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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

LA OBRA DE JOSÉ LAPAYESE BRUNA EN LAS CAPILLAS DEL COLEGIO DE LA VIRGEN DEL CAMINO EN LEÓN (por Enrique Valdeón)

LA OBRA DE JOSÉ LAPAYESE BRUNA EN LAS  CAPILLAS DEL COLEGIO DE LA VIRGEN DEL CAMINO EN LEÓN (por Enrique Valdeón)

LA OBRA DE JOSÉ LAPAYESE BRUNA EN LAS  CAPILLAS DEL COLEGIO DE LA VIRGEN DEL CAMINO EN LEÓN


1. Las escenas del Rosario y del Viacrucis en las Capillas de las escuelas del Colegio

El invierno se envalentona sobre el mes de febrero y en las camarillas de la escuela apostólica suena la música de la mañana. Al despertar los ojos de la noche chocan con la escarcha de los ventanales en donde se dibujan figuras geométricas blanquecinas y plateadas.

Es la hora de la Misa. Adormecidos al alba, en el frío y la oración, la vista se detenía, en la blanca pared lateral donde José Lapayese realizó los catorce grafismos incisivos que representan las estaciones del Viacrucis en la capilla de la Escuela Mayor.

Y los quince misterios del Rosario, moldeados con belleza y esmero, que están en la capilla de la Escuela Menor. 

Sentado en esta capilla, y aturdido por la hora, la vista se cruzaba con el relieve de tres figuras llenas de fuerza. Un soldado con una lanza que abre paso para dejar el camino libre. Un Jesús cansado, encogido por el peso de la cruz que lleva arrastrando y un tercer personaje, parece otro soldado, en actitud agresiva lanzando su ira contra el cuerpo de ese Rey de los Judíos. Es la segunda estación del Viacrucis: Jesús con la cruz a cuestas.  

              
Me vino a la mente la estrofa que cantaba mi tía Florencia en Retuerto, un pequeño pueblo de la montaña leonesa:

Aquí en el segundo paso

que es un crecido tormento

Aquí ponen en mis brazos

aquel madero pesado

para sufrir más escarnio. (2)

 En cada huecograbado, cada estación, sus personajes están dotados de fuerza, de movimiento, dramatismo,…. Y establece en cada composición una magia que es una invitación a ese canto inicial que recorre el Víacrucis  en la Semana Santa Castellana:

Alerta cristiano, alerta

Pues ya la hora sonó

En el reloj de tu vida

Pues te llama el Salvador

Para que humilde le sigas.

En otra escena aparece Jesús, donde:

“ le azotan y escupen

y a una columna amarrado

el pueblo se reúne y con crecida algaraza

todos dicen que se ejecute.” 

                     

 Lapayese moldea los rasgos con fuerza, con movimiento, centrando la imagen en esa primera estación  donde humillado es condenado a muerte. 

La ultima escena, es de Jesús en la cruz, con el dolor de su madre y el llanto de un discípulo sumido en el adiós, que  recoge el texto de la montaña de León:

después para más tormento,

en el hueco de una peña

dejaron caer mi cruz.

Mis pies y manos se rasgan,

Quedó mi vista sin luz

Y faltándome el aliento

Entregué el alma a mi Padre.

Por todos rogué primero.


 
Los otros bajorrelieves corresponden a los misterios del rosario de la Escuela Menor, en donde aparece Jesús entre los doctores cuando la iglesia reza los misterios gozosos: quinto misterio, “el niño Jesús perdido y hallado en el templo” y que el autor plasma con personajes en asamblea preocupados, en actitud de dialogo y de consulta,  frente a ellos un Jesús adolescente.              



El cuarto misterio de los gozosos lo representa con María y José que  llevan al Niño al templo y Simeón lo toma en su brazos y dice: “Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz” como narra el evangelio de Lucas.

   
 
El último cuadro constituye el bajorrelieve de Jesús en el huerto de los olivos, primer misterio de los dolorosos, en una postura orante clamando a Dios porque aquello acabe, mientras, se ve un discípulo que duerme. 



Jesús tranquilo fue a orar

Por la gracia arrebatado,

Y quiso al fin derramar 

Su sangre, de rescatar

Al hombre por su pecado.


A su padre en la oración

Se dirige fervoroso,

Pidiendo, de corazón,

Del hombre la salvación

Con un acento amoroso. 


En las escenas sucesivas a las etapas de Jesús, simbolizadas por José Lapayese, se perciben técnicas de incisión sobre la superficie del muro con grafismos de distintos gruesos y profundidades. Utilizando la línea como vehículo adecuado para hacer patente su voluntad de expresión con la máxima pureza.

El autor llena a los personajes de un realismo lleno de vigor y susurrada vida. Belleza, fuerza, garra, expresión y dinamismo dan realismo a estos bajorrelieves realizados en las capillas del Colegio de la Virgen del Camino y que reposan en un espacio lejos de las miradas infantiles.







2. Notas acerca del Autor y su trabajo en la Virgen del Camino

 José Lapayese, nace en Calamocha, Teruel, en el año 1889 y fallece en Madrid en 1982. Prestigioso pintor, pertenece a una dinastía de artistas que se inicia en el S. XV  con el artista francés Joseph Lapayese.

En 1919 acude como libre a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y es galardonado ese año con el premio extraordinario. En 1930 recibe el gran premio de la exposición internacional de Lieja y la medalla de Oro de Arte Decorativo en la Exposición Nacional de Bellas Artes. En 1964 funda en Inca (Palma de Mallorca)  el Museo de Cuero de Cordobanes y Guadameciles (piel curtida y cuero adobado y adornado con dibujos de pintura o relieve). El Centro de estudios de Jícola  (Aragón) celebra este año de 2014 el XIV Certamen de Artes Plásticas que lleva su nombre.

 Es un autor polifacético que se expresa mediante la pintura, el cordobán, la escultura, el guadamecil  y que, en las paredes de las capillas de las escuelas de la Virgen del Camino de León,  tiene una muestra de su obra importante por su originalidad y por estar en un espacio diseñado para el recogimiento y que invita a hacer un recorrido por la vida de Jesús.

 Esta obra se la encarga el P. Coello de Portugal, arquitecto del Colegio y de la Basílica que conoce el taller de José Lapayese en Madrid y que es del mismo curso de Emilio Lapayese, hijo del autor que realiza los grabados de las capillas, con el que tiene buena amistad. Como consta en el documento que el P. Luis P. Arruga envía en el verano a los apostólicos, cuando era Director de la Escuela Menor, el 23 de Julio del 61 se ordenan en la capilla de la escuela mayor quince sacerdotes dominicos entre los que se encontraba el P. Coello de Portugal y Emilio Lapayese. En ese mismo documento se relata que el día 24 Emilio Lapayese celebró en presencia de sus padres, muy emocionados,  su primera misa acompañado  por los estudiantes de teología de Salamanca y los novicios de Palencia con el P. Merino que habían acudido a ese evento tan importante.           

El P. Arias, actualmente en el Convento de San Pablo de Palencia, y en aquella época Director de la Escuela Mayor, confirma que los grabados son de José Lapayese Bruna, y que una vez dibujados sobre la pared, dos obreros se encargan de hacer el trabajo grueso y él es el que acaba y remata la obra. Según la viuda de Ramón Lapayese del Rio, María Luisa Balbás, es muy probable que Ramón también participara en la ejecución de dicho trabajo.                       

El acabado de los grabados se sitúa, según el P. Iturgáiz hacia el año 1959. La misma opinión me fue confirmada por el P. Casquero, por aquel entonces en la Virgen del Camino. Me dice que todavía recuerda, a sus 92 años, que el curso comenzó con retraso el día 17 de Noviembre de 1957, cuando estaban muchas partes del colegio en obras. Algún estudiante de aquel año recuerda el frío en la Virgen del Camino y sin calefacción… y como se pasaron varios meses “con la silla pegada al culo” pues la tenían que llevar de la clase, al comedor, al estudio,…. ya que no había mobiliario. En ese año las paredes de las capillas estaban en blanco esperando la obra de José Lapayese.          


  Enrique Valdeón, 13 de Marzo del 2014. Salamanca 


(2) Los textos en cursiva están recogidos del libro “La montaña de Riaño: Retuerto” de la colección Pasión del Lucía. Salamanca. 2012 del que soy autor.                                        

2 comentarios

santiago rodriguez -

No se la fecha exacta del acabado, pero si puedo decir que para el curso 60-61, cuando yo llegue a La Virgen, ya estaban.
El mosaico de la escuela menor, tambien estaba para esa fecha, pero el de la escuela mayor se inauguró el dia del Corpus de 1961.

andrés cortés aranaz -

Espero que haya alguna forma de preservar esta maravilla.