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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

POTATOE´S WAR

POTATOE´S   WAR

Lo que quiere decir, traducido, LA GUERRA DE LAS PATATAS. Lo que me temí desde un principio se ha producido: se ha desatado la guerra del tubérculo (respétenme el acento en la é).

Este cronista ha seguido el desarrollo del conflicto desde la Furrielería instalada en la trinchera de primera línea.  Todo nació tras una pequeña e inocente escaramuza de Manolo Centeno, con un inocente aún es época de cosecha y en La Cepeda estamos en plena recolección de la patata y preparando el festival de la misma.

A lo que JAVIVI inoculó la primera semilla de la discordia con lo de Las patatas de La Cepeda ¿son buenas para hacer tortilla, Manolo? Me pido par de sacos, que las tortillas son mi especialidad gastronómica. Y si la patata es buena, la tortilla genera un si-es-no-es-orgásmico… ¡ qué guarrada!

 

Casi al momento el gran LALO desde Galicia perturbó el buen ambiente poniéndose al lado de Manolo Centeno, su lado natural, al lado de la patata de La Cepeda con lo de Galicia, país de grandes comedores de patacas (que nos diga Maxi Trapero por qué aquí le cambian la segunda t por c) dicen que las mejores del mundo son las de Coristanco.
Pues sí señor. Tienen razón.
Las patatas de Coristanco son las mejores del mundo.
Las traen de La Cepeda

 

JAVIVI volvió a hurgar en la herida con una inquietante pregunta: Manolo, para hacer una tortilla con esa patata ¿tienes huevos de gallina adecuados o hay que recurrir a una docena de huevos de avestruz, esos que esconden la cabeza bajo tierra cuando no se atreven a farolear, tal que hace el Mudo, que nos echa a la Anselma, a modo de incredulidad?

 

JULITO CORREAS entra a saco poniendo en duda la capacidad del horno de Manolo: Joder, Manolo... eso es un botillo en condiciones.  Y pone en duda el tamaño de sus huevos: Ah, y de los huevos ni te preocupes, se te adivinan mas gordos que los de avestruz por encima de las botas! Momento en el que Manolo definitivamente desentierra el hacha de guerra.

 

LA ANSELMA, la muy zorra, nos sale con gracietas, lo que enerva el estado de ánimo de los contendiente: aunque haré también patatas fritas pa el Ovidio, que le gustan con un poco de guindilla, que no sé cómo aguanta tanto picor porque cuando las come parece que relincha como la burra del Fidel.

 

Y ya, lo que faltaba, desde Málaga tercia LUISITO HEREDIA insultando a algún componente de La Cepeda: Bueno, Manolo, espero que no haya mucho cabrón en la familia y no empiecen ahora con que "yo la quiero frita, yo asada, yo a lo pobre, a mí por qué me la pelaste, etece, etece".

 

Pone un poco de cordura ANTONIO ARGUESO reconociendo que: Si hasta Javivi pierde el norte. Javivi, tu quoque mi fili?. ¿Cómo un campurrianu de pro puede dudar de que las mejores patatas no sean las de Campóo? pero introduciendo un falso testimonio que obliga a cargar de munición la primera batería intiaérea destacada en los montes de La Cepeda. Pero si a las de La Cepeda les pasa lo que a los espárragos La Carretilla, que vienen de China,

 

JAVIVI no se amilana y entra a degüello: las patatas de Campóo y tierras aledañas, aunque pertenezcan al Norte de Burgos o el cántabro Valderredible son las mejores; lo mismo que los montes que se desparraman en continuidad por Palencia, Cantabria y Burgos, en torno a Montesclaros.

Y en una actitud condescendiente que es mal interpretada por el bando leonés parece que nos quiera dar limosna: Pero vamos a dejar que los cepedanos farden de algo. Yo me he pedido par de sacos, para probar y comparar. Espero me hagan precio amigo, como si fuera yo mayorista monopolístico.


JESUSITO HERRERO, el farol del 61, falta a la verdad asegurando en prensa y televisión que: He visto patatas de la Cepeda y del Campoo echadas a perder en una tortilla por las manos de un cocinero cenizo; y he visto patatas de Carrefour (o como se diga) aplaudir con las orejas de lo bien que las trabajaba mi abuela.

CENTENO en la declaración oficial de guerra espeta categóricamente, con autoridad: Para que os vayáis haciendo una idea, de entrada, os diré que en la docena entran muy pocas y, para que Javivi reconsidere su petición, que los sacos los encargamos en Bilbao

 

El PITU que se resistía a alistarse, toma galones y partido: me estoy dando cuenta del juego que puede dar una cosa tan insignificante como la patata, lo que produce un sofocón en las huestes de la Cepeda. Continúa: vuestra formación es tan intensa y extensa que sois capaces de sacar petróleo de la patata.
Argüeso, ten cuidado con quien te cruzas.
Y desfigurando la realidad, aunque sabe que nos afietamos desde hace años, nos tacha de Estos imberbes están buscando alguna forma de hacerse con lo que nos distingue y nos les importa cómo ni con quién.

 

Y EL MUDO sin emitir sonido alguno, y eso sí que jode.

Y ya, cual bomba de Hiroshima, JAVIVI deja caerla guinda sobre el polvorín: que si es un tema poliédrico, lo que definitivamente da paso al fuego cruzado. Inevitable la conflagración.

Amigos del bando cepedano, gritad conmigo: ¡Viva la hija cuerda del patatero! ¡Guerra a los intrusos! ¡Viva La Cepeda! ¡El Furriel está con vosotros! ¡A la cruzada, aunque no haya paso de cebra! ¡La patata de Manolo a la Moncloa! ¡Arriba la patata (si no es tan grande como la de Manolo)!

Y hoy, para rematar la batalla decididamente entablada en el tablero del parchís nacional (olé la metáfora), recibo una nueva declaración de guerra desde el corazón de Europa, desde Bruselas, desde la misma Grand Place, intentando doblegar a las huestes cepedanas con la amenaza de los gigantes de la familia Argüeso.

He aquí el documento que destruye toda posibilidad de armisticio.

 

LOS PEQUEÑINES DE LA CASA

Será por patatas. Para no aburrir, sólo un dato. Mi abuelo Eugenio, el que dormía sobre el burro cuando iba de un sitio a otro y que se paraba (el burro) delante de las tabernas hasta que el abuelo iba a echar un trago, resulta que no fue a la mili porque no dio la talla. Es decir que era retaco y chiquitín. El pobre era originario de una zona que no voy a mentar, pues alguno de la paramera proviene de por allí e, ignorante de su susceptibilidad, no quisiera abrir más frentes, que no doy abasto con los que ya están contra mí abiertos (¿dónde andáis los del 59? ¡no me dejéis solo contra tantos…!).

Pues resulta que la familia de ese abuelo se aposentó en Campóo y empezó a comer patatas de la zona. Recuerdo que, como bien sabe la Anselma, lo normal era desayunar patatas fritas con huevos. Almorzar cocido, acompañado siempre de patatas y se cenaban patatas con chorizo los pocos meses que lo había de la matanza y simplemente arregladas con pimentón el resto del año (¡y qué buenas que estaban!) seguidas de tortilla, de patatas.

Pues bien, con ese tan sano régimen a base de patatas de Campóo el resultado en la foto está: sus bisnietos (y accesoriamente mis sobrinos) tampoco hicieron la mili, pero en este caso porque rompieron la talla. Me explico, los dos de la foto, al superar los 2 metros, libraron (ved lo enclenque que hasta yo parezco –salvo los zapatos, que en eso sigo ganando–). Así de sencillo. Es decir que las patatas de Campóo no cometen la vulgaridad (y no miro a nadie, Centeno) de hacerse grandes, sino de agrandar a quien con ahínco las come.

PS para el Pitu/-. Recuerdo una carta que me enviaste, ya a Bruselas, hace más de 40 años en la que me decías que habías intentado librarte de la mili por tonto, pero que te diste cuenta tarde que allí “los espabilaban a hostias”  (el entrecomillado es tuyo, que yo no soy tan mal hablado). Y que para más inri, me decías, te había tocado la marina con lo que creo recordar te apuntaste para 22 meses. ¡Ay! Si en tu familia se hubieren comido patatas de Campóo… ¡Llévale alguna al nietín cuando vayas a verlo!.

Antonio Argüeso.

 

4 comentarios

ManuelCenteno -

Antonio, ¿son sobrinos o son los del anuncio de Zumosol?. Mejor que no me mires, que ya empiezo a comprender por qué te parecía trivial el tema de la finca. Está claro, teniendo sobrinos con esa “envergadura”, cualquiera.
Y que no se le den mas vueltas, ni a la finca ni a la palabra.
A daros un abrazo yo tampoco alcanzaría, pero en La Cepeda hacemos unas escaleras que...

JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -

La foto muestra un hombre feliz y contento no sé si por haber comido patatas o por sentirse orgulloso de la prole que su abuelo el de la “paradiña” ha dejado. De cualquier modo no me parece que estéis tan creciditos, con el ordenado en el suelo me coloqué al lado vuestro y os saco 1,70 mtrs., los de Casorvida no caben en un ordenador, sí en el ordeñador. No quiero entrar en la war de la patata porque quedaríais todos mal. En ese pueblo que ahora no quiero nombrar sembramos las patatas junto con “les fabes” en una olla, con agua fría, y al cabo de hora y pico salen maduras, con chorizo, morcilla y “tucu” de jamón, etc., listas para comer. Es una manera moderna de sembrar; lo de sembrarlas en la tierra es muy trabajoso y sucio. Es parecido al ordeño de la leche ¿paqué exponerse a los rabotazos de la vaca? mejor se ordeña de un cartón de plástico directamente en el tazón. Hay que modernizarse y dejarse de guerras de tamaño; las de Casorvida son pequeñas pero “apretás” y “pegás” como lo otro.
Antoñito, sí, fui a la mili y ya ves que hombrón me hice. Como había aprendido a tirarme desde el trampolín de la “puri” por eso me mandaron a la marina por si había que abandonar el barco. No fueron 22, fueron 19, los 19 meses más inútiles de mi vida y otras diez que viviera. No alegué ser tonto sino estar cegarato, me mandaron quitar las gafas para mirarme y es el día de hoy que todavía no me mandaron ponérmelas; seguro que pensaron: si no ve que ande a “palpu” y así lo hice. No me espabilaron a hostias, con ellas me había espabilado el P. Enrique el primer día que ingresé en el Colegio; fíjate si espabilé que en el posterior test de inteligencia que nos hice el P. Arruga (creo) ni me lo corrigieron, debí de salirme pero por abajo; en la Campana de Gauss en la que se dice que una variable aleatoria continua X sigue una distribución normal de parámetros μ y σ y se denota X~N(μ, σ) si su función de densidad está dada por:

Mi posición estaba en la raíz cuadrad de 2 pi que multiplicado por la signa daba, no es tondo pero casi.
Un abrazo; para los que te acompañan se lo das tu porque yo no alcanzaría.

Luis Heredia -

Joer, Antoñito, lo que dieron de si las patatas del Abuelo. Entre la tienda que tienes de extranjis en Salamanca y las patatas que criais y distribuís en media España y parte de la otra e islas, no sé qué haces en Bruselas papando frío. ¿Tienes algo también en el mundo de la zapatería o fabriques piragües pa'l Sella.?

Mariángeles -

Es cierto que en Campoo hay muy buenas patatas,también es tierra de galletas(Águilar de Campoo)y esta última,me refiero a la galleta(Gullón)pasa por problemas bastante serios,mañana Domingo habrá en la Plaza Mayor una concentración por el empleo estable de Gullón,mando a mis amigos y familiares mi apoyo virtual....