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LA GENTE PREFIERE LOS CUENTOS A LA VERDAD (Pedro G. Trapiello)

LA GENTE PREFIERE LOS CUENTOS A LA VERDAD (Pedro G. Trapiello)

El decano de los periodistas leoneses pule y ultima su segundo ‘feje’ de columnas. El título del libro es meridiano: ‘Cazurros: o rebecos o castrones’. Filandó n «En este oficio hay que preferir ver los corrales de atrás a las fachadas de delante» Es el mascarón de popa del diario, 17 años de ‘cornadas’ ininterrumpidas y bien salpimentonadas de retranca cazurra. pedro garcía trapiello, un clásico de la prensa escrita (y hablada, y visual), continúa enfrascado en la tarea de ordenar y compilar su extensa producción articulística

  • Son innumerables las conferencias, actos, pregones y filandones a los que ha sido requerido García Trapiello. Abajo, con Antonio Núñez en una imagen de juventud reportera; con su hermano Andrés; de charla en Casa Benito; con el recordado Victoriano Crémer -

emilio gancedo 18/10/2015 (DIARIO DE LEÓN)

http://www.diariodeleon.es/noticias/filandon/la-gente-prefiere-cuentos-verdad_1016490.html

Nunca se le ha visto sin sombrero. Ni sin gorra ni boina capada. La testa de Pedro García Trapiello va siempre bien protegida y acolchada, como la de los paisanos de antes, cálido empolle de argumentos, metáforas o pullas, según el caso, y bajo ella refulge una picardía más felina que cánida, y un gesto que reúne los resabios del labrantín y del tratante, del montañés y del riberiego, y más abajo aún una barba aleonada y una sonrisa de mucho humo y muchas palabras cazurras y amestadas; palabras aventadas como espigas o levantadas como liebres. Siempre palabras.

Trapiello es el decano de los periodistas leoneses en activo. En el Diario lleva 17 años lacrando la contraportada con sus Cornadas de lobo y labrando sonrisas, complicidades y hasta furias —que de todo ha habido— en los lectores que atacan el periódico por la trasera o aquellos que vuelven la última hoja. Cuántos orujos habrán acompañado sus líneas y cuántas conversaciones se habrán hilvanado por su culpa. Una vez lo hizo sin escribir siquiera: dejó la columna en blanco y advirtió al final que lo había hecho porque se lo impidieron los ensayos de una cofradía semanasantera. Y cedía el hueco a sus lectores: para cuentas domésticas, o para la lista de la compra. Toma ya.

Toda esa columnata —unas cuatro mil sólo en el Diario—lleva camino de ser ordenada y reunida, editorial Lobo Sapiens mediante, y si en abril apareció Al río... y por ahí, con sus artículos de orilla, pescata y sotobosque, cercana la Navidad verá la luz un segundo tomo que promete, el que trata de nuestro carácter torvo y caíno: Cazurros: o rebecos o castrones.

Aun con todo, hay quienes desconocen el pasado de este todoterreno de la información bregado en la radio, la prensa, el documental y la gestión cultural. Un pasado que arranca en 1952 en Manzaneda de Torío y poco después en León capital. «El ambiente que respiré en la casa paterna poco o nada tenía que ver con el periodismo, las letras o el magisterio... —cuenta—. En la familia sólo había un tío maestro, otro periodista y un tío cura que también lo era, lo que me permitió desde la infancia, eso sí, frecuentar la vieja redacción del Diario en la calle Pablo Flórez y una familiaridad con el oficio y los periódicos… Pero lo lógico, teniendo en la familia tres tíos que eran veterinarios de lucida carrera y proyección política, hubiera sido dar en albéitar; de todos modos en ningún caso hubo influencia o presión para elegir un futuro profesional en el que sólo el azar intervino para instalarme en el mundo de la comunicación».

García Trapiello había abandonado los estudios de Filosofía, estaba cursando Derecho y en 1971 el director del Diario, Marcos Oteruelo, le propuso trabajar aquel verano en el periódico. Y él pensaba que sería faena de auxiliar, talleres o así («estupendo —se dijo—, me valdrá para comprar los libros del próximo curso»), pero nada que ver, le quería para escribir, cubrir actos… y que se lo pensase... «¿Pensarlo?... ¡de mil amores!», respondió. «Pues cógete al fotógrafo y ahora mismo le haces una entrevista a algún turista de la Catedral», le espetó. «Vaya bautizo, elegimos un guiri que no tenía ni idea de español, mis nociones de inglés eran rudimentarias y la entrevista, inexplicablemente, salió redonda, supongo que por inventarme algunas respuestas», rememora el columnista. Así, lo que parecía provisional se convirtió en indefinido. Y hasta hoy. Al año siguiente empezó a compatibilizar prensa con radio, informativos en Radio León un verano y, ya de continuo, en Radio Popular. Tres después, Emilio Romero le pone a dirigir una aventura inédita en el periodismo español, un suplemento local del diario Pueblo «que llamamos Pueblo León, posteriormente integrado en Pueblo Castilla y León», tarea en la que seguiría hasta la extinción de aquel diario que, después de Madrid, «era precisamente en León donde más se vendía, con tirada similar a la del periódico mandón, Proa», anota.

También trabó, en aquellas etapas iniciáticas, algún encontronazo con la justicia: «Libré la etapa del último franquismo con cuatro procesos judiciales; uno de ellos, eminentemente político, fue instruido por el propio director general de Prensa, me pedían tres años de cárcel y le calzaron al Diario un multón que supuse significaría mi despido, aunque fue todo lo contrario; y ya en Pueblo me gané la retirada de pasaporte y un expediente de destierro; salvé estas arremetidas con dos sobreseimientos y una amnistía, aunque en uno de ellos me condenó el juez Berrueta a una peseta de multa por un reportaje en el que se denunciaban los chanchullos y cohechos en la concesión de licencias municipales de taxis».

Libertad y mesas camilla

Fundador de medios satíricos, corresponsal de diarios nacionales, cofundador de la Unión de Periodistas de España, autor de gran diversidad de guías, libros y documentales, la pregunta de que en qué se diferencia el oficio de hoy del de ayer es obligatoria: «Ninguna, salvo que ahora hay más bulto y periodismo espúreo —responde—. Pero entonces era igual de arrodillado y dócil, siempre atusando a los poderes locales y pecando de lirismo interesado, salvo las honrosas excepciones que, tanto antes como ahora, lavan la cara de un oficio cuya verdadera libertad está siempre secuestrada en lugares tan estrechitos como León, donde se gobierna desde una mesa camilla o un reservado con cenorrio y no desde instituciones que emanan del pueblo».

«En cuanto a capturar las noticias —añade— se lograba como siempre se hizo, haciendo ningún caso de las ruedas de prensa y pisando la calle, colándose en los cenáculos y prefiriendo ver los corrales de atrás a las fachadas de adelante».

El hecho de haber podido trabajar en todo tipo de medios y tareas de información, comunicación y literatura es ya satisfacción suficiente para ‘Trapi’, pero él rescata un momento particularmente gozoso, «haberle sacado a fray Justo Pérez de Urbel, aquel severo abad del Valle de los Caídos —del que se decía redactó buena parte de los primeros discursos de Franco— unas declaraciones para Pueblo León en las que me confesó ‘haber sido utilizado por el franquismo’ y que se convirtieron en escándalo al reproducirlas toda la prensa nacional, pues vivía todavía Franco».

Y episodios vitales son también algunos de sus varios cargos públicos y encargos institucionales (portavoz en León de la Junta, director de Pallarés o jefe de comunicación del congreso de las primeras Cortes Leonesas), que le permitieron «calar aún más la mirada en los entresijos administrativos o políticos de este país de tócame Roque y amarraca pa la saca, aunque jamás ningún partido me invitó a sus filas, quizá porque de todos los cargos y chollos dimití tempranamente».

«Y qué carajo ha aprendido Trapiello tras tantos años en la pomada? «Pues ni más ni menos que lo que dijo León Felipe, que la gente... prefiere los cuentos a la verdad».

12 comentarios

luis teódulo -

Una música que nos salve, que nos redima de nuestra ordinaria condición humana, que nos eleve a mundos sublimes, allá donde sólo habitan ángeles o arcángeles, seres que dejaron la mochila pesada de su condición humana, si pudiéramos, elevarnos por encima de nuestras limitaciones, más allá del espacio y del tiempo, por un momento, así de puros espíritus, si pudiéramos, digo, la música sublime que nos redima, en algún momento la intuimos, en nuestras trincheras de pulgas, hambre, sed y miedo, los violines sobre el atroz sonido de las bombas y del odio, de la miserable condición humana, los violines, amigo Vibot, acompañarán, por fin, nuestro sueño y nuestro descanso. Un abrazo.

Vibot -

Teo, silenciosos amigos que nos leéis, he escuchado hoy un concierto con la primera de las dos misas Pro Defunctis de Tomás Luis de Victoria, la escrita en Roma en 1583 a cuatro voces, no la impresionante a seis voces que vino despúes.
Me pides música para unas trincheras que escalofrían sólo imaginarlas, Teo, y me acordé de ti escuchando a Victoria esta tarde. Para los que estuvimos en aquellas trincheras del colegio -cada generación tiene las suyas y las vive como puede- escuchar a Victoria después de tantos años puede ser como uno de esos alucinados momentos de tiempo recobrado que tan bien analizó Proust en el último tramo de su obra... te vuelven el olor del santuario, las nubes del incienso coloreado por el sol tamizado en las vidrieras, las manos y los ojos de Torrellas, nuestros labios de arcángeles cantando aquella música indeleble...
Era un coro británico y habían programado
con gran acierto algo más que Victoria, entreverado con las partes de la misa:
un precioso y penetrante Offertoire para órgano de "L'Orgue Mystique" de Charles Tournemire y, sobre todo, un poema leído de un poeta australiano nacido en 1935 y que todavía vive:

"Un Motete para Tomás Luis de Victoria"
Thomas W. Shapcott

Color:
Naves y transeptos, voces agudas en lo alto de la galería.

Tiempo:
El equilibrio entre polaridades, claro y oscuro:
Cuando todo lo que se hizo se hizo afuera
y ya es dudoso, menos que una seguridad total.
E incluso, una renuencia a encender velas.
Un momento, pues, de buenos músculos cansados
a punto de doler, a punto de doler y recordar
aislamiento.

Edad:
Oh décadas generaciones dinastías un fino polvo
tamizando una simple mancha sobre un manuscrito
desde ese país imposiblemente remoto
cuatrocientos años, la Corte Española,
Felipe II midiendo su fuente de oro de Perú
y Santa Teresa en Ávila "veo un blanco y un rojo
más brillante que lo que percibimos, una calidad desconocida en la naturaleza"
negro, plata, azul, el Greco discutiendo
con la Inquisición acerca de la adecuada medida
de las alas de un Ángel.

Creencia:
es aún esta música, creciendo, las negras notas
tocadas por el sonido para ser voz, coro, altar, nave,
blanca y roja polifonía, acordes en lento mar de fondo
vertical, ascendiendo hacia esos curvados cielos
el Greco ofrendó el Conde de Orgaz…
músculos cansados, oscuridad afuera ahora, velas,
dolor de velas, agudas voces en el alto aislamiento,
oro y polvo generaciones dinastías dolor
de buenos músculos cansados de nuevo
de nuevo
desde aquí a una mota de luz, sonido,
marcas en una página,
un hombre."

Espero que esta música te valga.
Os valga y os acune como a los niños que ya vamos siendo de nuevo poco a poco.

luis teódulo -

Nada que objetar, Miguel Angel, Javier, Mariano...

Yo simplemente tuve esa experiencia y hablaba desde el sentimiento, dejaba que el corazón se explayase..

Yotambién me vuelvo con el tiempo más conservador y estoy seguro que hay experiencias atroces desde las dos partes. Algo o mucho hemos avanzado en este sentido, pero aún queda mucho por andar, creo yo, sin que eso pueda suponer u n ataque a nadie. Quizás nuestros hijos o nuestros nietos puedan volver a esos tiempos con una mirada más limpia.

Gracias de todos modos, Miguel Angel, tu aportación me ha parecido muy acertada y a los amigos que has traído a colación yo también los quiero y respeto.

Un abrazo.

Mguel Ángel Díez Ordóñez -

No es muy bueno querer volver al recuerdo, pero volver con fondo es necesario; no obstante la memoria es una gran ayuda para la inteligencia; tal vez debo decir que a la inteligencia la memoria no le importa? o acáso es que a la memoria no le importa la inteligencia?
No veo yo un gran acuerdo entre las dos.
Educacionalmente hay fallos y muy gordos, parece.
Tengo muy mala memoria y buen recuerdo; os dejo unas muy, a mi parecer, sustanciosas migajas copiadas de este blog de Javier del Vigo y de Mariano Estrada que, me parece, conviene recordar:

Javier del Vigo
Hace ya unos años, tiempo después de cuando la Paramera, Serrat "puso en valor" (qué cursilada la frase, tan de moda entre las castas que nos rigen) un poema de Antonio Machado:

Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

¿Quien alguna vez no la cantó, incluso en la intimidad?

Yo, también. Y cuando leía o cantaba el verso "una de las dos Españas", me posicionaba en UNA de aquellas de cuando la última guerra incivil; y sacaba mis demonios, considerando a la OTRA mala, con rabo, totalitaria, asesina...

Hoy, ya más tibio y casi 40 años después de aquella transición en la que coincidió la mayor parte de una sociedad temerosa de reincidencias, entiendo la frase en su totalidad: "una de las dos". Y concluyo: me libre el cielo de cualquiera de ellas dos, que se miran el ombligo y se desentienden de las "gentes normales"!

Quizá el proceso mío, por caminos diversos o tal vez no tan diversos, es similar al del morlaco que habéis puesto hoy en el foco del blog, Andrés G. Trapiello, de los Trapiellos de León. Por eso, de forma reiterativa y creciente, creo que frente a aquellos dos bandos, "sepulcros blanqueados" en argot bíblico, hay que levantar la Tercera España, una sociedad civil fuerte e ilustrada.

Republicana o monárquica. Aunque en teoría creo que somos todos iguales, incluso los reyes, en la práctica hoy ese no es problema de primer orden para mí.

Lo siento, pero así lo siento.

Hoy por acá, junto al Cantábrico, se levanta día de sol. Luminoso.

Feliz día, chavalería!
Fecha: 05/06/2014 09:54.
Mariano Estrada
Amigo Javivi:

Hubo un momento de nuestra reciente Historia en el que el tema de las dos Españas parecía absolutamente superado, sobre todo después de haber gobernado el PSOE durante tantos años. De alguna forma lo han resucitado o lo han pretendido resucitar, pero yo no veo claro que en la actualidad haya otra vez esos dos monstruos. Lo que sí veo claro es el grave problema del desgajamiento. Ya era patente en la época que yo, modestamente, hice una réplica a ese poema de Machado que tú nos has ofrecido. Es de finales de los ochenta. No es que sea muy bueno, pero dice lo que en ese momento quería decir. Yo siempre creí, ya en esa época, que el problema de Cataluña me parecía más preocupante que el vasco. Pero ahí están los dos, insistiendo en sus hechos diferenciales y en sus particulares y muy excelsos ombligos…

Proverbios y cantares

A Antonio Machado

Ya es tan profundo el bostezo
y ya la muerte es tan cierta,
que el que bosteza es el muerto
porque el que vive no alienta.

Españolito que vives
con hielo en el corazón.
No te lo ha helado una España,
te lo han helado las dos.

Desde las muertes de antaño
a los bostezos de hoy,
las dos Españas son una,
pero las otras, ¿qué son?

Mariano Estrada
Un abrazo
Fecha: 05/06/2014 10:47.

¡Esto es Machado machacado!!!-procede cambiar los textos.
O es que la memoria no lo recuerda?
O es que la inteligencia no lo comprende?
No veo yo un gran acuerdo entre las dos!

luis teódulo -

Olé, olé...

De camino al Mditerráneo desde Aragón, paso siempre por Gandesa. Entre aquellas sierras, intuyo siempre el fragor de la batalla del Ebro, lasbombas zumbando, las ametralladoras, el calor, el frío, las pulgas, el hambre, la sed hasta la desesperación, el miedo, la juventud rota con la muerte y entonces siempre entono esta canción que te canto ahora:
Si me quieres escribir
ya sabes mi paradero,
en el frente de Gandesa,
primera línea de fuego...

Un abrazo enorme, amigo, tuvimos la suerte de salvarnos de todas las guerras. La vida es bella, día a día. Si tuviera algo que pedirte a ti, imagínate, en aquellas trincheras, sería tu música, sé seguro que sería como el pórtico del cielo, sé que sabrías elegir con sentimiento, con pasión, con elegancia... Algún día te lo pediré, ahora que voy a jubilarme, aquella música que tú eligieras... Estoy seguro que será maravillosa. La música, entrañable Vibot, puede salvarnos de nuestras miserias.
U n abrazo

Vibot -

Teo, ¿tu entraña?
Si lo has dicho así aposta, ¡qué bonito! Me has recordado esas coplas andaluzas y seguidillas gitanas (de esto sabría más Maxi Trapero) en las que el amante se desborda en un "¡Sentrañas mías...!" mientras la bailaora da una vuelta de pecho incendiando los brazos y las manos y los lúbricos dedos como las rojas lenguas de una hoguera crepitante. Qué no escribiera yo por merecerlo.
¡Grasia!

luis teódulo -

Vibot, mi entraña Vibot, es un trasnochador irredento. Escribe sus comentarios en alta madrugada. A Javier, Javivi, le gusta el amarillo. Cícero conserva el talante altivo de un hidalgo castellano.

Acabo de escuchar, en el Intermedio, el testimonio trágico de una señora a quien mataron sus padres, maestros de escuela republicanos, cuando tenía siete años, en Cangas de Onis y no ha podido recuperar sus cuerpos... No he podido contener las lágrimas, será que me vuelvo mayor.

Ahora, en esta etapa de la vida, quizás ya la última, uno quisiera, si fuera posible, encontrar un poco de humanidad en ambos bandos, sin importar creencias o afinidades políticas.














Vibot -

En ese trepidante currículum tan desbordante de vida y compromiso con la verdad, no se dice nada de lo bien que dibuja y pinta Pedro García Trapiello. Desde la portada de su libro "El chivo explicatorio" nos sonríe, con esa misma sonrisa inteligente y cómplice del alma, un autorretrato suyo en la cabeza de un chivo casi humano, con sus mismas gafas, y su mismo donaire... ¿no le veis en la foto capaz de calaros hasta adentro en dos palabras de conversación y haceros, mientras fuma, una caricatura compasiva y clavada?
Después de leer tan gustosa, imparable, alegre y provechosamente las certeras explicaciones de ese chivo sin culpa, y el refrescante torrente de "Al río y por ahí" le pregunté a Pedro -que para eso fui de su curso y sección (y lo sigo siendo, esto no tiene cura)- si no escribía poesía. Porque en muchos recodos de sus páginas, desbordándose por entre las estrías de sus firmes y amorosas columnas se derrama, se difunde un aroma silvestre de atrevidas metáforas, enredadas de vida natural casi perdida, de colores y formas arcádicos entresoñados a la vera de esa botánica de primor que a él tanto le gusta. Me respondió que no, pero no le creí.
El que busque poesía de verdad que lea a Pedro Trapiello, en quien encontrará además muy muchas otras cosas. Poesía y verdad (os suena?).
Por eso le confié mis libros... pero de eso hablaremos otro día.
En Caleruega nos dibujaba a todos los que se lo pedíamos las portadas de nuestras tesinas; para la mía me pintó al óleo un precioso paisaje impresionista en verdes rumorosos... dónde habrá ido a parar. Y, para el cumpleaños de la hermana de otro compañero, se ofreció a escribir para ella una poesía que le quedó bordada y la chica lloró agradecida (la conservamos, Pedro, sólo pídenosla, te gustará volver a los 17)... siempre fue generoso con su arte. Y doy fe, aún conmovido por el precioso Prólogo que me ha escrito, de que sigue siendo, no el mismo de entonces, que ya sería bastante, no, aún mucho mejor.
Un abrazo, Petrovich.

luis teódulo -

Reconozco que los Trapi me despistan, me vuelven loco. El otro día invitaba yo a Andrés a tomarme un pietro picudo y me contestó, nada menos que a los dos meses, que sí, que eso estaba hecho.
Este Pedro, de gorra y humo, me desborda, seis añazos más yo, no sabría si podríamos empatar, coincidir o no, no lo sé... Hay ente el humo, un ojo avizor, el anillo, la sonrisa suficiente. Oye, Pedro, entre nosotros, que podríamos intentarlo, a ver si aquellos años primeros de rezos, rosarios y filosofías elementales encuentran un lazo, un nexo suficiente para un vino, dos o tres, si es por la tarde, digo...

Pedro Sánchez Menéndez -

Me alegro de que Pedro G. Trapiello salga a relucir por el Blog. Pedro no se prodiga muchos por aquí ni tampoco aparece en las reuniones de encuentro que vamos teniendo. Pero me extraña que algunos no lo conozcáis pues estuvo en el colegio desde 1962 a 1968. La saga de los García Trapiello es larga. Comienza con Luis y continúa con José María, Pedro y Andrés (hay más).
Felicito a Pedro por toda su trayectoria literaria y periodística, a través de la cual aparece también su trayectoria humana y humanística que comparto plenamente con él.
Cuando es posible (muy pocas veces) comparto también mesa, invitados por su primo Andrés Martínez Trapiello que tiene a bien ofrecernos su mesa. Gracias a los dos. Pedro

Luis Carrizo -

Otros, con la mitad de ese currículum, seríamos unos exquisitos o unos estirados. Este verano he tenido la oportunidad de comprobar personalmente que Pedro Trapiello, además de las virtudes y cualidades que se describen en el artículo, es una persona muy accesible, amable y divertida. Culta e inteligente, cae por su peso
Yo compré y leí su primera antología de artículos "Al río... y por ahí" y pienso no perderme el segundo feje, como él lo califica por medio de ese acertado leonesismo, que equivale a haz o gavilla en castellano corriente y moliente (Pedro Trapiello, que es y ejerce de cazurro, gusta de utilizar y salvar del olvido estos localismos de la tierra, que yo, como leonés, agradezco y disfruto).
Digo y vuelvo a decir que animo a leer la prosa hermosa de Pedro, a la que no dedico más epítetos por no desmerecer ante las palabras que a este propósito deja escritas Antonio Colinas en la contracubierta.

Jesús Herrero Marcos -

Pues mira, no conozco personalmente a este otro Trapi de la saga de los Trapi, aunque ya había leído alguna que otra “cornada” que el perspicaz Furri nos había puesto en el blog. Ahora, después de lo leído, ya me interesa conocerle, y si no se deja, leeré con atención la recopilación que nos promete.
Creo que gente de este calibre, con esa cara amistosa, golfa y llena de humo, es más que imprescindible en estos tiempos y, desde luego, es un honor tenerle a mano en el blog, entre nosotros.

Y ya que estoy aquí, aprovecho para felicitar al gran Javivi, ya sé que algo tarde, por haber cumplido un añito más, aunque le pese, pero más le pesará a Lourdes que es la que le aguanta (a él y a su máquina de fotos, que es igualita a la mía en todos los sentidos, aunque trate de hacer diferencias y cualificaciones vanas). Espero que solo hayas cumplido uno solamente. No te pases que no hay prisa. Pregúntale a Fernando sobre estas cuestiones. Es el que más sabe. Besos