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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

SUBIENDO A LA VIRGEN...

SUBIENDO A LA VIRGEN...

Y sabiendo que los autobuses de Martiniano que suben a LA VIRGEN salen de la Plaza de Santo Domingo, a aquella plaza me fui derecho, sin mas sinuosidades que las de las calles que hube de recorrer para llegar allá, -Alcázar de Toledo, San Agustín, General sanjurjo-, y tras una paradina para fisgar los carteles de los cines de estreno y sesión contínua que empapelan los cristales de Contaduría, cerca de la esquina de la plaza.

Sonaba un menos cuarto en el reloj de  Vidal Joyero de la plaza de Santo Domingo, al pie del Bazar Benéitez, ¿donde quedamos?, en el reloj, el reloj testigo de los nervios de los encuentros y primeros amores, de las esperas infructuosas, de los besos robados, de sueños desaparcidos, de ilusiones, aunque pocas veces funcionasen sus agujas.

Y ya sabía que debía esperar unos minutos, pues el autobús a la Virgen es cada hora. Allí se presentó puntual, como el sol de las tres por aquel lado, a aquella hora.

Desde la parada frente al Banco de Bilbao se divisa con nitidez la cruz del Santuario. Y "hace" un sol que te dobla las pestañas aún estando de espaldas.

La Inmaculada... San Marcos... el río Bernesga... el puente estrecho de dirección única... el Crucero... Trobajo del Camino... el viejo cine que hace esquina... una subida en curva, y vista al páramo, que a los aires libres abre.

...y en el horizonte, permanece la cruz del Santuario.

Pero... pero... algún día subo andando por el tramo de Camino de Santiago entre San Marcos y la Virgen. La senda se arrabalea discurriendo por el páramo entre supermercados, concesionarios de coches, desguaces y naves industriales.. La torre del Santuario apenas resalta ya entre bloques de viviendas y tufos del puñetero tráfico. Y dicen que es el progreso.

Hoy, en esta noche, tras accidente y tanta muerte, os confieso que me siento triste y me refugio en recuerdos desvaídos. ¿Me disculpáis?.

Mañana viajamos a Toledo, se casan Virginia y Manuel, el hijo de Felipe Tascón y su santa Florina y seguro que el nuevo día será otro buen día en el que la tristeza deberá alejarse, o al menos se quedará esperándonos al pie del reloj de Vidal Joyero, en la plaza de Santo Domingo a la que me sigo acercando todos los días, derecho, sin mas sinuosidades que las de... etc. etc.

5 comentarios

jose ignacio -

Mi querido Luis,
sigue diciéndolo siempre, sigue...

cuando hablas de querer
vuelve la vida a mi ser,
me obligas a florecer
como si fuera anteayer
y no supiera crecer.

Luis Heredia -

Hoy puede ser un gran día.... y mañana también porque me reincorporo a mi trabajo después de mis vacaciones de fin de semana. Lo mismo digo para Carlinos "Bañugues" - si yo os contara de él-, Marce, amigo y hermano antes que maestro, sus Santas Mª Jesús y Conchi con halo de Santidad a las que me encomiendo desde hace 1.200 Km., y Chema y Fabrice, quien se habrá dado cuenta ahora de con quién convive.
Estoy reservándome para Villaba.

Os quiero. ¿Os lo he dicho alguna vez?



daniel orden -

Felicidad para todos, ese día y los venideros. Un abrazo.

Luis Heredia -

Queridísimos Florina y Felipe,

Enhorabuena por el casamiento y deseo que la pareja se jarte de comer perdices, aunque se pongan indispuestos.

Les habéis puesto en listón muy alto pero seguro que con los antecedentes que tienen no os estarán la zaga.

Al menos es lo que yo quiero para mis hijos.

Un beso muy fuerte y que disfrutéis de ese feliz día con toda la familia y con los triperos y gorrones oficiales, que por lo que veo, ya hay unos cuantos en la lista.

Un besín muy fuerte a los contrayentes.

Santiago Tascón -

¿Tristeza, nostalgia, recuerdos, mente en blanco dejando que momentos pasados nos invadan...?
Mi apoyo moral para quienes han tenido la desgracia de ser visitados por la muerte recientemente. Y también para quienes la han visto, o pensado verla, de cerca y por suerte todo ha quedado en un susto.
Recordando los autobuses que nos subían a la Virgen sólo decir que esos viajes no creo que se nos olviden a nadie. No eran viajes, eran auténticas excursiones, aventuras, me atrevería a decir. Llenos hasta los topes, abriendo las ventanillas correderas para poder sentarnos en ellas y llevar medio cuerpo fuera a riesgo de cualquier cosa. Esos autobuses que aparte de ir repletos tenían que aguantar el humo de los cigarrillos (antes se fumaba en los autobuses). Autobuses con quién sabe cuantos kilómetros encima, sin ITV,... En fin, una auténtica aventura, repito.
Como anécdota diré que en cierta ocasión bajando hacia León en el autobús, después de terminar la cuesta de Trobajo y al intentar tomar la curva a la derecha (90 grados más o menos), ese día seguimos rectos, no hubo curva, una rueda delantera se dobló y se metió debajo del autobús, con lo cual seguimos rectos y quedamos en mitad de la carretera. Chillidos, golpes, susto. Nada grave. Una anécdota. Yo iba en él y no se me olvidará la cara del P. Tascón (que no es familia mía). Serio (más de lo normal, que ya es mucho decir), asustado... No esperó por nada. En el momento que puso el pie en tierra no paró, marchó andando para León escopetado.
En fin, no quiero yo extenderme mucho.
¡Enhorabuena a los novios! Y para el resto que tenga un buen día y disfruten del acontecimiento.