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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

CORÍN TELLADO QUE ESTÁS EN LOS CIELOS

CORÍN TELLADO QUE ESTÁS EN LOS CIELOS

Queridos compañeros. Me sucede lo mismo que a mi querido Carlos Tejo, Tejo II, que cada vez que veo a uno de los nuestros en los medios de comunicación, éntrame un no se qué, que me emociono.

Esta es la fotografía y el relato que nos envía Carlos Tejo. Un abrazo y gracias, querido amigo. 

Otro para Javi Vallina. Compa, escríbenos, aunque sea en griego o arameo.


UNA FOTO YA HISTÓRICA
CORIN TELLADO QUE ESTAS EN LOS CIELOS


El sábado pasado dia 11 de Abril fallecía en Gijón la escritora Corín Tellado.


No voy a referirme en estas cuatro letras a la trayectoria de la novelista sino a la imagen de archivo de La Nueva España que acompaña este breve texto.


A la izquierda de la imagen aparece Juan Cueto Alas, escritor, periodista, comunicólogo, guionista cinematográfico, director en sus inicios de Canal + España, etc. A su lado la alcaldesa de Gijón, Doña Paz Fernández Felgueroso.


A la derecha aparece de perfil la escritora Corín Tellado y, pendiente de ella, reconocemos al que fuera Consejero de Cultura, Educación y Deportes del Principado de Asturias, aunque en esta imagen se podría decir que vemos a un muchacho que se agacha sonriente, solícito, yo diría que cariñoso, atento a unas palabras que escucha como si fueran las de una madre. Tales maneras le venían a este querido amigo, estoy seguro, de cuna, aunque pulidas en La Virgen del Camino. Y es que la amabilidad, la educación y la sonrisa de Javier Fernández Vallina son naturales, y por ello, cautivan.

 

Aunque Javier sea de una yeguada anterior a la mía, reconozco que la suya, o sea la de José Mari, Julio, José Ramón, Enrique, Javivi y así hasta casi cien, fue una remesa de podium. Cómo queda la distribución de los metales es otra historia.

Un fuerte abrazo
Carlos Tejo

7 comentarios

Javier del Vigo -

Postdata:

Cucu, "monja dominica"!!

Se te acabó la gana dialéctica? Fíjate, anónima, que no creo en tu supuesta identidad de mujer ni de monja; o de mujer y/o de monja...

Pero aún y con eso, el portillo prometía. Pero tu, anónima, enmudeciste; las mironas y los mirones, dudaron. Así que el caminó este de lo sexual y su función entre los dominicos, se capó.

Una pena, creo yo. Porque con el suficiente respeto, hemos accedido a una edad como para ser prudentes emitiendo juicios y estamos en el siglo XXI.

Aún así, "monja dominica", yo sigo dando incienso a una mujer que fue capaz de escribir novelas rosas como para figurar como la segunda "literata" más leída, después de Migiel de Cervantes.

Salud eterna, Corín Tellado!

Javier del Vigo -

Que se entere el orbe todo:

Nunca los Javieres -mucho menos si fueron de la yeguada 61/67- dejaron en la estacada a nadie. Mucho menos iba a hacerlo Javier F. Vallina, mascarón de proa de mi yeguada; para mí, la mejor de cuantas corretearon por los "campos de deportes" y por El Tomillar, camino al Valle o a Trobajo -aquel pueblo cerca de León- hace ya algún tiempo.

Bravo, Javier! Sabes que te quiero. Que por aquí, mucha gente te quiere. Hace ya tiempo -y de ello puede dar fé otro Javier, que ahora se disfraza de "Patxi", pero tiene formas de Javier y apellido "SANto", aunque viva junto a los Monegros- marujoneé por la tela de araña qué fue de tí; y me encontré con infinitos "qués"; incluso te dejé anzuelo en Face Book, donde alguien te colocó... Aún no me has respondido, pero ni puta falta que hace. Ahí te leí.

Bravo! Supe de tí, de tu familia, de tu currículo... Un bravo para tí, a tu mujer, a tus hijas, a ese arameo que dice Josemari te hace profesor e investigador...

En fín, has alegrado mi fin de semana. Ya me gustaría leerte y saber de tí alguna otra vez. Cualquiera que sea el medio que te apetezca emplear.

Un abrazo fuerte y amoroso, pequeñín de aquellos tiempos!

josemari cortes aranaz -

Javier,
¡que bueno que viniste!.

Además, tu arameo lo entiendo perfectamente.

Un abrazo, inolvidable amigo.

FRANCISCO JAVIER FERNÁNDEZ VALLINA -

Queridos amigos Carlos, Javier, todos y cada uno: ante todo, querido Carlos, tu bondad y cariño me acompañan siempre hasta el rubor que la imagen y tus muy excesivas palabras me causan hasta confundirse con la emoción agradecida. A ti, Javier, debo decirte que son muchos más los "peros" que yo mismo me pongo, pero reconozco contigo que el que con razón me envías resulta más que imperdonable. Tal vez, tras el imborrable abrazo del reencuentro, uno cree, equivocadamente, que el silencio vela la nostalgia, pero... en fin, con el perdón por delante, aquí estoy, con la gratitud inmensa a vuestras palabras y recuerdos, válidas para la hermosa yeguada de aquellos años, inmerecida desde luego para mi persona. Soy todo menos "grande", aunque debo reconocer que no he perdido la sonrisa que es mezcla de madre y guiño de la Virgen, como desvela Carlos.
Debo deciros de este Tejo, el mejor ejemplar de la hermosa arboleda, mimó con el ánimo y el afecto los muchos defectos y errores que acompañaron aquella responsabilidad y honor que me otorgó mi tierrina. Sólo oí de él, mil veces, vuestra añoranza, vuestro recuerdo y la exaltación continua de cada uno.
Sigo en la brecha, feliz con mis clases y mis alumnos, buscando en la razón simbólica de la Biblia y otros textos literarios sublimes ese significado que precisamos en estos tiempos difíciles de espera, que aún no alumbran la nueva utopía de la humanidad. Al tiempo, lucho, con la palabra, desde dentro, por mi pasión educativa, convencido de que sigue mereciendo la pena.
Os contaré más cosas, mientras os envío ahora, mi abrazo más fuerte, lleno de gratitud.
Javier Vallina

CARLOS TEJO -

Mi buena y desconocida hermana dominica,
En primer lugar quiero manifestar el especial cariño que profeso a las Dominicas de la Anunciata, que fueron las que me iniciaron en las cosas del saber, en Ribadesella, antes de que mis pasos recorrieran las secas tierras de León. A todas aquellas hermanas de mi infancia las seguí visitando con el paso de los años, hasta que el Señor las fue llamando poco a poco. Hermanas María, Matilde, Montserrat y sobre todo la hermana Rosario, una monja pequeñina, muy guapa, que aún anda, me dijeron, por León. Ella fue la que me bordó el nº 271 en todas las prendas de vestir y de cama que llevé a la Virgen del Camino. Ella era como de la familia. Cuando falleció mi padre, siendo los cinco hermanos unos chavales, la hermana Ro, como la llamábamos, fue de gran ayuda moral para mi madre y todos nosotros. Con esto quiero decir que, para mí, las dominicas nunca fueron un abstracto, siempre tuvieron nombre, casi nunca era el nombre de pila, sino el que habían adquirido cuando se integraban en la Orden. Por eso nunca conocí a “Hermana Anónima”.
Dicho lo cual, también conocí a Corín Tellado. Era una persona con muchísimo carácter que tenía el don de dejar hablar a los demás, cualidad que no adorna a la mayoría de los “divos”, que suelen ser el centro de las tertulias. Un día le dije que no recordaba a mi madre, que era una lectora empedernida, con una novela suya en las manos, y me contestó que si el tiempo que hubiera dedicado a leer alguna de sus novelas lo empleó leyendo, ese tiempo nunca fue tiempo perdido. Añadiré además que Corín Tellado tenía una buena amistad con la familia de mis suegros, y narró la juventud de la madre de mi santa en una novela titulada: “Nadie sabe que estamos casados”.
Resumiendo, mi opinión sobre la escritora es de admiración por la trabajadora y por la persona, no por la literata.
Quiero con esto decirte, monja dominica, que no me daba ningún miedo hablar de Corín Tellado, pero quería resaltar, aprovechando una noticia y una foto, la personalidad de un querido compañero como es Javier Vallina.
Queridas hermanas dominicas, os sé imprescindibles en el engranaje de la Iglesia. Sé también que deberíais tener responsabilidades superiores en los altos lugares de toma de decisiones, donde las puertas se os cierran. Una pena para la Iglesia y para todos nosotros. No estaría mal una manifestación. Dios está en todas partes y seguro que escucha.
Un saludo cariñoso y respetuoso para ti y para las demás monjas Dominicas.
Carlos

Javier del Vigo -

Lo primerísimo de todo, abrazarte, Carlos Tejo, para coincidir contigo: Javier Vallina es grande por muchas cosas:

-Se llama Javier, como yo.

-Fue de la mejor yeguada (con permiso de todos los demás), como yo.

-Es de letras (ummm!), como yo.

-Nos abrazamos en León,cuando el cincuentenario; entre otros cientos, él y yo.

-Y asturiano "militante" como tú, como tu hermano José Ramón, como... (Bueno, comprenderás que no ponga aquí toda la lista porque es imposible encerrar todas las arenas del mar en una caja de cerillas. Pero lo reconozco: sin los asturianos, ni aquel colegio y sus frailes hubiera sido lo que fue, ni este blog brillaría con la intensidad con la que lo hace. )

Después de este “enjabonado personal” a la vera de Javier Vallina, Carlos, no todo en él ha de ser positivo; es humano -como tú y yo- así que le voy a poner un "pero"; pero sólo uno: nos tiene absolutamente abandonados, el muy cabrito.

Javier, -por si nos lees- ya te buscaré otros peros para que sigas sonriendo como tú sabes; pero déjate ver alguna vez por aquí, entre aquellos que fuimos compañeros cuando tu eras pequeñito, juguetón y ya sonriente. Plis!

Lo segundísimo: me precede alguien que se intitula "monja dominica" para meter pulla feminista.

¿Qué o quién estará realmente tras ese anónimo?

"Anónima dominica", no me siento identificado con esa frase tan categórica -"Os da miedo, hombres dominicos..."-; no me da miedo, no, que Corín Tellado sea re-conocida en todo elmundo hispanohablante; no soy dominico, tampoco. Soy hombre, y llevo años queriendo ser persona, igual en derechos a otras personas. Casi nada, ¿no crees?

Desde los supuestos precedentes, "dominica", ¿la valía literaria de alguien se mide por sus ventas sólo?. Confieso haberme enterado tras la muerte de Corín de que tiene una cara literaria menos conocida por el gran público, sus novelas eróticas. Pienso buscar alguna y leerla para tener cabal conocimiento, algo más exacto, de su valía literaria; algunas de sus "novelas rosas" sí leí hace años…

¿Qué te voy a decir que no sepas, anónima?

Un viejo refrán dice: "Quien hace un cesto hace un ciento". Y La Trinca –Quesque sé se merdé- cantaba una jocosa historia, en clave de ironía, jugando con los conceptos de “cantidad y calidad” que tendría cabida aquí. En todo caso, gloria eterna a los muertos; en este momento, a Corín Tellado, asturiana de pro, la segunda escritora más leída en lengua española de todos los tiempos (tras Cervantes), que creó ilusiones de amor romántico -¿rosa?- a millones de jóvenes en un tiempo en el que la realidad era cruda, fría y cruel.

Otra cosa, anónima, en la que no debo entrar yo es si empleas de nuevo artimañas –¡anonimatos, vaya!- para plantearles a los dominicos –supuestamente, tus hermanos de religión y de hábito- el papel de la mujer , tanto en la Orden de Domingo de Guzmán como en las estructuras eclesiásticas del Vaticano.

Ya te digo. Ahí, doctores tiene la santa madre iglesia…

Acabo por donde empecé: “Bien, Tejín, bien; resaltar a aquellos de la manada que tienen brillo propio es un signo de bonhomía y de solidaridad.” Y Javier Vallina ha abierto caminos a lo largo de su vida. Aunque esté mudo con nosotros, sus viejos compañeros de cuando León.

Monja dominica -

Pues yo no voy a hablar de los de la foto cuando Corín, Socorro, es la autora más leída después de Cervantes.

Gana a Quevedo
Gana a Góngora. y a todos los que os vengan a la cabeza.

Os da miedo, hombres dominicos reconocer que una mujer ha vendido nada menos que 400 millones de ejemplares?

Preguntaros por el sentido, no me vengais con tonterías de sensiblería, tendría que haber algo más.