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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

NUESTRA MEDALLA

NUESTRA  MEDALLA

Algunos me habéis estado preguntando por nuestra medalla, cómo es, cuánto pesa, si es de oro auténtico, de qué grosor, qué aspecto tiene, si se deja mirar, si se deja querer, que si está bien cuidada, que si la podemos ver, que si brilla, ¿es grande o pequeña?, si fué un sueño o es de verdad..........

Esta es "NUESTRA MEDALLA"; en élla "ya" están encerrados nuestros sentimientos, muchos recuerdos del Reecuentro, alguna lágrima derramada y perdida en el Santuario......al mirarla, suena de nuevo el órgano y nos volvemos a ver y a tocar.....

Helio me ha prometido enviarme el texto de su agradecimiento tras la recepción de la Medalla:

Querido José María,
De mi intervención en La Virgen del Camino no llevaba escrito nada más que los nombres del GL. Lo demás lo llevaba madurado de la noche anterior y no lo escribí. En cualquier caso te prometo retroceder los días transcurridos e intentar rescatarlo en mi memoria. Dame unos días. Estoy de gira y vuelvo a casa el domingo. Un abrazo.

3 comentarios

Santos Martínez Vibot -

Para mí quisiera yo esa alegría que rezuman casi siempre tus mensajes directos al corazón, Heredia. Tienes para cada uno la palabra y el tono justo. ¡Qué gusto!

Juan Carlos, la reflexión y la gratitud son de lo mejor para compartir y las tuyas han sido tan sinceras como encantadoras. Haz caso a Heredia y que cunda el ejemplo en los que, con su silencio, nos privan de su encanto y de su diferencia -que enriquecerían y contrastarían tanto este blog-.


Y además tienes razón, esa efigie de la medalla en su baldaquino de plata "está sellada en todos y cada uno de nosotros".

Lo he podido comprobar una vez más esta tarde leyendo los primeros mensajes de este blog en los Archivos de Marzo:

Me ha gustado mucho la acuñación que hizo Pablo Fernández, un chico de los 70, calificándolo de "memoria afectiva". ¡Muy bien nombrado!

Nuestro impagable Froilán lo calificaba de "bendita droga". Y a todo el Grupo de León se le veía muy enganchado, ¡qué bonito empezó esto y con qué ilusión escribíais los cimientos de esta cálida torre -y no precisamente de marfil, que está abierta a los cuatro vientos y más-.

Eladio Fernández Mayo lo llamaba "inmenso mundo pequeño". Estos años que vuelven, casi intactos.

Y la aparición del primer Estrada, minucioso, afectuoso y simpatiquísimo poeta con todos. Y el Trapi que le responde: "Bienvenido a la nostalgia", conciso y certero, como siempre.

Y ese primer Olóriz (antes de sus monumentales cogorzas de Briedo Bigudo -que no sé cómo pudiste terminar aquel emblemático Aleluya con tal concentración etílica-), inteligente y generoso y elegante en su olvido. Y añorando aquellas Misas -que nos hacían levitar en las redes de luz de la vidriera- de Mocoroa y de Réfice (por cierto, Maxi, que de la Missa Choralis existe una versión para tres voces masculinas y órgano para que desterremos los "aragüeses" en el próximo Reencuentro, que chicos del coro no nos van a faltar. Deberían ser todos los que petenecieron a las Escolanías (Torrellas, Baldo, yo, Huarte, hay que buscar a los más jóvenes, que seguro que también están "sellados" de preciosos recuerdos).

Y ese primer Oscarín, tan tierno, profundo y conmovedor, al que Muñiz-Alique le responde: "me acaricia este ayer", tan de alta poesía.

Y no digamos nada de la repuesta trufada de Bable -y de puro lirismo- de Oscarín que hay que citar in extenso, tan hermosa es:

"Enrique, ainda non se me esquciú la mia fala. Prestóme pola vida ya estos recuerdos. Llegáronme al alma. Taban adormeciendo na mia memoria entre falopous de nieve.
Nada pue estropear esti momento nel que toi tan loñe de too y a la mesma vez tan cerca. (...) Outramiente, tamos aquí pa dexar constancia dún tiempo que foi, ya pa que non se suma como fumu nu aire"


Sí Oscar, yo al menos para eso escribo tanto. Os escribo tanto, mis "sellados" amigos del Golegio, tan queridos de nuevo.








Luis Heredia -

Queridísimo Juan Carlos Cordero,

De osados como nosotros está el Blog lleno. Una sola reflexión más, por humilde que sea, y te verás catapultado a la fama sin esperarlo, dirás. Pues te equivocas, porque el contador de comentarios no falla y ya llevas acumulado número suficiente como para estar en el umbral.

Yo perdí la vergüenza hace meses abriendo, como tú, el fuego con el primer comentario en un portal.

¡Y tú te has atrevido, ni más ni menos, con el de "NUESTRA MEDALLA".¡

Juan Carlos, la envidia si es sana, no corroe. Soy un envidioso más de ti porque me hubiera gustado haber escrito lo mismo sobre la medalla.

Siempre diré que nos clonaron en La Virgen.

Me encantó lo que dices y esperamos con impaciencia a Helio después de su merecido descanso a que recupere su memoria, cosa harto fácil para él según nos demostró a lo largo del blog después de 40 años.

Helio, por favor, aunque sea en el ambigú.



Juan Carlos Cordero -

Querido Josemari:
Yo no había solicitado ver, tocar, degustar... "nuestra medalla", pero muchas gracias a los que lo hicieron y a tí por facilitarnos ahora contemplarla en el blog. Sí que me gustó mucho (como el resto de intervenciones) la de Helio en la recepción de la medalla y su posterior dedicación a Nuestra Madre. Y como nos ha prometido su envío, pues gracias a ál y a tí.
Seguro que os habéis fijado todos, y por eso sólo señalo lo evidente: Nuestra Medalla, es Ella, La Virgen del Camino; ahí grabada, esculpida, como está sellada en todos y cada uno de nosotros desde los años en que la conocimos y nos cobijó en nuestro caminar de niños y adolescentes.
Ella se merece esa medalla,¡cómo no! Ella nos la guarda como expresión de que a todos nos sigue cuidando y sosteniendo. ¡Que seamos agradecidos y también todos nosotros la conservemos y guardemos a Ella siempre con cariño y gratitud!
Perdonad la osadía! Con los grandes escritores que por aquí aparecen y nos deleitan... Solamente quería aportar mi humilde reflexión y gratitud.
Un abrazo Josemari, y a todos.