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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

LA RONDALLA

LA RONDALLA

Lo cierto es que he encontrado pocas fotografías de la rondalla, no de la Rondalla como grupo, sino del recinto de la rondalla, allá al principio del pasillo regresando del refectorio, donde pasábamos la sobremesa ensayando mientras nuestros compañeros se desbravaban corriendo por los campos o dando voces en la Recreación entre los virtuosos del pinpón, hasta la hora de la primera clase de la tarde.

Cuando recibí esta fotografía (gracias de nuevo, Graciela) en la que vemos al P. Uría seguramente afinando una guitarra, ¿recordáis la de veces que bajaba a ayudar al P. Torrellas a hacerlo?, no se me ocurrió mejor articulista que nuestro muy querido compañero y artista Marcelino García Sal para comentar lo que se le ocurriese sobre ella.

Leed lo que nos cuenta. Magnífica clase de música y entrañables anécdotas.

Sin esforzarme demasiado me vienen a la memoria, de carrerilla y mezclados, Huerta, Gila, Rueda, Baudilio, Rojo, Ariztimuño, Vibot, Fresno y José Fernando (al laud), Reyero, Fernandito Alonso, Mendivil, Trepat, Cañal, San Tena, Mediavilla, Elustondo, Espinosa, Andrés Cortes,  Angelillo, Molpeceres, Sarmiento, Tejo, Iturgáiz, Bañugues, Vallina, Urbano, López Ros, Seque,...

Gracias Marcelino, te queremos.

Nota.- Solo una pega: ¿cómo es posible que no nombres mi preciosa (entonces la odiaba) mandolina panzuda?. Pasó por las dedos de Rueda, Reyero, Fernandito Alonso...).


¡Hola Josemari!

 

Aquí te mando el trabajo que me encomendaste. No es una obra literaria como tu esperabas. El lenguaje de las palabras lo domino todavía peor que el de los sonidos. Mira a ver si puedes aprovechar algo.

 

Un abrazo y un besín a tu nietín recién bautizado.

Marcelino García Sal


 

!Qué maravilloso recuerdo!

 

Esta fotografía del P. Uría y el niño afinando su bandurria, es un recuerdo entrañable para no olvidar, pero anterior a mi llegada al Colegio. El P. Uría, acababa de morir poco antes...¡fue una pena no haberlo conocido!, por tanto, la historia de la Rondalla anterior al P. Torrellas, cómo y quién la fundó,o, si hubo más directores, para mi es desconocida. Tampoco tuve la suerte de tocar en ella, ni estaba preparado todavía, apenas si conocía algunos acordes que aprendí, no de oído ni de practicar, pues nunca había tenido una guitarra, sino de "vista", mirando las manos de los instrumentistas. Cualquiera de vosotros, los que la hicisteis grande: Josemari, Bañugues, Sarmiento, Espinosa, Vibot, Heredia, Molpeceres..., podríais contar muchas más cosas de sus inicios y de su funcionamiento... Cómo eran los ensayos, cómo dirigía el P.Torrellas, las cosas que os decía, los consejos, los uniformes, el ambiente que vivíais allí dentro del aula de ensayo, las actuaciones, las partituras, los problemas técnicos que siempre solucionabais aportando cada cual sus conocimientos y habilidades. debió ser fascinante. Todo eso yo no lo viví. Puedo contaros mi experiencia desde fuera y un par de anécdotas con cierto carácter novelesco, pero, desde el punto de vista de fiel espectador y fans incondicional. 

 

Muchas cosas me llamaban la atención de la Rondalla. Escuchaba los conciertos y observaba los dedos volando por los trastes y los de la mano derecha pulsando las cuerdas en perfecta conjunción. las armonías, los contrapuntos de las voces, pero...no me conformaba solo con escuchar, quería llegar más lejos. ¿Porqué sonaba tan bien aquella música?, ¿quien hacía los arreglos?, ¿quien copiaba aquellos manuscritos en papel amarillento y apergaminado con una caligrafía y estética musical perfectas?...todavía hoy me lo pregunto: ¿el P.Torrellas, el P. Cura, el P. Iparraguirre, D. Joaquín?, ¿quien?,  en las partituras solo aparece el nombre del autor, no el del arreglista. Tampoco aparecen referencias a  ninguna editorial. Desde luego, fuera quien fuera, y analizándolas desde la perspectiva de hoy, debía tener unos conocimientos muy profundos de la armonía y del contrapunto para hacer esas transcripciones tan perfectas. Si alguien conoce algo sobre la procedencia de estas partituras y cómo se  editaban, me gustaría saberlo. 

 

Cuando me fui del Colegio, alguien de la Rondalla, me regaló su carpeta marrón que aún conservo y que, a lo largo de todos estos años, me ha servido en mi vida profesional haciendo transcripciones para todo tipo de grupos instrumentales, incluso para Orquesta. La plantilla de la rondalla, es una distribución instrumental a cuatro voces, o sea, un cuarteto, de igual manera que todas las demás familias de instrumentos que existen.  La afinación es bastante delicada, ya que, en las bandurrias y laúdes tenemos que afinar cuerdas dobles en equísonos (el mismo sonido), de manera que se necesita tener un gran oído, sobre todo en aquellos tiempos que no había afinadores electrónicos. También es necesaria una técnica que hay que estudiar para conseguir un buen sonido de igualdad en los trinos con el plectro o púa, una buena digitación y un dominio de la dinámica y expresión musical.

Haré un pequeño esquema para que veáis la similitud con los demás instrumentos y partiendo de la voz humana :

 

Soprano, Contralto, Tenor y Bajo (Coro mixto), Flauta, Oboe, Clarinete  y Fagot  (Viento madera), Trompeta, Trompa, Trombón y Tuba (Viento metal), Violín 1º, Violín 2º, Viola y Violonchelo (Cuerda frotada), Bandurria 1ª, Bandurria 2ª, Laúd y Guitarra (Cuerda pulsada, "Rondalla").

 

Como veis, toda la música gira en torno a la estructura armónica de las cuatro  voces: el cuarteto. Cuando hay más de cuatro, es porque repetimos alguna de ellas a la octava o añadimos las notas que faltan de la escala. De este modo podemos armonizar hasta siete voces simultáneas sin repetir ninguna. Por ejemplo:

DO, MI, SOL, SI, RE, FA, LA.  (sonando simultáneamente). 

 

Estas familias de instrumentos pueden juntarse por separado, o, agruparse en grandes formaciones instrumentales, como es el caso de la Orquesta Sinfónica, ésta, acapara todos los instrumentos: madera, metal, cuerda y percusión. La Banda: madera, metal y percusión y la Banda Sinfónica: madera, metal, Violonchelos y percusión.

La Rondalla, es una de estas formaciones basada en las cuatro voces. Posee, además,  un instrumento polifónico en los bajos, como es la guitarra, ésta, puede hacer una labor semejante a la del piano rellenando la armonía con acordes y polifonía. La rondalla es una agrupación perfecta donde se puede hacer todo tipo de combinaciones melódicas y armónicas, como lo demuestra el contenido de nuestra carpeta marrón que hoy muchos conservamos. Una rondalla bien abastecida de instrumentos, puede sonar de manera grandiosa, incluso, con una plantilla de 20 Bandurrias, 10 Laúdes y 12 guitarras, podría suplir perfectamente la sección de cuerda de una Orquesta Sinfónica. Hoy día, no existen muchas Rondallas con esta perspectiva, más bien abundan las agrupaciones más populares que llamamos "tunas" o "Rondallas mixtas", en las que aparecen violines u otros instrumentos como el Contrabajo. También coros de voces blancas, solistas, o, coros mixtos como fue el caso de nuestra Escolanía.

 

                                                     ***

La primera anécdota me sucedió en el Colegio. El aula de ensayo era para mi un lugar misterioso, donde se guardaban aquellos tesoros apetecibles: los instrumentos y las carpetas marrones que contenían la música. Nunca había entrado, no me atrevía a cruzar el umbral, aunque al fin no pude resistir la tentación.

Solo una vez. Con mucho cuidado de no ser descubierto, sobre todo por el P. Torrellas, pues si me pillaba allí y me preguntaba:

 -¿tu que haces aquí?. 

No sabría qué responder...lo más seguro que le diría la verdad: 

- es que me gusta mucho la guitarra, pero no se tocar...

No había nadie por el pasillo. Abrí la puerta, entré y volví a cerrarla. Estaba nervioso pero seguí adelante. Miré a mi alrededor y observé las guitarras. Rápidamente y con mucho cuidado cogí una, la que me pareció más atractiva a primera vista. Acaricié sus cuerdas haciéndolas sonar de una en una; puse un acorde de los que había aprendido de "vista",  y rasgueé con el pulgar de abajo arriba. ¡Me estremecí! qué bien sonaba. Traté de tocar el principio de aquella pieza que  Carlitos tocaba de maravilla, Rumores de la Caleta. Algo farfullé, pero mis dedos no encontraban las notas, era demasiado difícil. Estuve practicando un rato y comprobé que, repitiendo una y otra vez el pasaje  pacientemente...ya iba sonaba algo. Descubrí entonces,  cómo se consigue llegar a tocar y dominar un instrumento: practicando.

Estaba tan ensimismado gozando de aquel momento fascinante cuando, la puerta se abre y...¡me han pillao infraganti!, pero, ¡uf! , no, no era el P. Torrellas, era... ¡Molpeceres!.

Me ruboricé un poco, pero no me dió miedo. "Molpe" era de mi curso y bandurria 1ª de la Rondalla. Me hizo la misma pregunta :

-¿tu que haces aquí?.

- Es que me gusta mucho la guitarra. Intentaba tocar un trocito de Rumores de la Caleta.

-¿Rumores de la Caleta?, a ver a ver, que yo te oiga, toca.

Me puse a tocar aquel pequeño fragmento del principio, "trastabilleando" aquí y allá hasta que me paré y le dije:

-Ya no sé más.

-Pues...sí que se parece si. ¿Como la has aprendido?

-Escuchándosela a Bañugues.

-No me digas, ¿así?, ¿de oído y sin guitarra?.

-Bueno, acabo de practicar ahora un poco, antes de que me sorprendieras.

-La verdad, chaval, que me sorprendes tu. A mi me hubiera llevado una semana sacar ese pasaje. Creo que tienes madera.

 

Esta conversación, la recordamos Molpeceres y yo en el primer encuentro que tuvimos en Latores, Oviedo, con el P. Cura y el P. Huarte. Molpeceres fue mi primer crítico musical.

  

                                                    ***

La segunda anécdota me sucedió viniendo de Corias. Habíamos pasado una semana allí cantando con la Escolanía y también con la Rondalla. Regresábamos  para pasar las vacaciones de verano, y el autocar iba dejando a todos por el camino, bien en sus casas, o en lugares donde hubiera una buena combinación de trenes o autobuses.

Yo tenía que quedarme en Villablino. El autocar llegó hasta Caboalles de abajo y, el chofer me dijo que:

-como solo hay un par de kilómetros hasta Villablino, voy a dejarte aquí y te vas dando un paseo,¿Vale chaval?.

-Vale.

En el autocar venían las guitarras y todos los instrumentos de la Rondalla. No recuerdo exactamente como fue, o, quien fue, pero cuando arrancó el autocar y quedé solo en la carretera con una mano levantada diciendo adiós, con la  otra mano agarraba el mástil de una guitarra.

Eché a andar por la carretera, muy contento, con la guitarra debajo del brazo. ¡Cuanto iba a practicar durante el verano!, pensé...

Y en estos pensamientos estaba cuando, me di cuenta que ya había anochecido.

Estaba oscuro. Esa oscuridad azulada que tiende a ser más negra  a medida que avanza hacia la noche. Había luna, pero el contraste de luz y sombras dibujaba siluetas extrañas a un lado y otro de la carretera. También oía ruiditos a mi espalda que me hacían volver bruscamente la cabeza. No había luces, tampoco pasaba ningún coche. Sentí como un escalofrío por el cuerpo...Creo que tenía miedo. Caminaba con rapidez, casi corriendo. Para colmo me vino a la memoria lo que le sucedió a mi padre  de noche desde Villaroquel a las Omañas: un lobo le seguía sigilosamente a treinta metros detrás de él. Mi padre lo espantó con palmadas en los pantalones y gritando: ¡lárgate, lárgate!. El lobo se perdió por los matorrales, pero, de pronto, apareció por delante en medio de la carretera con los ojos relucientes mirando fijamente a mi padre. La reacción fue instintiva. Comenzó a cantar una canción con voz clara y segura: el "paxarín parleru", una canción asturiana que siempre cantaba en las grandes ocasiones. El lobo comenzó a mover la cabeza de un lado a otro y con suaves aullidos y el rabo entre las patas, se perdió en la maleza y no volvió a aparecer.

Me detuve. El recuerdo de lo sucedido a mi  padre me dio la idea. Cogí la guitarra y con voz fuerte y clara comencé a cantar el tema en Sol Mayor de Gigantes y Cabezudos: "Tras larga ausencia con que placer te miro....", acompañándome con los pocos acordes que sabía. Seguí cantando en la noche y caminando tranquilamente hasta que las primeras luces de Villablino aparecieron ante mis ojos. No había espantado al lobo, pero, gracias a la la guitarra y a la canción de la Rondalla, había espantado el miedo.

 

                                                    ***

Bueno amigos, disculpadme por este rollazo, la culpa es de Josemari que me ha metido en este "embolao".

 

Qué bonito sería revivir la Rondalla con todos los que formasteis parte de ella. Material tenemos bastante en el legado de nuestras carpetas marrones...¿no creéis?...quizás nos falte tiempo y...lo más importante... ganas de ponerse a practicar a estas alturas de la vida...¡con lo que cuesta!.

Felicito desde aquí, con todo mi cariño y admiración al P. Uria y al P. Torrellas por el trabajo que realizaron y a todos los que formasteis parte de aquella Rondalla entrañable e imperecedera, aunque solo sea en el recuerdo.

 

Un abrazo. Marcelino.

22 comentarios

Vibot -

Me gustaría seguir al pardalín con ese sabor a cuaderna vía, a mester de clerecía y juglaría un poquito revueltos que siempre nos regala entre emociones tiernas.

Maese Marcelino, he hablado ahora mismo con Joseluis Ráez, el director de la orquesta de pulso y púa de la Complutense. Y me ha dicho que me va a traer algunas de las partituras editadas de rondalla que él tiene. Me dice recordar que muchos de los arreglos, editados por la Unión Musical Española o por Editorial Música Moderna (Marqués de Cubas 6, Madrid -¡qué recuerdos!-) están firmados por el Maestro Fortea o por el Maestro Julián Lago. Me va regalar algunas de esas partituras. Ya te confirmaré todos los datos. Y comprobaré personalmente si las partituras de Torrellas, de nuestro cuadernillo rojizo, son las mismas.

Un cariñoso abrazo, Marce.

jose ignacio -

Marcelino,

voy a pedir al destino
que al final de mi camino,
y al terminar mi respiro
duerma el final suspiro
con el canto de tu trino,
dulce guitarra de pino.

Marcelino García Sal -

Querido poeta José Ignacio:

Cuanto echaba de menos tus poemas. Cuan orgullosas están nuestras guitarras de ser objeto de tu divina inspiración. Ellas saben que las escuchas y que penetran hasta el fondo de tu alma removiendo sentimientos, recuerdos y añoranzas. No las abandones, algún día te lo agradecerán.

Marcelino

jose ignacio -

llegas hoy nota
regando
un corazón seco,
sin gota,
llegas lejana gaviota
volando
desde memoria remota,
suenas guitarra devota
matando
a una memoria ya rota,
llegas recuerdo muy tarde
cuando la flor ya no brota.

manuel junco -

No sé cual es la historia, pero la única rondalla que conocí y la que recuerdo es la que dice Tejón (compañero de curso).
¡qué impresión tan grande me causó! recuerdo la marcha turca y el bolero mallorquín, del que a pesar de no haberlo vuelto a oir soy capaz de seguirlo completo. Me pregunto ¿porqué se nos quedaban tan bien grabadas algunas cosas?
Uno de mis grandes y buenos recuerdos de la virgen es ese.

abrazos,
nachín

Luis Díez Tejón -

Amigo Santiago Rodríguez:
No, no es esa la historia de la rondalla; al menos no comienza así. La rondalla de la Virgen del Camino se fundó en la Virgen del Camino de la mano del padre Uría, y dio su primer concierto en la Navidad de 1958 con el siguiente programa: Serenata de Schubert, Bolero mallorquín, Marcha Turca de Mozart y dos canciones populares. Te lo dice uno que formó parte de ella desde su mismo origen. Ya he mandado una foto de esta primera actuación (marzo 2008), y podrás ver que en ella no hay ninguno de Villava porque llegaron después. Luego la rondalla se enriqueció con ellos, pero durante más de un año estuvo formada exclusivamente por nosotros.

Vibot -

Gracias, Carlines y Marce, siempre me gustó especialmente ese minuetto de Beethoven, tal como sonaba cuando lo tocábamos en la Rondalla, esa melancolía alada y secreta que me llegaba a lo más hondo.

Sé que lo he perdido porque lo saqué del cuadernillo para tocarlo al órgano en alguna boda hace años, o tal en el clavecín, cuyo sonido cristalino, escarchado de ármónicos lejanos, recuerda en cierto modo el de aquellas cuerdas dobles de hiero y acero que hacían callos en las puntas de nuestros dedos de muchachos mientras poníamos el alma dando vida a aquellas músicas dolientes y felices.

Un abrazo a los dos, queridos guitarristas cariñosos.

Carlos-Bañugues -

Dalo por recuperado mi querido Vibot.El minueto que buscas creo que está en mi carpetita o blog de la rondalla.Elseñor uraño y sordo nos lo regaló para nosotros en especial.

Carlos.

Marcelino García Sal -

Tienes razón Vibot, las partituras de la rondalla estaban encuadernadas en cuadernillos rojizos con canutillos rojos, lo que sucede es que yo siempre guardé todo lo de la Escolanía y de la rondalla en una carpeta marrón que todavía conservo; de aquellas que se vendían en la procuración, lo que no estoy seguro es de si la compré en Villaba o en La Virgen, pero aquí la tengo, descolorida y con las gomitas deshilachadas. De ahí mi lapsus.

A si que, tu también pasaste miedo en aquella casa de Robledo. Qué mejor remedio para espantar a los demonios que con la música del mismo demonio...¿sabes?, los que escuchaban en su época a Bach cuando improvisaba, decían que era el mismo Diablo.

Sigue investigando sobre la procedencia de las partituras con tu compañero de Departamento, el copista fue Torrellas con su hermosa grafía, pero, siempre quise saber quién era el transcriptor, seguro que no era manco, ¡menudas versiones!, están transcritas de las obras originales, pues no falta detalle y las tesituras de los instrumentos perfectamente controladas.
Según nos dice Santiago Rodríguez en su comentario, puede que de esto sepa algo José Ramón Soriano ya que estuvo en contacto directo con la Rondalla y con Torrellas. A ver si entre todos descubrimos el misterio.

Dices que se te ha perdido el Minueto en Sol, pero, no se a cual te refieres ya que no nombras el autor. De la Rondalla yo solo tengo el de Boccherini en La. Quizás Bañugues o Molpe sepan algo de él...

Un abrazote querido Maestro.



Vibot -

Querido Marcelino, me ha conmovido mucho tu relato, el tono de tu voz, que sigo oyendo aún en mi memoria, después de tantos años, dulce, zumbón y tierno.

Durante algunos años viví en un monte, en una de esas urbanizaciones de fin de semana que se quedan desiertas de lunes a viernes. Era una casa con jardín en Robledo de Chavela, en el límite de la provincia de Madrid. Muchas noches de invierno pasé miedo en aquella aromada soledad, escuchando crujidos en los muros o chasquidos de ramas detrás los cristales.
¿Y sabes el remedio que descubrí una noche de viento tenebroso? Ya tenía el clavecín y me puse a tocarlo para espantar el miedo: los Preludios y Fugas de "El Clave bien temperado" de Bach, la "Ofrenda musical"... las noches se irisaban de una seguridad invulnerable, como si nada pudiera hacerme daño dentro de esa radiante simetría fantástica, impalpable pero acorazada. Al menos mientras tocaba me sentía a salvo, como si unos brazos eternos me protegieran de todo peligro. Como tu padre con el lobo y tú en aquel camino de tu primera guitarra...con qué placer te miro, pequeño gran amigo Marcelino.

En cuanto a las partituras, creo que saldremos de dudas muy pronto. Hay en la Complutense una Orquesta de pulso y púa y su director es amigo mío, compañero de Departamento. Algunas de las piezas son las mismas que las nuestras. Le pediré que me enseñe las partituras y te lo contaré. Sería increíble que fueran las mismas caligrafiadas por Torrellas. Pero sí podrían ser los mismos arreglos, y allía figurará el autor y la editorial. Ya te lo contaré.

Me ha extrañado que digas que es una carpeta marrón, porque yo la estoy mirando y es un cuadernillo rojizo descolorido, y así los recuerdo a todos en los atriles de la rondalla, con su canutillo de plástico rojo vivo. También para mí es un tesoro de nostalgias azules, aromas de leyenda y días que no cesan.

En cada una de sus notas, esos puntos perfectos, esas graciosas blancas en dos trazos -cuya silueta siempre me recordó la cabeza de Cimas, mi querido y bellísimo amigo con aquel rostro de blanco satén y su lindo lunar-, las miniadas mayúsculas de algunos de sus títulos -como la M del Bolero Mallorquín, la V del Vals nº6 de Mozart o del Vals del Emperador, la S de la Serenata (de Nochemusical), la T de las Tiranas... hasta esa pequeña tilde adornada con dos puntitos con sabor de tipografía modernista en el rótulo de la Canción del Gondolero... Todo lo dibujó Torrellas con fervor de iluminador de miniaturas, de amanuense feliz y medieval.

Y así nos lo entregó en aquellos ensayos de después de comer, inolvidables, Iturriaga, Angelillo, Molpeceres, Sarmiento, Cortés, Cuervas...¡cuántos nombres queridos!

¡Cómo olvidar aquel sonido, a quel alto volar, aquel hechizo, aquella transparencia, aquellos niños mágicos que fuimos en alas de la música, entre los dulces ojos cariñosos de Torrellas, el ángel inspirado; de Uría el morenito del flequillo volador y la fina nariz que siempre, hasta en sus clases de laboratorio, nos hacía sonreir!

De las piezas ya hablé una por una en aquellos aromas del colegio. Se me ha perdido una, aquel frasco tallado del Minuetto en Sol, cuyas dulces aristas melancólicas aún escucho en las insomnes noches solitarias. ¿Alguien me lo podría enviar, por favor?

Andrés Martínez Trapiello -

¡Tejo, dame la dirección de tu jefe!
¿Gozar leyendo mi blog?
Te lo agradezco enormemente. Y parte de la responsabilidad que me desnude en letras la tienen esta gente con la que tomo algún Prieto Picudo de vez en cuando.



santiago rodriguez -

Marcelino: quizá una fuente autorizada para informar sobre las partituras sea Jose Ramón Soriano; fué un entusiasta y experto rondallero; en algunas ocasiones el P. Torrellas incluso hacía que dirigiera alguna obra, Aver si aparece por aquí y nos lo cuenta.

Marcelo García Martínez -

Gracias amigos:

Los amigos de mi padre sois mis amigos.

Me he sentido muy alagado por vuestras felicitaciones y de que os alegréis conmigo.

Mi padre, desde vuestro reencuentro, siempre me dice que, entre vosotros hay muchos escritores y poetas muy buenos, que os lea, y así he hecho. escribís muy bien. He apreciado distintos estilos de los que se aprenden muchas cosas.

Gracias, tío Bañugues, Luis Heredia, Trapiello, Mariano Estrada, Mariano Santiso, Daniel Orden, Carlos Tejo, Fernando Alonso y a todos los demás.

Un abrazo

Marcelo García

MARcelino García Sal -

¡Vaya por Dios!

Josemari, Cómo se me ha pasado mencionar tu querida, panzudita y aconchada mandolina, flamante superviviente a lo largo de todos estos años. Sería por meter demasiado la cabeza en el fondo del baúl de los recuerdos y no vi los que tengo delante. No sabía que había pasado por tantos dedos...pero te referirás a que según ibais marchando pasaba al siguiente. Tienes que contarme la historia completa de tu mandolina. En la rondalla había dos, creo, una panzuda y otra plana, según me contó Fernandito, pero, la que tu tienes ahora no es ninguna de aquellas ¿no?, o ¿si?. Se que tocabas el violín y El P. Torrellas te la puso en las manos diciéndote que, como tienen la misma afinación, se te iba a dar estupendamente. Cuando dices que la odiabas, sería porque algunos pasajes se te resistían, ¿verdad? sobre todo las semicorcheas. Me han dicho las buenas lenguas que la tocabas muy bien, eras el mejor. Yo se que ahora la quieres, la mimas y la cuidas. Los instrumentos son obras de arte y, cuanto más pequeños, más delicados. No la abandones nunca.

***

Tu también eres magnífico y buena gente querido alumno.

***

Hermanín, hermanín... con tu comentario has conseguido que me ponga romántico. Sabes que llevo grabada tu huella desde que te vi en el Colegio. Alguien quiso que te cruzaras en mi camino, un camino duro, como bien dices, pero tu ejemplo me sirvió para superar todos los obstáculos. Alguien volvió a cruzar nuestros caminos y ahora tenemos todo el tiempo del mundo para gozar juntos de la música y de nuestras guitarras. Te quiero.

***

Luisín, Tu si que eres grande. Tu compañía es un bálsamo que lo cura todo: el aburrimiento, el desánimo, la tristeza, el mal humor...quien pudiera estar mucho tiempo contigo, estas hecho para hacer feliz a cualquiera que se acerque a ti.

Claro que no has olvidado las siete notas musicales, ni las seis cuerdas de la guitarra al aire. Llevas una beta musical dentro de ti, seguro heredada de tu tío Torrellas. Me gusta como cantas, como afinas y expresas la música, también te acompañas a la guitarra, sabes muchos acordes y haces muy bien los ritmos; ¡oye!, que te estuve observando el día que cantasteis a dúo tu y Justino todo el repertorio de la época, eso no lo hace cualquiera. La voz es el instrumento que todos llevamos encima y tu lo dominas muy bien. Me gusta escucharte.

Yo tampoco se quién es el chico agraciado que, así, tal como están, parece una clase particular de profesor a alumno...¡quién pudiera haber sido alumno del P. Uría!

***

Querido Tejo:
Es maravilloso ver como, cuando alguien habla de música o de cosas relacionadas con ella, aparecen de inmediato los que la viven y la sienten de verdad. Digo esto, porque a lo largo de mi vida he convivido y compartido esta experiencia con muchos músicos de todo tipo, de todos los estilos y para todos los gustos: músicos titulados en el Conservatorio, músicos autodidactas, músicos que tocan de oído, músicos de "prao", músicos que tocan por las calles, en las aceras, en los metros, al lado de las catedrales, en la calle Uría, gaiteros, solistas, dúos, tríos, extranjeros...bueno, al final, he llegado a una conclusión que me parece estar muy clara: los verdaderos músicos son los que tocan y no te cuentan su vida y los que escuchan y no te hacen preguntas, solo eso: tocar y escuchar.
No solo los que presentan títulos son los mejores, a veces demuestran que se han equivocado de profesión.

***

Interesante lo que nos cuentas Santiago. A pesar de que estuve 4 años en Villaba, no tenía ni idea de ese recorrido de la Rondalla desde su inicio. Gracias por este documento tan completo. Solo me falta saber la procedencia de las partituras. Según me contaba Fernando Alonso, hablando con Vibot, muchas pudieron venir de Roma cuando el P. Cura estudiaba allí, después, el P. Torrellas las copió en el formato de las carpetas marrones con esa admirable caligrafía musical y en su mesa de estudio que, al parecer, tenía una plancha donde después las imprimía. Admirable el trabajo.

Marcelino

Luis Heredia -

Por cierto, nadie preguntamos por la identidad del afortunado y privilegiado compañero a quien no le tembló ni un dedo tocando a dúo con el P.Uría ni por el maestro fotógrafo.

santiago rodriguez -

La "istoria" es real, aunque se haya caido la H. Seguro que este lapsus el P. Land no me lo hubiera perdonado.

santiago rodriguez -

La istoria de la rondalla se inicia en Villava con el P. Torrellas en el curso 1954-55; cuando llegan a La Virgen la primera hornada de rondallistas de Villava, via Vergara en el año 1958-59 entre los que se encontraba Rueda (hermano mayor del que se cita) se toma la decisión de formar una en La Virgen a la que como es lógijo se añadieron algunos que de los ,digamos naturales del colegio leonés,entre ellos Carlos Vergara; esta faceta se le encomendo al P. Uria cuyos maravillosos dedos hasta entonces se habian centrado en organo y piano; mientras la escolanía estaba en manos del P. Felix Martinez del Cura.
En el curso 1960-61 el P. Torrellas es destinado a la Universidad Laboral de Cordoba, recogiendo los restos rondalleros de Villava el P. Pablo Huarte, digo los restos porque cada año se quitaba un curso más en el pueblo de Indurain y del P. Iturgaiz.
Al curso siguiente el P. Aniceto Fernandez en su último año de Provincial antes de ser elegido Maestro General, destina al P. Torrellas a Leon encargandole a él todos los asuntos musicales, escepto el organo con el que siguió deleitandonos unos, aunque por desgracia pocos años, el P. Uria





Luis Heredia -

Marcelinín, menos mal que me lo acaba de recordar Tejín. ¡Felicidades y enhorabuena a Marcelo que que como es tan buen hijo de sus padres, me dirá que las gracias a ti y a Conchi porque todo se lo debe a vosotros.

Un besín a Conchi, que también se me olvidó antes. ¡Ay, qué cabeza tengo¡. Se me obnubiló con tu relato.

CARLOS TEJO -

Querido Marcelino
Después de la lección técnica, de la de historia y la humana, necesité unas horas para saborear tus palabras. La verdad es que dejé un salón que estoy diseñando (si se entera el jefe…) y aproveché para viajar por el blog de Trapiello (que gozada), descubriendo de rebote el tuyo (otra gozada) y ya te puedes imaginar: Hoy no pegué golpe.
Cuando me pongo a releer tu artículo me topo con las palabras de nuestro queridísimo Carlos, ”tu hermanín,” “el conquistador de Roma”, y pienso una vez más en esa verdad que dice que toda persona tiene en su biografía una novela digna de ser contada, escrita y conocida. Cuantos maravillosos episodios narrados a lo largo de estos dos últimos años.
“Se me amontonan madre, los recuerdos, de mis primeros años…” cantaba Victor Manuel.
Gracias por tus palabras llenas de sentimiento y sinceridad. Gracias Carlitos “Bañugues” por complementar con palabras de alumno agradecido lo que todos sentimos: una profunda admiración hacia el artista virtuoso y hacia la persona sencilla y cercana. El café, en Palencia, nosotros tres, solos, mientras los y las demás se culturizaban de piedras con historia no lo olvidaré nunca.
Por cierto, en la Virgen, yo tocaba el laúd, y lo hacía bastante bien. Cuando me invitaron a dejar el colegio, compré uno que aún conservo. Pero para cantar en familia es más agradecida la guitarra, de ahí que no le fuera del todo fiel. Muy de vez en cuando me deja que lo acaricie. No es rencoroso.
Felicidades a tu hijo Marcelo por el premio. La verdad es que ya había leído la reseña sobre el premio literario pero no había enlazado el parentesco.
Besos para Conchi y para ti.
Carlos

Luis Heredia -

Marcelinín, soy uno de los conmovidos.

Como en las grandes ocasiones, me he quedado sin habla y sin palabras.

Yo pienso, a veces, si todo lo que nos contamos fué realidad o pura invención.

He olvidado ya muchas cosas, a pesar de tanta repetición: El Latín, el Griego, La Letanía, el Santo Rosario, Pasajes de La Liturgia...., en ocasiones me atasco con el Creo...

Pero en mi cabeza siguen sonando dos escalas que me debieron entrar por las neuronas en el momento en que El Espíritu Santo se confundió de ruta y se fué volando viendo que el Colegio estaba sobrado de vida inteligente.

DO, RE, MI, FA, SOL, LA, SI, DO.

MI, SI, SOL, RE, LA, MI.

Es posible que la de la guitarra siempre me haya cautivado por el RELAMÍ, además con acento en la Í para regusto del tocador, hoy de señoras -lo que se pueda y esté al alcance-, y antaño de guitarra.

Recuerdo perfectamente dónde me sentaba yo, copiando como siempre de Bañugues, escondiéndome para que el P. Torrellas no me viese los dedos y en ocasiones, muchas, engañando a los acordes haciendo que rasgueaba. Mi sitio estaba al fondo, casi pegado a los ventanales y puede que en el 2º escalón.

Hoy día, si paso por una tienda de música y veo las guitarras, bandurrias, mandolinas o laudes colgando como vulgares jamones de las paredes, de inmediato me encuentro traspasndo la puerta de la Rondalla. ¿Por qué será?

Marcelinín, que grande y dulce eres.

Carlos-Bañugues -

Mi querido "hermanín":

Eres un auténtico fenómeno.¡Qué relato tan precioso,didáctico y emotivo!

Yo conocía uno de ellos,el 2º,pero sin tanto calor como nos lo describes.Tu me has contado muchas anécdotas de tu vida tan interesantes como las que narras.Tus esfuerzos titánicos para poder acabar la carrera combinando todo con el trabajo y el sueño etc.

Hoy me has emocionado.Eres un amigo agradecido,humilde,
con una altura humana desmesurada.¡Qué achuchón te daría ahora mismo!

Eres mi profe de guitarra y,aunque sea mal alumno,sabes que mi respeto por ti y por tu música no tiene medida(ni pago,que es de gratis).Cuando vengas un día de estos a tocar las 5 partituras a dos guitarras que has preparado,te prometo que no tendrás queja y me dejaré corregir sin rechistar.En honor de tu escrito mágico.

El Alumno ha escrito una verdad incontestable.Pocas palabras y mucho contenido.

No puedo sacarle a Marce de dudas.Yo viví lo que ya está narrado.Me da la impresión que la foto es anterior a mi pertenencia a la Rondalla.No había tantas baldas,las guitarras estaban colgadas y nos sentábamos sobre una estructura de bancos en escalera.Recuerdo las afinaciones de ambos en los instrumentos de doble cuerda.Las guitarras era mucho más sencillo y lo hacíamos nosotros.

Mis recuerdos de la Rondalla son extraordinarios.Poder tocar a tantos clásicos,hacerlo tan bien,era
una delicia para el gran sentido musical que nos inculcaban.Presumí en conciertos múltiples de mi Rondalla.Junto con la Escolanía conquistamos Roma en el Congreso al que acudimos.Intervenciones en la Plaza de S.Marcos de Venecia;En la Fontana de Trevi;En la Estación Monumental...No importaba la hora(siempre avanzada la noche).Los Italianos se arremolinaban a oírnos cantar y tocar y hasta se enfrentaban con la policía italiana para que siguiéramos los conciertos que se decidían sobre la marcha y en cualquier lugar simbólico.¡Como presumían hasta los profes que nos llevaban!Es que realmente éramos una pasada musicalmente hablando.

Cuando oigo las grabaciones de la Escolanía siempre me pregunto como sonábamos tan bien.Obra de todos,pero al frente de todo Uría y Angel,
que nos dieron clases de música y nos dieron la oportunidad de llegar a amar la música y practicar voz e instrumentos como los ángeles.

Aprovecho para felicitar a tu hijo por el reciente premio de Novela Corta y las increíble críticas de lo bien que escribe,mi "sobrinín"

Querido Marce,esta narración vamos a celebrarla tocando a la primera todo lo que tenemos que ensayar.¡Prometido!

Que sepas que has conmovido a muchos lectores de este Blog y que,maestro,eres un amigo muy especial.

Un abrazo a todos los rondallistas que lo fueron.Todavía hay materia prima para hacer más amenas las reuniones.¡Animaros!

Añoro aquel rincón y recordar que,pasados los años,permanecía llena de instrumentos empolvados,sin uso.¡Qué tentaciones tuve! se
puede deducir,me lo llevaría todo.¿Qué sería de aquellos instrumentos?.Al menos sabemos que hubieran servido para espantar miedos de siluetas en las noches oscuras por Caboalles..¡Hermoso!

Un abrazo y muchas gracias Marce.

Carlos

Alumno -

¡Maginífico, magnífico!Esto justifica este blog.!Qué buena gente¡