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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

ROMÁNICO

ROMÁNICO

Seguro que Fernando M. Box me perdonará el querer adornar su escrito, aunque no le haga falta, con estas preciosas fotografías que Jesusito Herrero (esa fuerza de la naturaleza) hizo en el Panteón de los Reyes de la Colegiata de San Isidoro de León.

La fotografía del calendario tiene la intención de servir de cebo para que Fernando pique y nos escriba algo más sobre el románico, sobre las medidas del tiempo, los relojes y los calendarios.

Os recuerdo que es el autor del libro Las Medidas del tiempo en la Historia-Calendarios y Relojes.

Querido amigo Fernando, aunque aún me debes una explicación comprensible sobre las ecuaciones de segundo grado, creo que se llaman así, puedes, "debes" estar orgulloso de tu aportación a nuestra formación, fuiste una bocanada de aire fresco para los mocosos y para las grandes figuras.

Gracias a ambos, Fernando y Jesusito, genios de cienciasyletrastodojunto.

 


 

 

Cuando andaba rondándome por la cabeza la idea de decir algo en el blog, irrumpió (al teléfono solamente) esa fuerza de la naturaleza , esa locuacidad sin límites que se llama Jesús Herrero, y después de hablar un buen rato le prometí escribir algo sobre el románico que era lo que me daba algunas vueltas en el cerebelo antes de su inesperada invasión por la fibra óptica.

Sin embargo me reservo las ideas que quiero verter negro sobre blanco, para hacer un inciso que tiene que ver con los números, que siempre me atraen.

Los del 61 presumen a menudo en el blog de casi todo, pero no he visto yo mencionar el hecho de que este año cumplen o están a punto de cumplir 61 años (¿o me equivoco?), y a lo mejor hacen bien en no presumir de ello, porque en lo de haber nacido hace 61 años no tuvieron más que una muy pequeña parte.

Pero a lo mejor sí tienen cosas y personas de su curso de las que presumir. Les daré la razón sin discutir y que sepan que me congratulo asaz  con ello.

Voy a lo del románico.

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No voy a usar este medio para felicitar a Jesús por su libro, porque ya lo he hecho  por Movistar. Pero lo importante es que ello me ha hecho pensar sobre vuestra formación.

Recuerdo alguna discusión que por entonces tuve sobre la importancia o la necesidad de enseñaros las matemáticas. Mis argumentos fueron que se necesitaban, las necesitabais, tanto si se seguía con la vocación como si se dejaba ésta a un lado. No os contaré que yo era pájaro de mal agüero y no pensaba que fuerais a llegar todos al sacerdocio.

Mi argumentación se apoyaba en la necesidad de aprender a pensar por cuenta propia. Y esto me lo confirmó un mocoso del 64 que no mencionaré porque el muy ilustre señor dejó de ser mocoso hace ya una friolera de años. Y estoy seguro de que la conclusión que sacó de que las matemáticas “servían para pensar” la habrá aplicado más de una vez en la profesión que ha configurado su vida.

Pues bien, en esto quizá tuve que luchar un poco pero no sé si habéis reflexionado alguna vez que vuestra formación artística, y me refiero a la plástica no a la musical en este caso, fue excepcional. Y ello lo noté yo por entonces, aunque yo no contribuyera directamente.

Quizá Iturgáiz, Arenas, y más tarde Iribertegui, os lo pusieron delante de los ojos.

O también Coello y Subirachs conformaron vuestro ambiente. No sé.

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Porque en un ambiente eclesial en que las imágenes de Olot eran el “arte español de la época de Franco”, en que un gran porcentaje del clero no entendía que pudiese haber iglesias distintas de las catedrales góticas (con todos mis respetos a éstas), en que el románico era considerado algo retrasado y oscurantista, y sus imágenes tarugos de madera, el haber vivido el 61, 62, 63 o lo que sea en La Virgen del Camino os conformó sin esfuerzo. Y como yo ya había recibido algunos coscorrones en este campo, fueron para mí “un soplo de aire fresco” los años que pasé en La  Virgen.

Y es claro que no tuve que luchar en esto contra vosotros. Pero que conste que no doy por perdida mi lucha en el campo de los números y las ecuaciones con los “mocosos” del 64 o las “grandes figuras” del 61.

Por eso me alegra mucho todo lo que ha aparecido en el blog sobre el románico y el tren de La Robla, porque era ir reconociendo que vuestra formación humana es algo de lo que siempre encuentro motivos para estar orgulloso, en lo poco que hice.

A todos los que aparecéis por el blog alguna vez, mi enhorabuena, mi recuerdo y mi agradecimiento.

 

fernando muñoz box

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5 comentarios

Froilán Cortés -

Querido Fernando:

Me alegra mucho poder leer tus "sensaciones" de aquellos tiempos, entre los "figuras" del 61, los "mocosos" del 64, y un plantel extenso de frailes, jóvenes, mayores y mediopensionistas.
Supongo que entre ellos (el plantel), te considerarían un chaval, pues lo debías de ser,aunque para nosotros eras muy mayor, pero raro. Y te explico lo de raro.
Eras distinto. Con tu peinado-despeinado, tu sonrisa alegre, tu cercanía jovial, tu hablar hasta por los codos, pero siempre con sumo interés para nosotros...
Claro que eras distinto. A muchos. O a casi todos.
Y han pasado muchos, muchos años. Y ya eres mayor, pero sigues siendo joven. Como un chaval. Y sigues peinado-despeinado, aunque ahora, de blanco. Y conservas u sonrisa alegre. Y yo, sigo sintiendo tu cercanía jovial.
Han pasado de verdad tantos años? O has hecho trampa!!!
Lo que es curioso es que esta (estas) yeguadas mayores, a las que les diste caña con tus números, te tengan tanto cariño y simpatía. Porque Fernando, no podemos engañarnos. Aprender de tus números, la verdad, y a las pruebas me remito, no aprendieron nada!!! Solo hay que leer las explicaciones de los dedos de la mano de Luisito Heredia. Y que conste, que sin duda ha sido de los más listos de esas mayores yeguadas. Pero, a lo que iba. Que a pesar de haberles dejados traumatizados, yo creo que de por vida, con ecuaciones e incógnitas, si ya en su madurez, te quieren tanto y están tan a gusto cuando estás entre ellos...a qué se deberá?
Porque, si en tus momentos de reflexión, sientes tu parte de orgullo por haber participado en la "formación" de aquellos críos, viendo lo que hoy son, no dudes que todos nosotros, tambien sentimos orgullo porque en aquellos momentos pudimos tenerte a nuestro lado.
Un abrazo muy fuerte.

Luis Heredia -

Fernando, ¡Por fin, ha dado a luz a altas horas de la madrugada la palabreja de Isidro¡ CARDENILLO.

Es lo bueno que tiene no dormir. Al final te acuerdas de todo menos de dormir.

Luis Heredia -

Queridísimo Fernando,

Hasta ahora no he aportado ninguna reflexión herediana a tu cariñoso , hermoso y vivo recuerdo, más que comentario, no porque me haya entrado el clásico ataque de pereza si no porque me ha hecho que pensara mucho y tú has hecho que pensara.

Y te adelanto que no soy el mocoso que a los 14 años descubrió que las Matemáticas servían “para pensar”.

Conociendo tus cualidades intelectuales, pero sobre todo las humanas, pienso que habrás reflexionado a lo largo de tu tan dilatada vida académica sobre tan acertado aserto del mocoso y transcurridos tantos años hasta ahora no verías mal que el mocoso, pensador a la sazón, hubiera hecho más méritos para ser el protagonista de la obra maestra de Rodin que el inerte e inanimado señor desnudo, pues éste que ocupa tal lugar desde hace más tiempo que los 40 años que hace que os separasteis el mocoso y tú, es, al fin y al cabo, un simple modelo. ¿Modelo de qué? ¿A quién dio ejemplo? ¿Quién tenía que parecerse a él? ¿En qué pensaba realmente con esa cara de concentración y tensión en todo su cuerpo? ¿Acaso no pensó que por posar de esa guisa iba a ser per secula sculorum diana de jocosos y burdos comentarios y hasta incluso objeto de malintencionados chistes?

Pero si me apuras, voy más allá y pienso –vuelvo a repetir que no soy el pensador mocoso- ¿Habrá pensado Rodin la trascendencia que para este blog tendría su fría estatua que no fuera simplemente si ésta o los Apóstoles del Santuario iban a tener, gramo arriba gramo abajo, más … - para mi, furruñu- una que los otros?. Pienso que para este debate está más preparado Sidrín que yo o Vibot. Y eso que no son químicos, sino de Letras. De ahí que no quiero yo meterme en camisa de once varas.

Esta es la cuestión. Por mucho que sepas de tiempo, te corroerá la duda, como a todos los físicos y científicos – y a ti más, que para colmo eres filósofo - si el empirismo es realmente el método por excelencia para demostrar algo.

Os pasáis el día, y algunos – muchos -, las noches para tratar de resolver un problema. Mira tú por dónde, que sin tú quererlo, el pensador mocoso de la Paramera ya ha adquirido el grado de figura intelectual para los anales del Colegio y de este blog con solo pensar en décimas de segundo una respuesta que a otros les hubiera costado volver para la convocatoria de Septiembre.

¿Te das cuenta que gracias a ti, Fernando, has logrado crear, en segundos también, como es habitual en ti, una institución?; pues no es lo mismo un Pensador Mocoso que un mocoso pensador. Al primero le ensalzamos por su sabiduría. Al segundo le degradamos con desprecio a la categoría de imberbe, imbécil y además, vete tú a saber lo que pensó para despreciarle y rebajarle así. O sea, ¿qué pijada habrá pensado este mocoso?. Por ejemplo: Si yo cuento en sentido decreciente, comenzando por 10, los dedos de una de mis manos y seguidamente al resultado le sumo los otros 5 que me quedan en la otra mano, resulta que me suman 11 dedos y no 10. Así, 10, 9, 8, 7, 6, + 5 = 11. Claro está, me refiero al que tenga cinco dedos en cada mano. Si alguno tiene menos por algún desgraciado accidente, lo siento pero esta fórmula es empírica. Que descuente el miembro que le falte (miembro referido a los de las manos porque a alguno de los presentes otros miembros se les ve pero no se les nota) Y si algún otro tiene más de diez, cosa que pienso no sería muy improbable habiendo sido La Paramera cuna de auténticos monstruos, del saber, comer y beber, que haga lo mismo. Corroborará que este mi aserto es empíricamente demostrable.

Como te digo, Fernando, yo no soy el Pensador Mocoso aunque lo parezca. Más quisiera yo. Pero siempre pensé por qué o con qué don me dotó Dios o la sabia, como yo, naturaleza para hacer este descubrimiento matemático. A veces pienso que Rodin hubiera hecho el Agosto conmigo. Y además, sentado.

Y ahora que lo pienso: si pienso es que existo. Luego, si pienso, existo. Rebobino: “Luego sí, pienso existo”. No, si cambio la coma de lugar, este segundo pensamiento me suena a comida de animales y si “existo la escribo con mayúscula, entonces a anuncio. Pienso que me ha quedado mejor la primera reflexión. Voy a ver si hablo con Pitu o Pajarín que son filósofos y a lo mejor se les ocurre alguna idea para patentar esa frase, o silogismo como dirían ellos. Porque pienso que no la ha dicho nadie antes que yo. Desde luego, ya lo decís todos: que este blog sirve para algo más que para comunicarnos.

Fernando, pienso también otras muchas más cosas que me gustaría expresar aquí con la misma claridad, cariño y amor hacia ti como lo acabas de hacer tú. Pero no te llego ni a la suela de tu zapato.

Lo que sí pienso es que tú fuiste algo especial para nosotros. A veces pienso que te hubiera gustado seguir con nosotros después de irte en aquellos años, tan repentinamente habiendo disfrutado tan poco de nosotros. Al leerte ahora, pienso que nunca nos has abandonado desde entonces con tu recuerdo y como el tiempo para ti es como para nosotros un recuerdo de ida y vuelta, has conseguido hacer realidad después de cuarenta años lo que tu corazón te pidió. Y yo, por mi parte, pienso lo mismo.

Cuando te des cuenta de cuánto y como te queremos, te apreciamos y te damos tantas gracias por haber sido tan importante en nuestras vidas, la física cuántica te descuadrará tu empirismo para que sepas que el amor, el cariño y la amistad no se miden con una cinta métrica. Pero pienso que eso ya lo sabías tú desde hace mucho tiempo, ¿o no?

¡Ah¡ Y pienso también que tú nos deberías decir quién fue el Pensador Mocoso para felicitarle o que fuera él mismo quien se identificara si es que nos está leyendo.

¿ No pensais lo mismo que yo por una vez?

andrés cortés aranaz -

Admirable el comentario de Fernado M. Box, por su contenido y también por su extensión, ya que acostumbra a ser insultantemente telegráfico en sus entradas al blog. Prodígate un poco más que tus reflexiones siempre son interesantes.
Recuerdo de aquellos años, no por lejanos olvidados, la llegada de casi un "chaval", con tratamiento de Padre, que decían que intentaría meternos en el coco asignaturas como Física y Matemáticas. Hay que decir que un grado alto lo logró, aunque nunca llegué a entender que para llegar al resultado de -1, había que emborronar completamente la inmensa pizarra que teníamos en las clases. Vamos, que no creo que para tan ridículo resultado hiciera falta tanto. Pero lo insólito era que razonando paso a paso todo lo que había escrito, sí se llegaba a la conclusión de que efectivamente daba -1
Di tú que una vez que se borraba de semejante mural todo este jeroglífico, se anulaba casi automáticamente en mi cabeza todos los pasos previos para llegar al dichoso -1
Y me lo creía porque lo había expuesto y razonado el jovencísimo Box y durante su explicación, yo lo había llegado a entender.
El problema estaba en que no siempre salía -1, que otras veces, me imagino que también otros planteamientos, el resultado era x+n, o 3/4 + y. (¿?)

Pero lo que sí sentimos todos fue que había llegado un huracán de aire fresco, que nos hacía pensar que el joven Padre (sin hijos por cierto), estaba en nuestra onda.
Ahora después de muchos años, mi respeto y además mi cariño, por este hombre que se empeñó en lidiar a aprendices de morlacos y que además lo consiguió.
Un abrazo.

Jesús Herrero -

Queridisísimo Fernando, hasta tu peor alumno de ciencias, o sea, servidor, reconoce que el soplo de aire fresco fuisteis unos cuantos como tú, que dejasteis la puerta abierta en vez de cerrada, que subisteis la persiana y abristeis las ventanas y por ahí entró todo lo que hacía falta que entrara en unos momentos bastante oscuros.

Pero tuvimos suerte con vosotros, sobre todo porque lo que aprendimos fueron actitudes vitales que poco a poco se fueron convirtieron en aptitudes para casi todo.

Y desde luego, lo de aprender a pensar con las matemáticas es tan verdad como que ahora es de día. Todavía recuerdo algunas de tus sorprendentes clases en las que a veces se deslizaba alguno de tus poemas métrica y matemáticamente estupendos. La poesía y las matemáticas juntas ¡cielos! Eso sí que daba que pensar en unas mentes aun mocosas pero ya puestas en pista de despegue. Hasta Jesús Martín, que vivía (y nos hacía vivir) con pasión la literatura, corroboraba con una sonrisa cómplice tan enfocada a la actitud como al hecho en sí mismo.

Y entre el dar qué pensar y el empezar a pensar por cuenta propia, por ese sutil paso que nos indujisteis a dar, gracias mil.