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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

LORENZO SARABIA

LORENZO SARABIA

Os presento una nueva aportación al mundo del Cine, la vida llevada al ídem del insigne Cabo Primero Lorenzo Sarabia. Este Justino ya no sabe qué buscar para ligarse un viaje con dietas y todo "pago" a donde sea, a Tombuctú, a Nueva Delhi o a Palanquinos.

De nuestro corresponsal en Tombuctú, Justino Blanco Villacetú, que en todas partes se metectú, Reportero TOTALTÚ. Justi, por cierto, ¿te vacunastetú?


’Si los ingleses se vanaglorían de las hazañas de su Lawrence, nosotros, los españoles, no íbamos a ser menos. La idea del film que esta semana les presento, surgió en una noche de animada tertulia junto al fuego, en el berciano pueblo de Albares de la Ribera, cuartel general de nuestro compañero Chema Sarmiento, al cual ni siquiera oso comparar con el pan, porque este último saldría perdiendo (me refiero a la bondad).

Pues bien, como os iba diciendo, reunidos en contemporáneo FILANDON, hallabanse Vibot, Cícero, Manolón, Estrada, Valdés, Luis Teodulo, Santamarta y algún blogero mas, cuyo nombre no acierto a recordar, siendo tema de animada conversación el cine, cosa por otro lado nada extraña, dada la profesión del anfitrión.

Entre los grandes films objeto de su conversación, un tertuliano citó a la oscarizada cinta Lawrence de Arabia. Por supuesto, la aceptación de la misma como obra maestra del septimo arte fué unánime. Pero lo que realmente despertó el interés general de los allí presentes fué cuando uno de éllos les espetó:’ ¿Y que me decís de Lorenzo Sarabia? ¿Acaso no merecen sus gestas ser llevadas a la gran pantalla? El estupor se adueñó de todos, al tiempo que miradas inquisidoras entre si demandaban una aclaración sobre tan anónimo personaje.

El blogero en posesión de la palabra comenzó a narrar vida y milagros del hasta hace unos instantes perfecto desconocido y a pesar de no existir paralelismo aparente alguno entre sus hazañas, y las del Englishman, estas tampoco le quedaban a la zaga.

Su historia se remontaba a Sidi Ifni, año 1958, cuando el servicio militar era obligatorio.

  • Si Lawrence fué Teniente Coronel, nuestro Lorezo fué cabo primero.
  • Si Lawrence conquistó Ácaba,nuestro Lorenzo conquistó el islote Perejil.
  • Si Lawrence consiguió unir a las tribus árabes dispersas, Lorenzo unió a toda la compañía para hacer una primitiva semanal.
  • Si Lawrence sufrió torturas, Lorenzo hubo de soportar el castigo de los sacos terreros.
  • Si Lawrence bebía Whisky en el bar de oficiales, Lorenzo bebía prieto picudo en la cantina.
  • Si Lawrence montaba en camello, Lorenzo fumaba cámel montando al camello.


En fin... Tras escuchar tan bella historia, días mas tarde Chema Sarmiento se desplazó hasta Tombuctú en busca de exteriores para su film, el cual meses mas tarde pudo ver la luz en las mejores salas de España, como suele decirse y con éxito arrollador.


NOTA: Crónica dedicada a nuestro muy querido Chema Sarmiento, al cual debemos todos el impagable esfuerzo y dedicación demostrado antes, ahora y después del reencuentro, al emular a la Real Academia de la Lengua, limpiando, fijando y dando esplendor a nuestra añorada música colegial.

Chema dirigió con gran acierto la película EL FILANDON en 1984, haciendo que los leoneses, asturianos y gallegos rememoraran las viejas costumbres que en la misma se recojen.
Su vida transcurre a "camello" entre París y Albares de la Ribera, siendo su profesión la cinematografía.

Para todos aquellos que no hayais tenido la fortuna de conocerle mas a fondo, simplemente deciros que es un perfecto anfitrión y mejor persona. No acaba de organizarnos un encuentro, cuando ya nos anuncia el próximo.

14 comentarios

Luis T. Barbería -

Amigo Chema: lo tienes aquí
http://www.fundacionlengua.es/cuentos_populares/

Son tres cuentos populares de Castilla y León. Y los podrás oir narrado, el de Juan y el de La Vaca, por el propio Luis Mateo o leer simplemente el texto.

Sí que es majo Carmelo. Aquí vivía en una boardilla, encima de correos, en la calle Mayor y dejó muy buena impresión por su sencillez y simpatía.

No me atreví nunca a hablar con él, fuera de esa ocasión que te contaba antes, que realmente no fue en la calle, sino en la entrada del Auditorium de Zaragoza.
Y eso que lo tuve cerca en muchas ocasiones.

La maldita timidez me hizo perder la ocasión de conocer a una persona que, estoy seguro, hubiera merecido la pena.

Otra vez será.
Un fuerte abrazo, Chema, y te deseo lo mejor en tus proyectos.

Chema Sarmiento -

Queridos amigos, todos los que os habéis detenido en este portal y los habéis tenido a bien escribir unas letras:

En primer lugar quiero decir al retratista, el Maestro Justino, que me ha sacado muy guapo, así que he decidido comprarme un turbante y llevarlo siempre puesto en adelante. Pero por error me llama Lorenzo Sarabia, cuando el nombre debía ser Lorenzo de Albaria.

Luis Teódulo nos deleita con ese cuento infantil de Luis Mateo que yo no conocía. Me gustaría mucho que me dijera de dónde lo ha sacado. También nos ha dejado sus recuerdos del rodaje de “Tierra”. Si viniera el 24 (ya sé que de momento ha dicho que no podrá) le contaría a mi vez cómo no llegué a conocer a Julio Medem, que hizo sus primeros pasos como ayudante de montaje en una película en la que yo debía ser el director del montaje. En cuanto a Carmelo, que sigue igual de majo, he tenido ocasión de comer con él hace menos de dos semanas.

Carlos Bañugues dice cosas tan bonitas que no sabe uno qué replicar. Dice que soy un anfitrión inmejorable, pero yo sé quien me puede mejorar: él mismo que, con Maria Jesús, me trataron como a un verdadero sultán, cuando estuve a verles.

Luis Heredia, me gustaría verte por aquí próximamente, si es posible. Que me supo a poco cuando nos vimos en el reencuentro. En mi “almario”, que estoy ampliando últimamente, hay un sitio vacío que te está esperando.

Querido Mariano, la peli de la que me pides noticias, está un poco parada, por desgracia. Pero sigo trabajando para que salga adelante. A menudo tengo que luchar mucho, mucho, para poder llegar a realizar un proyecto. Hasta el punto de que puede que haga próximamente uno que escribí por primera vez hace más de veinticinco años.

Javier ya sé que me quieres, que me queréis, pero me ha gustado oírtelo decir. Aprovecho para decirte algo que también tú sabes: que te quiero, que os quiero a Mamen y a ti.

Oscar, qué bonito recuerdos los de nuestro viaje en bici a Santiago de Compostela, y el cursillo en Madrid que evocas. Algunas veces me pregunto qué paso para que mi tren se desviara del camino que tenía trazado (y qué pasaba, en efecto, por la escuela bíblica de Jerusalén). Sólo encuentro media respuesta. Por otro lado, Luis Heredia decía en su mensaje ( y yo lo recibí como si me hubiera puesto en las manos una patata ardiendo) que yo era alguien con carisma. Yo cuando pienso en alguien con carisma, pienso en ti (coge la patata y mira a ver a quién se la pasas).

Juan Antonio, me gustó mucho hablar largo y tendido contigo (aunque me tiene algo mosqueao que no te acuerdes de quién soy ¡Y yo que a veces dudo de si el mundo existe en cuanto tal, o es un simple producto de mi imaginación! ) Mira a ver cuando puedes pasar por aquí, porque todo el mundo dice que el botillo, fuera de El Bierzo, no sabe igual.

Luis T Barberia -

Luis Mateo Díez, uno de los escritores que ha colaborado con Chema en El Filandón, era hijo del Secretario del Ayuntamiento de Villablino. Como Sender, que su padre también era Secretario de Ayuntamiento.

De Luis Mateo sólo conozco un libro, que me dejó una buena amiga: La ruina del cielo. Me bastó y me sobró para saber que estaba ante un escritor extraordinario, uno más de los muchos que abundan en estos últimos tiempos por esas tierras leonesas.

Y he encontrado este delicioso cuento infantil suyo que os transcribo:

JUAN EL DE LA VACA
Esto había de ser un hombre que tenía un hijo y una vaca. La vaca era
muy hermosa y el hijo algo tonto.
El padre lo mandó un día a vender la vaca, porque les hacía falta el
dinero. A Juan, que así se llamaba el hijo, le daba mucha pena, porque
estaba muy encariñado con el animal, pero no tuvo más remedio que
obedecer.
Al pasar un monte, le salieron unos ladrones y le robaron la vaca.
Pero él fue siguiéndolos y los vio entrar en la casa donde vivían.
Volvió a la suya y el padre le preguntó:
- ¿Cómo es que vuelves tan pronto? ¿Ya has vendido la vaca?
- No, padre, que me la han robado.
- Corno que eres tonto.
- No se preocupe usted, padre, que la vaca me la cobro.
- ¡Tú qué vas a cobrar! -dijo el padre muy enfadado.
Entonces Juan se disfrazó de doncella y fue a casa de los ladrones.
Preguntó si necesitaban criada y ellos dijeron que sí. De manera que se
quedó a servir con ellos.
Por la noche el capitán la llamó a su habitación y dijo a los ladrones:
- Esta moza parece un poco arisca. Si oís gritar, no acudáis ni hagáis caso,
que esto es cosa mía.
Bueno, pues ya el capitán apagó la luz y entonces Juan sacó una correa
que llevaba debajo de las sayas y empezó a darle correazos al capitán,
venga correazos. Y aunque éste gritaba, nadie acudió a socorrerlo.
Cuando ya el capitán estaba sin poder moverse, Juan cogió todo el dinero
que encontró por allí y se escapó por una ventana, diciéndole:
- Que no se te olvide que soy Juan el de la vaca.
Cuando llegó a su casa, le dice al padre:

- Tome usted, padre, que ya me he cobrado la vaca. Pero ahora tengo que cobrar más.
Mandó hacerse un traje de médico, y así vestido se acercó otra vez a la
casa de los ladrones.
Estos andaban buscando precisamente un médico, desde que vieron
cómo había quedado su capitán. Así que, nada más ver al médico, le
pidieron que entrase.
Entró el médico, reconoció al capitán y dijo:
- Esto es de una soberana paliza que le han pegado.
- ¡Sí, señor! -dijeron los ladrones-. ¡Qué médico tan sabio!
Entonces el médico mandó a cada uno de los ladrones a buscar una cosa
distinta por todos aquellos pueblos.
A uno lo mandó por vendas, a otro por alcohol, a otro por algodón, a
otro por una pomada, así hasta que no quedó ninguno en la casa.
Y en ese momento se fue otra vez para el enfermo, se sacó la correa y se lió a correazos con él diciéndole:
- ¡Que soy Juan el de la vaca! ¡Que soy Juan el de la vaca!
Cuando se cansó de darle correazos, llenó unos cuantos bolsos de dinero y se fue de allí.
Al día siguiente Juan se disfrazó de cura. Como el capitán había quedado bastante grave,
Los ladrones estaban a la puerta por si pasaba un cura, y en cuanto lo
vieron venir, le pidieron que entrara a asistir a un moribundo.
Juan subió a ver al enfermo y dice:
- ¡Huy, este hombre se va a morir ya mismito! Corriendo, id al pueblo y
uno que me traiga el copón, otro el santóleo, otro el roquete, otro la
estola, otro el hisopo...
Así fue diciendo, hasta que no quedó ningún ladrón en la casa.
Entonces otra vez se fue para el capitán, que nada más verlo gritó:
- ¡No, por favor, otra vez el de la vaca no! ¡Llévate todo el dinero que
quieras, pero no me des más correazos! Mira, ahí está la caja. Coge todo
lo que quieras.

Juan cogió todo el dinero, menos tres pesetas para que comieran aquel
día; pero todavía antes de irse le dio un par de correazos al capitán.
Cuando llegó a su casa y le entregó a su padre todo el dinero, le dice éste:
- Hombre, pues no eres tan tonto como yo creía.
Pero Juan estaba preocupado, porque sabía que de un momento a otro se presentarían los ladrones a ajustarle las cuentas.
Así que no se despegaba de la chimenea, y tenía preparado un caldero de pez, por lo que pudiera ocurrir.
Una noche sintió pasos por el tejado y se dice:
- ¡Ahí están!
Oyó que uno les decía a los otros:
- Bajadme con una cuerda poquito a poco.
Entonces Juan atizó la lumbre y el otro que venía para abajo mete los pies
en el caldero y se abrasa. Dice:
- ¡Arriba, arriba!
- ¿Qué te pasa? -le preguntaron los otros.
- Nada, …que está muy oscuro y me da miedo.
- ¡Pues vaya un ladrón que estás tú hecho! -dijo otro, y empezó a bajar
por la cuerda.
Cuando llegó al caldero, también se abrasó los pies y gritó:
- ¡Arriba, arriba!
- ¿Qué te pasa?
- Nada, …que hay muchos mosquitos.
- ¡Pues vaya ladrón que estás tú hecho! -dijo otro, que era el capitán-.
Ahora bajaré yo y, aunque diga «arriba, arriba», vosotros más me bajáis.
Empezó a bajar el capitán por la cuerda y al momento se puso a gritar:
- ¡Arriba, arriba, que está aquí el de la vaca, que está aquí el de la vaca!
Pero los otros, ni caso. Cada vez más abajo, hasta que el capitán cayó
enterito en la pez hirviendo y se quedó como un chicharrón.
Y colorín colorao, este cuento se ha acabao.


Juan A. Iturriaga -

Chema Sarmiento es un hombre de una sensibilidad exquisita, tanto, que a veces te desequilibra. Lo mismo que cuando estás ante una señora guapísima, o alguien muy importante.

Además del Filandón, es el autor de “Los Montes”. Una genialidad que te estremece. La vida en un par de fotogramas.

No he podido ver más cosas de él, y casi me da vergüenza decirlo.

Le pedí un favor, y me hizo dos. La última vez que hablé con él, al terminar, me arrepentí de prácticamente todo lo que le había dicho. Fui brusco, le solté la retahíla de todas mis neuras, un despropósito. Él fue todo lo contrario. La amabilidad en persona.

Al final a unos les examinarán del amor y sacarán matrícula, y a otros nos tendrán que aplicar aquello de que “de toda palabra vana ...”, esperando que los atenuantes se concedan con facilidad, y que se contemplen eximentes, etc.

Con Vibot, por ejemplo, me pasó algo por el estilo. Están por encima de los mortales que yo frecuento.

Todos le conocéis.

oscar fernández -

Al terminar filosofía acompañé a Chema a un curso de exégesis que impartió el P. Espinel en Madrid allá por el verano de 1970, y yo a Chema le veía como sucesor del P. de Vau en la Escuela Bíblica de Jerusalem, investigando en Qumran, haciendo sus propias excavaciones en Mari y averiguando la influencia de los dioses semitas en Israel.

Ahora, tras conocer su viaje por las raíces del Corán, me agrada esta imagen de tuareg y le veo camino de la gran mezquita de Djenné, intentado averiguar si son ciertas las palabras del proverbio tombuctiano: “la sal viene del norte, el oro viene del sur y la plata del país de los blancos, pero la palabra de Dios, las cosas sabias, los cuentos y las bellas historias, sólo se encuentran en Tombuctú” (Antonio Llaguno).

Que Alá acerque nuestro distanciamiento, hijo del viento y la arena.
Oscar

Javier Muñiz -

Querdio Chema: Dice Mamen que estás muy guapo con turbante, y es verdad.
Después de lo que te ha dicho nuestro queridísimo amigo Bañugues ¿qué se puede añadir?. Que te has hecho acreedor de todo eso y mucho más. En fin Chema, sabes que te queremos y que conste que no lo digo por lo del viaje a París, del que no quiero poner más alabanzas porque sino va a haber demasiados "concursantes".


Mariano Estrada -

Querido Chema:

Pues verás, Chema, leyendo los comentarios de Luís T. Barbería, alias Miss Wikinson, me he acordado de aquella película que tenías en proyecto, llamada “Memoria viva”, en la que iban a intervenir María de Medeiros, Eva González, Feodor Atkine, Ana Torroja y el futbolista Carlos Kameni (digo que es futbolista para dar a entender que jugamos juntos todos los días).

Por lo que me dijiste antes del encuentro, estaba pendiente de unas gestiones de un productor con una cadena de televisión en España ¿Sigue adelante ese proyecto?
Para información de nuestros queridos compañeros, diremos que “Memoria viva”, si finalmente se hace, se hará sobre un guión del propio Chema con los escritores Luís Mateo Díez y José María Merino. Como sabéis, Luís Mateo Díez es el autor de “Los grajos del Sochrante”, cuento en el que Chema basó su película “El Filandón”.

Por cierto, aquí sólo conocemos ese trabajo de Chema, pero ha hecho otros muchos, como son los documentales titulados “Los cátaros”, “Apocalipsis y Fin del mundo”, realizados para la Cadena Arte. También hizo una serie sobre la vida de “Mahoma” que tiene 5 horas de duración (Por cierto, Chema, Delibes se entretuvo “Cinco horas con Mario” ¿Lo recuerdas?)

Supongo que todo esto es correcto, pero, si no lo fuera, ahí está el director, para puntualizar.

Un abrazo

Posdata: ¿Y qué pasa con el Beato de Liébana? ¿Será este proyecto uno de los hijos más afortunados del encuentro de octubre? Joder, Chema, Isidro, no se os puede dejar solos un ratito. Enseguida os ponéis a procrear…

Luis Heredia -

Querido Chema,

Lo que te acaba de dedicar Carlos "Bañugues", no se lo dice a todos.

Ayer hablé con él por teléfono y me emocioné escuchándole hablar de ti.

Es un secreto a voces el carisma que transpiras y transmites aunque hayas salido de esta guisa cinematográfica.

Lo de "manitas", te lo dice porque necesita un mueble para el salón y está arreglando el gas -no es para los globos de sidrín, es que no tiene agua caliente.

Como te dejes embaucar por Carlos, vete preparándote para hacer dos muebles.

Un beso para ti y otro para Fabrice.

Luis T Barbería -

Seguimos hablando de cine?
El año que los cómicos irrumpieron en nuestras vidas tranquilas de pueblo queda ya un poco lejano: 1995.

Primero aparecieron los buscadores de escenarios, el productor preparando el asunto. Y luego ya llegó el director, Julio Medem, los artistas y todo el equipo numeroso que se ocupa en las labores auxiliares para hacer una película.

Por qué escogió Medem el campo de Cariñena para filmar su película de “Tierra”, además del asunto que iba sobre un fumigador de viñas, es algo que no conozco bien. Pero en algún lugar dejó escrito que la tierra de esta zona era roja y distinta a otras tierras de otros lugares.

Tuvimos la oportunidad de convivir, durante una larga temporada, con Carmelo Gómez, Emma Suarez, Silke, Karra Elejalde, Nacho Novo… Ellos iban a su marcha y nosotros a la nuestra, así es que tampoco había un excesivo acoso que les impidiera vivir su vida de actores con normalidad.

Cariñena es un pueblo pequeño, de sólo 3.500 habitantes. Y en aquellos tiempos había, sobre todas, una zona de encuentro: los bares de la calle Mayor. Empezabas por abajo, en el de Moraleda, tomando vinos con los amigos y terminabas en el Bar de Paco, donde acaba la calle Mayor. Y por los mismos bares andaban ellos enfrascados en sus comentarios de la jornada del día. Les decíamos hola y adiós y si se terciaba les preguntábamos qué tal les iba por estas tierras y generalmente respondían contentos.

Toda esta cuadrilla de actores eran entonces jóvenes y alborotaban bastante. Solían frecuentar, sobre todo, el Bar de Canuto. Carmelo Gómez era el más rocero de todos y era fácil, si uno quería, sonsacarle experiencias. Un día les saludamos en plena calle y le comentamos que nos había gustado mucho su trabajo en “Días contados” de Imanol Uribe y el leonés de Sahagún se puso muy contento, sobre todo cuando le confesamos que nos parecía mucho mejor actor que el Banderas.

A Emma Suárez la solíamos ver, a veces, comprando en el supermercado, acompañada de su madre, y de un hijo renacuajo todavía que tenía unos pelos rubios y alborotados, como los ángeles de las iglesias. Pero era un poco más distante Emma y procurábamos respetar sus deseos de independencia.

A veces acudíamos los vecinos a curiosear, desde donde nos permitían, la filmación de algún exterior. Recuerdo que Javier Aguirresarobe, ese excelente director de fotografía, era de una complexión fuerte y alto, pero tenía una mirada limpia y muy acogedora. Subido a una torre que le instalaron en mitad de la viña, gravaba con su cámara.

Para filmar una escena que duraba un minuto, se estuvieron toda una mañana soleada en el Cementerio de Paniza. Al final Carmelo, entonces joven y que parecía un loco muy divertido, se iba muy contento cantando con su mochila por el camino y las chicas y no tan chicas le paraban y se hacían una fotografía con todas que se lo pedían.

A media mañana, suspendieron el trabajo, trajeron una canasta de bocadillos y todos los actores, al abrigo del tapial del cementerio, se pusieron a reponer fuerzas. Julio Medem jugateaba también en los descansos con su hijo pequeño, de unos 6 años, entre el polvo de las viñas y aquel pequeño ya olía que su padre era el jefe de todo el tinglado y galleaba con mucho ruido.
Cuando ya terminaron la película, una tarde estábamos esperando con Julio Medem la llegada de su hermana para inagurar una exposición de sus cuadros de pintura en la sede de la Denominación de Origen. Nunca llegó su hermana. A pocos kilómetros de Cariñena chocó con otro vehículo de frente y falleció en el acto. Allí quedaron destrozados Julio, su madre y los amigos. Y nosotros procuramos consolarlos como podíamos, pero en tales ocasiones las palabras a veces sobran.

Tendrá un recuerdo muy triste Medem de Cariñena.
Un día hablé un poco con Medem. Os lo contaré si alguno más os animáis a contarnos vuestras experiencias cinematográficas.

Carlos-Bañugues -

Querido Chema:Debo ponerte unas letras en el espacio blogero que te dedican.

Digo que "debo" porque has sido y eres una persona de las importantes en mi vida.Tuve la suerte de tenerte como amigo entrañable el último curso que compartimos en la Virgen.Un año en que me dedicaste y compartiste tiempo y conversación cuando lo necesité.

Hoy,después de los años,sigues igual de dispuesto y enriqueciendo mi vida cada vez que nos da una oportunidad.

Eres un anfitrión desinteresado con la solera de lo añejo.Nos ofreces un Filandón de regalo cuando,en corro de amistades,cuidas las brasas del salón con delicadeza para que fluya la conversación amiga,la magia de lo desconocido,la intimidad de lo vivido,el canto,la música...placeres acompañados por tu calor,más intenso que el de las brasas que iluminan,tenues,las figuras y las sombras de quienes te admiran y te quieren.

Como Luis T. yo no entiendo de cine.He visto parte de tu trabajo y sólo puedo decirte que me ha gustado y mucho.

Próximamente veré lo "manitas" que eres.Al menos sé que siempre te esfuerzas al máximo en todo lo que emprendes.Que tus proyectos profesionales se cumplan pronto.

Mª Jesús dice que estás muy bien en la foto.A mi lo del turbante y la arena...Me gusta,eso sí,el reparto de actores.

Un abrazo y mi admiración.

Luis T. Barbería -

Hablábamos de cine en ese último filandón con Chema?

Pues le voy a comentar una cosa a Chema. Quizás sea una estupidez, que yo no entiendo de cine. No sé por qué pero ese pueblo primitivo por tí escogido para este encuentro próximo, en el valle del silencio, me recuerda el posible escenario de una película que me marcó en su día: "el manantial de la doncella" de I. Bergman.

Estoy diciendo un disparate? Y es que el elegir el escenario de las películas tiene que ser una tarea muy difícil.

Un abrazo.

Luis T Barberìa -

Hombre, San José, el féliz abuelo¡ Que todavía te dura el éxtasis y la dicha. Tengo yo ganas de comerme unos churros contigo.

Tengo una ventaja: que si te veo por Zaragoza alguna vez, creo que te reconoceré. La verdad que no voy mucho por la capital, y si lo hago vuelvo enseguida al pueblo.

Si alguna vez vienes por Cariñena, te recuerdo móvil (679724780), me llamas, nos conocemos y nos abrazamos.

Espero que ese nieto/a, perdona que no recuerde, siga creciendo con fuerza y os siga haciendo muy felices.

Un abrazo

San José -

J.Bandera, has citado una palabra que me ha hecho recordar tiempos que creía ya perdidos.

Te diré uqe cuando era pequeño, antes de ir a la Virgen, tenía unos primos carnales madrileños, que como eran muchos màs mayores que yo, por cuya razón les llamaba tioprimo, que me pusieron por nombre Palanquinos.

Esto se debe a que entonces para ir en tren de León a Valencia de Don Juan, pueblo de mi madre, había que hacer trasbordo en Palanquinos. Se dejaba el tren de Renfe y se cogia uno de vía estecha que iba hasta Valladolid. (O Valladoliz como se diría ahora).

Total que para recorrer una distancia de 40 kms. que son los que hay de León a Valencia de D. Juan te podías tirar 7 horas, que es lo que tardamos en el citado viaje con mis tioprimos madrileños. Os podeis imaginar el cachondeo y de donde viene el apodo de Palanquinos.

Hoiy recuerdo aquella espera en Palanquinos comiendo unos churros que no me acuerdo muy bien de donde salieron. Me imagino que alguna cherrería habría en aquel pueblo de tan grata memoria.

Esta es la pequeña historia que el nombre de tu pueblo ha traido a mi memoria.
Un abrazo muy fuerte para ti y para todos estos locos blogueros.

Joaquin Bandera -

¡Ha salido Palanquinos! ¡Ojo con lo que se dice de ese pueblo! Ahí nací y pací durante algunos años, dado que mi padre era uno de los cuatro maestros que allí había por aquellos años. Justo cuando Don Andrés Trapiello trataba de "domesticar" a las fierecillas de Cabreros del Rio (lugar de nacimiento de nuestro procurador provincia fr. Hilario Provecho). Nunca tuve familia en él, por aquello del funcionariado, y en la actualidad ya no queda ni la casa donde nací. Fue derribada hace ya algunos años. Hace tiempo, en ocasiones, me daba una vuelta para verla por fuera. Eran momentos de añoranza y de recuerdos, porque allí falleció mi madre. Pero bueno, no voy a poner un texto triste.
Desde Palanquinos gobierna la "Mancomunidad del Esla" (el antiguo rio Astura de los romanos) nuestro compañero Jacinto Rodriguez Pardo.
Si queréis saber más cosas sobre ese pueblo, preguntad.
Un abrazo
Joaquín