Blog de Ana María Ferrín GAUDÍ Y MÁS...
ADIÓS A UN GRAN BARCELONÉS
Publicado en
Gaudí y Más. 8 de Abril de 2014
Después de cruzarnos un tiempo por el interior de la Sagrada Familia donde él estaba dedicado a crear sus figuras para la fachada de La Pasión, mientras yo visitaba a menudo el templo documentándome para mi biografía de Antonio Gaudí, empecé a tratar a Josep Mª Subirachs sobre 1990. Con posterioridad acordamos que yo escribiría su biografía, para lo cual a lo largo de unos veinte años mantuvimos infinidad de encuentros en los que hablamos de todo lo divino y humano, con una sinceridad y valentía estimables por su parte.
Quizás por eso, por conocer muy bien su realidad, lo único que me apetece recordar hoy desde que esta mañana temprano supe su final, son temas gratos de sus tiempos felices.
Mi propuesta para huir del triste obituario, será escoger los tres encargos que realizó para
Corea del Sur en el periodo
1988-2003, por ser ese país uno de los lugares que mejor comprendieron su obra y donde más valorado se sintió, por sus habitantes y por las autoridades. Como me refirió en varias ocasiones,
Corea ocupó sin duda un lugar preferente entre sus afectos.
Para el Parque de Esculturas de los Juegos Olímpicos de Seúl creó Subirachs en 1988 Los Pilares del Cielo, y a este monumento le acompañarán siempre de manera inevitable varias referencias a otras obras suyas anteriores. Existe toda una historia detrás del monumento definitivo que Subirachs acabó instalando en Seúl y de la elección del artista, empezando por la intervención del crítico de Arte e historiador francés de origen catalán Gerdard Xuriguera, que propuso su nombre.
El escultor acababa de empezar su obra en La Sagrada Familia y tenía en fase de ejecución la primera pieza para ese proyecto,
La Flagelación. Pero aún con todo el barullo de un comienzo de las dimensiones del templo, Subirachs aceptó entusiasmado colaborar en aquel proyecto olímpico que tanto significaba para
Corea, un pueblo animoso que empezaba a abrirse al mundo moderno después de sufrir una guerra civil demoledora. Con el joven país deseoso de desterrar de su memoria la tragedia vivida se identificó rápidamente de manera emocional, ya que también él y por las mismas causas, había vivido su juventud ansioso por abrirse a otras fronteras.
…Cuando veo las caras de esos jóvenes artistas con tantas ganas de conocer lo que se está haciendo fuera –me comentó en una ocasión-,
es como vernos a nosotros en la posguerra. Al son de la canción oficial de los Juegos, Hand in Hand, las calles se llenaron de reproducciones de Hodori, la mascota que representaba al tigre legendario de las tradiciones coreanas, entre una explosión de alegría. Subirachs tuvo un éxito notable y tanto el monumento como el artista lograron una identificación con el pueblo coreano no muy común entre los artistas occidentales, convirtiéndose en uno de los personajes más conocidos de los que acudieron al evento cultural. Sus acompañantes empezaron a comprender la dimensión de su popularidad cuando vieron que al entrar en un banco de Seúl para una gestión, los clientes se acercaban al artista para pedirle autógrafos.
Mientras el artista coreano Nam June Paik buscaba escandalizar a sus paisanos en cada entrevista televisada, con declaraciones del tipo: -Hacia el año 2010 ya tendremos por lo menos un premio Nobel de literatura que no habrá publicado un solo libro… El arte es puro fraude. Sólo tienes que hacer algo que no haya hecho antes nadie… Yo creo mis obras cometiendo error tras error..., Subirachs centraba con seriedad sus opiniones sobre escultura remitiéndose a la sabiduría de técnicas usadas secularmente.
Lejos de referencias rupturistas, la presencia modesta de Subirachs destacaba apareciendo en la televisión coreana para explicar su obra con tono quedo y riqueza de lenguaje, con metáforas poéticas que tenían mucho de espiritual y aprovechando para defender en cada entrevista la utilización de materiales tradicionales; la piedra, el mármol: -Son materiales eternos que han conservado durante milenios las obras perfectas, porque nacieron perfectas –exponiendo a la vez su compromiso como artista-: La modernidad de una escultura ha de estar en su espíritu, en la forma. Ser contemporáneo con una escultura en metacrilato o aluminio es muy fácil.
Es un hecho que Subirachs consiguió en Corea esa conexión duradera, difícil de explicar, que a veces se instala entre individuos de culturas alejadas uniéndolos para siempre. Por todo ello se comprende lo que debió significar para el artista barcelonés cuando al año siguiente de celebrarse los Juegos Olímpicos,
1989, el
Comitécoreano volvió a contactar con él para que levantase un monumento en recuerdo del evento deportivo que tanto había significado para el país.
El proyecto que le presentaron contenía un muro semicircular, El Muro de la Gloria, en el que irían los nombres de los ganadores de todas las disciplinas olímpicas. Rodeando el muro, árboles. Y unos altísimos mástiles portando las banderas de los países asistentes, que para esa ocasión habían superado en mucho a los participantes de las dos ediciones anteriores de los Juegos.
Sobresaliendo en medio de todo el conjunto escultórico, ya que en Corea lo tradicional había sido hasta entonces la escultura horizontal, Subirachs levantó un monumento de 12 metrosde altura, plano, de granito blanco con una abertura en el centro donde se muestra sin principio ni fin la Cinta de Moebius mezclando pasado y presente, en homenaje al hermanamiento entre los pueblos que significaron los Juegos Olímpicos de 1988. Como título, Unión de Oriente y Occidente.
Las imágenes nos permiten apreciar el conjunto, que resultó de gran efectividad. Alrededor de la escultura de Subirachs, el artista coreano Choi Man Lin compuso una instalación consistente en cinco conos truncados de los que sobresalen bolas doradas en relación a los cinco continentes, todo ello reposando sobre un mosaico circular construido con piedras traídas de sus países por los atletas participantes. El artista asiático viajó a Barcelona para entrevistarse en la Sagrada Familia con Subirachs y firmar el contrato de colaboración acompañado por el cónsul coreano en Barcelona, Kim Joo Teck,hoy embajador de Corea en Venezuela.
En
2003, Subirachs realizó su último viaje a Corea del Sur. A las dos obras realizadas para ese país a finales de los años ochenta con motivo de sus Juegos Olímpicos, se le pidió una tercera con destino al
Simposio de Escultura y esta vez su creación fueron las cinco letras del nombre del país,
KOREA, talladas en granito de la montaña
Po-Cheon.
Antes y después de que la escultura se colocara en su emplazamiento al aire libre, Subirachs revivió su experiencia de quince años atrás participando en diversos encuentros, más un simposio y un seminario, desplegando una actividad que motivó en la prensa comentarios como el siguiente: 12 escultores famosos de España, 6 de Latinoamérica y 8 de nuestro país, se encuentran desde el día 11 haciendo un trabajo en común...El artista español Subirachs, quien esculpió para la catedral de Gaudí, se ha olvidado de su edad y trabaja duro en su creación...
Demostrando la minuciosidad con que siempre ha preparado sus trabajos, al referirse durante una entrevista al motivo de que escogiera para su obra la representación gráfica del nombre del país, utilizando las letras en homenaje al gran aporte de Corea a la cultura, aclaró: -Corea fue el primer país que empezó a utilizar el metal para los tipos (de letra), ¿no es así? Esa es la razón por la que he prestado atención a las letras, para simbolizar Corea. Diferentes a los demás animales, únicamente los seres humanos empleamos letras y caracteres y eso hace que las letras sean especiales.
A la pregunta de cómo había encontrado el país después del tiempo transcurrido desde sus primeras visitas, Subirachs respondió con unas palabras que se reprodujeron en todos los medios coreanos: -He descubierto logros extraordinarios, el esfuerzo que ha hecho el pueblo de Corea para avanzar. Les deseo ánimos para continuar en ese progreso.
Aparte de la anécdota tipográfica, para esta pieza el artista se inspiró en la bandera de Corea del Sur, que conlleva la armonía del ying y el yang junto a la tradición de sus símbolos y la importancia que conceden al mundo espiritual. Subirachs explicó que: - En mi nueva obra KOREA, el círculo de la “O” lleva consigo el significado de lo perfecto y la “A”, la seguridad, como en las pirámides.
Precisamente a la vuelta de ese país en 2003 trayéndose el que hubiera sido el mayor encargo de su carrera, la fachada con doble superficie que la de la Sagrada Familia para una biblioteca, fue cuando le diagnosticaron la enfermedad neurodegenerativa que en poco tiempo minaría su fortaleza obligándole a dejar la escultura. La mala noticia lo pilló en un momento de euforia comprensible, pues de haberse llevado a término este cuarto proyecto para Corea, habrían sido tres las fachadas monumentales de su autoría. Algo único en la historia de la escultura.
La educación, cultura y respeto por la familia que observó en la juventud coreana y el aspecto dinámico y desarrollado que presentaban las ciudades en éste su primer regreso al país desde 1989, fueron las dos cualidades principales que valoraba el escultor en la sociedad coreana, tras visitarlo en el que fue su último viaje al país asiático. Y por nuestras últimas conversaciones puedo testimoniar que siguió guardando ese sentimiento en el último tramo de su vida.
Hasta las alturas, hacia donde lo llevaron sus últimas obras para la Sagrada Familia, vayan con el mayor respeto estás líneas dedicadas a Josep Mª Subirachs.
A quien fue un honor conocer, tratar, y ser un poco partícipe de su confianza. Por siempre en nuestro recuerdo.
Ana Mª Ferrin
5 comentarios
jose ignacio -
a perder la identidad sin piedad.
condenas su vejez a fatigas
preguntando quién lo hizo de verdad.
José Luis Alcalde Revilla -
andrés cortés aranaz -
P. Blázquez - Promotor
Fray Curro - Arquitecto
D. Joaquín Hernández Músico
P.Torrellas y P. Uría. Músicos.
Andrés Cortés Gracia - Joyero-restaurador
D. José María Subirachs - Escultor
...... y tantos otros que marcharon ya al Norte......
!Qué estarán preparando todos juntos!
Todos ellos, artistas, enamorados de su profesión, buena gente, y que aquí abajo nos dejaron lo que hoy seguimos disfrutando, y que todos llevamos marcado en nuestro corazón.
Adiós al último maestro de ese tesoro tan nuestro que es la Basílica de La Virgen del Camino.
Luis Carrizo -
Merece la pena entrar en el.
Luis Carrizo -
¿No podrías ilustrar tu interesante escrito con algunas fotos relativas a las obras que en él citas?
Te le agradecería