaciones que parecían interminables…

En La Vecilla conocí desde muy niño, a Tito Bustillo: quien después de mi regreso del Colegio, se despeñaría iniciando un mayo del 68 con tan dolorosa sorpresa.
Y allí, en La Vecilla, Valdepiélago y Nocedo, despertaron mis primeros amores y comencé a construir los sueños más bellos que, no mucho después, se han ido rompiendo contra la realidad; uno tras otro.

Y por ese arroyo entre peñas, sombras y silencios, he paseado cien veces con amigos que aún permanecen; y allí he dejado recuerdos sobre los que alguna otra vez volveré: tal vez cuando me encuentre cerca del final de mi camino hacia el Norte.

Gracias, José María, por esta nueva memoria, tan mía también, tan cercana, tan presente siempre.

(Nos debemos una foto de ahora…como aquella en la puerta del Santuario ¿recuerdas?)
…

Luis Heredia, poseedor inimitable de magias y cariños, adivina que nosotros también llamábamos Kwai a ese rincón del riachuelo cubierto siempre de diminutas mariposas amarillas, cerca de ese puente que fue testigo de todos los verdes posibles: desde el roble sobrio y el álamo, hasta el tupido musgo y los berros.

Luis: te echo mucho de menos.

Luis Heredia -

José María, se llame como se llame, sin el puente y sin ti, el paisaje no tendría sentido. Es más, entre el Puente sobre el río Kwai y el tuyo, porque es tuyo, me quedo con el tuyo aunque ya no exista. Total, tampoco existe el de Kwai. Y además, en el Kwai, no me atrevería a meter ni un dedo, como Pitu en la playa.
Tu río y la cascada tienen tanto encanto como el arroyo que tengo al lado de mi casa con cascada incluida en Marbella. Cascada de Camoján. Pero no te sabría decir de donde procede Camoján con acento en la a. Si fuera sin tilde, tendría su sentido. Este sitio sí que fue mi verdadero reino en Marbella. Tenía mi pequeña Asturias a la salida de mi casa.