Blogia
Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

RECORDAMOS A EVELIO PESQUERA

RECORDAMOS A EVELIO PESQUERA

Queridos amigos. Os transcribo el correo que me acaba de remitir nuestro muy querido compañero Baldomero y, siguiendo su buen criterio, agrupo todos los comentarios que hemos escrito tras conocer el fallecimiento de Evelio. Descanse en paz. Un abrazo con nuestro cariño para su familia.

Querido Josemary. Si lo crees conveniente y te es posible, podrías sacar todo lo que hay sobre nuestro querido compañero Evelio Pesquera y ponerlo en un bloque propio. Te mando una foto reciente suya, por si te sirve de portada; la hicimos en el torreón de Caleruega en el último encuentro que tuvimos los del curso 1958-73. Evelio es una persona muy querida, por su especial bondad y servicialidad. Mucha gente no se ha enterado de su fallecimiento y quizás agradezcan saberlo a través de esta maravillosa web, para expresarle a él y a los suyos sentimientos muy hondos. Como surgió de repente por información del diligente Pajarín, el escudo que hay de portada no es indicador del contenido de la mayoría de los comentarios que hay dentro. Muchas gracias. Un abrazo como tú sabes. Baldomero

 

Pedro López Llorente -Me comunica Julián Ruano, que ha fallecido en Madrid, Evelio Pesquera, del curso 1958-1964. Nuestro mas sentido

valdes- No había vuelto a ver a Evelio Pesquera, para los de nuestro curso PESQUERA, desde el año 1964 en Caleruega.
Era un compañero inmejorable.
Jamás le vi discutir ni enfadarse con nadie. Era serio pero siempre tenía una sonrisa en su cara morena.
Siento que nos haya dejado.
UN SINCERO ABRAZO, PESQUERA.

Pablo Huarte- Cuando se intercala en cualquiera de los apartados del blog una noticia como la que nos comunica Pedro Llorente, nos deja "helados" y nuestros comentarios no tienen más remedio que hacerse eco de semejante noticia. Recuerdo perfectamente a Evelio Pesquera. Mi condolencia más afectuosa para todos sus familiares. Descansa en paz, Evelio.

Pablo Huarte

Antonio Argüeso- Difícilmente una noticia como la del fallecimiento de Evelio podrá impresionarme tanto. Con él pasé momentos imborrables en Las Caldas y en Montesclaros, intentando evitar que los tendidos eléctricos de aquellas épocas provocaran catástrofes (él de oficial, yo de aprendiz). Confirmo: preocupado sí lo vi, nervioso también, enfadado, nunca. Volví a cruzarme con él en varias ocasiones y Evelio no había cambiado: optimista, con una envidiable visión positiva de todo y de todos. Gracias a este blog esperaba poder cruzarme de nuevo con él. No será posible, no puedo creerlo. Mi más sentido pésame a su mujer y familia. Evelio, un fuertísimo abrazo.

jose ignacio serrano mallada

Uva de racimo que dejas
la vida y me muestras
el camino que me espera,
viejo amigo,
mira que vuelas sin rejas
hacia ese cielo querido
donde no se respira el dolor
ni el olvido,
donde sólo florece el amor
que hace perder el sentido,
viejo amigo,
reparte un poco conmigo.

Jose Ángel Liaño -Cuando esta mañana lo leí en el mensaje enviado por Baldomero, un sobresalto y un flash (el descrito perfectamente por Valdés) acudió a mi mente y mi corazón. Y es que de o para ciertas personas sólo se pueden decir una o dos palabras, que abarcan todo su ser.
Sin pensarlo se lo comenté al compañero y amigo Jose Ignacio (Mallada), parece como si necesitara ese desahogo. Y solamente, porque no sabía casi por dónde salir, le dije: "era un buen chaval". Qué gran contenido tiene para mí esa frase, después de tantos años en colegios, y que cuando la pronunciaba en los consejos de evaluación, los profesores enendían perfectamente lo que quería decir y ya no habia más comentarios.
Evelio (Pesquera), hasta tal punto lo eras que es imposible que durante estos años transurridos dejaras de serlo por un instante.
Siento que no te lo haya podido decir de palabra o por escrito. Pero esta mañana y a lo largo del día sí que lo habrás oido y habrás respondido con esa medio sonrisa; ojos pequeños y brillantes, y sobre todo, limpios.

Un fuerte abrazo, "buen (y ahora feliz del todo) chaval".

Vibot- Queridos compañeros de Evelio, me uno de corazón a vuetra pena.

Aunque no le conocí, vuestro sincero dolor transparenta a un muchacho inolvidable.

In Paradisum...

daniel orden- Lamentamos tu desaparición. Mis condolencias a sus familiares.

Marcelino García Sal- Queridos amigos
Me ha causado un gran dolor la muerte de nuestro compañero Evelio. Quiero expresar mis condolencias a su familia y a sus compañeros de curso que lo recordáis con gran cariño.

Descansa en paz Evelio.

andres cortes aranaz- Querido Evelio:
Todos deseamos que desde allí desde el NORTE, en compañía de los que ya marcharon y que te los habrás encontrado, nos echéis de vez en cuando una miradita a los del SUR.
Tú ya has terminado la tarea de AQUI.
Te queremos como ves, los que te conocimos y también los que no tuvieron ese privilegio. Conocer, aunque sea por referencias a un hombre esencialmente bueno, nos hace ser mejores a los demás.
un abrazo

Pedro Sánchez Menéndez- Hola a todos
Hace unos días Ignacio Manso me comunicó que Evelio estaba hospitalizado y sedado esperando el final. Ayer me comunicó que había muerto. Llamé a Fernando Alonso y por la tarde nos acercamos juntos al tanatorio. Nos encontramos con un grupo de antiguos alumnos y compañeros de Evelio: Pedro Barrio, Marceliano Gómez, Francisco Cenador, Jesús Caldera, Javier Martín, Julián Ruano (no sé si me dejo alguno). Cuando me presentaron a Ana, su esposa, y le di un abrazo y la besé, fue como si la conociese desde hace muchos años. Me alegro de haber estado con ella y con su hijo que, como decían los compañeros, es el fiel retrato de su padre. Para mí fue muy emotivo. Ana, que es enfermera en La Paz, conocía muy bien la enfermedad de Evelio, una enfermedad que se lo llevó en nueve meses cuando tenía sesenta años. Resulta muy doloroso y nos rebelamos como Jesús en la cruz, y no nos queda más que ponernos en las manos de ese misterio que es amor. Estoy seguro que la amistad y el acompañamiento aminorará un poco el dolor de la ausencia de Evelio. Quiero transmitiros mi vivencia para que todos vosotros la viváis también con Ana y con el hijo de ambos. Un abrazo sincero. Pedro

Luis Heredia- Queridísimo Evelio,

Ayer dejé escrito un mensaje que debió quedar en el Camino, aunque tú, seguro, ya lo habrás leido.

Tu familia y tus compañeros/hermanos de La Virgen, entre los que me encuentro, aunque no te haya conocido, estamos orgullosos de haber convivido con "un buen chaval"; expresión que, como dice José Angel Liaño, y él sabe mucho de estas cosas, es el retrato de lo mejor que se puede decir de una persona.

Evelio, danos fuerza para seguir adelante, sobre todo tu familia y haz que los demás nunca perdamos nuestra sonrisa, que nunca superará la tuya.

Un beso muy fuerte para ti, Evelio, y para tu familia


Froilán Cortés- Querido Evelio:
Cuando tanta gente que te había conocido, habla tanto y tan bien de tí, es señal de aprecio y cariño inequívoco. Por eso, el dolor ante tu viaje.
Qué cosas tan bonitas has dejado en el recuerdo de tus compañeros de mocedad. Buen chaval, mirada limpia, tímida sonrisa......
Un abrazo muy fuerte para tu mujer e hijo, y para tí, todo el descanso que sin duda has merecido.
Froilán.

Luis Barbería- A la familia de Evelio un abrazo muy fuerte en estos momentos tan amargos para ellos.

Igual que a los compañeros y amigos, que su recuerdo cariñoso os alivie.

José Mª Cortés Aranaz- En nombre de todos los compañeros que no escriben en el blog, y en el mío propio, un abrazo con todo nuestro cariño para Ana y su hijo.
Nunca olvidaremos a Evelio.
Que descanse en paz.

Gracias a nuestros compañeros que nos representaban a todos en el tanatorio.

Pedro Sánchez Menéndez- Después de estar en el tanatorio volví a hablar con Ignacio Manso. La historia de Evelio cuando empezó a trabajar en Madrid, fue una historia de compañerismo para los compañeros que trataban de salir adelante en aquellos años remotos. Evelio tenía nómina y con ella lograba que algunos de sus compañeros llegasen a fin de mes gracias a los adelantos de Evelio. Es una experiencia que cuentan todos los que en esos años se encontraban cerca de él. Os aseguro que conocer estas historias de Evelio me producen una gran admiración. Una admiración que se suma a otras tantas historias que voy conociendo por el blog y los encuentros que se van sucediendo desde octubre de 2007. José María, tenemos que agradecerte (agradeceros) de verdad el que hayáis provocado que surgiera y conociéramos tanta "vida" que estaba silenciada para la mayoría. Un abrazo. Pedro

Baldomero López Carrera- Acabamos de venir del doloroso entierro en Corcos del Valle de nuestro hermano, amigo, compañero Eve (Pesquera). Leo lo que decís de él y todos coincidimos con Pepín Liaño en que “es” un “hombre bueno”, expresión que se le puede aplicar, como a pocos, en toda su hondura y extensión. Fue el “ministro” servicial, callado y sonriente de nuestro curso (al que todos recurríamos porque “lo arreglaba todo”). Fue el maestro de muchos (de Argüeso, el campanero, de Reinosa, si no mal no recuerdo); quizás también del “ministro” Muñiz. Quiero añadir a lo que decís y a lo mucho que otros pueden decir de bueno de él dos cosas. En primer lugar, Ana Julia, su mujer, que lo sabía todo desde el principio, guardó en el secreto de su corazón –para no hacer sufrir a nadie– la gravedad de la enfermedad de Eve. Merece nuestra admiración. Y ahora, nuestro cariño y nuestro apoyo. Lo tienes, Ana. En segundo lugar, los mejores amigos de Eve son precisamente gente que compartió con él los colegios de Villava y de la Virgen del Camino, el noviciado de Caleruega y los estudiantados de Las Caldas de Besaya y San Esteban de Salamanca. Ellos han recibido a raudales generosidad de Eve; pero ellos –y sus mujeres también– han sido los que, desde que se le diagnosticó la enfermedad, no le han dejado ni un momento solo. Organizaron todos los fines de semana un encuentro en la casa de uno, para que Eve lo pasara bien y se olvidara de su situación. ¡Qué fuerza de unión tan grande generaron entre nosotros aquellos años de infancia y juventud vividos juntos y con un mismo sentido de la vida! Merecen también nuestra admiración y agradecimiento Marceliano, Paco Cenador, Gabriel Aldea, Pedro Barrio (en Sevilla), José Ignacio Manso (en Burgos), Tino “Carriles” (también Sevilla).

JOSE MANUEL GARCÍA VALDES Hace varios meses me fui a pasar unos días a Madrid, donde ahora tengo hipotecas, mejor dicho, un hijo, al que hay que llenar el congelador con cierta regularidad, y que forma parte de esa leyenda urbana asturiana que trabaja lejos de la “tierrina” (los que son aquí entenderán la expresión, al resto se lo explicaré en el centenario), pues bien, aprovechando la coyuntura tuve el placer de compartir mesa y mantel con viejos amigos (que no amigos viejos): Julián Ruano, Paco Cenador y esposa (que no esclava) y Javier Martín y no compartí mesa pero sí una caña, paseo y charla con Marceliano, Evelio y sus respectivas sufridoras (había alguien más de cuyo nombre quisiera acordarme pero no me acuerdo); en esa reunión me enteré de la enfermedad del amigo Evelio. Pude constatar dos cosas importantes: por un lado, la serenidad, buen semblante, buena memoria, y ganas de disfrutar de Evelio, lo cual sirve para confirmar los adjetivos que algunos blogeros han utilizado para describirlo; tal era así que los enfermos parecían sus amigos. Por otro, y esto quiero remarcarlo, la inmensa suerte que tenía de disfrutar de unos buenos, buenos, buenos amigos, en particular Paco Cenador, Marceliano y… (sé que tenía más). Los vi muy pendientes y preocupados de el de palabra y de hecho;segureo que él sabía perfectamente el capital del que disponía. En vísperas de esta Navidad pasada, volví a Madrid y llamé a Paco con la intención de organizar una “órgia y un desénfreno” y me dijo, lo cual me emocionó, que no era posible, porque tenían a su amigo Evelio bastante pachucho y que iban a pasar la velada con él. ¿Qué más se puede pedir? Según me contó Paco, llevaban muchos años de amistad inquebrantable, incluso eran vecinos en Torrejón. Por eso, desde esta página quiero, por un lado, dar mi más sentido pésame a la familia y a sus amigos y, por otro, entonar un canto a la amistad y dar la enhorabuena a esos amigos que estuvieron al pié del cañón hasta el final ejerciendo como eso, como verdaderos amigos. Como Evelio ya no está me los pido. Cuando se agote esa nevera que tengo en Madrid volveré y me apropiaré de ellos; hasta entonces, un fuerte abrazo para todos. Podría ocurrir que se ofreciera alguno de esos “amigos” y fuera él a llenarla, en tal caso que se ponga en contacto conmigo y le daré la dirección; eso no quita que yo vuelva a la “capi” a sacudirme el barro de las madreñas. Hablando de madreñas, acabo de leer a Juan M. Díaz, natural de San Feliz, P. Llena, que dice que el utilizaba madreñas, es verdad, pero las suyas “taven ferraes de goma”, un lujo, y las mías de clavos. Esa es la diferencia entre S. Feliz y Casorvida; España desarrolada y España profunda. Juan, escribe, que algo quedará. Cuando saques la carreña pa tocar ten cuidao con los deos nun los frañas; ahora vete y cáscalo, mejor dicho, explícaselo a los lectores, que bien se te da escribir.
P.D. Aprovecho, por si el amigo Paco Cenador lee estas páginas y sino que se lo comunique el amigo Julián, para decir públicamente que es buen amigo de sus amigos pero es analfabeto o, eso parece, porque ni lee los mensajes que le escribo ni me escribe, ¿qué aprendería en sus años de La Virgen y de las Caldas? Si no sabe leer ni escribir mucho menos recordará a qué elemento corresponde la definición que enseñaba el P. Carrasco que decía: “ non es quid nec quantum nec aliquid eorun quibus ens determinatur. Su indiferencia estoy seguro que se debe a que está haciéndose el interesante para que lo invite a venir a Gijón a conocer el mar. Si era eso lo que pretendías, ya lo has conseguido.

José Ignacio Zurbano- Yo también te recuerdo, Evelio Pesquera, y tengo una imagen bastante clara de du fisico y de tu persona, sonriente, bueno con todos... creo que eras de un curso inferior al mio, no tengo muy claro lo de las anadas o yeguadas.

Siento mucho esta noticia y lo que mas me sorprende es esta ola de solidaridad entre todos los antiguos alumnos dominicos, es como si de repente sacaramos a flote aquellos lazos de amistad que iniciamos hace tantos anos y que se habian quedado un poco adormecidos por el transcurso del tiempo.

Yo también me uno a la familia de Evelio Pesquera, sobre todo a su mujer y su hijo, en estos momentos de dolor. Seria importante que alguno de los que estais cerca de esa familia le transmitierais todas estas reacciones de todos los que conocimos a Evelio.

Desde Bruselas, un abrazo muy fuerte a la familia de Evelio.

santos s. santamarta- A Evelio Pesquera y todos aquellos inolvidables compañeros que ya se nos han ido, pero de quienes nos queda para siempre su amable trato y su sonrisa dulce


El tiempo hace que se agoste el heno
mas no marchitará aquel semblante
de nuestro hermano Eve y su talante
noble, pródigo, fiel, dulce y sereno.

¡Cómo nos inocula su veneno
el dolor por su ausencia en este instante!
Fácil no nos va a ser en adelante
hacernos al no-estar de este hombre bueno.

Ahora en la región de las alturas
libre verá el platónico paisaje
de clara luz y eternas formas puras.

Entre tanto nosotros, aún de viaje
y a tientas por sendas semioscuras,
tenemos en su ejemplo un hospedaje


Fray Carmelo Preciado, o.p.- Sevilla, 16 de abril de 2008

Familia de Evelio Pesquera

Madrid

Queridos Ana y Carlos y querida familia y amigos:

Me acabo de enterar de la muerte de vuestro esposo y padre, para mí, amigo y compañero, Evelio.

No me resulta fácil escribir, porque esta realidad de la muerte, de la que fácilmente hablamos cuando “está lejos”, al estar cerca, entre nuestra familia o amigos, nos quedamos casi sin palabras, quizás sólo interrogantes y preguntas, incluso a Dios. A veces, los caminos de Dios no coinciden con los nuestros, que quisiéramos que fuesen los de él, pero no por eso deja de ser un Dios de amor y bondad.

Ya hace unos meses, me informaron de que Evelio se encontraba mal de salud, pero uno tiende a pensar que nunca es tan grave como te dicen, hasta que llega ese momento sin posibilidad de vuelta, y ya resulta tarde para remediar la palabra no dicha en su momento o el gesto no hecho, de ánimo y esperanza ante el amigo que sufre. Y no sabéis cuánto siento no haberle escrito.

Desde la fe de creyente, y en mi caso de fraile dominico, no me queda sino el consuelo de las palabras de Jesús a las hermanas de Lázaro: “Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque haya muerto vivirá; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás”.

Estoy seguro de que Evelio, con todo su camino de fe recorrido, con sus interrogantes y dudas que como persona ha vivido, también encontrará esa morada que Dios ha prometido para todos los que ama y los que le aman, aunque sea a su manera. Va a ser enterrado en su pueblo, en el lugar de sus raíces humanas, en el lugar de sus mayores y donde transcurrió su infancia. Que todos los que le han precedido en la vida, le conduzcan a la presencia de Dios Padre, que es padre de amor y de los hijos pródigos que vuelven al hogar y casa paterna.

Me uno a vuestros sentimientos de dolor, a la vez que deseo que vosotros viváis en la confianza de que él, desde ese más allá gozoso y distinto, no os deja solos, sino que os seguirá acompañando con ese amor, entrega, cercanía y alegría con que siempre lo hizo.

Con mi oración y Eucaristía por su eterno descanso, y mi recuerdo de todos vosotros, sus más íntimos familiares y amigos, un abrazo

Fray Carmelo Preciado op

félix cañal santos- QUERIDO AMIGO EVELIO.
Estoy leyendo los anteriores escritos de algunos de los amigos y compañeros que has (hemos) tenido en tu vida y no puedo por menos de llorar de emoción y de pena al saber que nos has dejado, aunque estoy convencido que no será por mucho tiempo, ya que, ¿por qué engañarnos? no tardando nos volveremos a ver, y ya estaremos juntos para siempre.
Tu sabes bien que los comentarios que todos hacen sobre ti son auténticos,siceros,verdaderos, salidos de lo más profundo del corazón, incluso de los que no te conocieron en persona.
Los que sí te conocimos y tuvimos la gran suerte de ser compañeros de curso, aunque hayan pasado años sin vernos, siempre hemos tenido en la mente tu imagen imborrable de buena persona, tan buena, que es muy difícil que cualquiera de nosotros que aún quedamos por aquí podamos llegar a igualarte.
Tengo presente las muchas horas que pasamos juntos haciendo "chapucillas" eléctricas. En esos años, en los que carecíamos casi de todo (en las Caldas, en Montesclaros) yo estaba siempre detrás de ti para que, con tu especial habilidad, me ayudaras a hacer guitarras eléctricas. ¿Recuerdas qué bien sonaban? Aquello era maravilloso. Eras para mí un genio que de no sé dónde sacabas altavoces, amplificadores, micrófonos... Todo un equipo sonoro que montabas con tus hábiles manos, que nos ilusionaba y nos hacía sentirnos como un "conjunto moderno". Y si en alguna actuación algo fallaba , allí estabas tu con el soldador para solucionarlo en un instante. Nunca te negabas. ¡Qué amabilidad y qué paciencia la tuya! ¡Cuanto te agradecía yo especialmente que me ayudaras a construir aquellos instrumentos!
Lo comentaba todo esto, en el reecuentro en León, con Muñiz el "ministro", otro gran amigo tuyo (y mío) y con las mismas aficiones, que también colaboró más de una vez en esas tareas "electrónicas".
Por estas y otras muchas cosas tengo un grato e imborrable recuerdo de ti, Eve, y creo que tu amistad y tu incondicional ayuda en todo cuanto te pedí fueron decisivos para que esos años míos de estudiante (y creo que los de otros muchos compañeros también) resultaran más llevaderos y, en gran medida, felices.
Querido amigo Eve, la gratitud que te manifiesto con estas líneas, la hago extensible, en estos difíciles momentos, a tu querida familia , por si en algo le sirve de consuelo.
félix

Baldomero López Carrera- Introduzco aquí una carta que me manda Fr. Ignacio Iráizoz desde Perú con motivo de la muerte de Eve Pesquera.

“Querido Baldomero. Me extrañó tu reciente correo en el que me decías que Evelio estaba muy grave, incluso sedado, pues no hace todavía un mes que me comuniqué con él y me contaba cómo era el proceso de su enfermedad. Estaba muy tranquilo; incluso me dijo que ese día tenía una cena con los amigos, me parece que en casa de Marceliano.

Tenía intención de escribirle, pero no encontré el anterior correo con el que me comuniqué con él; seguramente lo debí de borrar. Ahora deseo encarecidamente que te comuniques con su esposa, creo recordar que es Ana, que le des mi pésame, nada de protocolario y cumplidor, sino profundamente sincero. Mejor le dices que te dé su correo, que deseo escribirle, aunque no sea más que para recordarle que aquí tiene un amigo, por ser amigo de Evelio, a quien siempre admiré y quise, como creo la mayoría de sus compañeros, pero yo especialmente, y para me cuente algo de él. Además deseo decirle que al ir yo este verano a España, quisiera poder visitarla y conocer a su hijo.
Baldo, es favor que te pido por ser tú aún nuestro “Prior”, con lo que te toca cumplir estos servicios. Ese mismo día dije la misa por él aquí en la selva y les contaba a los pocos que estaban por quién la decía, qué clase de amigo era Pesquerica y lo mucho que le quiero, como a tantos otros, entre los que te incluyo. Recibe un abrazo junto con mi agradecimiento; igualmente a Juli. Javier Ignacio Iráizoz, o.p.”

 

16 comentarios

ISABEL CENADOR -

Como todos podeis imaginar soy la hija de Paco. Leyendo todo lo que habeis escrito sobre mi "tio" Eve no puedo contener las lágrimas. Es maravilloso darse cuenta de lo unidos que habeis estado. Yo lo he podido vivir con algunos compañeros de mi padre a los que considero parte de mi familia, pero nunca pensé que la familia fuera tan grande.
Tengo casi 29 años y esto que ha pasado a hecho darme cuenta que nunca en mi vida me había sentido triste.
Esto ha sido algo horrible y sobre todo INJUSTO, él no se lo merecía, por eso, y creo que hablo en nombre de todos a los que considero mis primos y tios, nos sentimos tan mal.
Mirando las fotos que tenemos en casa de las vacaciones, en todas sale él y es que han sido muchos y muy buenos los momentos que nuestras familias han pasado juntas.
Para mi padre era más que un amigo, no me equivo en decir que le quería como a un hermano. No tenerle entre nosotros va a ser muy difícil.
Entre toda la familia que hemos formado, tanto padres como hijos, ayudaremos a Ana y a Carlos porque les queremos muchísimo y tendremos que superarlo más juntos que nunca.
Un beso para todos.

Francine y Gabi (Aldea) -

Hoy he tenido el coraje de leer los mensajes escritos en recuerdo de Evelio, y confieso que me he emocionado mucho. Quisiera añadir nuestro granito de arena a este homenaje en nombre de nosotros dos y creo que de todos nuestros amigos, Paco, Marce, Pedro, Tino, Jose, y sus respectivas mujeres. Evelio fue el primer amigo, junto con Paco Cenador, que me presentó Gabi cuando llegue a España en Setiembre del año 1972. Aun me acuerdo. Nuestra amistad sigue más viva que nunca aun hoy. Hemos compartido momentos maravillosos todos juntos, Evelio era una persona leal, amigo de sus amigos, serio pero con una sonrisa jovial, siempre dispuesto a ayudar. Como podeis imaginar, tenemos muchos recuerdos del "tio Eve" en casa, porque para todos nuestros hijos es el "tio Eve" y la "tía Ana".... el me hizo mi primera TV en B/N recién llegada a España.
En Julio pasado, cuando nos enteramos de su enfermedad, se nos rompió el corazón. Es injusto... intento entenderlo pero no puedo. Hemos compartido momentos maravillosos todos juntos, uno de ellos, el puente de mayo que llevamos haciendo todos juntos desde hace 23 años, sin fallar ningún año! Este año, será distinto, duro, pero lo haremos en homenaje a Eve que tenía muchas ilusiones con estos puentes. Es increible como todavía hace un mes, estaba pensando en ello! Ha sido un gran luchador hasta el final, ninguna queja nunca, el buen humor siempre a pesar de su enfermedad. Le vamos a echar mucho de menos, nuestros hijos también lo han sentido muchísimo. Hemos perdido a padres, es doloroso porque nunca se acepta cuando llega, pero el dolor que sentimos hoy es terrible. Estamos rotos.
Ahora nos toca ayudar a Ana y Carlos. Saben que estamos aqui para ayudarles en su dolor que también es el nuestro. Un abrazo fuerte a los dos.

Ana y Carlos -

He tardado días en abrir esta página,aún conociendo su existencia. Podía sospechar su contenido, sabía que me iba a ser difícil su lectura y cuando la he leído....., ha sido más de lo esperado. Conocí a Evelio un 15 de Junio, víspera de mi cumpleaños,no dejamos de vernos desde ese día y nos casamos un 16 de Septiembre, víspera de su cumpleaños.
Compartir mi vida con él ha sido un paseo maravilloso al que se incorporaron sus/mis compañeros/ amigos,amigos, familia y un hijo que ha heredado de su padre su físico y sus valores.
En cada nota escrita por vosotros, queridos amigos, aparece aspectos de Eve que todos recordamos: su sonrisa,su generosidad, su lealtad, su amor por la vida, familia, profesión y amigos. Siempre dispuesto a facilitar la vida de los que le rodeaban.
He tenido la suerte de contactar con algunos de los antiguos compañeros de Evelio en los encuentros que se programan cada año. El pasado , en La Virgen del Camino, no pudo contar con nuestra asistencia porque ya estaba él en pleno tratamiento de quimioterapia.Sin embargo, siguió todas y cada una de las noticias sobre el mismo. Cuando nos encontramos en Montes Claros con vosotros disfrutó con cada reconocimiento, con cada abrazo, con cada una de las mil anécdotas que contábais. Se veía que los años pasados juntos, habían sido muy importantes y cada instante tenía un gran valor por haber sido vivido con intensidad y cariño. Su vida en Corcos con su familia y esos años en el internado, los valores aprehendidos, sus experiencias y enseñanzas han sido la base de una vida posterior que hemos podido disfrutar plenamente los amigos que siguieron más cercanos, sus compañeros de profesión y, por supuesto, su familia.
Está siendo extraña y dura su ausencia porque nos quedaban muchas cosas que compartir, que vivir entre los tres y con todos vosotros.Nos queda de él todo para poder seguir en este camino de la vida en el que cada instante que pasa se le añora.
Gracias a todos por acompañarnos y seguiremos en contacto.
El cariño y el hogar de Eve, Ana y Carlos son vuestros.

Pedro López LLorente -

El día 19 de Enero de 1972, con una nevada tremenda, iba para El Ferral a hacer la "mili", por supuesto que iba angustiado y deprimido. Al llegar a la compañía, la 24, después de colocar la ropa en la taquilla e ir haciéndome a la idea de lo que iba a sufrir, oigo una voz que dice:¡Perico!, me doy la vuelta y veo a EVELIO PESQUERA. Me cambió la cara, la alegría fue inmensa, nos dimos un abrazo y para mí los tres meses del campamento fueron maravillosos, lo pasamos fenomenal, sobre todo yo, por haber podido disfrutar de la compañía de una persona tan buena como fue Evelio Pesquera.
Un fuerte abrazo Ana y Carlos.

Pedro Barrio González -

Aún no tengo el alma dispuesta y mis ojos no resisten su recuerdo, pero hablaré de Eve: la generosidad hecha vida, la amistad con nombres y apellido. Mis hijos siempre han creído que era su tío (tio Eve)y en mi familia siempre han sabido que siendo tres hermanos yo tenía cuatro (Eve). No puedo seguir porque aún conservo la imagen de su agonía, su última "casi mirada", un inicio de caricia y el impagable y dulce tacto de su mano.
Dadme tiempo.
El último maravilloso regalo que me ha hecho Evelio ha sido el de poder volver a recordaros.
Ana y Carlos: aún me quedan infinitos besos.
Un abrazo a todos.

Teo -

"El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón produce lo bueno", estas palabras de un sabio de antaño definen lo que fue Evelio. "Mejor es un nombre que el buen aceite, y el día de la muerte que el día en que uno nace" escribió otro sabio. No hay duda, Evelio se forjó una reputación como pocos hombres lo hacen. Es un ejemplo de generosidad y cariño. Su fallecimiento ha causado mucha tristeza támbién entre sus compañeros de trabajo y en su nombre quiero agradecer a la familia los cuidados que se le dieron hasta que se durmió en la muerte y a todos estos "viejos" amigos de esta página nuestro abrazo amigo. Evelio fue un hombre querido allá por donde pasó y haber compartido parte de nuestra vida con él nos ha dignificado a todos. Le echamos mucho de menos.

Vibot -

Valdés, mi amigo, le he leído por teléfono tu mensaje a Carlos Julio -no usa internet- y me dice que para él fue una sorpresa maravillosa volver a hablar contigo.

Espero que os veáis pronto. Un abrazo.

JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -

Mensaje para Vibot: ciertamente me llevé una sorpresa porque hacía 38 años que no sabía nada de Carlos Alonso Herrero. Pude comprobar que tiene una voz bonita y de persona joven madura, que trabaja en la radio y que tiene una gran memoria; en poco tiempo me recordó cosas de las que Alzheimer me había privado. Me dió noticias de Ribón pero de tiempo ha. Como siempre quedamos en que algún día nos veríamos por aquí o por allí, o ... lo más seguro es que "quién sabe". Poco a poco nos vamos reencontrando; las nuevas tecnologías son la leche. Beos y abrazos

Antonio Argüeso -

De Ribón solamente puedo decirte, caro Valdés, que años ha topé por estas frías pero no inhóspitas tierras, con un hermano suyo. Me dijo que andaba trabajando por el soleado mediterráneo. Quise saber más, pero no hubo forma.

Yo también quisiera saber algo de él, claro, pues con Ribón y con el para nosotros cuando aquello jovenzuelo Javier Muñiz (un abrazo, amigo ¡cómo se cambia con el tiempo! –me refiero a lo de juvenzuelo–) hicimos muchas chapuzas, pero siempre correctas. Lo de que la tele no funcionaba a veces, es un infundio producido por tu desbordante y asturianizada (o exagerada, que tanto monta) imaginación. Si consigues hablar con él háblale de nosotros y de eso que Julián comenta de reunirnos en Las Caldas este (algún) verano. En ese período suelo andar por el norte y me apunto encantado.

En Las Caldas fue donde más cosas hice con Evelio; seguro que también él se apunta.

Vibot -

Valdés, Una persona que te conoce me pide que te dé su teléfono para darte noticias de Ribón:

687 14 23 40

Espero que te guste la sorpresa.

Un abrazo.

JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -

No quería que se agotase este espacio dedicado a Evelio sin hacer un recordatorio de su verdadera pareja de “chapuzas eléctrico-mecánicas”, hablo de Jesús Ribón Villa, alias “el chispas”. Era de mi curso y yo de suyo, 59-65 en la Virgen, por tanto, uno menos que el amigo Evelio. No supe más de él. Pregunté a la colonia de Madrid y tampoco sabían nada de él. Recuerdo a Evelio y a Jesús (también se unió al dúo el amigo Argüeso) casi siempre juntos en arreglos y chapuzas a domicilio y, los judíos, lo hacían bien, aunque, es cierto que ,alguna vez, en las escapadas que hacíamos por la noche al salón de actos a ver la tele ( siempre con permiso del P. maestro, por supuesto) nos quedábamos a dos velas porque los mencionados metían los dedos donde no debían o no acertaban con los mecanismos adecuados. Fueron muchas veladas en aquel club nocturno gracias a ellos. Esto es un llamada por si alguien o “álguienes” saben algo para que le den n toque y se dé a ver.
Respecto de Evelio, espero que desde donde esté siga dándonos luz para no tropezar y seguir a delante.
Un abrazo

Eugenio González Núñez -

Evelio, desde estas tierras de América, donde "Dios puso el Edén", -que disfrutan unos pocos-, te recuerdo.

Fue en Nicaragua cuando te vi por última vez, y Herrera y yo compartimos contigo amenas charlas, viajes a Managua y comidas fraternas. Habías venido para visitarnos y gozamos de tus elocuentes silencios, de tu gran corazón, y del inolvidable queso de Corcos, tu querido pueblo. Nunca volví a saber más de ti. Pero en aquellos días lo supe casi todo: seguías siendo el mismo de Caldas, Montesclaros, Salamanca. Escapulario al viento, sonrisa a media asta, recorrías pasillos, claustros y desvanes, arreglando luces, radios y teuves por toda la casa. "¡No tengo luz en mi celda!", alguien gritaba, y alguien le respondía "¡llama a Pesquera!". Y allí estabas tú, siempre paciente y sabio, cinta aislante en el bolsillo, un cable rojo entre los labios, alicates en la mano, dándonos luz y alegría a raudales.

Tú lo sabes, te seguimos queriendo y te buscamos para que nos tiendas un cable desde ese cielo donde ya seguro te han contratado para alumbrar, con luz divina, las fiestas primaverales.

"En un cortocircuito fatal, tus ojos -¡quién te lo diría, amigo Evelio!- se han fundido con la tierra, pero nunca se apagará la intermitente luz de tu mirada"

Carlos-Bañugues -

Me acabo de enterar de que nuestro compañero mayor Evelio nos ha dejado.
Leo con detenimiento cada uno de los recuerdos y sentimientos que expresan sus compañeros más allegados.Aquellos con los que compartiste,Evelio,una buena parte de tu hermosa vida..y me conmueven todos los comentarios,llenos de amor,de admiración por tu grandeza de espíritu,la solidaridad que repartiste con quien te necesitó,por tu marcha en silencio..Conocerte más de cerca habría sido un privilegio que me he perdido.Sin embargo y gracias a todos ellos,que han ido desgranando los frutos de tu enorme corazón,te he sentido muy cerca y mi cariño más amoroso te ha acompañado,ha sido para tí,para Ana y tu querido hijo.Os llevo en el corazón.Me alegra saber que he tenido un compañero tan especial como Evelio.Le admiro hoy y lo haré siempre.
¡Quién pudiera parecerse en algo a vuestro esposo y padre!
Desde donde ya está nos seguirá ayudando,como era normal en él,en el camino que nos queda hasta el reencuentro.Has sido un ejemplo para todos,compañero inolvidable.

Javier Muñiz -

Querido Evelio: Acabo de entrar en este maravilloso invento, maravilloso, aunque en este momento sea para recibir la triste noticia de tu abadono.
¿Cómo nos has dejado solos?, ¿no has podido hacer ninguna "chapucilla": genialidad tuya, para poder quedarte con nosotros algún tiempo más y regalarnos con tu sonrisa, tu generosidad y tus grandes dotes de servicio y ayuda?.
Tú si que fuiste el "MINISTRO". Maestro de maestros:Antonio Argüeso, al que le mando un fuerte abrazo, y que a su vez fue el que me enseñó y aficionó a "chapucear".
¡Cuánto tiempo inventando!, ¡cuánta improvisación!, ¡cuánta genialidad! haciendo instrumentos para que pudiesen tocar Cañal, Doval y alguno más que ahora no recuerdo su nombre. ¿Recuerdas las guitarras eléctricas que hacíamos con tapaderas de water?; ¿y los tambores que hicimos? ¿recuerdas que bien sonaban después de tensar su piel en alguna estufa?. Espero que no hayas dicho a nadie de donde salían las pieles para estos instrumentos.
¡Cuántas horas preparando tramoyas para las fantásticas obras que se representaban en Las Caldas!.
¿Cuánto tiempo intentando localizar las averías en la instalación eléctrica en Las Caldas, que saltaba a la mínima que se enchufaban dos estufas.
¡Cuántas "galenas" hicimos en la Virgen del Camino, con el material que nos traía Fr. Olcoz, para escuchar la radio debajo de las sabanas sin que el Padre Pedro y el Padre Cura se enteraran...!

No voy a seguir transcrbiendo más recuerdos porque no acabaría nunca, aunque me quedo con la gana.

Querido Evelio, a tí que nunca se te resistía nada con tal de poder hacer algún favor a alguien o darle una alegría, no has podido hacer la última "genialidad", aunque estoy seguro que lo intentaste, pero siempre tuvimos escasez de medios. ¡Tendría que ser así!.

Un fuerte abrazo, que sé que recibirás, de todos los que tenemos tanto que agradecerte. Siento no haberte vuelto a ver desde aquellos tiempos heroicos.

No he tenido la suerte de conocer a tu mujer y a tu hijo, que debe ser encantador, pues dicen que es tu vivo retrato.
Un fuerte abrazo para los dos y os acompaño en vuestro dolor.
Javier Muñiz "aprendiz del MINISTRO".

Antonio Argüeso -

He leído y he llorado con todo lo que habéis escrito sobre Evelio. Llevo tres días, no abatido (¡eso no me lo perdonaría Evelio!) pero sí consternado, pensando continuamente en él y en el dolor de Ana y de su hijo. Pasamos tantas, tantas horas juntos Las Caldas y en Montesclaros… En una de las pocas ocasiones en las que nos cruzamos en Madrid estaba mi mujer. En la cena estuvieron junto a Evelio y Ana, Marce, Paco Cenador, Javi Aldea con sus respectivas mujeres (y no sé si alguno más, que me perdone si lo olvido). La velada duró, claro, hasta el amanecer. El comentario de mi mujer al día siguiente fue: “¡es increcíble! os tratáis y me hablaban de ti como si fuerais hermanos muy cercanos.

Todos los comentarios aquí leídos dan fe de ello; al final, los años que pasamos juntos hicieron de nosotros una genial familia, a la que las duras circunstancias de la vida ha desperdigado pero que situaciones alegres, como el 50vo aniversario, o trágicas, como la salida de Evelio, nos unen.

Dos cosas más: Cañal, lógicamente asiento totalmente en lo que dices sobre las habilidades de Evelio. ¡De dónde sacaba esa imaginación para solucionar cualquier encargo/problema técnico! Recordarás, supongo, la excelente guitarra eléctrica que te construyó con la tapa de un vater (usada, claro, que los tiempos no permitían otros lujos). Habrás tenido otras más vistosas, pero no creo que con mejor sonido.

Termino: José Mari, gracias a tu trabajo podemos reencontrarnos. No tengo tampoco palabras para agradecértelo.
Evelio, piensa en nosotros que nosotros a ti no te olvidaremos nunca, nunca.

Andrés Martínez Trapiello -

Tiempo vivido, y...
Lo siento.