EL SANTUARIO DESAPARECIDO
Vamos a recordar algo sobre el Santuario desaparecido. Medía la iglesia que dió paso a la actual 26 metros de larga por 14,50 de ancha. Estaba dividida en tres naves, formadas por grandes pilastras que impedían ver el altar mayor. Había varios altares barrocos, dos en el crucero y otros dos en el testero (frente principal) de las naves, altar del Amparo y de San Bernabé. Era un Santuario que recordaba al templo de San Marcelo de la ciudad de León, mismos planos, misma traza y casi las mismas dimensiones.
El viejo Santuario, como todo templo religioso, no pudo librarse de la expoliación de las tropas francesas a su regreso tras la derrota en la Batalla de Astorga, de las guerras civiles ni de los sucesivos cambios políticos y modas antirreligiosas (los trastornos propios del siglo XIX).
Ya os he dicho que la planta se distribuía en tres naves con un minúsculo crucero con columnas robustas; en los brazos del crucero había dos altares, a la izquierda el altar de San José y a la derecha el de San Froilán.
En la nave izquierda, aparecía colgada a media altura la cadena del Cautivo y en el suelo, bajo la cadena, el Arca (ved la fotografía), con las huellas de haber sido mil veces cortada y astillada por la idea de los fieles de llevarse parte de la reliquia. ¿Recordáis el milagro?, un cristiano del Reino de León llamado Alonso de Ribera, natural de Villamañán, se encontraba prisionero en los castillos moros de Africa encerrado en un arca y atado con gruesas cadenas de hierro, a quien cuidada un moro, bajo pena de muerte. Alonso confiaba su suerte a la Virgen del Camino. El moro le decía al cautivo que si su Virgen le llevaba a su tierra por encima de las aguas del mar, él se convertiría. Una noche en la que el moro dormía encima del arca cerrada, con Alonso dentro, fueron transportados a tierras de León. El moro, al comprobar el milagro, por supuesto que se convirtió. (En un ventanal del crucero, brazo al sur, de la Catedral de León hay una hermosa vidriera con los momentos de este milagro).
Los milagros de la Centella y de la Tullida no os los cuento porque seguro que los recordáis.
En cuanto a su demolición para la construcción del nuevo Santuario que todos conocemos, hubo serias discrepancias y enfrentadas opiniones entre los prelados leoneses, arquitectos, técnicos en patrimonio, etc., hasta el punto de que se llegó a rescindir el contrato al primer arquitecto designado para la construcción del nuevo, Sr. Torbado, nuevo aparejador, nuevos planos, nueva empresa constructora, etc. Pero eso es otro cantar que dejo para otro día.
Sí recuerdo oir siempre a mi padre decir que era un templo pueblerino, y que le echaron dos cojones, especialmente el P. Ignacio Blázquez, para hacer lo que hicieron. Recuerdo haberle oído contar que se encontraba con el P. Blázquez la misma noche en que se presentó un funcionario de la Dirección de Bellas Artes de Madrid para permitr la demolición, cosa que, recordaba mi padre, comenzó esa misma noche.
(La fotografía y algunos datos de este artículo los he extraído del libro VIRGEN DEL CAMINO de J.Salvador y Conde).
1 comentario
Carlos-Bañugues -
Van saliendo nombres y situaciones transmitidas por tu padre.Eres afortunado,Jose
María,familia entera.Vuestro padre tuvo mucho que ver en que el Santuario de la Virgen del Camino tenga historias solo conocidas por los protagonistas.Ofrecernos de primera mano las mismas,es
un lujazo.Ya son varias las que nos has regalado.De sobra sé que tu padre era un personaje en León y un ser entrañable para hijos y conocidos.
Gracias por estos recuerdos y por tus explicaciones.
Admiro tu capacidad y resolución.Ya te veo en plena forma.Un abrazo y besos a todos.A mi amigo Alberto uno especial hasta que nos veamos.
Nubes