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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

FELIZ NAVIDAD (Javivi del Vigo)

FELIZ NAVIDAD (Javivi del Vigo)

Mis hermanos de aquellos tiempos:

Que el sol de la vida y el espíritu de la paz retoñe para cada uno de nosotros en el 2016.

Estas imágenes, que nos regresan con nostalgia a aquella estética y aquellas creencias, han estado allí, a la vera del camino, desde que Fr. Iturgaiz las pensó hace ya medio siglo largo.  Son hermosas y sugerentes. La composición me suena a tarjeta navideña, con permiso del artista, a quien rindo memoria.

Con ellas, quiero felicitaros la Navidad y desearnos que el 2016 nos dé salud y ganas de seguir trabajando por un mundo un poco más justo.

Con melancolía por el tiempo ido junto a tantos seres queridos que ya no nos acompañarán en estas fiestas, un abrazo inmenso.  ¡FELICES FIESTAS!

9 comentarios

Antonio Argüeso -

Mira por dónde la capital del reino, ahora que voy sin coche, cada vez me gusta más. Javivi, espero pasearla el 9 y 10 de enero. Sería genial que pudiéramos vernos. Te llamaré a ver qué me cuentas.

Ignoro si hay encuentro/comida. Haya o no, necesidad no creo que llegue a pasar.

Que estos días intrafestivos sean reposados y tranquilos para todos.

Javier del Vigo -

Conservo como oro en paño el privilegio de Lourdes, Manolo. Pero -puestos a desbarrar- te cuento: en contadísimas ocasiones he ido a Lourdes en pijama.

La mayor parte de las veces, me acerqué tal cual, "como se adora a Dios ante su altar", Manolo, que escribiera Becker hablando de las oscuras golondrinas.

Por lo demás, ya veis, Antonio y MAnolo, que, en estas fechas, la mayor parte de lectores y escribidores andan dándole al turrón y al espirituoso. ¡Es Navidad! Y que siga siéndolo por los siglos de los siglos. ¡Amén!

Ah! La capital del Reino me parece una ciudad infernal, a mí, que fui niño de pueblo y he vivido en ciudad algo más "humanizada". Pero tenedme informado de esa cita navideña, porque, ya que hace una enormidad que no piso Madrid, podría hacer un esfuerzo en enero y volver a recordar algunos capítulos de mi pasado que tuvieron lugar en esa macromegapolis. (Será esto redundancia?)

Antonio -

Sólo ahora os leo. Todo está dicho. Y lo corroboro. Sí hubiera tenido el don de la pluma, lo hubiera dicho justo así. Gracias pues a Javivi, a Isidro, a Manolo por el agradable momento pasado en estas lecturas.

Y feliz, muy feliz cumpleaños, Pedro. Espero poder darte un abrazo dentro de unos días.

Manolo Díaz -

Javier del Vigo juega con ventaja. Puede ir a Lourdes en pijama. O incluso sin él. Y en Lourdes, amigos míos, se concentran lo telúrico y lo prodigioso. Por eso escribe lo escribe como lo escribe.
O sea, yo termino de leer su artículo y siempre se me escapa la misma expresión: “¡Eso, eso es justamente lo que yo quería decir!”
Suscribo totalmente lo que dices y cómo lo dices.
Y haces bien creer literalmente a Cícero en esta ocasión. Le oí muchas veces aportar un argumento exculpatorio: “¡La mayoría de aquellos frailes tenían entonces la edad que nuestros hijos tienen ahora!”
Tú y yo, Javier de mi alma, pertenecimos al sindicato de la tiza. Quizá por eso estamos más capacitados para “valorar los esfuerzos individuales y colectivos que hicieron estos viejines sin nietos”
Permíteme una anécdota banal. ¿Recuerdas cómo funcionaban las consultas al dentista?
Saliendo del comedor en canónica fila, me separé unos metros para solicitar el preceptivo permiso del fraile cuidador, con la cara visiblemente inflamada por un flemón dental. El fraile guardián, a la sazón, era Lebrato. Alto, hierático, con las manos guardadas en las bocamangas del hábito. Y ocurrió lo que Alan Ladd le dice a Bandon de Wilde en Raíces Profundas: “¡Rápido, muy rápido!”
Aquella bofetada injusta me inflamó el alma durante muchos años. Como muy bien dices “este blog y los sucesivos encuentros, reencuentros y hasta encontronazos han servido, doy fe, como terapia colectiva contra las sinrazones de otros tiempos”
Una vez más, Javi, has dado en la diana. Me congratulo por ello. Conserva como oro en paño el privilegio de Lourdes.
Aprovecho para felicitar a Luis Arruga, Jaime Lebrato y Félix del Cura. Dios quiera que el próximo año sea lenitivo con esos achaques que ahora los aquejan.
Y una vez más os deseo a toda la Chavalería lo mejor.

Javier del Vigo -

RECORDAD A MIS NIÑOS, QUE SON VIEJINES.

Ahí, justo al lado, en el portillo donde el prior del Convento de la Virgen del Camino, pHermelindo, nos felicitaba las fiestas, (que agradezco en lo que significa de complicidad entre fuera y dentro, estructura dominicos y antiguos alumnos) hay un breve de Isidro Cicero. No sé si lo habéis leído, que estos son días de mucho ajetreo y de portillos nuevos donde todos queremos felicitarnos las fiestas, compulsivamente. Por si se os hubiera despistado leer su intervención, hacerme caso: id primero a leerlo y luego volvéis acá; seguís leyéndome, si os place, después de leer el breve pero intenso texto de Isidro.

Conociendo a Isidro como creo conocerlo, sabiendo que escudriñas, amigo, siempre más allá y más profundo de lo que la primera mirada permite ver en tus tentativas por llegar a la esencia de las cosas, me enternecí leyéndote. Porque todavía las aguas bajan revueltas, incluso enfrentadas, cuando tratamos de aquella nuestra educación: hay antiguos alumnos que creen que la deuda no está pagada; y los hay que no creen haya deuda, antes bien, agradecimiento total, sin resquicios.

El caso es que el relato de aquella etapa no es unívoco. Ni quizá nunca lo vaya a ser, que fueron años muy sensibles, muy de impulsos: nos sobraba testosterona y nos tocó crecer en una sociedad más rígida que la actual.Pero intuyo que, a medida que envejecemos, las aristas se hacen romas y la valoración del esfuerzo que aquellos frailes hicieron se agiganta, “pese a que si nos descuidamos, educan nos”, que repite zumbón nuestro Manolón, el de la estrella colorá.

Lo cierto es que el tiempo nos ha hecho viejos. A aquellos jóvencísimos profesores que enseñaban como mejor creían en pleno franquismo y a aquellos niños –alumnos de un colegio que se tragó la trampa, como escribiste hace tiempo- que andamos hoy en el filo de la jubilación. Sexagenarios mayormente, arriba o abajo.

Le doy vueltas al tema que te ha arrancado la ternura, Isidro: “abuelines sin nietos, ancianitos solines y enfermos”. Y tengo presente la inesperada pero provechosísima charla de la que os habéis hecho eco Luis Carrizo y tú con Luis Arruga, aquel “promotor de vocaciones”, joven fraile que iba de pueblo en pueblo con su "cuatrolatas" y sus exámenes para sacar a los mejores, los más listos (a estas alturas de la peli, yo ya me quedé sin abuelas que nos alaben, aunque aprendí que listo y listillo no son unívocos, a lo más, complementarios) de aquellas escuelas unitarias de pueblo para que otros compañeros suyos nos intentaran educar con vistas a ser la mano de obra que los reemplazase cuando ellos llegasen a la edad del jubileo.

Posiblemente Luis Arruga no llevaba niños al colegio con este espíritu de "mercado capitalista" que he expuesto. No lo hicieron con espíritu tan prosaico. Tan economicista. Pero el destino o la mismísima divinidad (no sabría yo decir cuál) comenzaron a escribir torcido en aquellos renglones rectos. El caso es que, en la España del desarrollo económico y la transición democrática, los alevines de fraile marcharon/marchamos de la senda trazada como los peces huyen de la red. Sólo algunos quisieron ser reemplazo generacional. Pero muy pocos.

Y hoy los dominicos son viejos. Y preparan sus “residencias de la tercera edad” en Villava o la Virgen del Camino (lo llamas “la segunda galería”) a la par que unifican los conventos de España en una administración única, cuando celebran el 800 aniversario de la fundación de la Orden.

Paradojas de la vida. Paradojas que Luis Arruga tenía claro el otro día, cuando nos llevaba por un pasillo que me pareció larguísimo, con muchas puertas y en cada puerta el nombre y los apellidos de un fraile, ancianito enfermo. Los únicos letreros que me volvieron a aquella infancia nuestra fueron el de Jaime R. Lebrato y el de Félix M. del Cura. Con pJaime pudimos hablar unos minutos. Con pCura, no, que había salido de una operación y dormía, el bendito.

Este blog y los sucesivos encuentros, reencuentros y hasta encontronazos han servido, doy fe, como terapia colectiva contra las sinrazones de otros tiempos. Pero han servido también para valorar los esfuerzos individuales y colectivos que hicieron estos viejines sin nietos, que quizá pasen la navidad, esta Nochebuena tan entrañable y familiare sea uno creyente o picapedrero, en la soledad compartida de la recién inaugurada residencia de enfermos en la Virgen del Camino.

Estoy contigo: no sé si hay que echar totalmente al olvido los malos recuerdos; pero, como dicen los modernos, hay que poner en valor el esfuerzo y la dedicación de aquellos jóvenes que hoy son más viejos que nosotros, enmarcándolos en aquel escenario para que sus logros se vean más nítidos.

Escribiste sentirte como si te quitaran un peso de encima escribiendo aquello que te salía de la piedad, del perdón o incluso de nuestra menguante testosterona. Te entendí. Cuando comencé yo a experimentar de nuevo el gozo por los viejos amigos reencontrados, se me abrieron ventanas y puerta de un cuarto oscuro donde se pudrían mis malos recuerdos. ¡Descansé un montón!

Quizá no lo lean, pero hoy quiero felicitar la Nochebuena, como habéis hecho varios, a Luis Arruga, Jaime Lebrato y Félix del Cura, que están en aquel colegio. Muy especialmente.

A Jesús Martín, el bibliotecario de Caleruega, y a Eduardo Ruiz, que andaba por alguna parroquia en Vitoria, también. Me perdone el cielo si yerro, pero creo que son junto a Pedro Sánchez y Fernando Box los únicos supérstites de cuando mis años en la Paramera. Aunque Pedro y Fernando, para mí, sean otra historia: hermanos supervivientes de la quema.

¡Salud, chavalería (especialmente a Javi Cirauqui, José Luis Alcalde y José Ignacio), y feliz Nochebuena para todos!

Isidro Cicero -

Gran trabajo Javier, bajándonos los grandes mosaicos panorámicos, al nivel del detalle.
Enhorabuena.

jose ignacio -

Javier, un beso.

RECORDAD Y EL CANTO DE LOS PAJAROS.

Los pajarinos son aviones que nos traen cada Navidad a los seres queridos ausentes, para que no estemos tristes.

El cantar de los pájaros es su caricia y su beso. Lo dice muy bien el villancico.

Recordad a mi niño que duerme al hielo... acunado por el calor de unas alas.

https://youtu.be/BcpBjgvBIZg

José luis Alcalde Revilla -

...Me uno a cuantos te feliciten Javivi, porque te amo de verdad...besitos a miles porque... tttiiiiivvvogliooobbbeneeeee
José Luis Alcalde, el besuconcete...

Javier Cirauqui -

Querido Javivi, te deseo una Feliz Navidad y recojo todos tus recuerdos que con esta hermosa postal de los mosaicos del P. Iturgaiz y que me han llevado hasta aquellas imágenes que siempre han estado vivas en mi memoria.

Estas teselas unidas,
por sólido pegamento,
recuerdan aquel momento,
que ha marcado nuestras vidas.

Trozos de piedra medidas
y encajadas en cemento,
que en mi tomaron asiento
y quedaron adheridas.

Es el recuerdo o memento
de muchas cosas vividas,
por Iturgaiz concebidas,
y que Javivi al momento,
con palabras escogidas
nos felicita el Adviento.

Un fuerte abrazo y FELICES FIESTAS. Javier