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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

EL REGALO DEL AGUA

EL REGALO DEL AGUA

Llegando el final del verano, en León hemos tenido un verano de mentiras, nuestro querido Carlitos Bañugues me envía el comentario que le sugiere esta fotografía. Sus recuerdos rezuman tristeza por lo que él, y algunos otros, consideramos maltrato de "nuestro" colegio. La piscina...otro ejemplo.

 


 

 Si el tiempo que pasa nunca vuelve,los recuerdos vividos con interés e intensidad se rescatan con la facilidad de un hecho presente. Eso si,la memoria es tan selectiva que puede no representar más que la verdad de uno mismo.


Llegué al colegio una noche donde había que doblarse a unos macarrones desnudos y una sopa cocinada a la escarcha que nunca había probado y que rechacé con educación.  La verdad es que no sabía gran cosa del lugar al que llegaba. El P.Arruga me había hablado de deportes y recreación cubierta donde no había que meter peseta al futbolín. Me pareció sugerente a cambio de "estar" un tiempo fuera de casa y olvidarme de los los mamporros de los Salesianos.

En definitiva,no tenía ni idea de que existían lugares tan atrayentes como la piscina,la variedad de campos,los juegos,el teatro,la música y una camarilla para mi solo. Puede que no supiese de la piscina hasta bien entrado el primer curso. Tampoco era un lugar favorito pasado el tiempo,no,yo nací en el margen de la ría de Santander,entre aromas de tahona y chocolate(fábrica de la familia)y el olor salobre de la caloca y ribazos de tamarindos.

A los cuatro años hicimos la mudanza de Santander a Asturias en un carguero.Parece que se iniciaba una constante en la historia de aquel carajillo con el agua. Y es que,mi primera piscina,fue un recodo del río La Toba donde,después de la clase con las monjas y con seis años,nos quitábamos el babi y la ropa para mojarnos un rato desnudos. ¡Pobre Roberto!,se reían de su pequeñito cacahuete y no volvió más.Supe entonces que existía el pudor y que todo debía tener una medida que no llamase la atención.

Creo que,quien más y quién menos,habríamos disfrutado del río,del mar,de una acequia,de la lluvia y la nieve,de una palangana o un barreño donde mojarse. Recuerdo un día de campo a La Vecilla con un sol espléndido deshaciendo los restos de nieve que se veían en la montaña.Un grupo de chicos decidimos subir entre aquellas escobas y monte bajo de robledal,hasta la cima.Llegamos calados hasta los huesos. Decidimos secar la ropa en los peñascos  menos los calzoncillos,todo un cuadro que no quisimos fotografiar por si no estaba bien...

Me viene a la mente el pozo del Narcea,el Chandeu,donde nos tirábamos desde un árbol todas las mañanas que estuvimos en Corias. Las vacaciones, antes de ir al Noviciado,cerca del mar.El agua estaba muy presente en los proyectos y la vida del internado.

Llegaba Mayo y,por el aroma a cloro que impregnaba el pasillo de las clases,esperábamos ansiosos que nos abrieran el acceso a tal juguete del deseo. Es que había que olvidar las duchas de invierno,heladas,la humedad de todo el cuerpo recorriendo el perímetro de la interminable piscina para quitarnos el jabón...las manos y pies que no sentíamos de frío..De Mayo en adelante la piscina era un lujo más que nos ofrecía aquella estancia de internado.

Veo al Ministro clorando en horas de clase;¿sabría bien el cubicaje del agua y las proporciones de cloro?Estoy seguro de que lo hacía bien porque nunca vi problemas de ese tipo en los chicos.Bueno,si,pero no por culpa del Ministro.Es que Lorenzo,de mi curso,apareció un día lleno de cortes en todo el cuerpo. Quería ser o aparentar mayor y parecerse un poco a mi,que tenía bastante bello. Pues eso,se afeitó absolutamente por todo el cuerpo y se tiró al agua recién clorada. Salió como el humo,lo pasó mal,mal.Recuerdo a un tal José de mi curso,muy pecoso,que había visto por la mañana la piscina con bastante agua y,por la tarde,abierta la puerta,corrió gozoso a darse un calón. Cogió carrerilla y se lanzó de cabeza en la mitad de la piscina.....ya no había agua porque la estaban sacando para renovarla. Se hizo una brecha en la cabeza como si le hubieran dado con una hoz.¡Vaya susto con tanta sangre!.

Seguro que habrá muchas anécdotas de todo tipo. Era el único lugar en que compartíamos el agua todos los chicos de la menor o de la mayor,siempre unos cuando acababan los otros. Seguro que se recuerda al P.Enrique(omnipresente en la hora de la piscina) tirando al pozo a algún pequeñajo que no sabía nadar. Moreda,el de mi curso,casi se ahoga porque subía y bajaba al pozo por tres veces sin conseguir asomar la cabeza. Baeza y yo nos tiramos a sacarlo y maldita la gracia que le hizo.

Allí disfrutamos casi todos.Correas era maestro del trampolín,se hacían olimpiadas y con corcheras.Había excepciones como la del Pitu,que ya nos dijo que no se separaba de la canaleta de retorno como las lapas,vamos que tenía terror a nadar.

Sabiendo que hubo gran escasez de agua algún año,me parece encomiable el esfuerzo de aquella Comunidad para que no faltase nunca el periodo de la piscina,ese gran regalo para los muchachos.

Sigo pensando que era un colegio excelente en la mayoría de las actividades.

Ahora me pregunto el motivo por el que se ha tapado con tierra. No lo entiendo, máxime cuando el espacio pudieran ocuparlo los disminuidos de todo tipo que se integran allí. Lo que era una maravilla de instalaciones educativas, ahora no las puedo reconocer.

Mis nietos no irán,como mis hijos,a ver el colegio donde se educó este viejo. Decidme,si sabéis,por qué de esa desolación general. Queda el estanque de la entrada con sus ciprinos dorados y variedad de carpas,¿sobrará el agua también? ¿Cuantos secretos se habrán enterrado en aquella  preciosa piscina? ¿Sabéis alguno las medidas exactas?

 Carlos J. Cuervas Mons "Bañugues".

14 comentarios

José Lui Alcalde Revilla -

VIBOTÍN...LO QUE ESCRIBÍ NO PASÓ AL PRESENTE FORMULARIO...NO SÉ A CUAL IRÍA A PARAR...LO QUE SÍ SE ES QUE COMENTÉ LA EMOCIÓN DEL CONCIERTO Y LA DE TU MENCIÓN DE MI "RESURRECCIÓN", QUE NO SABÍA ÓNDE METERME...LO CIERTO ES QUE ESE ES EL CONCIERTO MEJOR PARA GUADARRAMA...YA AVISAREMOS DÍA Y PROGRAMA,ALLÁ PARA OCTUBRE, CUANDO PASEN LAS VACAS DEL PERSONAL HOSPITALARIO, Y ME INFORME DEL INSTRUMENTAL QUE HAY Y DEL MEJOR LUGAR PARA HCERLO ALLÍ..Un besito pá ti y pa cauno de vosotros...de
joseito, el besuconcete.

Vibot -

Besucón, gracias por venir, me alegró verte tan recuperado y tan delgado. No hay mal que por bien no venga.

Vibot -

Al rumor de estas frescas aguas lustrales, de tan refrescante recuerdo, os invito a todos los que queráis acercaros, a un nuevo recital de canto y piano que daremos Reyes Moraleda y yo el próximo Viernes 16 en Madrid:

TEATRO PROSPERIDAD
CALLE MANTUANO 29
A LAS 20:00 HORAS

METROS: PROSPERIDAD Y CRUZ DEL RAYO
EN LA ZONA DEL AUDITORIO

PROGRAMA:

SAILOR'S SONG - F.J. HAYDN
PLAISIR D'AMOUR - J.P.E. MARTINI
SELIGKEIT - F. SCHUBERT
DER JÜNGLING AN DER QUELLE - F. SCHUBERT
VILLANELLE - H. BERLIOZ
AM LEUCHTENDEN SOMMERMORGEN - R. SCHUMANN
DIE STILLE - R. SCHUMANN
LE PAPILLON ET LA FLEUR - G. FAURÉ
APRÈS UN RÊVE - G. FAURÉ
CHANSON D'AMOUR - G. FAURÉ
EL SAMPEDRINO - C. GUASTAVINO
CANCION AL ARBOL DEL OLVIDO - A. GINASTERA
A VUCCHELLA - P. TOSTI
AQUELLOS OJOS VERDES - N. MENENDEZ
TRES PALABRAS
ALFONSINA Y EL MAR - ARIEL RAMIREZ

***

Podéis reservar las entradas (8 euros)
en el teléfono 91 510 01 89, preguntad por Montse.

Para los que fuísteis a la Sala Clamores, sólo repetimos una canción, la primera, de Haydn.
Pedro y Alcalde, si venís, podréis elegir para el concierto del hospital el repertorio que más os guste de los dos programas. Reyes canta cada día mejor, disfrutaréis.

Nos gustarías teneros a todos este viernes.
Besos y abrazos.

FERNANDO FERRERAS -

Respuesta para Amador Robles:

Si vas a la foto del post del dia 31 le puedes ver junto con el Obispo Paco Gonzalez (si no me equivoco era de tu curso). A Vicente Suarez le tienes que conocer pues formaba parte de la Escolanía mientras estaba en el colegio dando clases durante elos años 74-76, posteriormente se ordenó y se fue a Perú.

Luis Fernando Suárez Morán -

Respuesta a Amador Robles.
Vicente Suárez,misionero dominico en Quillabamba,es natural de Blimea.Recuerdo haberselo oido decir cuando me dió clase en la Virgen del Camino el curso 1974-75.Creo rercordar que este hombre estaba alli en una situacion un poco rara,habia hecho ya el noviciado,pero todabia no se habia ordenado sacerdote domninico.

Antonio Úbeda -

Aún lo cuento y no se lo creen. Baño a las 7.30-8.00 en la piscina al aire libre; agua fría; esperar, dándote jabón (si no lo llevabas, al agua, aunque hubiera de reomperse el hielo), a que pasaran los 200 ó 250 que eramos, y luego vuelta a pasar para desenjabonarte. Hiciera frio o calor, en León, y sin respetar estaciones.

Lo repito, aún lo cuento y no se lo creen.

Gracias, Carlos, por el recuerdo.

Jesús Herrero -

Me gustaría que alguien se acordara de “los traguitos” de agua clorada que nos dábamos de vez en cuando por despiste o por aguadilla vil y traicionera. Y no hablo solo del Pitu.
Ello no quiere decir que no tenga unos recuerdos maravillosos de ella y de quien la cuidaba, de nuestro señor ministro, que ahora mismo debe de estar más aburrido que una ostra. Pero no te preocupes, en cuanto te vea te voy a pedir una subsecretaría. ¿vale?

Antonio Argüeso -

Gracias, Carlos. Emotivos, enternecedores, entrañables recuerdos. Leyéndote y leyendo los comentarios sigo constatando que en mi disco duro, la parte relativa al internado ha sufrido una seria avería, pues muchos de esos recuerdos han desaparecido. Sé que sé nadar, con lo que supongo lo aprendería allí. Si recuerdo algo de la limpieza y del cloro y de chapuzarme, incluso con el Pitu, con lo que no siempre andaría en plan lapa. Eso sí, recuerdo claramente el problema del agua, la búsqueda de las aguas freáticas en el terreno lindante con la escuela menor, la instalación del motor para llenar el depósito con un, cuando aquello para nosotros, complicado sistema de puesta en marcha y de parada del mismo. Y hasta recuerdo a Felipe Lanz con la cabeza llena de jabón, envuelto en la negra capa, echándonos una magistral bronca (creo que a Ribón, “el chispas” y a mí) porque cuando estaba bajo la ducha se había cortado el agua. Pero de la piscina, lo dicho, poco.

PS/Medina, habiendo tan buen PP (me refiero sólo al vino, ¡no empecemos!) ¿qué haces con un vulgar Merlot?

MEDINA -

Carlinos:
Te queremos ver bien asi que dejate de llamarte viejo y vamos a tomarnos unos vinitos al Merlot.
Que bonitos recuerdos de aquella piscina enorme.
Un abrazo

Javier Cirauqui -

Carlos, coincido contigo en ese recuerdo entre triste y emocionado, con que nos describes nuestra piscina, la piscina del Colegio. Para mí uno de los momentos más maravillosos era cuando bajábamos en fila hacia la piscina durante los días de verano.
Qué trajín de subidas y bajadas por las escarillas o raspándonos las rodillas y aupándonos a la orilla a pulso. Saltos de trampolín, unas veces de tripa otras de espalda, de pie o haciendo la bomba para levantar agua. Ese sabor a cloro que te subía por la garganta o se metía burbujeante por la nariz y te hacía estornudar o toser, las crueles aguadillas que te jodían vivo. Para mi la piscina era mi mayor disfrute. Cuando empezaba a perderse el verano ya no era obligatorio ir a la piscina. Yo apuraba hasta el úlimo día, aunque se me arrugaran las manos y pasara un increible frío. Recuerdo, los saltos dando la vuelta campana. Mis primeros contactos con el agua fueron a las orillas del Río Arga y Ulzama, que se juntan entre Villava y Burlada. Despues de tantos años uno de mis más frescos y gratos recuerdos son los pasados en la piscina del Colegio de la Virgen del Camino. Cuando estuve en el Encuentro y la vi tapada fué como si me hubieran colocado una pesada losa sobre mi cuerpo.
Gracias Carlos por tu recuerdo de auel oasis freco de agua y diversión nque era nuestra clorada y hermosa piscina. Un saludo. Javier.

José Mª Sierra Tascón -

Luisito Herdia. No me gusta ponerme la tirita antes de tener la herida. Claro que, a veces, no estaría mal si la tirita es lo suficientemente fuerte. Lo digo porque, los PP (nada que ver con la política) aún no ñlos hemos tomado; vamos, que el Quique y el Javivi deben estar fabricando la cámara para la foto. ¡Cómo me imaginarán de feo! De titanio, hacedla de titanio que si no la rompo... Por otra parte, quien te dijo a tí, Luis, que tengo tripa para hablar de "mi estado". Es un embarazo raro. Ya lleva años de gestación y nada...

Pero, a lo que íbamos: La piscina. Yo ¿aprendí? a nadar porque nuestro compañero de curso José Manuel Criado, ya difunto, me tiró a esa piscina de la foto e, inmediatamente, se tiró detrás. No sabéis cuánto se lo agradecí. Y, si me está oyendo, que vuelva a tirarme a esa piscina... Aunque no tenga agua, si él se tirá como entonces, no me pasará nada...
Abrazos y besos para todos

amador robles -

unacosa sobre la marcha.estoy viendo un programa en la tpa de asturianos porel mundo y estan ahora en quillabamabaun par de dominocs. el mas joven es vicente que estuvo en la virgen del camino porque lo acaba de decir él mismo. quillabamba en Perú.por la apariencia talmente aparenta unos 55 años, me extraña no conocerle pero así es...no soy capaz.dice que nacio en blimea,que yo sepa pertenece al concejo de san martin del rey aurelio cerca ya de laviana. alguiensabe algo de este hombre?? saludos a todos.

Luis Heredia -

Carlos, gracias también te doy por tus recuerdos y por lo guapo que lo describes. Se me está haciendo la boca agua y no sé si será por el calor que estoy pasando por estos Mares del Sur o por la emoción yu cariño que pones, pero el caso es que se me está apeteciendo darme un chapuzón.

Recuerdo, como lo haces tú y José María, el primer chapuzón de la temporada. Ver al Ministro a través de los cristales trabajar afanosamente en las labores preparativas de la limpieza de la piscina, significaba el paso a la siguiente estación, a la apertura de la temporada de baños. El primer baño era algo así como desvirgar el verano. No recuerdo a lo largo de mi vida, esperar con tanto afán el primer baño y disfrutarlo de aquellas maneras.

Y. como dice Jose María, no estaría de más que la piscina fuera también objeto de recuperación para ser usada como terapia por los actuales alumnos del Colegio. A los que deberíamos agradecerles eternamente su estancia, pues sin ellos, no sé qué hubiera sido de la Fundación.

Jose María, ya nos contarás, si puedes debido a tu estado, cómo fue la ingesta de PP.

José Mª Sierra Tascón -

Querido Carlos. Como ya hablamos por teléfono ayer no me sorprende tu comentario sobre la piscina. Estoy prácticamente en todo de acuerdo contigo. A mí me recuerda las vueltas que dábamos por las amñanas alrededor de la finca, a veces con unas heladas (para mí, por otra parte conocidas, bueno, más que conocidas, familiares), y partíamos el hielo de la noche para zambullirnos en esa piscina de tus (mis) recuerdos. Lo malo del caso no era el hecho de zambullirse o no en sus aguas heladas. Lo malo era la "obligatoriedad de hacerlo."
Pero bueno, yo siempre he sido muy rebelde. Quizás analicé demasiado severamente la disciplina del colegio.
De todos modos, alrededor de esa piscina giró una parte muy importante de nuestras vidas y, sin nigún género de duda, nos hizo ser lo que somos, con sus pros, los más, y sus contras. Cada uno vive la experiencia desde su punto de vista.
No tengas pena porque tus nietos, ni tus hijos no vayan a ver el colegio. Yo no he vuelto a él desde un enero del año 1966 en que lo abandoné definitivamente.
Al Santuario voy siempre que puedo. Aún suena, cuando miro al coro, el órgano tocado tan maravillosamente por el P. Uría; veo las manos del P. Torrellas dirigiendo la escolanía y me oigo (¿seré narcisista?) cantando con los tenores y el resto del coro, el Aleluya, el Amén, Al zagal que desvelan amores... O la misa de una de los domingos. Y me siento, a veces, donde ayudábamos a misa a los PP. ¡Qué recuerdos! Esos son los que a mí me valen.
En cuanto a los disminuídos que ocupan nuestro colegio, creo que son mucho más capaces que los "dismunuídos" insensibles, que taparon la piscina, que ocuparon las capillas, que borraron las fuentes que tanto nos dieron de beber, física y espiritualmente.

Gracias, Carlos, por tus recuerdos.
Un abrazo