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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

SANTOS S.SANTAMARTA CONTESTA

Santos contesta al autor de esta fotografía.

 

Hola, amigos. Permitidme que me dirija en exclusiva, ahora, al fotógrafo que ha hecho la toma de la imagen que ha sido objeto de mi comentario. 

Admirable y venerable maestro: A falta de conocer su nombre, lo que vivamente deseo, no he encontrado otra expresión mejor para dirigirme a Vd. que  ésta que le convierte en objeto de mi admiración sincera  y veneración profunda.  

Qué lejos estaba mi mente -al redactar hace unos días el comentario a esta bella fotografía- de tener certificación directa y personal de la existencia de su propio autor y de conocer también las curiosas circunstancias en la que ha sido tomada -según nos dice- en aquellos difíciles aunque ya esperanzados días de año 1940. ¡Qué fuerte emoción me ha producido este inesperado hallazgo personal!. No podré reponerme tan fácilmente de ello y le agradezco sentidamente que a pesar de la dificultad que le haya podido suponerle, haya tenido a bien salir de su anonimato y de su tranquila vida de jubilado para complacer mi inquietud por saber algo de esta hermosa fotografía.

 

Ahora desconozco el cómo y cuándo ha tenido Ud. conocimiento de este nuestro blog que como ve es un entrañable medio de comunicarnos entre nosotros, unos cientos de niños colegiales-internos de entonces, que vivieron unos cuantos años después en el mismo lugar en el que Vd. ejerció su magisterio. Y lo mismo que sus alumnos de entonces nos hemos sentido inundados por aquellos benéficos aires con aromas de  mosto, rastrojeras y tomillo. En nombre de todos mis compañeros deseo darle la bienvenida e invitarle a compartir con nosotros todo cuanto sabe y quisiera contarnos de aquel lejano tiempo y entrañable lugar que tanto ha conformado nuestras vidas. La suya también por lo que me cabe atisbar, aunque haya sido de diferente manera. ¡Cómo me gustaría dirigirme a  Vd. más directamente conociendo su nombre y teniendo la ocasión de charlar largamente de tantas cosas como ˆsegún nos deja entrever- guarda en su lúcida mente! 

 

Yo también le considero a  Vd. no sólo una persona educada e  instruida, sino también entrañable y sensible, amante de la poesía y practicante de modales cultivados, como si en vez de crecer y educarse en aquellos tiempos convulsos de enfrentamientos bélicos, hubiese asistido a un buen colegio en tiempos de paz y de progreso. En las pocas y delicadas líneas con que nos ha obsequiado he podido comprobar su talante amable,  tolerante y propenso a respetar y valorar lo bueno de las personas sin que muestre rastro alguno aparente de heridas o resquemor que toda confrontación bélica suele dejar en el alma de quienes la viven o presencian. Ha tenido que ser Vd.  un excelente maestro, muy adelantado a su tiempo. Me hubiera complacido haber sido uno de sus alumnos. 

 

Permítame también desde la distancia (supongo que tendrá su domicilio en la región leonesa) compartir con Vd. el impresionante espectáculo que se nos ofrece en las noches de verano de esa „Vía Láctea" que nos ha causado tanta admiración y pasmo siendo niños y que nunca nos deja de sorprender. Por  más que a nuestra edad, por la debilidad de la vista, esa leche de la diosa Hera la veamos ahora algo cuajada. Vuelva mi querido amigo a visitarnos tantas veces cuantas quiera  que, aunque tengamos alguna diferencia en años, me da que son muchas las cosas que nos unen y nos quedan por disfrutar recordando lo vivido que - como decía el maestro Epicuro- es la mejor manera de rejuvenecer y serenar el alma.

 

Un fuerte abrazo mi -ya desde ahora- querido  amigo.

Santos S. Santamarta

 

16 comentarios

Antonio ALONSO CORRAL -

ME ALEGRO ENCONTRAR NOTICIAS DE MI ANTIGUO COMPANERO SANTAMARTA HACIA LOS ANOS 63 EN LEON Y HASTA LAS CALDAS
BUENAS NOTICIAS Y PLUMA SIEMPRE HABIL
ESPERO TENER NOTICIAS
Antonio ALONSO
antonio.alonso@orange.fr

El mudo -

Santos S. Santamarta -

Joaquín, yo no quisiera que renunciaras a escribir y seguir dejándonos tus ponderadas intervenciones aquí en este blog de amigos porque hayas oído “desafinar” a alguien. Somos tantos que puede haber “gente pa tó” aunque ya ves que es la excepción. Te agradezco tus muestras de consideración y aprecio para conmigo.

Luis Heredia, Luis Carrizo, Javier del Vigo, gracias por “empujar y hacer palanca” a mi autoestima regalándome vuestras muestras de aprobación y siempre prontos a las palabras amables. Mi consideración y estima hacia vosotros no es menor.

Fernando Alonso, no estuve muy acertado insinuando la posibilidad de que las piedras de la demolición del antiguo santuario fueran a parar a la Iglesia de tu pueblo (siempre que evoco el antiguo santuario me asalta la misma cuestión sobre su destino), Además, seguro que Don Pablo se hubiese negado. Gracias por tus precisiones y por ahuyentar las sombras de duda. Admiro tu estilo.

Alumno del nonagenario fotógrafo, cuando hables, a tu manera, con tu entrañable maestro dile que ya siento su afecto y le agradezco que se haya hecho presente de ese modo tan singular para mejorar mi disperso comentario a su fotografía y envolverlo en tan original papel de regalo.

Un abrazo para todos

Miguel Ángel Díez Ordóñez -

Yo, que aunque creo poco tengo mucha fe, creo en los Reyes Magos y en la magia de la Literatura, pero creo aún más en las personas que no se doblegan...
Pasamos página? Aunque cueste.

Joaquín Urbano -

Tipos como usted, "el petardo", sobran.
Después de este ciclo dudo de mi presencia en este blog. Y así nos irá en todos los órdenes. Dejo una puerta abierta, por mi, ya que tal vez tendré la necesidad vital, con rey y caballo de bastos, teniendo el as de bastos, de cantar las cuarenta. Me gusta cantar y que no me den el cante.
Soy consciente, igualmente, que yo puedo estar equivocado. Sė pedir perdón en el error, pero me doblego difícilmente ante estupideces impropias de señores con adecuado nivel de formación y hebras blancas en su pelo o brillantes calvicies.
Joder, como me cuesta.

El Petardo -

Literatura de barrio:

¨Manda huevos..."
(Y mandó dos cajas...)

Luis Heredia -

Santos, me encantó lo de Los Reyes Magos. De lo màs acertado y una conclusión perfecta.
Como siempre, ¡enhorabuena!

Joaquín Urbano -

Completado el ciclo.
Sólo se lee, importante o no, lo escrito. Lo invisible es una percepción imaginaria de dioses, como el trino, donde los humanos normales no tenemos cabida ya que nuestros corazones no saben interpretarla.
Esta noche se celebran las hogueras de San Juan. Compañeros la luz se ve, la lumbre da calor, interpretarla correctamente no quiero que os queméis.
Perdón si he molestado a alguien. Un abrazo.

EL ALUMNO -

Amigo Santos,
Vengo de dar la última despedida a mi maestro. Como os leí en algún lugar, os gusta decir que se fue al Norte. Tuvo en ti un último aliento, una última ilusión. Se sintió feliz y libre. Pará ti fue su último agradecimiento, para sus alumnos su último interrogante: ¿Habrá merecido la pena tanto esfuerzo?
En su último minuto me susurró, más bien me encomendó, que estuviera atento a vuestras vivencias y que, llegado el caso, me acercara a uno de vuestros encuentros con un propósito: “Le das un abrazo a Santos Suárez Santamarta”, así me lo dijo, con los dos apellidos, y susúrrale mi nombre, que no quiero dejarle duda alguna sobre mi verdadera presencia en el lugar mágico que compartimos en blanco y negro”. Amigo Santos, prometo que cumpliré con la palabra dada a mi maestro.

Cogí de una estantería “El Principito” y le leí muy despacio su última página.

“Este es para mí el paisaje más hermoso y el más triste del mundo. Es el mismo paisaje de la página anterior que he dibujado una vez más para que lo vean bien. Fue aquí donde el principito apareció sobre la Tierra, desapareciendo luego. Examínenlo atentamente para que sepan reconocerlo, si algún día, viajando por África cruzan el desierto. Si por casualidad pasan por allí, no se apresuren, se lo ruego, y deténganse un poco, precisamente bajo la estrella. Si un niño llega hasta ustedes, si este niño ríe y tiene cabellos de oro y nunca responde a sus preguntas, adivinarán en seguida quién es. ¡Sean amables con él! Y comuníquenme rápidamente que ha regresado. ¡No me dejen tan triste!”
Mientras desgranaba estas palabras, pensaba yo, pensaba él, en el paisaje más hermoso y triste del mundo que os unió durante años. Paisaje que examinasteis atentamente, tú y él, para que todos lo supieran reconocer. No os apresuréis, nos dijo mi maestro-fotógrafo, después del silencio vienen las voces. Y la estrella, y los cabellos de oro, y su silencio, de momento, a tu pregunta. “Sé amable con él, comunícale quién soy”.
Mucho antes, en El Principito se puede leer :”Sólo se ve con el corazón, lo importante es invisible a los ojos”. Los hay que sólo tiene ojos.
Vengo de despedir a mi maestro. Me siento feliz de ser su fruto.

Joaquín Urbano -

Esta noche he dormido igual, de bien o mal, que todas las noches. Por tanto, este caso no me ha afectado pero si tiene su reflexión.
El responsable del Blog, en base a una fotografía encontrada en internet, le pide a Santos que la glose.
Y Santos le dedica su esfuerzo personal, con seriedad, sin banalidades, de forma excelente y que yo le he reconocido y resaltado.
Y, por el divino azar, aparece un señor que se declara autor de la fotografía. Y que se permite utilizar todos los ingredientes que le place, desde una irreal posición ventajista, minimizando el escenario del autor.
Ante su sorprendente y alabada irrupción, Santos le da respuesta seria y adecuada. Yo, ya menciono clarooscuros, sugiero proximidad del "nonagenario", y le solicito su identificación.
Su respuesta "literatura" en este estadio es, desde mi perspectiva, inexplicable. No ha sido usted respetuoso ni educado con Santos. Ni con Luis, ni conmigo.
Se ha excedido. Sépalo Ud.
Javier, lo escrito queda reflejado. El primero era dudoso. El segundo inaceptable. Todo lo hermoso que tu quieras, pero yo no puedo dar a este enmascarado la bienvenida ni aceptarlo, bajo estos parámetros.
Santos, para nada estoy frustrado. Si acaso molesto por el trato que tú inmerecidamente has recibido. Vale y se acepta, con reparos, la primera broma. La segunda no es de recibo.
Ya sé que es cuestión de enfoques. Tengo demasiada amplitud y no me gustaría que el venerable "fotógrafo-maestro" cabalgara engañosamente como podenco en este blog.

Santos S. Santamarta -

Uno, que es de natural algo ingenuo, bastante crédulo aunque no siempre confiado, y hasta podría decirse un poco pánfilo, suele ir por la vida abierto a la aceptación de hechos probables aunque a veces se nos presenten causándonos asombro con algún punto de incoherencia, o de irrealidad. O inclusive con apariencia de contradicción manifiesta. ¿Quién hay del que verdaderamente se pueda decir que “se las sabe todas”. El mundo de la ciencia nos ha puesto delante miles de veces cómo muchas de nuestras más afianzadas percepciones y suposiciones terminan demostrándose claramente contradictorias con la realidad y por tanto falsas (si es que la concordancia o correspondencia con la realidad es criterio suficiente de verdad). No siempre lo que nos parece es lo real, pero ¿cómo sería nuestra vida si no nos fiáramos nunca de las apariencias que a menudo es lo único que tenemos?

La primera lectura, atropellada, que hice del relato del fotógrafo-maestro-nonagenario, por aquello de que tendemos a ver de manera inmediata la globalidad de los hechos u objetos, sin fijarnos en los detalles; y de que tendemos a percibir lo que nos resulta más simple o está más de acuerdo con nuestra predisposición e intereses, debo confesar que no advertí semáforo alguno que frenase mi credulidad. Qué sorprendente casualidad haber hallado vivo y después de tanto tiempo al hombre por el que había mostrado interés –pensé- Qué anciano más atento, lúcido y sensible. Aunque extraño y sorprendente ¿quién pudiera decir que lo que se relataba no era verosímil?

Una segunda lectura más reposada y atenta a los detalles ya empezó a hacer mella y socavar mi credulidad. Y ahora, por si no fuesen suficientes las dudas que me asaltan me he ido hasta el extremo del escepticismo ante la imposibilidad de saber si el autor del segundo relato (“El Maestro”) es el mismo que el del primero (“El Fotógrafo”) o es un suplantador deseoso de obtener los halagos y la veneración que le profeso a tan entrañable ancianito.

Joaquín, comprendo tu frustración. A mí también me produce cierta indescriptible incomodidad y desazón como todo lo que nos es desconocido y no puede atrapar nuestro afán de saber, pero al mismo tiempo para nada me siento desencantado. Es más, tanto si son la misma persona –que lo creo- como si son distintas; tanto si fuera mi venerable ancianito como si es un cercano amigo nuestro –de lo cual no tengo nada más que atisbos- lo que resulta admirable para mí es que es un encantador “diablillo” o un pícaro “angelito”, inteligente, ingenioso y juguetón que ha conseguido poner algo de sal e interés por visitar el blog en estos comienzos de verano. ¿No te parece encomiable?

Mi querido maestro nonagenario, si quieres saber mi opinión sobre la conveniencia de descubrir tu identidad, te diré que no es lo que más me importa de momento. Yo prefiero como los niños en la noche de Reyes, poner mis zapatillas a la ventana, irme a dormir temprano y despertarme contento de saber que has pasado por aquí y encontrarme -aunque no te haya visto- con precioso caballito blanco aunque sea de cartón. Me quedo sin saber si eres Melchor o Baltasar pero sé que eres bueno y eres mago.

Javier del Vigo -

No sé, Joaquín, si "el Maestro" es metáfora o es fantasía. No lo sé, porque él no me deja ponerle arrugas al rostro o color a los ojos. Pero ¡caray!, Joaquín: ni decepción ni pena.

Alguien que echa versos con ese donaire, con esa soltura, que se esconde bajo el paraguas de "la literatura", merece -en mi opinión- un rincón especial, una excepción a esta norma no escrita por la que, normalmente, todos escribimos aquí a pecho descubierto. Con nombre y apellidos.

Alguna excepción ha habido, tal que El Mudo parlanchín, Pimpi el viajero o Anselma, la cotorra criticona; pero a nada que rasquemos, sería fácil dar con sus "progenitores".

No tengas pena, por tanto, Joaco. Excita -como pretendo excitarlo yo con esta incursión- al Maestro anónimo y escurridizo a que siga pariendo versos.

Unámosle, aunque no haya confesado que fue "uno de los nuestros" a la constelación de poetas propios donde tenemos a Mariano, a José Ignacio, a Santos, a Isidro, a Cirauqui o a Eugenio González; por citar a los más asiduos.

Sirva, además, esta intervención mía aquí para felicitar una vez más a Santos, por su poesía, cada día más depurada, más clásica, más bella. Poesía que relata aquellos tiempos nuestros, aquellas nuestras vivencias en el colegio que nos vio hacernos mayores, a salvo ya de los contratiempos que, a veces, tuvimos que soportar.

Ha pasado tanto tiempo y la memoria humana es tan proclive a desechar "el mal" para beatificar "lo bueno"... En cualquier caso, acá hemos dejado escritas la cara y la cruz.

Enhorabuena, Santos, por tu estilo! Bienvenido, Maestro, si eres realmente nuevo en esta plaza y quieres continuar deleitándonos.

Joaquín Urbano -

literatura?. Lo lamento señor. Yo, desconozco la opinión de Santos y Luis, pero no puedo aceptar su respuesta a mi aliento. Vertí mi opinión ante un hecho presumiblemente cierto. Desde el respeto, si usted es metáfora o fantasía, que decepción. ¡Qué pena!.

EL MAESTRO -

Querido amigo Santos,
Alegría inmensa me proporciona el saber que la formación de vuestros maestros os ha servido para ser mejores personas. No quiero decir más instruidas, más sabias ni más eruditas, hablo de los valores de la amistad y, por las últimas noticias de vuestro maestro Pedro, del valor de la solidaridad.
Ya encontraremos, amigo Santos, el momento en que nos veamos. Me alientan tus amigos y ya míos, Joaquín y Luis, a que desvele mis arrugas a cara descubierta.

AUTORETRATO

Junto a las aguas seculares
de olas bravas, viejas peñas.
Nacen ríos, brotan altares,
mi voz norteña.

Sangre de espuma salada
tengo del padre, y mi madre hizo
con su nobleza del alma
puro granito.

Tuve mil vidas. Crucé fronteras.
Canté latines, también baladas
entre flores de enredaderas
a las zagalas.

Se fueron los heroicos años
De potro trotador y largas crines.
dos hermanos abandonaron el escaño ,
yo era podenco, ellos mastines.

Me siento, amigo Santos, agradecido.
Luis y Joaquín, siempre prefiero,
El recuerdo, a la sombra, de aquel Camino
que tanto quiero.

Tengo una tentación que abrasa.
Más haré, por una vez, caso a mi cordura.
Todos sabéis que juego con ventaja.
Mi nombre es…literatura.

Luis Heredia -

Estoy de acuerdo con Joaquín Urbano.
El dúo autor anónimo de foto y comentarista es excepcional.
Si nuestro anónimo maestro nos lee, le pediría con todo respeto que se identificara y siguiera participando en este blog que no nos pertenece en exclusiva a los exapostólicos.

Joaquín Urbano -

Ante la aparición del autor de la fotografía, que destila esencias y fragancias confortables en un salón de clarooscuros, magnífica respuesta de Santos.
Yo tengo muy claro que este señor, el autor, es una persona muy próxima a nosotros. Probablemente el padre de uno de nuestros compañeros, un viejo, cariñosamente, dominico, en definitiva, una persona de gran proximidad, muy cercano a nosotros.
No cabe una telepática aparición sin nexos, ni su comentario puede irrumpir en un blog, cuasi privado, de forma espontánea al pairo de una fotografía realizada hace 75 años.
Tiene mi respeto, faltaría más, pero su privacidad no puede quedar escondida una vez que usted accedió al escenario de nuestro teatro de infancia. Un abrazo, señor.