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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

RECORRIDO PREVISTO PARA LA RUTA TURISTICA DE LEON, Domingo 14 de Octubre

RECORRIDO PREVISTO PARA LA RUTA TURISTICA DE LEON, Domingo 14 de Octubre

Queridos amigos; continuado con este tema, os detallo el recorrido previsto para la visita turística que nos ofrece él Ayuntamiento de León para la mañana del Domingo, día 14 de Octubre.

 Os recuerdo que quienes os quedéis ese día en León y estéis interesados en participar, debéis enviarme un correo a josemaricortes@telefonica.net, pues debo dar el número de participantes antes del final de esta semana. Espero vuestra colaboración, como siempre.

Coloco los ya "apuntados" en  ___DESCARGATE___ fichero VISITA TURISTICA A LEON.

Este es el recorrido:

Visita: Catedral de León continuando por las calles históricas de León llegando para visitar la Basílica de San Isidoro, seguidamente seguiríamos por las calles del casco antiguo hasta llegar al Palacio de Botines volviendo a enlazar con la calle Ancha una de las arterias del entorno histórico que nos devolvería al punto de salida.

7 comentarios

Andrés Martínez Trapiello -

Querido Maria-no:
Menos mal que has dicho picón, y no "Picona". Porque Picón se apellida Laura, la "Picona", mujer de Martín Fernández del GL.

Y como aún me funcionan la meninges, a pesar de la puta garrapata, "el cananrio" de nuestro curso se apellidaba Tophan. Aparece en la foto, en el blog, en la que todo el elenco fraile-deportista se preparaba para jugar un partido de futbol.

Y no me amenaces, que se lo digo al Furriel.

Hasta mañana, Marianín.

Mariano Estrada -

Queridísimo Andrés M Trapiello:

Haz el favor de no ponerte muy cerca, no vaya a ocurrir que te salten las chispas y se incrusten en tu cabeza como vulgares garrapatas.

Tú eres el incordiador número uno de este blog y Luís y yo te advertimos de que puede haber “pa todos”. Y patadas, por exigencias de la paridad.

No lo fíes mucho a la suerte. Otros más grandes que tú, que solían atender por Goliat, fueron derrotados por un insignificante renacuajo llamado David, el gnomo. Dicen que iba en una honda, pero yo no me lo acabo de creer. Es más, yo me inclino a pensar que en esa época iban a pie hasta las motos.

Mira que eres picón, claval, pareces un sancocho de cherne (es el nombre real del mojo picón, y así es llamado en Canarias. Por cierto, había un canario en nuestro curso ¿te acuerdas de él? Yo recuerdo a Iparraguirre cantándole una ISA)

Una mirada aviesa

Andrés Martínez Trapiello -

¡Ostrás! Vaya rifirafe entre Luis Heredia y Mariano Estrada.

¿Mariano Estrada tendrá que ir ya a una residencia de tercera edad?

Pero ¿no había ganado yo el concurso para ir a París?

¡Vaya lío, Furriel! Deja, que se aclaren ellos.

Luis Heredia -

Mariano, ¡SÍ¡ me estás metiendo en un lío.

No sé si Chema va a casa del que gane o del que pierda o al final la residencia, como siempre, será la de Chema, que al paso que va, después de tanto concurso con los carrozas se convertirá en la de la 3ª Edad.

Tú no te preocupes de si ganas o pierdes porque aquí en Marbella tienes una residencia cuando quieras que es mi casa en la que serás recibido con todos los honores. Lo mismo digo a todos los blogeros.

Mariano Estrada -

Queridísimo Luisito:

Si hubieras estado al loro de lo que se cuece en la cocina de este Blog, en lugar de ponerle puertas al campo y límites a los contubernios entre dos machos cabríos, te hubieras percatado de que yo voy a ser uno de tus compañeros de tourné, el 14 por la mañana. Y te digo más, yo le he disputado a Javier el título de Gran Cabrón del Colorado, y he perdido. Por lo tanto, tengo herido el orgullo y pienso disputarte a ti, letrado de los tribunales malagueños, el académico título de Gran Payaso del Mediterráneo. Por Marbella, tú. Yo, por Benidorm.

El que gane tendrá el honor de invitar a Chema Sarmiento un fin de semana en el lugar de su residencia. Puede negociarse acompañante.

¿Estás en lo que te meto? Si no contestas se aplicará rigurosamente el silencio administrativo. Y tú serás declarado perdedor.

Un abrazo

Luis Heredia -

Queridísimos Mariano y Javier.

Todo lo que os digáis tendrá que ser con luz y taquígrafos, antes, durante y después del 13-0. Bueno, después del 14-0 porque yo me voy a quedar para la visita a León, ya que dentro del milagro está incluida la tourné.

Mariano Estrada -

UN REGALO PARA JAVIER DEL VIGO PALENCIA

Querido Javier:

Se va acercando el día (¿O somos nosotros los que nos acercamos a él?) en que a nuestros brazos les van a salir agujetas de tanto apretarnos los unos a los otros, de tanto apretar antiguos sentimientos, renovadas emociones e incluso nuevos afectos. Como el tuyo y el mío, Javier, pues te recuerdo que lo nuestro, más que un reencuentro en la vieja amistad, como puede ser lo mío con Andrés, con Manolo, con Isidro, con José Luís (o lo tuyo con otros compañeros), ha sido un flechazo reciente. Tú mismo dijiste en los inicios de este blog que me veías como un personaje pecosín y movidillo, pero nada más, porque muy a duras penas nos recordábamos ¿Y cómo nos íbamos a recordar, si no compartimos sótanos o catacumbas de champiñones, ni emisoras de radio enmoquetadas, ni escolanía, ni rondalla, ni clases, ni otras capillas sextinas colegiales, como fueron los corrillos en los campos de deporte o las reuniones de a dos, no precisamente bien vistas y hasta tildadas de amistades perseguibles y peligrosas? Tú y yo sólo compartimos tiempo y colegio, que no deja de ser tiempo y espacio, donde quedan incluidos alumnos, profesores, libros… Pero no hubo entre nosotros la cercanía que requiere el surgimiento de la amistad.

Y refiriéndonos al ahora, lo nuestro ha sido un camino ciertamente curioso, Javier, el camino cibernético del blog, que incluye, eso sí, algunos correos electrónicos y algunas llamadas telefónicas. En estos meses intrépidos hemos compartido recuerdos, imágenes, palabras, ilusiones, sentimientos, curiosidad, juego, literatura. Mucha literatura. Yo diría incluso que la literatura ha sido nuestro cordón umbilical, el nexo que nos ha llevado hasta aquí, donde ahora estamos. Y creo que nosotros, tú y yo, hemos sido piedras importantes (perdón por la inmodestia) en los espacios escritos de este blog, y sobre ellas se han ido asentando otras muchas, no menos señaladas, con las que hemos formado una sillería de calidad ¿Cómo la catedral de León, como el Hostal de San Marcos, como la Basílica de San Isidoro, como el Palacio de los Boti-Guzmanes, que no los junto yo, sino la realidad misma? Bueno, nosotros hemos hecho lo que hemos podido. Pared hay, desde luego, pero usted ha puesto un listón inaceptablemente superlativo y, hablando de cantería, superlativamente masónico...

Ahora estamos en disposición de compartir el abrazo de verdad, el achuchón físico, el que tiene debajo la respiración, la transpiración, los pálpitos, las vibraciones, la vida. Ahora estamos en disposición de compartir la oratoria y el gesto y la mirada ¿El yo real? ¿Es que no es real lo que hemos estado haciendo hasta ahora? Complicada cuestión. Tal vez Fernando Box nos la explique, ya que él es la reconocida autoridad en esta materia. (Por cierto, me ha mandado un artículo-conferencia donde todo esto queda muy claro)

En fin, Javier, he pensado ofrecerte un regalo que, como sabes, y a pesar de que lo hago con el corazón, siempre acaba siendo de literatura. Y en este caso, más, porque sé que, por encima de tu gusto por la Historia, que es tu profesión, eres un animal literario. Y no sólo como escritor, donde eres sobresaliente, sino también como degustador entusiasta de lo que otros escriben. Y a nosotros -porque a mí me ocurre lo mismo-, nos une esa afición a la belleza que nos lleva a disfrutar no sólo de lo que se dice, sino también de la manera en que se dice. Forma y fondo son, para mí, dos aspectos inseparables de la literatura, no así de la música, donde la forma y el fondo son la misma cosa, como sabe bien Trapiello AM ¿Seremos unos románticos zahoríes de la belleza literaria? ¿De la belleza en general? ¿Incluso de la belleza del reencuentro?

Querido Manolo Díaz, perdona que no siga tu sabia recomendación de brevedad. De seguirla, no podría ofrecerle a Javier el regalo anunciado. Porque no es lo que hay escrito hasta aquí, sino justamente lo que va a empezar ahora. Nada importante, Javier, no creas, pero sí cariñoso e intencional. Digamos que tengo mucho gusto en hacértelo. Y muchas ganas.

Javier de Castro Urdiales, Javier de Arija: un fuerte abrazo Ya tendremos ocasión de charlar.

Un abrazo a todos

AL ANDAR SE HACE CAMINO...

“Hay momentos en que el camino se anda en silencio y, entonces, más que con el compañero de viaje, caminamos con la intimidad”. ME

A veces, el camino es un silencio necesario sobre el que caen los pensamientos y las ausencias o, simplemente, la monotonía de los pasos. Así, el camino no sólo se hace al andar, sino que se marca y se remarca bajo las plantas de los pies, que en realidad son las gomas de unas botas camperas cuyas puntas se clavan en tus ojos al ritmo de una música pausada y recurrente y con principio de interrogación ¿Qué hago yo aquí? ¿Quién es yo, qué es aquí? ¿Por qué me gusta este yo y este aquí? ¿Por qué me atrae más la realidad natural que la transformada? ¿Por qué no me ilusionan los actuales derroteros de la sociedad ni tampoco los inmediatos, si son como todo está previsto? Si amo tanto la vida ¿por qué tengo que buscarme refugios? ¿Por qué hay siempre alguien que se aprovecha del dolor de los otros? ¿Cómo ser feliz sin un acuerdo íntimo con tu corazón y también con la realidad en la que vives? ¿Es suficiente lo posible? ¿Debo enfrentarme a lo que no me gusta, para cambiarlo, o hacerme un nido en la higuera? Y si hago un nido en la higuera ¿debo instalar en él un tirador de chinitas? Y si eso no vale de nada ¿adónde iré con los huevos que haya estado incubando, ya que son excesivos para el hígado de un ruiseñor y no sólo de pan vive el hombre?

Y las respuestas no pasan el tamiz de la superficialidad, sino que quedan atrapadas en un punto reflejo del subconsciente, donde están los parapetos de la ignorancia, las almenas del miedo a la verdad, a las verdades, el vértigo que emerge de esa pretendida profundidad en la que suele estar el vacío sobre el que flotan, incontestadas, las preguntas. Hasta que un día inescrutable e indeterminado, hoy, ayer, mañana, siempre, alguien acaba por decir: ¿quién era? Y le responde una máscara de gravedad: “Le llamaban Manuel, nació en España”.

Y ahí queda el misterio, en el interior de una conciencia acorazada que no logró convertirse en granada rompedora, porque no horadó la tierra para dar contestación a las preguntas, limitándose a viajar como abarrote de la sociedad en un tren atestado de mercancías. Menos mal que también iban gallegos. “Coca-cola, hay coca-cola” ¿Dónde estamos, señor? En Medina del Campo ¿Y cuándo estaremos en Madrid? Antes de la Expo de Sevilla, a altas horas de la velocidad, del traqueteo, del alto jazmín en la alta noche ¿La alta velocidad implica una mayor confusión con el tocino que la que ha tenido hasta ahora? Con el unto, más bien, con la manteca ¿Y usted cómo se llama? “Me llamo barro aunque Miguel me llame” ¿Y quién es usted en realidad? Yo soy yo, pero también mi circunstancia, que es mi fe, que es mi padre y mi madre, que es el frío y la noche, que eres tú, que es mi mujer, que son mis amigos y mis hijos, mis discípulos y mis maestros, el barrio, los vecinos, la sociedad, los libros.

¿Carne, espiritualidad, historia? ¿Carne de grasientas hamburgueserías, espiritualidad de los estímulos etílicos, historia de los derrumbamientos humanos? Adiós, señor, yo me llamo insistencia. No creo en el descrédito, ni en la maldad intrínseca y absoluta, ni en la absoluta corrupción, ni siquiera en los ánimos caídos ¿Y en los caídos por Dios y por España? ¿Qué caídos son ésos, señor? España no tuvo caídos, sino tumbados. Caer no es tumbar. Yo me caigo de bruces, involuntariamente, tú te tumbas a la bartola con todas las premisas de la voluntad. O matas al del quinto o jodes al del sexto. Los unos a los otros. Los otros a los unos. Todos fueron tumbados, metidos en la tumba ¿Por qué? Por el raro sentido de las guerras, por la ausencia palmaria de generosidad, por el orgullo desmedido y la oprobiosa intolerancia, por la absoluta falta de miras, por la codicia, por la incomprensión patética de los hombres, no de todos los hombres, claro, sólo de unos pocos, los que mandan, los que disponen, los que se obsesionan con el honor y con la patria, los que dominan, los que obran de mala fe y los que tienen el pensamiento retorcido. A los muertos los cambiaron de valle. Del vivo de las lágrimas al yerto de los tumbados. No una tumba, muchas tumbas. No un valle, muchos valles. Pero yo me llamo insistencia, como dije. Y de todos los valles, Valle Inclán. Y de todas las guerras, el perdón.

Por eso estoy aquí, invocando la niñez, donde persisten las ninfas de los arroyos y de los bosques y de la libertad. Llamando a las puertas del pasado para ser presente y futuro, para ser alma y paisaje, para ser roble y camino. “Como tú, piedra pequeña”, que antes fuiste una roca en un monte que se resquebrajó y ahora eres un grano diminuto y puñetero que se ha colado en mi bota de correcaminos ¡Pi-Pi! Pipí, no: caca. Me siento mal, muy mal, pero me siento a fin de cuentas y me descalzo y me percato de que, durante unos leves segundos, se incrementará el paro en España. O al menos el acervo de las paridas. La intimidad nos permite ser banales sin que sea necesaria una disculpa. Aunque es peor ser frívolos o poderosos o soberbios o aniquiladores. La intimidad tiene los límites diluidos, depende de la conciencia de cada uno, es decir, del soporte. La intimidad es el soporte de las personas. Vaya, ahora me incorporo y carraspeo, tal vez para ocultar esta vergüenza de sacar a la luz mis naderías y banalidades. Aunque, no sé, en momentos de relajación y de abandono, acaso vengan bien para evitar que se nos cuelen las venganzas y los odios y, en general, los pensamientos que encierren prepotencias o injusticias o amarguras.

Ya de pie, levanto la cabeza, tomo un soplo de aire, miro hacia el punto de destino y pienso, desde el metódico descarte de la duda, que la distancia entre la dicha y el dolor es una recta muy corta, tan corta como la que existe entre el odio y el amor, tan corta como la que media entre la seriedad y la risa. Más corta aún que la existente entre ciudades unidas por el Ave, Iglesias unidas por el Ave, ejércitos unidos por el Ave. Ave, Fénix, ¿acaso te refieres a César? ¿Qué César, Vallejo? Al César, Bruto. No, Gounod, me estoy refiriendo a María, soy Schubert...

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios
Blog http://paisajes.blogcindario.com
Fragmento del libro “Aguablanca, caminos de ida y vuelta”