AL AMANECER

Nuestro muy querido Carlos Tejo estuvo ayer en el Santuario en la presentación del libro de Isidro.

Esta mañana ha hecho esta preciosa foto y la ha titulado: DESDE LAS 8H. ENCONTRÁNDOSE CON EL AMANECER.

2 comentarios

[Jesús María Herrero Marcos - 15 de septiembre de 2017 - 20:37]

Qué pena penita pena no haber estado en la presentación del libro “La Virgen del Camino enclave de misterios”. Bueno, estuve algo gracias al video que nos puso el excelso Furriel de doradas grebas (que es algo parecido a los calcetines). La Virgen del Camino es un sitio que todos llevamos clavado y que ahorita mismo ya casi no tiene misterios, lo cual no es un contrasentido. Y casi no tiene misterios porque el ínclito Isidro desveló ciento cuarenta de los ciento cuarenta y dos. Los que quedan por desvelar son:
1º.- Cómo pudo ser que tantos (y tan calvos, como se puede ver en el video), se juntaran, en este caso comandados por Cicero y Daniel con su consejo editorial y parieran esta obra. ¿Misterio o milagro?, porque no es fácil juntarnos a todos los que estuvimos allí pero ya no estamos. Tal vez nos lo aclare el Furri, que más parece pegamento de contacto que persona física. O sea que casi también desvelado el misterio si él quiere.
2º.- Que dentro de la masa amalgamada por el Furri haya tipos como el Gran Lalo que le dio forma al libro. O Javierito Serrano, una de las calvas más brillantes, que siempre deja huellas indelebles por donde pasa, de esas que no hay manera de limpiar ni con estropajo. O Javivi, que siempre mira para adentro con su laser y luego lo proyecta hacia afuera y no para de hurgar en las cosas hasta que las conoce a fondo para poder trasmitirlas con claridad. O Daniel, el conciso y lacónico Daniel, preciso, organizador nato, fluido como manantial de montaña. (¡Vaya!, me parece que me estoy poniendo cursi. ¡Alto ahí!).
Veo en el video a Pedro Rey, el rey de la selva, el león nato, a quien si va a Caleruega le daré un abrazo salvaje como los que dan sus indios y que gracias a él ya no son salvajes. Pero fue en la paramera también rey de los porteros (de fútbol, se entiende) y como yo era súbdito suyo en eso de la portería pues le tengo aprecio y admiración.
Como en el video de Chema están todos de espaldas y solo se les ve el cogote tengo que decir que todos los cogotes eran bonitos, algunos clareando, otros con brillos o morenos o quemados como una gamba, los más a falta de sesión de peluquería, lisos o rizados, para el caso da igual. La cuestión es que no se sabe si se aburrieron o no, porque de todos es sabido que la parte que expresa las emociones está en el lado contrario y aquí no había caso. La cosa es que todo acabó con Isidro firmando libros (el más bonito para Isabel) y al final tuvieron que escayolarle el brazo de tanto firmar y no pudo entrar a saco en el ágape que se anunció al finalizar el acto y que no sale en las imágenes pero que uno puede imaginar, porque no estando yo y sí Julito Correa seguro que habría langostinospescanova a tutiplén. ¡Leches!, eso me pasa por no haber ido.

[Luis Heredia - 15 de septiembre de 2017 - 17:36]

Queridos todos los que me leéis,
Como ya había comentado en otros "portillos", a mi ya me había llegado un avance del libro de Isidro hace tiempo y me impactó. Es un libro de lectura para muchos peregrinos que descubrirán algo más que lo que encierran o significan un crucero, capiteles o figuras santorales que se encuentran a lo largo del Camino ( ausencias visibles en el interior del Santuario y escasas en el exterior salvo Froilán) o simplemente quedarte con la versión visual de haber pasado por una caja de zapatos y una altísima cruz que casi toca el infinito, pero para nosotros debería ser de obligada lectura y estudio porque en aquellos años de tierna infancia y adolescencia nos deslumbró más la piscina, los campos de deporte, el teatro, la recreación, los pianos, las capillas...y en el Santuario, el coro, su vitral, el frontispicio, el firmamento espacial del interior, el contraste del retablo....
Cuando Isidro comenzó en el blog a plasmar sus ideas, contrastadas, sobre la interpretación de tantísimos elementos que componían la arquitectura del Santuario y alrededores me quedè de piedra al ver lo poco que yo sabía sobre el Santuario.
Cuando lo vuelva a leer, lo haré en compañía de Vibot recordando los olores del Santuario y agudizando mi oido y templando mi voz cruzando al Santuario a través del pasadizo.
Os quiero.