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CARLOS ROCES CONCHESO - In memoriam

CARLOS ROCES CONCHESO - In memoriam

Tras el fallecimiento de  Carlos Roces Concheso, inolvidable compañero de clase-curso-fila, envié a su hija Sara algunas fotografías de los años de su padre en el Colegio de la Virgen del Camino lamentando no haberle podido "reencontrar" a la vez que me interesaba por conocer algo de su vida.

 Sara, de nuevo os enviamos todo el cariño sincero que conservamos en el recuerdo de vuestro padre. Besos para tu madre y tu hermana Aroa, dos para ti.

Esto es lo que me ha contado.

 


 

Que le puedo contar de mi padre... pues después de acabar el instituto estuvo trabajando en Alemania una temporada en una fábrica de tornillos y cuando volvió, se instaló en Gijón y comenzó a estudiar en la Laboral peritos por la rama de mecánica, especialización en construcción de maquinaria u cuando acabó aprobó unas oposiciones para trabajar en la Junta General, donde transcurrió toda su vida laboral hasta su fallecimiento. Y , bueno, mientras estudiaba, conoció a mi madre y se acabaron casando en el verano de 1987, y al año siguiente nació mi hermana, Aroa y al otro nací yo. Le envío unas fotos actuales de mi padre, para que pueda ponerle cara.

En cuanto a la causa de su muerte, en septiembre de 2010 le diagnosticaron un meningioma, que operaron en marzo del año pasado satisfactoriamente, ya que lo habían limpiado todo y en principio no había quedado ningún resto del tumor, pero resultó ser un meningioma muy agresivo y a finales de agosto del año pasado volvió a aparecer, pero aún mas grave, ya que supuso una afectación cerebral, lo volvieron a operar y quedó bien, pero en su recuperación se sucedieron una serie de complicaciones (cogió hongos en la garganta que le impedían comer, por lo que le pusieron una sonda nasogástrica para poder alimentarlo, con la mala suerte que le perforó un pulmón y le provocó una infección generalizada que le llevó a estar en la UVI con respiración asistida durante tres meses, pero para cuando le dieron de alta de la UVI el tumor había vuelto a reproducirse y debido al estado de debilidad en el que se encontraba no había tratamiento posible que pudiera aguantar, así que le bajaron a planta en el hospital y como nos dijeron los médicos, que sólo lo iban a mantener calmado y sin dolor, que no podían hacerle nada más, así fue.

Fue una larga y dura batalla que no conseguimos ganar, pero siempre tendremos el recuerdo de que fue un gran ejemplo para mi hermana y para mí, de fortaleza y disciplina, así como grandes momentos de diversión en nuestros numerosos viajes, y por supuesto, hasta el final también ha sido un maravilloso marido para mi madre.


Esta foto es de la boda con mi madre



Esta fotografía es de mi graduación (2010)


Un saludo,

Sara

9 comentarios

Marcos berrueta -

Sara, los que tuvimos la suerte de compartir los estudios y las travesuras con tu padre, sentimos de verdad su muerte y te enviamos un muy fuerte abrazo

ManuelCenteno -

Carlos Roces Concheso es otro de los nombres que nunca olvidé; su camarilla y la mía eran contiguas (a la derecha del dormitorio, segundo pasillo, la de él la primera y sin vistas). Coincido con Chema en que él sabía aguantar estoicamente y con mucha dignidad aquellos castigos -siempre injustos, por supuesto- y con un cierto aire de travesura. ¡Eramos unos niños!
Un abrazo a su familia.

Julio S -

“Cuando alguien muere, lo primero que se experimenta es una enorme estupefacción, pues es sobremanera difícil comprender un tal hundirse en la nada y resignarse a creerlo”.

MADAME BOVARY, Gustave Flaubert

Un beso

Salva -

Lo siento, sólo puedo decirte eso . Lo siento. Un abrazu.

Julio Correas -

Sara y Aroa,
cuando recibimos la triste noticia todos aceptamos la fatalidad con desgana pero nos preguntábamos a oscuras qué le habría pasado a nuestro compañero Concheso, al que no pudimos reencontrar. Ahora nos sacáis de dudas y vemos en vuestras palabras y en vuestras fotos a un gran hombre.
Ya tenemos varios compañeros-hermanos allá por las tierras del Norte. Quiero creer que desde allí nos cuidarán a todos.

Un beso... y seguid en contacto con nosotros.

Chema Sarmiento -

Recuerdo a Concheso con un sentimiento de admiración. Era capaz, uno de los pocos, de hacer frente, sin pestañear, a la presión formadora a la que nos veíamos sujetos. Donde los demás éramos dóciles, él era capaz de ser díscolo. Donde a mí un profesor me hizo llorar, él fue capaz de reírsele en los morros.
Cuando pienso en él me entra la incómoda sensación ¡qué le vamos a hacer! de que yo era un "cagueta".

jose ignacio -

niño con blanca tela,
ya llueve y hiela
sin que te duela
ni apague vela
de olor canela.

Sara para tí y tu madre un abrazo de parte de los hermanos mayores.

Pedro Sánchez Menéndez -

Sara: Estoy de acuerdo con Isidro. Tu relato sobre tu padre nos hace vislumbrar una persona excelente. A pesar del dolor por su pérdida, su recuerdo tiene que fortalecer vuestras vidas. Besos para tu hermana y tu madre. Otro para ti. Pedro

Isidro Cicero -

Tu padre, Sara, era una gran persona. Estoy seguro que cada día que pasa te sientes más orgullosa de su memoria.